¿Te enamoraste alguna vez de alguien de quien no debiste haberte enamorado? Muy probablemente sí: a todo el mundo le ha pasado alguna vez, por lo que todo el mundo puede identificarse con la famosa canción de los Buzzcocks, «Ever Fallen In Love», que habla del amor no correspondido. Pero no todo el mundo sabe que su fallecido líder Pete Shelley, inspirado en una frase de un musical, la escribió sobre un hombre… En el día del 45º aniversario de esta canción, te invitamos a seguir leyendo y descubrir sus orígenes, en palabras de su mismo autor y del diseñador de la banda.

PUNKPIONEROS. Buzzcocks tuvo un gran impacto en la música de varias maneras. Básicamente, la banda punk mancuniana inventó el indie al lanzar el primer disco DIY (autoproducido, vamos), el EP «Spiral Scratch», en 1977. Contrataron nada menos que a los Sex Pistols para actuar en su Manchester natal en 1976 para dos memorables e históricos conciertos que inspiraron a una generación de grandes bandas locales. Y luego, claro, estaban sus canciones propiamente dichas. El grupo era habitué del famoso programa televisivo británico «Top Of The Pops», con una serie de singles brillantes en 1978 y 1979. Uno de ellos se convertiría en el tema que llegó a definir a la banda por encima de todas las demás.

Los Buzzcocks en sus inicios, con Howard Devoto (el rubio de la izquierda)

PUNK DIFERENTE. A su miembro fundador, el cantante y guitarrista Pete Shelley (voz principal y guitarras) le encantaba la energía y la franqueza del punk, pero nunca abrazó el espíritu de confrontación y provocación del movimiento. Como consecuencia, los Buzzcocks desarrollaron una imagen diferente a la de muchos de sus contemporáneos punk rebeldes de los años 70. «No busco ser desagradable», le dijo Shelley a la publicación musical Melody Maker en 1978. «Solo somos cuatro buenos muchachos, el tipo de personas que podrías llevar a casa con tus padres»… Sin embargo, su música era tan intransigente como la de cualquier banda de punk en la Inglaterra de los años 70. Básicamente, la fórmula de Shelley en los Buzzcocks era casar la velocidad y la urgencia emocional del punk con las melodías gancheras y la temática chico/chica del pop/rock clásico. Cuando aplicó este pensamiento al tema pop más típico, es decir el amor adolescente no correspondido, creó una de sus canciones más imborrables, «Ever Fallen In Love”.

Shelley rockeando a todo color, a toda camisa y a todo telón de fondo

UNA CANCIÓN PARA CADA QUIEN. Parte de la genialidad del tema es que su letra nunca especificó si se trataba de un hombre o una mujer; cada quien podía aplicarla a sus propias vidas. El propio Shelley era bisexual. «Traté de ser lo más neutral posible en cuanto al género al escribir canciones, porque para mí se podía usar la misma canción para cualquier sexo», le explicó alguna vez al DJ Dave Haslam. «Ever Fallen…» es una canción tan universal que Shelley evitó en su momento mencionar a quién tenía en mente cuando la escribió. Pero sí reveló al fanzine Outpunk que se trataba de un amigo llamado Francis. En el libro biográfico «Buzzcocks – The Complete History», el autor Tony McGartland dijo que el objeto del afecto de Shelley era Francis Cookson, quien estuvo en The Tiller Boys con Shelley y más tarde lanzó un sello llamado Groovy Records con el cantante. «Viví con Francis durante unos siete años y luego él se fue a Suiza y allí se casó», dijo Shelley. El cantante dijo que se enamoró cuando comenzaron a vivir juntos. «Él fue la primera… bueno, la segunda persona con la que realmente viví, así que a veces fue difícil».

Más allá de los prejuicios acerca del machismo en el punk británico de los 70s, Shelley nunca vio una razón para ocultar su sexualidad. En declaraciones al fanzine inglés Outpunk, señaló que en aquellos momentos todos estaban «extendiendo los límites» de lo que estaba permitido. «Realmente no importaba quién eras, de qué género eras o cuál era tu convicción sexual», dijo. «Realmente no importaba, no llamaba la atención si alguien era gay». Aunque la mayoría de las canciones de Shelley eran neutrales en cuanto al género, no siempre fue así: su tema solista de 1981, «Homosapien», con su primera frase «I’m the shy boy, you’re the coy boy» («Soy el chico tímido, vos sos el chico tímido» – juego de palabras con coy y oowboy) fue todo un electro himno LGBT años antes de que estas siglas se hicieran populares.

UN ANÁLISIS PÓSTUMO. Volviendo a la canción que hoy 8 de septiembre cumple 45 años, su título completo es «Ever Fallen in Love (With Someone You Shouldn’t’ve)», es decir «¿Alguna vez te enamoraste (de alguien de quien no debiste)?». Lanzado como sexto single en 1978, fue su mayor éxito, alcanzando el puesto 12 en los rankings ingleses. También se incluyó en su segundo álbum «Love Bites» (1978). La canción fue escrita el año anterior y su inspiración surgió por la más absoluta casualidad… En una entrevista final para el diario inglés The Guardian que fue publicada en 2006 y que aquí reproducimos (traducida al castellano) a modo de homenaje y recuerdo en el día del 45º aniversario de la canción, el fallecido líder del grupo y el diseñador del arte y las tapas de Buzzcocks, Malcolm Garrett, analizan minuciosamente el himno del punk al amor no correspondido.

PETE SHELLEY

Acabábamos de estar en el White Riot Tour con The Clash, The Slits y Subway Sect. Fue la primera vez que la gente realmente pudo ver de qué se trataba el punk. Estábamos en una furgoneta alquilada de Salford Van Hire. Era la primera vez que pasábamos más de un día fuera de casa. Esa gira impulsó a la gente a tener un interés más activo por el punk, en lugar de uno pasivo. Todo sucedió muy rápido.

Un flyer del White Riot Tour, con los Buzzcocks anunciados del modo más punk posible

En los shows más importantes, como el del Electric Circus de Manchester, los pibes destrozaban los asientos. Firmamos con United Artists el día que murió Elvis (N.: 16 de agosto de 1977) y de repente teníamos un álbum que hacer y una audiencia que quería vernos. Después de uno de nuestros shows en Edimburgo, estábamos en una casa de huéspedes de la zona de Blenheim tomando algunas pintas de cerveza, sentados en la sala de televisión, viendo «Guys And Dolls» (N. película musical hollywoodense de 1955, protagonizada por Marlon Brando, Jean Simmons y Frank Sinatra). Y de golpe una frase me llamó la atención: “¿Alguna vez te has enamorado de alguien que no deberías? Esperá hasta que te toque a vos”. Y ahí pensé: “Oooh. Eso me da una idea.» Al día siguiente, mientras nuestro conductor hacía una parada para mandar una carta, me senté en la camioneta afuera de la oficina de correos y se me ocurrió la primera línea: “You piss on my natural emotions” («Te meás en mis emociones naturales»). Luego cambié “piss” por “spurn” (N. rechazo), que tenía un tono más punzante.

Manchester, 2 de mayo de 1977. De izq. a der., el bajista Garth Smith, el batero John Maher, el cantante Pete Shelley y el guitarrista Steve Diggle. Y una de esas dos cabezas rubias que se ve adelante debe ser el bueno de Malcolm Garrett

Escribí el tema acerca de Francis, que por entonces era el secretario social de Warrington Tech. Yo estaba atravesando un autodescubrimiento, digamos, un terreno fértil para escribir canciones. En un avance inicial se resistió a mis encantos. Me encantó la frase «shouldn’t’ve» («no deberías haber») y todos sus apóstrofes. La canción avanza rápidamente hacia la introducción. Estábamos tratando de alejarnos de la norma de lo que debería ser la música. Hay una tensión que se resuelve cuando comienza el estribillo y hago un toque mágico -una pequeña pausa- antes del último estribillo para animar al oyente.

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El productor Martin Rushent (N. junto a Shelley arriba, en la foto) y yo hicimos las armonías de tres o cuatro partes. (Al componer) nunca pensás que esta es la canción que todos recordarán, pero tocó una fibra sensible porque todos experimentamos un amor no correspondido. Francis estaba en ese viaje a Escocia, por lo que probablemente sabía que se trataba de él, pero nadie más lo sabía. Nuestra relación terminó durando siete años, pero tomás algo específico y lo haces universal. Solíamos hacer giras para solteros, así que íbamos construyendo la relación, paso a paso. En ese año lanzamos un álbum [«Another Music in a Different Kitchen»] en marzo y otro [«Love Bites»] en septiembre. Estábamos en la cima de nuestra creatividad. Tocábamos en el programa «Top Of The Pops» cada dos semanas. Así que «Ever Fallen in Love» llegó en el momento justo. Llegó al punto más dulce de nuestra trayectoria.

Habían pasado tres años desde el primer concierto de los Sex Pistols, pero las cosas cambian muy rápido. El cover de 1988 de Fine Young Cannibals de «Ever Fallen…» llegó al puesto 9 del ranking, tres por encima del nuestro. ¿Si eso me irrita? Supongo que sí, sí (Risas). Pero su versión financió nuestro regreso, al igual que el comercial de una marca de manteca que hizo John Lydon financió el de Public Image Ltd. El año que viene será el 30º aniversario de nuestra reunión y acabamos de cumplir el 42º año [en general]. Estoy seguro de que el destino nos tiene guardadas algunas cosas… Creo que nos merecemos un crucero punk. Un viaje a las Bahamas.

Malcolm Garrett en una foto reciente, con su obra de fondo

MALCOLM GARRETT

Estaba estudiando diseño gráfico en el Politécnico de Manchester y compartía un piso maloliente encima de una pescadería en Rusholme con mi compañero de estudios John McGeoch. Un sábado tuvimos una fiesta a la que asistieron Pete Shelley y Howard Devoto (N.: cantante original de Buzzcocks). Aquella fiesta nos cambió la vida. John conoció a Howard y fundaron la banda Magazine, y yo me ofrecí a hacer diseños para Buzzcocks. Pete acababa de sustituir a Howard en la voz y vi su concierto en Band On The Wall (N. club musical de Manchester). Hay una foto de ese concierto donde podés ver mi cabello decolorado y peinado hacia atrás, ahí en la primera fila. El punk parecía estar sucediendo simultáneamente en todo el país y nos dio la sensación de que teníamos un conocimiento secreto que el resto del mundo no tenía. Se sentía como algo importante y ligeramente peligroso. Caminaba nervioso hasta casa porque no sabía con quién me encontraría.

Diseñé el logotipo de Buzzcocks y un poster, que me basé en un pequeño anuncio del diario sobre medias de una sola pieza. Al principio el sello sólo nos dio dos colores para las carátulas de los discos, porque era más barato, pero eso se volvió clave en la estética. Queríamos ser diferentes de todos, incluidos los Sex Pistols. El manager de los Buzzcocks, Richard Boon, se graduó en bellas artes y para Ever Fallen in Love tuvo la idea de utilizar la obra del artista francés Marcel Duchamp, «Cœurs Volants» («Corazones Revoloteando»). Yo era fanático de Duchamp pero no estaba familiarizado con esa pieza en particular, así que recuerdo estar en una cabina telefónica mientras Richard me la describía por teléfono.

«Cœurs volants», la obra original de Duchamp que inspiró la tapa de «Ever Fallen…»

Mi dibujo se parecía notablemente al que él había estado describiendo. Se llama «Fluttering Hearts» (N. otra vez, corazones revoloteantes, pero en inglés) porque parece parpadear. Tuvo que explicar por teléfono dónde iban los apóstrofes. La letra es mía, pero imitaba la de una pintura de René Magritte, porque él era el artista favorito del baterista John Maher. «Fluttering Hearts» es rojo y azul, pero cambié un poco los colores de la tapa e hice que el color predominante fuera azul, porque prácticamente todas las canciones que Pete ha escrito tratan sobre el amor que sale mal. Entonces un corazón jodido representa todas las letras de Pete. Pete podía escribir en una sola oración más información que la que otras personas podrían poner en una página. Siempre dije que era el P.G. Wodehouse (N. famoso escritor humorístico británico) del punk.

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