Vitico y Los Leones, 22/06/2024. The Roxy Live

Algunos artistas deciden componer un personaje y así mostrarse frente al público. Otros, no hacen diferencia entre la vida artística y la personal. Prócer indiscutido del rock argentino (evitemos el apelativo “rock nacional”, tan deplorable como inexacto), presente desde su mismo nacimiento, podemos decir sin temor a equivocarnos que Vitico está dentro del segundo lote mencionado. Vitico es Victor Bereciartúa y Victor Bereciartúa es Vitico. Sin dobleces, sin poses, genuino y transparente. Si te gusta, tomalo; si no te gusta, dejalo. Luego de la triste pérdida de su mejor socio y amigo (¿hace falta decir de quién se trata?), El Canciller supo rearmar con mucha sapiencia su carrera, con un particular buen gusto en la elección de los músicos con los que se rodeó en todos estos años. En ese sentido, Viticus ya era un antecedente importante.

Cerrado el capítulo Viticus, el bajista eligió como sus nuevos socios a Los Leones, la banda de los hermanos Pistarelli, y hay que decir que tras la presentación que dieron el pasado 22 de junio en The Roxy el resultado de dicha unión es apabullante. El propio Vitico en entrevistas previas al show avisaba que con Los Leones está retomando un ambicioso proyecto que quedó trunco por culpa de la desgracia. Junto a Pappo tenían planeado regrabar “Ruedas De Metal”(1981), disco debut de Riff, pero esta vez haciéndole justicia con un audio a la altura del material que lo conforma.

Buena parte de esas canciones dijeron presente el sábado pasado (“Rayo Luminoso”, “Necesitamos Más Acción”, “Mucho Por Hacer”, “Ruedas De Metal”), y el resultado fue tan bueno que dejó a todos con un importante grado de ansiedad por escuchar las nuevas versiones, de las cuales sólo se filtró “Rayo Luminoso” a manera de adelanto. El recorrido por el catálogo de clásicos rifferos no se detuvo ahí y abarcó toda la discografía de la banda, incluso a ese Riff alternativo que fue “Riff VII” ( “La Espada Sagrada” y “Exterminador”). También a manera de homenaje al hubo logradísimas versiones de “Fiesta Cervezal” y “Sucio y Desprolijo”, tras las cuales se volvió a escuchar el viejo grito de guerra de principios de los ’80: “Pappo Presidente, Vitico Canciller”.

El hombre de la noche agradeció con un “si fuese así nos iría mucho mejor”, para luego anunciar un bis demoledor con “Susy Cadillac” como protagonista. Fue el cierre de una presentación impecable, a tal punto que habiendo visto en vivo a Riff muchas veces, debo decir que sus clásicos en manos de Los Leones sonaron mejor que nunca, super ajustados y contundentes. La dupla de violas tuvo en Demon Pistarelli a un lead guitar muy inspirado, sacándole chispas a su Gibson SG, apoyado por el sólido trabajo en las rítmicas de su hermano Pollo Pasturelli. Al fondo del escenario, el experimentado Ale Soto le dio el pulso sostenido que necesitaba una banda tan afilada como la que tuvimos la suerte de disfrutar en El Roxy Bar. Un combo de primera para sostener a ese lobo de mil batallas, que se rie del almanaque y sigue aporreando su bajo  minimalista y sudando rock & roll como antes. O como siempre.

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