Seamos realistas: Ozzy Osbourne, vocalista de Black Sabbath, líder de Blizzard of Oz, autor, compositor. una de las primeras estrellas de los reality shows, ídolo de multitudes en todo el mundo y ahora podcaster, será eso y muchas cosas más pero ante todo es un superviviente. ¿Quieren saber cómo lo explica la ciencia? Sigan leyendo o mejor dicho, hagan como los científicos e investíguenlo en lo que viene a continuación.
AUTODETERMINACIÓN VS. AUTODESTRUCCIÓN. Durante más de cuarenta años, Ozzy ha luchado contra la adicción a las drogas y al alcohol. Consumía rutinariamente cuatro botellas de cognac Hennessy al día y, en vez de alimentarse como cualquier ser humano, aspiraba cocaína para desayunar. Después de casi morir en un accidente con su todoterreno en 2003, pasó ocho días en coma y cuando milagrosamente despertó, no menos milagrosamente sólo tenía una vértebra y ocho costillas fracturadas, un pulmón parcialmente colapsado y una clavícula izquierda gravemente fracturada. En marcado contraste, salió de su omnibus de gira prácticamente ileso el 19 de marzo de 1982 después de que un avión que transportaba a Randy Rhoads (el recordado y talentoso guitarrista de los álbumes «Blizzard Of Ozz» y «Diary Of A Madman») se estrellara contra el mencionado omnibus, prendiéndole fuego y ocasionando la muerte del rubio guitarrista… Por no hablar de la vez que Ozz arrancó de un tarascón la cabeza de un murciélago (¿vivo?, diría Susana Giménez – vivo, sí) en el escenario ese mismo año. Según el CDC (Centers for Disease Control and Prevention, es decir Centro de control y prevención de enfermedades de los EE.UU.), la rabia mata a alguien cada nueve minutos en todo el mundo. A menos que te llames Ozzy Osbourne, por supuesto.
ADN = ALCOHOL, DROGAS, NARCÓTICOS. En 2010, Ozzy se convirtió en una de las pocas personas en todo el mundo a las que se les ha descifrado y analizado el código genético. En aquel año, cuando los científicos de Knome Inc. buscaban estudiar el ADN de un ser humano extraordinario, no llamaron a Steve Jobs ni a Beyoncé. En su lugar, la empresa de genoma humano con sede en Cambridge, Massachusetts, se puso en contacto con Ozzy Osbourne. Querían saber qué genes habían mantenido con vida al rockero a pesar de décadas de abuso de drogas y alcohol.
Sus hallazgos no decepcionaron. Descubrieron una mutación nunca antes vista que puede explicar la capacidad de Osbourne para consumir alcohol en grandes cantidades y diversas variaciones genéticas que lo predisponían a la dependencia de las drogas y la bebida. El investigador a cargo del proyecto se refirió a Osbourne como un «milagro médico» y, tras una revisión genética de una muestra de sangre del cantante comemurciélagos, algunos de los resultados, aunque reveladores, tienen mucho sentido. Aquí está el desglose:
«Ozzy tiene 6,13 veces más probabilidades que la persona promedio de tener dependencia o necesidad de beber alcohol; 1,31 veces más probabilidades de tener adicción a la cocaína; y 2,6 veces más probabilidades de tener alucinaciones causadas por el consumo de cannabis»
“Ozzy es, en efecto, un mutante genético”, escribió el investigador científico Bill Sullivan en su libro, “Pleased to Meet Me: Genes, Germs and the Curious Forces that Make Us Who We Are” (National Geographic) publicado en 2022. En él, analiza las sorprendentes formas en que estamos moldeados por nuestro ADN y factores biológicos que afectan drásticamente la forma en que se expresan nuestros genes. De hecho existe una variante genética para el gusto por lo dulce, múltiples genes afectan nuestro gusto por el café y los genes incluso gobiernan nuestras emociones básicas, atracción sexual y -como si fuera poco- tendencias políticas. “Después de todos estos años de pensar que éramos agentes libres, nos hemos dado cuenta de que la mayor parte, si no toda, de nuestra conducta no es por nuestra propia voluntad”, escribe Sullivan, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana.
SUBTÍTULO. Aunque la revelación de que Ozzy tiene (quizá sea más adecuado decir «tenía», dados sus problemas de salud actuales, sin contar su avanzada edad) una propensión natural a salir de joda un poco más seguido que el resto de nosotros no es tan sorprendente, hubo algunos datos fascinantes que salieron a la luz gracias al estudio del genoma. Resulta que el gen ADH4 de Ozzy, responsable de descomponer el alcohol, tiene la capacidad de llevar a cabo esta función mucho más rápido que la persona promedio. Tal como lo hacía su conocido amigo y compañero de parrandas, el inefable Lemmy Kilmister de Motörhead.
Además de eso, se descubrió que Ozzy también tiene dos versiones del gen COMT (catecol-O-metiltransferasa), también conocido como el «guerrero» y el «preocupador» (N. un juego de palabras en inglés entre «warrior» y «worrier»), una enzima que deteriora la dopamina, la epinefrina y la norepinefrina. Todo esto significa que, además de su debilidad por el alcohol y las drogas, otras funciones como la conciencia, la planificación, la organización, la autoconciencia y, entre otras cosas, la autorregulación corporal están súper aumentadas en Ozzy.
Si eso no les parece suficiente, el estudio confirmó que Osbourne es un pariente lejano del presentador del programa «The Late Show», es decir Stephen Colbert, y también comparte ADN con los neandertales (!), algo bastante común en los europeos. Casualmente (y contra todo pronóstico), hoy 3 de diciembre Ozzy cumple 76 años… si eso no es ser un Iron Man, entonces no sabemos qué.
BONUS: A modo de despedida, les dejamos a Ozzy en su paso por Black Sabbath, allá por el distante 1970, interpretando “Fairies Wear Boots” de 1970… Eso por si «lo único que hacés es viajar y fumar”, como dice la letra
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