BARÓN ROJO, TEATRO VORTERIX, 16/11/2024
En vísperas de su 45º aniversario, Barón Rojo, una de las bandas españolas más queridas por el público local, finalizó su intensa gira por Latinoamérica en el Teatro Vorterix. A dos años de su exitosa gira de despedida “El Último Vuelo”, la banda liderada por los hermanos Carlos y Armando De Castro, replanteó su decisión de abandonar los escenarios y mantener viva la llama del Rock Pesado; excusa perfecta para surcar los cielos del nuevo mundo.
PUESTOS EN MARCHA
La noche comenzó con el sonido crudo de Ojos Negros que, sin lidiar palabra alguna, lograron prender una chispa en un Vorterix apenas habitado. “Macho Bravío”, “Esquilación”, “Demencia” y “Lágrimas de odio”, entre otros, sonaron uno tras otro en una vertiginosa performance que duró casi media hora. Más tarde, con un poco más de público, Maligno tomó la posta. La banda estaba muy agradecida y contenta con el aguante de la gente; “la que siempre llega temprano para hacerle el aguante a las bandas locales”, que se deleitó con varios temas de su más reciente disco (“Ignorancia”, “Mentes enfermas” e “Infernales”) y cerró con el cover homónimo de V8 que ya es un clásico de sus conciertos.
Para finalizar con la seguidilla de bandas locales, subió al escenario KarKaman, mítica banda que tiene su origen a finales de los ‘90, que repasó el repertorio de sus dos discos. También incluyó varios covers de bandas que no son del ambiente metalero como “Campanas en la Noche” de Los Tipitos, “Selva” (La Portuaria) y “Nos Siguen Pegando Abajo” (Charly García). Aunque tuvo una actuación decente se sintió como que el público no conectó del todo con la banda; se oyó algún grito de la gente pidiendo que se fueran.
Cerca de las 10 de la noche, bastante más tarde de lo que se tenía programado, se vuelve a abrir el telón del escenario. Con imágenes de The Red Baron (2008) de fondo, los integrantes de la banda fueron tomando posición en el escenario, para finalizar esta épica intro con el potente instrumental “Buenos Aires”. En seguida, vino “Larga vida al Rock and Roll” y los coros de la gente que reventaron sus gargantas cantando este himno de la banda. Le siguió “Desertores del rock” y otras joyas como “Caso perdido” y “Vampiros y Banqueros”.
RESISTIENDO A VOLUMEN BRUTAL
Con muy poca interacción con el público, pero siempre mostrándose muy entusiasmados y contentos, llegó la primera metralla de clásicos de los que se destacaron “Hermano del Rock & Roll”, “Concierto Para Ellos”, “Con Botas Sucias”, que incluyó una partecita de “Born To Be Wild”, “Tierra de Vándalos”, y algún solo de guitarra de Armando entremezclado entre tema y tema.
Promediando la fiesta y con el público eufórico, que se cantaba cualquier cosa que tocara la banda, llegó la segunda camada de clásicos (“Cuerdas de Acero”, “Hijos de Caín” y “Resistiré”) que dejó a punto caramelo para el emotivo final con “Siempre Estás Allí” y “Rockeros Van Al Infierno”, finalizando con el repertorio programado para la noche.
LARGA VIDA AL BARÓN
Pero la audiencia quería prolongar, aunque sea, un poco más esa felicidad que sentían y, antes de irse, el clásico “Una más y no jodemos más” retumbó por todo el campo. La banda cruzó miradas con gente que estaba fuera de escena, y con gestos de cabeza y pulgares levantados, los músicos que se habían reunido en el centro del escenario volvieron a tomar posiciones. Con toda esa pasión en el aire, sonó “El Barón Vuela Sobre Inglaterra”, que sirvió de introducción para “El Malo”, cerrando así casi dos horas de intenso show.
La banda, como era de esperarse, sonó muy prolija y los instrumentos estuvieron bien equilibrados. Fue una lástima que las voces no hayan tenido el mismo trato. Los micrófonos se escuchaban muy bajo y acoplaban con mucha facilidad – todas las bandas tuvieron el mismo problema- pero la gente disfrutó igual. Después de todo, no se ve en vivo a una Leyenda todos los días.
TXT Mariano Valoira
PH: Huberto Andrada
Fotógrafo formado en la EnFo y en la Asociación de Reporteros Gráficos de Argentina. Profesor de artes marciales. Cuando no se puede nada de todo eso, rasco una guitarra. El arte siempre fuerte, con amor y con ganas.