Durante su estadía entre los mortales, el mítico David Bowie sobrepasó todo tipo de límites. No solo fue un músico innovador que influyó -e influye- en varias generaciones de la música popular; también fue un ícono de la moda con una mirada que parecía de otro mundo… y resulta que hay una razón científica para eso. Científica, romántica y violenta. ¿Qué cómo es posible? Entérense a continuación de cómo un pretendiente ofendido -y un roscazo bien dado- cambiaron o mejor dicho, sellaron el destino de uno de los máximos iconos del rock de todos los tiempos.

George (de camisa blanca) y David, en el centro, posan para la foto de The King Bees, uno de los grupos donde tocaron juntos (los otros fueron The Konrads y Hooker Brothers)

A lo largo de la vida del recordado cantante, sus atrayentes ojos siempre fueron un enigma; al ver su rostro parecía que un ojo era verde o quizá marrón y otro era un poco extraño, azulado, sin una pupila fuerte. Mucha gente especulaba con que esto fuera una movida deliberada de parte de Bowie, creada mediante el uso de lentes de contacto. Algunos asumieron que el artista tenía un caso de heterocromía, condición donde los iris de una persona tienen dos pigmentos diferentes. Pero no: el caso de Bowie es muy diferente, considerando que su cambio en la circunferencia de la pupila de su ojo izquierdo ocurrió mucho después del nacimiento… y fue el resultado de los muchos problemas que provoca el amor adolescente (!).

Bowie a los 14 años: pupilas en perfectas condiciones.

Hace unos días, la noticia sorprendió: un viejo amigo de la infancia de Bowie contó que el artista alguna vez le agradeció por golpearlo en la cara, ya que el golpe le otorgó al rockstar sus ojos de diferentes colores. «¿¿¿???», dirán ustedes; «Así es», diremos nosotros. En un reciente reportaje concedido al diario británico The Telegraph, George Underwood, quien fuera amigo de Bowie desde sus nueve años, golpeó al cantante cuando eran adolescentes después de que ambos se enamoraran ​​de la misma chica. Describiendo el incidente como una «pelea de corta duración» (¡por suerte! Dos bifes más y al pobre David lo dejaba morocho) acontecida en 1962, el Sr. Underwood le contó al Telegraph que en aquel entonces la tensión entre ambos creció después de que Bowie se entrometiera en su intento de llevar a Carol Goldsmith a una cita, después de que la jovencita asistiera a su fiesta de quince.

David y Angie Bowie en la boda de George y Birgit Underwoods, 1971.

«Solo para aclarar la historia, se trataba de una chica que nos gustaba a ambos», dijo Underwood, actualmente artista. “Ella vino a mi fiesta de cumpleaños número 15: todos estaban borrachos a eso de las ocho de la noche, incluido David. Fui amable y logré una cita con ella. David me llamó el día del encuentro y me dijo que Carol le había dicho que no quería conocerme, porque quería salir con él». Sin embargo, esto no impidió que el Sr. Underwood fuera al club juvenil local más tarde esa noche, solo para descubrir que Miss Goldsmith lo había estado esperando todo el tiempo. «Así que estaba totalmente encabronado con él, y a la mañana siguiente tomé el autobús a la escuela y lo escuché hablar sobre esta chica con la que salía», relata Underwood. «En el recreo lo golpeé en la cara, causando inadvertidamente que una de sus pupilas se dilatara permanentemente, por lo que los ojos de Bowie parecían ser de diferentes colores. Más tarde, David dijo que le hice un favor: todos hablan de sus ojos, ¿no?». Seguramente, pero el precio fue duro de pagar en su momento: «Me embocó justo en el ojo y choqué con una pared y caí de rodillas», le explicó Bowie al biógrafo Mark Spitz en una entrevista. “Al principio George pensó que yo estaba bromeando… No fue un golpe muy duro, pero obviamente me agarró en un ángulo más bien raro».

Bowie con más de 14: el daño / arreglo ya estaba hecho

La trompada dejó a Bowie con su ojo derecho azul, mientras que el izquierdo parecía oscuro o marrón, después de que sufriera una profunda abrasión corneal y parálisis del músculo del esfínter del iris lo cual le provocó lo que se conoce como anisocoria, una condición caracterizada por un tamaño desigual en las pupilas de una persona. En el caso de Bowie, su pupila izquierda estaba permanentemente dilatada. Esto puede crear la ilusión de tener ojos de diferentes colores porque la pupila fija no responde a los cambios de luz, mientras que la pupila derecha sí. Según la Academia Estadounidense de Oftalmología, la afección no daña la salud general de los ojos y es bastante común, ya que una de cada cinco personas tiene una pupila que varía en tamaño del otro ojo.

George y David, ya mayorcitos pero siempre con una chica de por medio.

Es el momento de recordar que a través de los años, los ojos de diferentes colores del Duque Blanco (el mismo que, justamente, arrojaba dardos a los ojos de sus amantes, según la letra de la canción «Station To Station») han sido descritos como «una de las leyendas perdurables» detrás de su «aura genuinamente sobrenatural» que hizo tan distintivo a este inolvidable artista (y a su alter ego Ziggy Stardust, no olvidemos). «La extraña apariencia de los ojos de Bowie resultó ideal para un artista que abrazó las ideas del extraterrestre, el extraño, el otro mundo y lo oculto», escribió al respecto Kevin Hunt, profesor titular de diseño y cultura visual en la Universidad de Nottingham Trent, en otro diario británico, The Independent. «En un mundo cada vez más visual y preocupado por la perfección, la pupila izquierda dañada de Bowie se convirtió en una parte intrínseca y deslumbrante de su identidad enigmática», señala.

David y George: compañeros, chiquindingui chiquindingui, siempre fuimos compañeros…

Bowie, cuyo nombre real era David Robert Jones, nació en enero de 1947 y se crió en Bromley, al este de Londres; conoció a Underwood (nacido el mismo año y mes) cuando tenían nueve años después de inscribirse como Cubs (cachorros) en los 18th Bromley Scouts en 1956 y ambos luego estudiaron en la escuela Bromley Tech. «Comenzamos a hablar, principalmente sobre música», dijo Underwood, que compartía con su amigo el amor por el skiffle y Radio Luxembourg. “Cuando crecimos un poco, solíamos ir a Bromley High Street a charlar con chicas e intentando impresionar a la gente. David por entonces estaba aprendiendo cómo hacer eso». Bowie apreciaba a su amigo y reconoció la influencia que tuvo en su vida y en su obra, directa e indirectamente: «Siempre me ha encantado el trabajo de George», afirmó en 2014. «Creo que es muy probable que él, inconscientemente, haya hecho que me incline hacia la música. Sentarme a su lado en la clase de arte me convenció (entre otros) de que nunca alcanzaría su fluidez de línea. Su sentido de «rectitud» en relación con su tema, sea lo que sea. En vez de eso, conseguí que mi papá me adelantara el dinero para comprar un saxo alto». Su primera banda juntos fueron los Konrads, con George en la voz y David en el saxofón. «David hizo un par de voces, pero yo no quería que se hiciera cargo», dice Underwood. Luego fue el turno de The Hooker Brothers, un homenaje a John Lee Hooker, «algo raro, dos pibes británicos blancos haciendo blues americano negro», y finalmente los King Bees.

Junto a todos estos esfuerzos, en ambos lados, hubo un trasfondo de competencia. Esto se intensificó cuando Underwood, todavía un adolescente,fue el primero en firmar un contrato discográfico solista de cinco años con Mickie Most, productor conocido gracias al éxito de Herman’s Hermits. «Parecía que acababa de ganar el Factor X», recuerda Underwood. “Aparecí en programas como ‘Thank Your Lucky Stars’, cosas así. Mi disco no se vendió, pero se estaba difundiendo mucho en la radio y creo que eso debe haber molestado a David. Bueno, de hecho lo hizo, porque me encontré con él y me dio el mal de ojo… y no lo digo como un juego de palabras».

El álbum de T. Rex, otra muestra del recargado estilo de Underwood

Pero el destino tenía otros planes para Underwood. A los 19 años, cree haber bebido unos tragos aderezados con LSD, lo que le provocó un colapso mental. «Me volví loco», dice simplemente. «Me cuesta mucho hablar de eso, pero me alegro de que haya sucedido cuando sucedió y nunca volverá a suceder, eso es seguro». Underwood dejó de hacer música y comenzó a trabajar como ilustrador. Una comisión temprana le llegó de parte de Bowie recomendando a su viejo amigo a Marc Bolan para el álbum debut de T. Rex, «My People Were Fair And Had Sky in They Hair…». Underwood continuó con un dibujo surrealista para la contratapa del álbum de 1969 «David Bowie», reeditado en 1972 como «Space Oddity». Muestra una rata presidiendo una reunión de gente con bombín, dos astronautas sosteniendo una rosa y un pez de gran tamaño en un entorno espeluznante. «David me hizo un pequeño boceto a modo de guía», dice Underwood. «Sabía muy bien lo que quería, pero pensó que yo era la mejor persona para interpretarlo».

La contratapa del álbum «David Bowie», creada por Underwood.

A pesar de sus desacuerdos, David y George siguieron siendo amigos por el resto de sus vidas. “Salí del negocio de la música, cuando descubrí que pintar era todo lo que quería hacer. Y David avanzó hacia la estratósfera. Todo el tiempo la gente me pregunta, ‘¿Siempre supiste que iba a ser una estrella tan masiva?’ Por supuesto que no, nadie lo sabía», admite Underwood.

Porque te quiero te aporreo: Underwood hoy, con su amigo Bowie en una de sus pinturas

Bowie se despidió de este mundo a principios de este año, a los 69 años, justo dos días después del lanzamiento de su último álbum, «Blackstar». Su legado continúa vivo y sus ojos icónicos seguirán siendo para siempre un símbolo de la ciencia y las hermosas capacidades (y pasiones) del cuerpo humano.

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