PACIENTE: THE STROKES – “The New Abnormal” (RCA, 2020)

HISTORIA CLÍNICA: A casi 20 años de su salida, todavía puede observarse el impacto que causó “Is This It”, el célebre debut de Los Strokes, donde volvieron a poner en el candelero rockero mundial a sus coterráneos Lou Reed y Television en pleno apogeo brit pop. Pero si bien refritar viejos riffs del proto punk y la new wave fue una idea formidable en el momento ideal, también mostró lo limitado de la propuesta y su imposibilidad de reformularse, ya que a partir de ese suceso inicial el quinteto buscó su propio camino con resultados diversos. Para este, su sexto disco -el primero en siete años-, el quinteto neoyorquino apunta sus cañones directamente a los dorados ochentas, tal como lo anticipaba el ritmo robótico sintetizado del corte-adelanto «At The Door».

Pese a que el doble cross de apertura con “The Adults Are Talking” y “Selfless” funcione como transición entre lo viejo y lo nuevo a caballo de las guitarras, el problema que pueden tener los puristas con “The New Abnormal” es el uso descontrolado de teclados y synths como en “Brooklyn Bridge To Chorus” que remite a experimentos bolicheros como Technotronic, 2 Unlimited o Real McCoy (los de “It’s On You”). Y probablemente ahí esté el único pecado de la placa: ante la propuesta de un viaje por lo mejor del pop de los 80, el apego sistemático y compulsivo a un estilo con referencias tan obvias termina convirtiéndose en el entretenimiento lúdico de “Descubre Cuál Es La Canción”. Apego que obligó a la inclusión de Billy Idol como co-autor de “Bad Decisions” por su notorio parecido a “Dancing With Myself”, que de todos modos resulta a la postre lo más logrado de la placa.

DIAGNÓSTICO: A pesar de las buenas intenciones de “Why Are Sundays So Depressing» con su guiño a los Smiths en el título y la cuasi balada “Not The Same Anymore” con su guiño en la entonación vocal a… sí, los Smiths, en este caso los Strokes no logran quitar esa sensación de dejá vú permanente a lo largo de los 45 minutos de un álbum que, paradojicamente, también es su mejor trabajo en mucho tiempo.

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