BRTISH LION, EL TEATRITO, 30/11/2024

Históricamente, Chile y Brasil han sido los países de la región mimados por Iron Maiden. Y es lógico; siempre han sido dos de sus plazas más convocantes. Pero el 2024 parece ser el año donde el grupo ingles desea recompensar a Argentina un poco. Al show de la banda en Huracán, hay que sumarle el show “intimo” del Movistar Arena. Si, quizás un lugar de quince mil personas realmente no sea muy intimo, pero hablamos de un grupo que llena estadios en todo el mundo. Lo que sí es íntimo (y sorpresivo) fue el anuncio del show de British Lion, proyecto liderado por Steve Harris, en El Teatrito antes de sus shows con su banda principal.

Jeriko con un tal Steve

El CREDITO LOCAL

La noche empezó con los locales Jeriko, quienes se encuentran festejando sus treinta años. A pesar de salir en un horario temprano, la gente se acercó para mostrar su apoyo. Es que la banda, mas allá de la influencia de la doncella que han tenido, tiene varios puntos en contacto con los ingleses. El más importante seguramente ha sido ser la banda de apoyo en varias giras de Paul Dianno por la región. Con un show a puro clásico el grupo no falla y demuestra que, mas allá de los nombres históricos de siempre, grupos como Jeriko deberían tener la posibilidad de abrir un show de estadio de una banda como Iron Maiden.

CON UNA PEQUEÑA AYUDA DE MI AMIGO TONY

El invitado de lujo en esta ocasión fue Tony Moore, músico que supo ser tecladista de Iron Maiden durante sus años formativos, pero que nunca llegó a grabar con el grupo. Aun así, ha mantenido una relación estrecha con Steve Harris, que produjo su último disco y que lo invitó a abrir los shows de British Lion en esta gira sudamericana. Para esta ocasión, Moore se presenta solo en el escenario, alternando entre la guitarra y el teclado, mientras las bases son disparadas por pistas. A su vez, el espectáculo tiene un importante contenido visual, que acompaña el relato que el músico se esfuerza por explicar en un tosco castellano, pero que hace que se gane el amor de los presentes. Con un rock melódico que por momentos recuerda a Marillion o el Pink Floyd de los ochenta, Moore se lleva una calidad recepción, pero que no pasa masa allá de una anécdota de color.

SOLO POR AMOR

En los siete días entre el 26 de noviembre y el 2 de diciembre, Steve Harris, de 68 años, dará seis conciertos (Entre British Lion y Iron Maiden) en dos países. Lo hará en estadios, arenas y salas pequeñas. En el medio de eso, encuentra el tiempo para jugar al futbol durante 90 minutos. Es evidente que no necesita hacer nada de eso; su vida está resuelta hace décadas. Pero hay cosas no se pueden fingir y es claro que en Iron Maiden, todos mantienen un espíritu similar. Cuando British Lion sale a escena con “This Is My God”, la cara de felicidad del bajista es la misma que tendrá al día siguiente tocando para cincuenta mil personas.

Todo el público que llena El Teatrito esta noche está por el bajista, de eso no hay ninguna duda. La posibilidad de tener a uno de los músicos más influyentes del heavy metal en un espacio íntimo no es común y hace que la entrada se pague sola. Pero el público genuinamente vino a ver a British Lion, y lo demuestra cantando las canciones, coreando los riffs. Es que si uno puede aislarse de lo que Harris representa, en escena podemos ver una banda donde nadie destaca por sobre el resto. Más allá de que quizás su instrumento este un poco más alto en la mezcla, en ningún momento podemos decir que estemos viendo a la banda de Harris.

Ir a ver este grupo, teniendo en cuenta la carrera de Steve o comparándolo con Iron Maiden, no tiene sentido. Si uno puede sacarse ese peso de encima, se encontrara con un grupo solido, que no va a cambiar el mundo, claro está, pero que puede entregar canciones directas y gancheras como “Spit Fire” o “Legend”. Claro que cierta personalidad de Harris vamos a encontrar en las composiciones, pero en general podemos decir que la música de este grupo va por otro lado, cerca de AOR y las melodías más pop. El más claro ejemplo de esto es la canción “Land of the Perfect People”. Y es en este tipo de canciones donde el cantante Richard Taylor más se luce.

El repertorio de la noche se basa en sus dos discos de estudio; el homónimo de 2012 y “The Burning” de 2020. Y es cuando comparamos las canciones en ese contexto, que vemos el crecimiento compositivo del grupo con una segunda placa mucho más atractiva que la primera y esto se nota en la respuesta de la gente, mucho más efusiva durante estas canciones. También en la banda, mucho más a gusto en este contexto. Quizás porque los músicos ya han compartido más de una década juntos, se conocen mejor y la banda ha tomado una identidad propia.

Luego de hora y media de show, la sensación es que, esta vez, estamos en presencia de una banda establecida y no tanto el proyecto paralelo o el gusto personal de Steve Harris. Quizás el grupo aun no tenga un repertorio para aguantar esa hora y media de show sin baches, que son inevitables, pero va por buen camino. British Lion es el regalo, la yapa, de uno de los músicos más importantes que tiene el género. Y se lo aprecia desde ese lado.

Txt: Facundo Llano

Ph: Redes British Lion

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