Sabido es que los suecos en Barcelona tienen su casa y juegan de local. Lo sucedido el pasado jueves en la sala Paral.lel 62 fue la confirmación de ello y de que la banda está pasando por su mejor momento. Están en llamas y echan fuego por la boca.

NOCHE DE CHICAS
La cita del jueves 20 de mayo en Paral.lel 62 era el reencuentro de The Baboon Show con el público catalán para conmemorar las dos décadas de vida de la banda, que lleva activa desde 2003 (descontando los dos de pandemia). El cartel lo completaban las madrileñas Pubic Enemy y las californianas Bad Cop Bad Cop, del sello Fat Wreck Chords que se estrenaban ante el público barcelonés.
Ocho en punto de la noche salió a punkrockear el cuarteto de Madrid que, a pesar de confesar nervios por la importancia que les suponía la velada y de un obligado cambio de cuerda de guitarra, dieron un show compacto que fue el mejor de los entrantes antes del plato fuerte. Luego fue el turno de Stacey Dee y sus secuaces en lo que fue, por fin, su primer concierto en la ciudad de Barcelona. Letras cargadas de mensaje feminista, político y personal acompañadas por riffs power punks y el despliegue físico en el escenario a cargo sobre todo de Linh Le, que parece querer demostrar que su bajo no pesa nada en cada salto y pirueta que ensaya.
La sala estaba ya hasta la bandera minutos antes de las 22, el público más que entusiasmado y el inmenso telón blanco con el logo de los anfitriones de la noche colgaba desde lo alto de la sala frente al escenario.

Las dos Alex de la noche, ambas guitarristas, ambas punk, una de Madrid, otra de California.
ECHAN FUEGO
“Como el Diego en el ’86…”, tal y como reza el tema “Echo Fuego” de Attaque 77, los comandados por la mejor frontgirl de la actualidad: Cecilia Boström, pasan por un momento en el que todo les sale bien y no es debido a otra cosa que no sea el trabajo y la obsesión que tienen los cuatro babuinos por dar espectáculo, ya lo dice su propio nombre.
Como es habitual, con AC/DC de fondo la banda toma posición en el escenario y con los primeros acordes de “Have a Party With Me” cae el telón y se produce el tan ansiado reencuentro de la banda invitando a la fiesta a una de sus audiencias predilectas.

El sólo hecho de ver a Cecilia derrochando energía delante de uno te produce la adrenalina necesaria para que el aire se llene de eso que no se puede describir, pero que te hace saber que la noche va a ser inolvidable. En la segunda canción nos dan su bendición con “God Bless You All” y la tercera ya es una patada en la boca; suena “You Got a Problem Without Knowing It” por si había algún despistado que no supiese de qué iba la cosa.

En la sexta canción, Frida seguía sacudiendo la rubia melena y paseándose con su bajo como si estuviese poseída y Cecilia ya se había tirado desde la batería y había hecho funambulismo por el filo del foso para cantarle de cerca a los ubicados adelante y sólo estaba faltando su incursión dentro de la marea del público. “Rolling” fue el tema que llevó en volandas a la vocalista hasta el final de la sala donde aterrizó por primera vez en una plataforma estratégicamente preparada, para terminar de cantar el tema y engancharlo con “Oddball” desde allí mismo. El regreso lo emprendió en el mismo vehículo: las manos del público que la devolvieron sobre el escenario principal antes de que terminara el solo de guitarra de Simon Dahlberg y ella volviese a salir con el primer cambio de indumentaria. Se sucedió otro trío de canciones y Niclas Svensson tuvo su momento con el habitual solo de batería (dejando ya de lado el “Sexy Motherfucker” de antaño).

ECHAN FUEGO (II)
“Como Robert De Niro en Cabo de Miedo…” es otra de las frases de la misma canción de los argentinos mentados anteriormente; y les viene que ni pintada a los babuinos. El tramo final del concierto dio comienzo con Cecilia nuevamente en la tarima trasera del recinto, alumbrada desde abajo, mano a mano con la gente que se deleitaba con su voz rasgada dando vida al medio tiempo de “Gold” mientras el resto de la banda acompañaba desde el escenario.
Esta vez el camino de regreso no fue el mismo que antes, Cecilia decidió mostrar sus dotes de escaladora y decidió juntarse con la gente de la primera gradería y caminar por el filo desde el fondo de la sala hasta un lateral, a la mitad (todo esto con unos tacones de unos 15 centímetros).
Y si digo que la banda echa fuego, es porque son como un dragón legendario derritiendo todo a su paso con solo echar el aliento. Desde el punto de no retorno que se encontraba, la única salida viable es la que terminó haciendo servir; un salto al vacío directo a las manos de la gente que la esperaba debajo y que la devolvió, otra vez, en volandas a su sitio original para ya encarar el final del show con “The Shame”, “Holiday” y un emotivo discurso proletario antes de “Class War” y “Same Old Story” con el puño en alto, como siempre, para despedirse por primera vez con “Me, Myself and I” con la presencia de las dos bandas teloneras bailando en el escenario junto a ellos.
EL FINAL ES EN DONDE PARTÍ
Pocos segundos pasaron para que vuelvan a pisar las tablas, nuevo cambio de atuendo de Cecilia y la misma fuerza con la que venían empujando. El trío de “Lost You In A Second”, “Tonight” y “Jugando con Fuego” (tal como lo presentó la propia Boström) llevaron a los presentes a estratos si cabe aún más altos de los que se encontraban, pero esto no era todo.
La última tanda incluyó “Hurray” y el tema emblema de la banda “Radio Rebelde” que propició la segunda caída de telón de la noche, esta vez el posterior, dejando ver el You Are Not Alone bien grande arropando al grupo y a su público en la despedida de lo que fue el mejor concierto que este humilde redactor ha presenciado en mucho tiempo (y puedo asegurar que voy a casi 200 al año).

20 AÑOS NO ES NADA
Quien haya cometido el error de nunca haber ido a ver en vivo a The Baboon Show, sepa que es algo que tiene cura y puede remediarse en cuanto anuncien su próxima visita.
Cuando hace dos años Håkan anunciaba su partida, la mayoría pensamos que costaría mucho reemplazarlo. Era un guitarrista con carisma, presencia en el escenario y buen gusto para componer. En mi caso, vi por primera vez a Simon al poco de entrar, en el festival de Juneda, y me dio una buenísima impresión, se notaba que estaban adaptándose como equipo, y apuntaban buenas maneras. Lo de ayer en mi opinión fue la confirmación absoluta de que la banda supo sobreponerse al cambio, adaptarse e incluso sacarle beneficio, porque siento que la banda sigue creciendo, sigue sorprendiendo y sigue enamorando igual que cuando nos encandiló a la gran mayoría en aquel Barna n Roll de 2019, cuando se comieron el escenario en el Poble Espanyol y plantaron la semilla de la que hoy recogen frutos.
Veinte años de historia y seguir en línea ascendente hacen pensar que, como dice el tango “Volver”: “(sentir) que veinte años no es nada…” y nos deja la evidente sensación de que esto no es más que el principio y que tendremos mucho recorrido para acompañar a estos cuatro suecos salvajes cada vez que vengan a visitarnos.
Lo dicho: The Baboon Show echa fuego.

THE BABOON SHOW + BAD COP/BAD COP + PUBIC ENEMY
PARAL.LEL 62, BARCELONA – 20-33-25
Promotor: HFMN www.hfmncrew.cat

En los 90 editaba el Fanzine Contra La Pared y conducía el programa de radio con el mismo nombre en radios de Quilmes. Hoy, desde Barcelona, es testigo de los acontecimientos musicales más interesantes para que los lectores de MADHOUSE conozcan lo que sucede en la escena de la capital catalana y alrededores, sin olvidar a sus protagonistas.