Pablito Molina sonriendo, como nos gustaría recordarlo por siempre.
¿Quién es Pablito Molina? Ese que en estos días todo el mundo recuerda con nostalgia y admiración… Pablo Américo Molina fue uno de los primeros punks argentinos, y quizás el primero o segundo en usar cresta (recordemos que Hari B/Pedro Braun, guitarrista y fundador de Los Violadores, para la misma época salía a la calle con una mohawk pintada de rojo). De ahí devino uno de sus primeros apodos, “El Mohicanito”, nickname por el cual aún lo llaman los viejos punks de aquellos tiempos. Muchos de nosotros lo conocimos ya entrados los 90s, en esa encarnación alterlatina de Todos Tus Muertos, en la cual Pablito se ocupaba de la percusión y voces adicionales. De ahí en adelante, supo convertirse en una de las voces más respetadas y singulares de la escena, tanto del punk siendo vocalista de TTM en remplazo de Fidel Nadal, como en su variante más reggae roots ya sea de la mano del mismo Fidel en Lumumba, como en su proyecto Abed Nego o ya directamente asumiendo su rol de solista. Aquí, un breve pero intenso resumen de su carrera en 10 canciones que, a nuestra opinión, marcaron a fuego el camino de este pequeño gigante de la música.
01 – “Andate” – Todos Tus Muertos (“Dale Aborigen”, 1994): El tercer opus de la banda capitaneada por el recordado Horacio “Gamexane” Villafañe, cierra lo que sería la tríada de conversiones de TTM. Primero fueron (¿post?) punks a ultranza en la mejor tradición Dead Kennedys/Wire, luego tuvieron su etapa más pesada (chequeen la tremenda versión de “El Chupadero” grabada en “Nena de Hiroshima” con Julio Amín en guitarra) hasta la faceta manonegrista que los encumbró para siempre. Aquí, la banda se cobija en la voz grave de Fidel Nadal y en una prédica latinoamericanista/zapatista/guevarista que le sentaba perfecto a esos 90s tan convulsionados. El grupo recibe a Pablo Molina en la voz de su bajista Félix Gutierrez, quien recita aquello de “Dronkit Master is the master of the blaster, Dronkit Master is the master of the beat” antes de que Pablito cante sus primeras estrofas. Así, Molina pasaría a ser “El Dronkit Master” por unos largos años.
02 – “Mate” – Todos Tus Muertos (“Dale Aborigen”, 1994): La canción que abría aquél tercer disco de TTM frena su irreverencia a los dos minutos, y Pablito empieza su inolvidable invocación: “Keshava kali mala hare radhe, shyama shyama shyam jayo”. La banda que hacía un culto nihilista a la muerte, ahora abrazaba el rezo y la religión (ni hablar lo que sería la época de “El Camino Real»). TTM cambiaba a Edgar Allan Poe por Jah Rastafari, todo un signo de los tiempos.
03 – “Todo Lo Daría” – Todos Tus Muertos (“El Camino Real”, 1998): Si “Dale Aborigen” era el “London Calling” de los Muertos, este disco representaba cabalmente su “Sandinista”: un bacanal de canciones que abordan múltiples estilos, totalmente desbordado por el amor desmedido de Pablito y Fidel por el rastafarismo (escuchen el bootleg de la presentación en vivo del disco, a Nadal se le sale la cadena y se pelea con su propio público). Molina toma el micrófono y demuestra que no sólo es bueno con la percusión, puro sonido jamaicano en un roots melódico que ya venían tocando desde antes del disco anterior (impagable la versión en inglés en la voz de Fidel, busquen el show de TTM en New Order 1994 y después me cuentan). Acá ya Pablito pela esa voz tan armoniosa con la que deleitaría años después.
04 – “Dignidad” – Todos Tus Muertos (“El Camino Real”, 1998): Una de las bandas emblemáticas de los 90s y estandarte de la avanzada de resistencia que representaba TTM eran los siempre lúcidos Negú Gorriak, el grupo de los hermanos Muguruza que tanta polémica desataba en España por su postura política. ¿Qué mejor entonces que un tridente vocal ofensivo con Fidel, Pablito y la inconmensurable figura del vasco Fermín Muguruza? Si el tema es una bomba, vean el video donde los 3 se sacan chispas e imagínense tener 20 años y ver esa locura en televisión…
05 – “Punky Reggae Party” – Todos Tus Muertos (“Crisis Mundial”, 2010): Cuando el punk estalló a fines de los 70s, Bob Marley escribió esta canción donde enlaza los caminos de rastas y punks, nombrando por igual a figuras de ambos géneros como Toots & The Maytals, The Clash, The Jam, The Damned, The Wailers y Doctor Feelgood. En esta reversión, no son los rastas abrazando a los punks sino a la inversa: viejos punks homenajeando al gran jefe rastafari en clave punk rock. Esas guitarras asesinas de Gamexane dan escalofríos, y ni hablar ese final donde por una hendija se mete el “God Save the Queen” de los Sex Pistols. Hermandad entre relegados sociales, con un Pablito que destila furia en su voz ronca.
06 – “La Foto de Selassie I” – Lumumba (“Raíces y Cultura”, 1997): Patrice Lumumba fue el primer ministro de la República Democrática del Congo luego de su independencia de la ocupación colonialista belga. Fue asesinado a tiros antes de cumplir los 40 años, su cuerpo fue enterrado, desenterrado y vuelto a enterrar, y luego disuelto en ácido. Y fue, además, el más que representativo nombre que eligieron Pablito y Fidel para este proyecto que, junto a Amilcar Nadal (hermano de Fidel), llevaron adelante en paralelo a TTM. Pasaron del rasta punk a este mix de dancehall/sound system que nadie entendía en esos momentos, quienes esperaban un grupo a la usanza de los Muertos se quedaron boquiabiertos. Esta canción es una alabanza hacia Tafari Makonnen (AKA Haile Selassie), quien fuera monarca de Etiopía y precursor de la unidad de todo el continente africano.
07 – “Deja Las Luces Bien bajas” – Abed Nego (“Reggae Classics en Español Vol. 1”, 2000): Siguiendo el camino de Lumumba, Molina da vida a Abed Nego. ¿El motivo del nombre? Abed-nego era un personaje bíblico aparecido en el libro de Daniel, cuyo nombre es babilónico. Su nombre hebreo corresponde a Azarías, uno de los tres compañeros de Daniel en Babilonia. En este capítulo de su obra, Pablito homenajea a los grandes del reggae jamaicano como Bunny Wailer, Bob Marley, Gregory Isaacs y Barrington Levy entre otros. Grabado y mezclado en tan sólo 48 horas por un seleccionado de los mejores músicos de la escena reggae local, la banda en vivo era excelente, con un gran nivel que causaba admiración en todos sus pares. Este tema en particular es una adaptación a cargo de Molina de un clásico de Bob Marley, «Turn your lights down low», del álbum “Exodus” de 1977.
08 – “Amenazados” – Fidel y Pablo (“Dame una alegría”, 2003). A principios de este siglo, como si fuera una reversión de Lumumba, estos dos estandartes del reggae vuelven a juntarse para grabar este disco que pasó casi inadvertido. La letra pareciera ser una síntesis de la Argentina de esos tiempos tan duros y difíciles, aunque con un mensaje esperanzador (“la justicia cubrirá la tierra un día y te aseguro que no sabrás donde estás”). Reggae combativo para darle pelea a la realidad de un tiempo insoportable.
09 – “Huellas” – Pablo Molina (“Dejando Huellas”, 2012): En algún momento, Pablito tuvo que ponerle su propio nombre a su proyecto. Y emprendió el camino de ser solista hecho y derecho. En lo que sería formalmente su 2do disco, destaca esta increíble canción en la que el intérprete parece analizar su vida mirando hacia atrás, contemplando aciertos y errores. Frases como “Y si dicen ¿Negro, hasta cuando vas a luchar? Es que en mi corazón espero, me puedan recordar” hoy en día parecen cobrar un significado premonitorio…
10 – “All You Need is love” – Leões de Israel feat. Pablo Molina (“Hemp! Tributo Reggae a The Beatles Vol. 1”, 2013): Cerramos esta reseña dejando para el final esta cereza, el gran Pablito junto a los rastas brasileros dándole humo y amor a la imperecedera composición de la dupla Lennon-McCartney. Liverpool y Jamaica juntos, unidos por el amor que transmite la inmortal voz de Molina. Beatles meets Marley, All you need is One Love!
¡Love and respect, querido Pablito!
Cosecha 1977, como el buen punk rock. Nacido y criado en zona sur. Periodista desde 2011, enfermo de la música desde los 90. Eterno buscador de respuestas y amaneceres. Dog friendly, beer friendly. No me busquen en las barricadas, aún creo en el poder de las palabras.