La desgracia no para de azotar al universo del rock y la noticia más reciente afecta directamente a la escena argentina: este sábado 4/5 falleció Javier Martínez, el recordado y talentoso cantante y baterista de Manal, una de las agrupaciones pioneras del rock vernáculo. Los detalles de su final y la repercusión del mismo en las redes, junto a un somero repaso de su vida y de su obra, a continuación de estas palabras.
LOS HECHOS. Días antes del triste desenlace, Dora Alicia Martínez Suárez, hermana del baterista, había comunicado en la página de Facebook de su hermano que el panorama no era para nada fácil: «En estos momentos siento que debo comunicarme con los seguidores de mi hermano Javier. Para mí siempre: mi hermano. Para Uds., sus amigos, sus fans. Está muy grave de salud. Si no fuera así, seguro guardaría silencio. Pero dadas las circunstancias estoy haciendo pública la situación. Está internado en terapia intensiva en un centro de Alta Complejidad», expresó, adelantando de alguna manera lo que tendría un triste final.
Y nuevamente Dora fue quien tuvo la triste tarea de anunciar el fallecimiento del líder de Manal, quien dejó este mundo el sábado p.pdo. a los 78 años en una clínica del barrio porteño de Almagro, donde se encontraba internado en terapia intensiva y en estado sumamente delicado, tras haber sufrido un accidente doméstico. La hermana del célebre músico confirmó además que la despedida se realizará en una casa velatoria del barrio de Chacarita este domingo 5/5 en horas de la tarde, culminando el comunicado con una particular frase de su hermano.
LOS INICIOS. Momento de recordar que Javier Martínez es oriundo de Berazategui, provincia de Buenos Aires, donde vino al mundo el 18 de marzo de 1946, hijo de un uruguayo actor de teatro y músico. A los ocho años quedó cautivado por la performance del baterista estadounidense Gene Krupa en el filme “The Glenn Miller Story” y su destino y pasión por la música quedaron sellados desde entonces. Fan de Little Richard, del jazz y del rock and roll en general, a los catorce años y munido de palillos, un redoblante, un platillo y una almohadilla de goma, se esforzaba poniendo en práctica los consejos del libro “Método Para Batería” de Krupa. Más tarde tuvo su primer grupo, llamado Los Secuaces, que en octubre de 1964 logró el segundo puesto en el Festival de los Desconocidos, organizado por el programa televisivo La Escala Musical y celebrado en el estadio Luna Park. Ese mismo año Martínez comenzó a frecuentar La Cueva, reducto porteño del barrio de Recoleta donde conoció a muchos de sus pares, como Tanguito, Luis Alberto Spinetta y en particular a Mauricio “Moris” Birabent. Con este último compartieron la aventura de instalarse en Villa Gessell durante el verano de 1966 en un bar que denominaron «Juan Sebastian Bar», ubicado en Avenida 2 y Paseo 107. Allí, con equipos que les prestó el mismísimo Sandro, pasaron los días zapando y Moris trabajó en los temas que luego integrarían el disco del grupo que formaría con el guitarrista Pajarito Zaguri, es decir los Beatniks.
Al volver a Buenos aires se incorporó al Gaston’s Group o El Grupo De Gastón y con el dinero ganado compró, a crédito y con esfuerzo, una batería CAF. Siguió tocando y perfeccionándose hasta que el 5 de octubre de 1967, en la Sala del Centro de Experimentación Audiovisual del renombrado e innovador Instituto Torcuato Di Tella, tuvo lugar un hecho decisivo para el destino de Martínez. Ese día se realizó el espectáculo Beat Beat Beatles, donde seis bandas homenajeaban a los Fab Four, entre ellas, Gaston’s Group y Bubblin’ Awe, grupo donde tocaba un tal Claudio Gabis, habilidoso guitarrista a quien meses después Martínez convocaría para dar forma a su sueño: una banda de blues que cantara en castellano, algo impensado en aquellos años.
DE LA CREMA A LA RICOTA. Comenzaba 1968 cuando la formación, completada con el tecladista Emilio Kauderer y el bajista Luis “Rocky” Rodríguez, grabó el tema “Estoy En El infierno” que fascinó al guionista Jorge Goldenberg quien le ofreció a Gabis musicalizar en vivo la versión local de la obra antibélica “Viet-Rock” una obra en el Teatro Payró. Claudio sugirió convocar al bajista Alejandro Medina de The Seasons y fue así que la renovada formación se sumó al proyecto que abandonaron prontamente al no recibir pago alguno. La banda siguió como trío ensayando en casa de Medina, asiduamente visitada por gente del ambiente artístico; fue justamente la conocida artista plástica Marta Minujin quien los apodó Ricota, en referencia a Cream, el legendario grupo de Eric Clapton, Jack Bruce y Ginger Baker, por la formación de trío y su música que combinaba blues, soul y jazz.
UNA MANAL LAVA LA OTRA. A fines de 1968 el trío entró en contacto con el editor literario Jorge Álvarez (cuyo catálogo incluía títulos como «Operación Masacre», de Rodolfo Walsh) en una reunión, donde Martínez y Gabis le hicieron escuchar el tema “Avellaneda Blues” que deslumbró al editor quien decidió poner el dinero para grabar un par de demos y además convenció a los músicos de cambiar el nombre de la agrupación. Martínez propuso Manal en base a un juego de palabras que hacía referencia a la jerga de los náufragos, sobre todo a Pajarito Zaguri que solía preguntar «¿cómo viene la manal?», derivación de la expresión clásica de la época «¿Cómo Viene La Mano?», que además Martínez había analizado desde la óptica de la numerología, y el nombre le pareció perfecto.
Álvarez probó suerte con varios sellos pero sin éxito, por lo que decidió editar los temas creando el suyo propio, Mandioca. La banda debutó en vivo el 12 de noviembre de 1968 en la Sala Apolo, ubicada en la Avenida Corrientes 1382, en una original movida publicitaria de Álvarez y sus socios creativos Pedro Pujó, Javier Arroyuelo y Rafael López Sánchez donde se presentó el sello con el slogan «Mandioca, La Madre De Todos Los Chicos» (es decir, de las bandas más chicas que ninguna discográfica importante quería contratar como Tanguito, Sui Generis, Pappo y muchos otros)
MANAL, ASÍ DE SIMPLE. A comienzos de 1969 Manal lanzó su primer simple con “Qué Pena Me Das” y “Para Ser Un Hombre Más”, y luego siguieron diversos y exitosos conciertos destacándose el del Festival Pinap de la Música Beat & Pop ’69. Pero el trío llegaría al cine también con la película “Tiro De Gracia”, estrenada el 2 de octubre de aquel año y dirigida por Ricardo Becher, donde Martínez interpreta (por supuesto) a un baterista que está en pareja junto al personaje de Cristina Plate; junto a Gabis y Medina compuso la música para el filme, aunque todavía no eran formalmente los Manal. Luego llegó el segundo single, con los temas “No Pibe” y “Necesito Un Amor” y finalmente el inicio de 1970 trajo el álbum debut autotitulado, que mostraba en su tapa (creada por el artista Rodolfo Binaghi), un collage de fotos de los músicos dentro de una bomba a punto de estallar e incluía temas luego devenidos clásicos como “Jugo De Tomate Frío”, “Porque Hoy Nací”, “Avenida Rivadavia” y “Todo El Día Me Pregunto”. Hubo un tercer simple con “Doña Laura” y “Elena” en diciembre y al año siguiente llegó “El León”, su segundo LP, con recordados temas como “No hay tiempo De Más” o “Blues De La Amenaza Nocturna” que de algún modo fue el canto del cisne de esa primera etapa: la relación de los músicos era problemática y eso derivó en la separación del grupo tras un llevado a cabo el 2 julio de 1971, en el Cine Pueyrredón de Flores.
Para Martínez fue el momento de sumarse a La Pesada del Rock and Roll, para cuyo álbum debut aportó la recordada “Salgan Al Sol”. También participó en la única placa acreditada solo al grupo: “Buenos Aires Blus” que cuenta con dos canciones suyas, “La Mufeta” y “Entonces Qué”. A comienzos de 1972 se fue a México, tuvo un breve paso por Estados Unidos y finalmente viajó a España, más precisamente a Barcelona, donde tocó en un quinteto de jazz rock y luego se unió al grupo Esqueixada Sniff. Pero Manal no había dicho aún su última palabra: el trío tuvo dos reuniones, una en 1980 con shows ante un estadio Obras totalmente colmado en cuatro shows celebrados el 9, 10, 16 y 17 de mayo que más tarde se extendieron a las provincias de Santa Fe, Mendoza, Córdoba y Tucumán y el lanzamiento de un disco en vivo titulado “Manal En Obras”, editado al año siguiente al igual que el tercer álbum del grupo, titulado “Reunión”, donde por primera vez Martínez no acaparó la autoría de todas las canciones; no obstante el promisorio panorama para el grupo, otra vez resurgieron las tensiones internas y nuevamente hubo una separación.
SEPARADO, SOLO Y ACOMPAÑADO. Para Martínez eso no significó el final del camino. En septiembre de 1983 lanzó su primer álbum solista, “Sol Del Sur” y en 1985 logró un récord de 41 horas y media seguidas tocando la batería, parando solamente cinco minutos por hora para alimentarse, en un torneo benéfico organizado por la Municipalidad de Toulon, en Francia. Dos años después, de vuelta en Argentina, formó el grupo Manal Javi que duró tres años, entre 1987 y 1990. Posteriormente, armó un trío con el mismo nombre, y lo siguió la Javier Martínez Blues Band. En 1993 lanzó su segundo trabajo solista, “Corrientes”, al que le seguirían “Swing” en 1998, “Pensá Positivo” en 2015 y “Concierto En El Estudio” en 2020.
En el medio de todos esos discos llegó el segundo intento de resucitar a Manal por mediación del empresario Jorge “Corcho” Rodríguez con un exclusivo concierto que se llevó a cabo en Red House (club propiedad de Rodríguez sito en Florida, GBA) ante un grupo reducido de espectadores; allí el grupo repasó los clásicos de su repertorio con un invitado especial, Gustavo “Chizzo” Nápoli de La Renga en voz y guitarra. A este le siguió otro show el 5 de octubre de 2016, en el marco de un festival organizado por Rodríguez en el Teatro Vorterix, tras el cual los músicos anunciaron la edición en CD y DVD del recital de retorno y la salida de un libro con imágenes alusivas. El 4 de mayo de 2017 la banda iba a presentarse en el Teatro Gran Rex, pero un mes antes la fecha fue cancelada, según la producción “por cuestiones de agenda”.
FINAL Y DESPEDIDA. La actividad más reciente del fallecido músico fue la formación Manal Javier Martínez, donde volvió a tocar con sus antiguos compañeros, Gabis y Medina, así como también el lanzamiento del disco «Darse Cuenta» grabado en 2021 junto a Pino Callejas. Además, entre muchos otros logros y reconocimientos, recibió la distinción de ciudadano ilustre de Berazategui… Mientras los emocionados tributos de músicos, artistas, periodistas, medios y fans de todas las épocas se publican y multiplican en las redes (debajo pueden ver algunos de ellos), quienes hacemos MADHOUSE lamentamos profundamente la partida de tan talentoso artista que dejara una huella tan indeleble y tan profunda en la historia del rock argento, enviamos nuestras condolencias a sus familiares y amistades e invitamos a toda la gente que nos lee a recordarlo, hoy y siempre, como suponemos más le hubiera gustado: con su música. QEPD.
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