Hace cincuenta años, cuatro pibardos neoyorquinos arrastraron sus guitarras, amplificadores y batería hasta un loft astroso en la calle 23 de Nueva York, en Estados Unidos, soñando con convertirse en la banda más grande del mundo. En diciembre pasado., Kiss, la banda fundada por esos cuatro chicos, aunque esta vez con dos miembros diferentes en la formación, se despidió (o al menos eso dicen ellos) con un último show (insistimos: lo dicen ellos) celebrado a unas diez cuadras al norte de aquel loft donde todo comenzó… Kiss cerró su carrera (en forma física, ya que planean seguir en formato avatar) en el Madison Square Garden, habiéndose convertido, si no en la banda más grande del mundo, ciertamente en una de las más grandes y una que ha redefinido las expectativas para la experiencia de conciertos en vivo. Casi un mes después y modo de homenaje para la banda, sencillo pero sincero, invitamos a músicos y periodistas varios, pero sobre todo a fans, para que con sus votos ordenen y comenten toda la discografía oficial de Kiss junto a miembros (ja ja) del staff de MADHOUSE: ¿querían lo mejor? ¡Acá tienen lo mejor! (o al menos, lo intentamos)

LOS KISSELECTORES

JUANCHI BALEIRÓN (guitarra y voz de Los Pericos) – DISCO FAVORITO: «Alive!»
GUSTAVO OLMEDO (Periodista y escritor, conductor del podcast Quemar Un Patrullero) – DISCO FAVORITO: «Unmasked»
MARS COFÁN: (guitarra y voz en Desenmascarados; co-editor de Kissmanía, primer fanzine argento dedicado a Kiss) – DISCO FAVORITO: «Alive II»
ALEJANDRO RIZZOTTI (Escritor y diseñador gráfico; autor del libro «Kiss En Argentina» – DISCO FAVORITO: «Dressed To Kill»
LEONEL SUITE (Guitarra y voz de Turbocoopers) – DISCO FAVORITO: «Rock And Roll Over»
MIGUEL MORA (Periodista; conductor del podcast Paciencia) – DISCO FAVORITO: «Dressed To Kill»
SEBASTIÁN GAVA (Músico, compositor y productor, fundador de Kefrén) – DISCO FAVORITO: «Love Gun»
JUAN PABLO «ASTILLA» DOMÍNGUEZ (Periodista, conductor de los podcasts Paciencia, Diálogos Sonoros y Astilla On The Rocks) – DISCO FAVORITO: «Dynasty»
PELKE AMARAL (guitarrista de Gatos Sucios) – DISCO FAVORITO: «Dynasty»
FAKITA (Conductor de «Fakita TV») – DISCO FAVORITO: «Kiss»
LESTER RAMÍREZ (Baterista de Turbocoopers y Kissology) – DISCO FAVORITO: «Alive II»
MIGUEL MUSUMECI (editor de las revistas «Kiss» y «Kiss Fever», conductor del podcast «Kissintime») – DISCO FAVORITO: «Alive!»

Y el MADHOUSE KISS ARMY:

FRANK BLUMETTI (Mejor ni describirlo) – DISCO FAVORITO: «Dynasty»
ALEJANDRO DO CARMO – DISCO FAVORITO: «Destroyer»
HERNÁN MARIOTTI – DISCO FAVORITO: «Alive!»

EL RANKING

#29 «MONSTER» (Por Hernán Mariotti) Este es el disco que cierra la discografía de la banda y el segundo lanzado por la formación con Eric Singer y Tommy Thayer representando los papeles de The Catman y The Spaceman respectivamente, algo que sigue siendo tomado como una herejía  por muchos fans. Se repite aquí la fórmula de “Sonic Boom”: Paul de productor y los cuatro miembros de la banda haciéndose cargo de la composición y ejecución de los temas. Estilísticamente hablando ocurre lo mismo, rock & roll duro y directo, sin hits ni baladas. Si bien tiene sus momentos, claramente la placa no puede competir con los trabajos más celebrados del grupo. Hay además un exceso de “homenajes”. “Monster” por momentos parece más un disco tributo que un disco de Kiss. A MC5 (“Back To The StoneAge” es muy similar a “Kick Out The Jams”), al Jeff Beck Group (“Long Way Down” = “Shapes Of Things”) e incluso a Humble Pie (“Eat Your Heart Out” = ”30 Days In A Hole”)

#28 «ALIVE IV SYMPHONY» (Por Alejandro Do Carmo) Es difícil entender a la cuarta entrega de la saga «Alive» sin tener en cuenta lo difícil que fue para Kiss rearmarse luego del fin de la primera «gira despedida» del grupo: primero Peter Criss fue reemplazado por Eric Singer, luego Tommy Thayer hizo lo propio con Ace Frehley y después Peter volvi{o al grupo para este lanzamiento en vivo grabado en Australia junto a la Orquesta Sinfónica de Melbourne, que está dividido en 3 partes: la primera en formato eléctrico, la segunda con versiones acústicas y acompañamiento de cuerdas y el grand finale con la orquesta a pleno. El resultado es apenas aceptable, con la curiosidad de algunas sorpresas en el setlist («Shandi», «Forever» y «Great Expectations») y la despedida definitiva de un Catman ya lejos de los tiempos de gloria.

#27 «SONIC BOOM» (por Hernán Mariotti) Tras un hiato de 11 años, KISS anunció su vuelta a los estudios luego del por entonces ya lejano “Psycho Circus”. En esta ocasión, la banda cerró filas y absolutamente todos los temas fueron firmados por miembros de la banda prescindiendo de colaboraciones de compositores externos, dejando en manos de Paul Stanley el rol de productor de la placa. “Sonic…” además marca el debut discográfico de la formación más longeva de la banda (Stanley, Simmons, Singer, Thayer). Si bien suele ser infravalorada por muchos kisseros, la placa se propone desde el vamos regresar al estilo directo y efectivo de discos como “Rock And Roll Over”, hecho que se hace evidente desde la misma portada del disco, otra vez a cargo de Michael Doret. Temas como “Modern Day Delilah”, “Nobody ́s Perfect” o “Hot & Cold”, recuperan esa vibra setentosa de los años dorados de la banda. También hay lugar para gemas escondidas como “All For The Glory” firmada por el Starchild y cantada por Singer. Sobresale la tarea de Thayer, sacando al dedillo el estilo y los yeites de Ace, algo que muchos fans ven como un sacrilegio cuando en realidad podría ser tomado como una reverencia de Simmons y Stanley al Chueco querido.

#26 «HOT IN THE SHADE» (por Hernán Mariotti). Si bueno y breve, dos veces bueno. Si malo y extenso, entonces es “Hot In The Shade”. Quince canciones a las que les cuesta asomar la cabeza, en un disco a medio hacer. Efectivamente, Simmons y Stanley -a cargo de la producción- decidieron no retocar demasiado los demos que cada uno había grabado por separado. ¿La razón? Reducir costos, qué otra. Yendo a lo estrictamente musical, la idea de la banda era despegarse del sonido más soft a lo Bon Jovi del anterior disco, “Crazy Nights”. Así las cosas, “HITS” pretendió ser un regreso a un sonido más crudo en sintonía con las tendencias que empezaban a perfilarse en la frontera 80s-90s. Un disco poco inspirado que marcaba el agotamiento creativo y la falta de rumbo que tuvo buena parte de la etapa a cara lavada de Kiss. Esto llevaría a Simmons a volver a meterse de lleno en la banda, lo que daría como resultado (en apenas un par de años) un Kiss sediento de “revancha”.

#25 «CARNIVAL OF SOULS: THE FINAL SESSIONS» (por Alejandro Do Carmo) Cada banda tiene su disco perdido, aquel que por algún motivo queda fuera del radar del público en general. En el caso de Kiss, claramente “Carnival…” cumple ese rol, ya que originalmente fue planeado como “Head” -el esperado sucesor de “Revenge”– con fecha de salida en 1996, hasta que se topó con un pequeño gran detalle: la vuelta de la formación original, que obligó a posponer la salida de este disco y finalmente sacarlo, casi sin promoción, un año y medio después. Por todo eso, el impacto que buscaba aprovechar la fiebre grunge, se desinfla dejando como resultado un disco con sonido forzado (un Kiss In Chains, digamos) que deja algunos momentos destacados como “Jungle” o «Childhood’s End» y la particularidad de “I Walk Alone», único tema en la discografía de la banda que cuenta con la voz líder de Bruce Kulick.

#24 «CRAZY NIGHTS» (por Alejandro Do Carmo) No podemos negar que Paul es un tipo obstinado, que nunca dudó en llevar a Kiss a buen puerto, incluso en aquellos momentos donde el barco amenazaba seriamente con hundirse, como en esa segunda mitad de los ‘80 donde Simmons tenía un pie y medio fuera de la banda y el Capitán Starchild decidió descolgarse la guitarra, aprender coreografías (¡esos videos!) y tratar de robarle la formula a los imitadores de Bon Jovi que colmaban la escena. A pesar de hitazos indiscutidos como “Crazy, Crazy Nights” y “Reason To Live”, el decimocuarto disco de estudio del grupo carece no sólo de identidad, sino de canciones que estén a la altura del mito.

#23 «ALIVE III» (por Alejandro Do Carmo) Si “Revenge” fue un resurgir (al menos en términos artísticos) para Kiss, nuevamente con Gene a bordo), el tercer disco en vivo del grupo no se queda atrás. Sin estar obviamente a la altura de sus dos antecesores, “Alive III” se destaca no sólo por la potencia de la formación con Singer y Kulick, sino por el setlist que combina los clásicos de siempre (en versiones incendiarias) con gemas como “I Still Love You”, “I Love It Loud» y los temas del ya mencionado nuevo disco de estudio. Una digna radiografía de una etapa que, sin dudas, daba para más.

#22 «PSYCHO CIRCUS» (por Alejandro Do Carmo). Luego del éxito de la gira reunión con la formación original, estaba cantado que el siguiente paso era la grabación de un nuevo disco de estudio, el primero desde “Dynasty” en contar con la participación de los cuatro miembros fundadores. Y si bien las expectativas eran altas (y la presencia del malogrado Bruce Fairbairn tras la consola parecía garantía de confianza), el resultado final dejó a los fanáticos con ganas de más. No solo por la escasa participación de Peter y Ace y la excesiva intervención de colaboradores externos que terminó desdibujando el concepto original, sino también porque la indefinición de Gene y Paul sobre el futuro de la banda impactó de lleno en la calidad del álbum, con una composición en piloto automático y una ejecución que estaba lejos de lo que la ocasión requería.

#21 «PETER CRISS» (por Frank Blumetti) En el pináculo de su fama, que tuvo lugar en 1978, Kiss decidió maximizar su potencial de ventas y explotar a su público fiel haciendo que cada miembro lanzara un disco solista el mismo día. Fue todo un record, pero en lugar de disparar las ventas, esta original movida tuvo el efecto inesperado de frenar en seco su impulso. No porque el mercado ya estuviera inundado de productos Kiss -aunque en realidad lo estaba, ya que lanzaron nueve álbumes, incluidos dos dobles en vivo y un compilado en el breve lapso de cuatro años-, sino porque los cuatro solistas fueron, en su mayor parte, insatisfactorios. El de Peter Criss fue quizás el más flojo o mejor dicho, el más tibio. Si bien el batero hace una muestra sincera de sus raíces musicales con un cover del clásico «Tossin’ and Turnin'», luego emprende un recorrido demasiado suave por canciones más afines a Hall and Oates («You Matter To Me»), Billy Joel («I Can’t Stop The Rain») y Joey Dee and the Starliters («I’m Gonna Love You»). El único momento en que el álbum se acerca al hard rock es con la autobiográfica «Hooked On Rock’N’Roll», pero la falta de gancho y de potencia de este trabajo es indisimulable, incluso a pesar de la meritoria intención del gato de hacer algo distinto a lo que ofrecía en el grupo.

#20 «ASYLUM» (por Alejandro Do Carmo) Primero Vinnie Vincent por Ace, luego Mark St. John por Vinnie, finalmente Bruce Kulick por Mark… era evidente que el cuasi momento Spinal Tap que el grupo atravesaba allá por 1985 iba a hacer mella en el resultado final de “Asylum”. Pero de todos modos, y a pesar de su explícita intención comercial (o quizás precisamente por eso), un Paul casi en plan solista (recordemos que Gene estaba muy ocupado saliendo con modelos, filmando películas, produciendo otras bandas y haciendo cualquier cosa que lo hiciera olvidar de lo feo que lucía sin maquillaje) le hizo frente al temporal con un par de hits como “Tears Are Falling” y “Who Wants To Be Lonely” que aún hoy nos hacen mover la patita, aunque con mucho cuidado… no vaya a ser cosa de que se nos corra el rimmel.

#19 «GENE SIMMONS» por Frank Blumetti La mayoría de los fans asocian a Gene Simmons con las composiciones másrockeras de la banda; después de todo, es el responsable de temas tan pesados como «Watchin’ You», «Calling Dr. Love» o «Larger Than Life», por citar algunos. Es entonces razonable pensar que se habrán sorprendido cuando escucharon su muy ecléctico disco solista, con canciones que contenían coros y arreglos de cuerdas, además de toques pop, funk/disco de los 70 y rock & roll clásico y machacante. Es cierto que hay algunos temas que tienden al rock pesado (como «Radioactive», «Burning Up With Fever», «Man Of 1,000 Faces» y la reversionada «See You in Your Dreams»), pero Simmons siempre fue un fan incondicional de los Beatles, como lo demuestran «See You Tonite», «Always Near You», y «Mr. Make Believe». La variedad derrapa y se va al pasto con una versión más bien tontuela (e innecesaria por donde se la mire) del clásico Pinochesco de Disney «When You Wish Upon a Star», con música y efectos de sonido propios de Disney.. Aún así, Simmons se aseguró de que los mejores artistas del momento le dieran una mano (Joe Perry de Aerosmith, Rick Nielsen de Cheap Trick, Donna Summer, Cher, Bob Seger, Jeff «Skunk» Baxter, Helen Reddy y Janis Ian), lo que convierte al álbum en un trabajo que pierde consistencia por lo impredecible pero que, de todos modos, resulta escuchable y agradable.

#18 «ANIMALIZE» (Por Hernán Mariotti) Después de varios años difíciles, Kiss había superado la tormenta y seguía con vida. El lavado de cara y un disco demoledor como “Lick It Up” habían devuelto a la banda a la consideración general. Pero llegado el momento de grabar su sucesor, la aparente estabilidad duraría poco: los soldados se fueron cayendo en fila. A Vincent le pegaron un voleo en el orto. Otro soldado importantísimo como Michael James Jackson, que venía de hacer una gran trabajo como productor, debió bajarse del proyecto por tener otro compromiso profesional. Como si todo esto fuera poco, el tío Gene decidió emprender una carrera paralela como actor y productor discográfico. Stanley tuvo que arremangarse, tirar el centro y cabecearlo él mismo, es decir encargarse de buscar un nuevo violero (Mark St. John fue el elegido), llamar al ex Plasmatics Jean Beauvoir para grabar buena parte de las pistas de bajo y ponerse el traje de productor. “Animalize” buscó perpetuar la fórmula de “Lick It Up” pero -por las razones ya detalladas- resulta un trabajo de inferior calidad que su antecesor, aunque lo superó en el plano comercial alcanzando la certificación de disco de platino

#17 «(MUSIC FROM) THE ELDER» por Marty Friedman (cortesía del sitio Blabbermouth.com). Debo reconocer que, con el correr del tiempo, empezaron a gustarme mucho algunas partes de este disco, como por ejemplo «A World Without Heroes» y «Under The Rose»; pero en el momento en que salió «The Elder» estaba enojado con mi banda favorita por apuñalarnos por la espalda a todos, editando algo como esto. Entre la decepción que me causó este disco, y el descubrimiento que tuve en ese momento de la New Wave Of British Heavy Metal, había descartado completamente a Kiss en esa época.

#16 «MTV UNPLUGGED – 12/03/1996« (por Hernán Mariotti) Los 90S, entre tantas otras cosas, nos trajeron la moda de los conciertos acústicos de bandas consagradas. Cuando le tocó el turno a Kiss (convocados por Alex Coletti, el cerebro detrás de los MTV Unplugged), no pudo haber ocurrido en un momento más oportuno. La formación Simmons-Stanley-Kulick-Singer, fue la más solvente en ejecución que alguna vez la banda haya tenido. Para mejor, Stanley estaba atravesando uno de sus mejores momentos como vocalista (pegale una oída a la enorme versión de “I Still Love You” y después contame). A la hora de elegir el material, el grupo debió recurrir a canciones que encajaran mejor en el formato desenchufado, rescatando títulos que jamás habían sido interpretados en vivo como “A World Without Heroes”, “Sure Know Something”,“See You Tonite” o “Plaster Caster”. Dentro del formato unplugged, el concierto de Kiss fue uno de los más logrados, mostrando una faceta diferente de la banda y rescatando canciones olvidadas de su extenso catálogo. Además, fue el puntapié inicial para la esperada reunión de los miembros originales que tuvo lugar ese mismo año.

«15 «LICK IT UP» (por Hernán Mariotti). Hubo en la kisstoria dos discos claves para la supervivencia de la banda, cuando parecía que todo estaba perdido. “Alive” es uno, el otro “Lick It Up”. Al inicio de los 80s, Kiss venía de mandarse una tras otra con cambios no siempre acertados de estilo y de integrantes, justo en un momento en el que el metal y el hard rock se habían vuelto hegemónicos. “Creatures of The Night” había sido un muy buen intento de recuperar al fandom del rock duro, pero Kiss ahora tenía una dura competencia en bandas de primerísima línea (AC/DC, Maiden, Judas;Van Halen, Ozzy), y las ventas del disco y el tour festejando los 10 años del grupo fueron un fiasco. En el caso de “LIU” lo musical iría acompañado de un cambio de imagen radical: quitarse el maquillaje y los disfraces. Era la última bala en la recámara. Gene y Paul sabían que si esto no funcionaba se darían la mano y cada uno por su lado. Vital fue la incorporación de Vinnie Vincent como guitarra líder. Aggiornó el sonido de la banda a los cánones de la época, haciendo sonar a Kiss más heavy y veloz que nunca, aportando un sonido por momentos emparentado con violeros que marcaban tendencia como el por entonces recientemente fallecido Randy Rhoads (escuchen el riff de “Gimme More” sino). La movida llamó la atención de los medios y los fans, cuestión que -sumada a un disco de altísimo nivel- terminó salvando las papas. “Lick It Up” es sin dudas uno de los trabajos más cercanos al metal que la banda haya grabado alguna vez (“Creatures…” y “Revenge” los otros), plagado de grandes temas, hecho que aportó aire fresco a una carrera que parecía haber entrado en un callejón sin salida

#14 «REVENGE» (Por Alejandro Do Carmo) Luego de atravesar los 80s a los ponchazos, Kiss decidió arrancar la siguiente década a tono con los tiempos que corrían: afuera calzas y bandanas rosas, adentro cuero negro, actitud pesada y sobre todo Simmons, que volvió a comprometerse 100% con la banda. Si a eso le sumamos la vuelta de Bob Ezrin a la producción y la colaboración del indultado Vinnie Vincent en la composición de algunas canciones, las expectativas eran altas. Y a pesar de que la tragedia enlutó el proceso compositivo, ya que Eric Carr sería diagnosticado con un cáncer de corazón que le impediría grabar (salvo algunos coros) y terminaría con su vida poco después, el ingreso del ex Black Sabbath Eric Singer revitalizó al grupo consolidando una de las formaciones más admiradas por los fans.
Con muy poco de relleno y temas que siguen conmoviendo tres décadas después como «Unholy», «Domino» o «Take It Off», esta revancha desenmascarada del grupo se postula como el último gran disco en la carrera de Kiss.

#13 «PAUL STANLEY» (por Frank Blumetti). Hay un hecho curioso del álbum solista de Paul: fue el más parecido a Kiss de los cuatro, sonando más como un lanzamiento oficial de la banda que como una aventura propia con reglas y caminos propios. La explicación de este fenómeno seguramente reside en el hecho de que para 1978 Stanley se había convertido en un experimentado compositor de hard rock, produciendo algunos de los grandes himnos de Kiss («Love Gun», «Detroit Rock City», «I Want You», etc.), por lo cual el tipo habrá recordad aquello de que «equipo que gana no se toca» y decidió ir a lo seguro manteniendo su fórmula en «Paul Stanley». Con la ayuda de músicos de estudio, así como del guitarrista Bob Kulick (que estuvo a centímetros de ser miembro original de Kiss, y que fuera hermano del futuro guitarrista Bruce) y del legendario baterista de Rod Stewart y Vanilla Fudge, Carmine Appice, el álbum de Stanley está a la altura del de Ace Frehley en lo que a consistencia se refiere. Si bien peca de ser algo lineal e incluso quizá demasiado melancólico, hay que decir que brillan un par de composiciones épicas (para los estándares de Kiss) como «Tonight You Belong to Me» y «Take Me Away (Together As One)», así como los más simples y directos «Move On», «Wouldn’t You Like to Know Me?», «It’s Alright» y «Goodbye». Si alguna vez se preguntaron cómo hubiera sonado un álbum de estudio de Kiss (con material nuevo, se entiende) allá por 1978, este disco es, a grandes rasgos, la respuesta.

#12 «UNMASKED» (Por Gustavo Olmedo) Resulta obvio para todo fan de Kiss explicar que amamos todo o casi todo lo que han hecho. El vÍnculo emocional es indestructible. Por lo tanto este tipo de listas son, además de un juego, inestables. Hasta “Crazy Nights” toda su discografía me parece memorable. Confieso que la última vez que conecté artísticamente con Kiss fue en 1994, cuando vinieron por primera vez. Y la última, emocionalmente, cuando volvieron los originales y, muy particularmente, cuando pude entrevistarlos cara a cara. Hace siglos que la actualidad de Kiss no me emociona (Ni fui a verlos estas últimas veces). Pero sí su historia y el amor que les tengo. Eso no ha cambiado. ¿Por qué elijo “Unmasked”? Porque es, sin lugar a dudas, el disco que más he escuchado durante los últimos 15 años. El único al que vuelvo cada vez que me pongo a escuchar a Kiss. “Creatures…” viene muy cerca. “Unmasked” es una belleza absoluta. Todas las canciones me parecen memorables. Suena increíble. La producción es magnífica. Gemas pop de una etapa distinta del grupo. Además de que es el disco, junto a “Dynasty”, con el que la mayoría en Argentina (con edad suficiente) descubrimos a Kiss. Sin embargo no es sólo nostalgia. Como dije, lo escucho siempre, todos los años, varias veces. El arte de tapa, además, es una hermosura que representa todo aquel hecho misterioso que significó Kiss para nosotros, la generación “I was made for lovin’ you”. ¡Gracias Kiss, los amo!

#11 «ACE FREHLEY» (Por Frank Blumetti). Si la mayoría de los fans y de los críticos de ayer y de hoy coinciden en que este es el mejor solista de los cuatro, eso debería bastar… pero amén de las opiniones aquí hay un factor que sostiene esta afirmación: la música. Con un enfoque similar al de Stanley y a diferencia de Criss y Simmons, Frehley no se alejó mucho del sonido pesado de Kiss, pero a diferencia de sus compañeros Ace estaba determinado a probar su valía y por ende, produjo mejores canciones y mostró más entusiasmo que todo el resto. Con la infalible producción de Eddie Kramer y el aporte de Anton Fig, futuro baterista de Late Night with David Letterman (y de los álbumes «Unmasked» y «Dynasty» y casi reemplazante oficial de Peter), así como del bajista de Letterman, Will Lee (en tres temas), Frehley demostró de una vez por todas que no era simplemente un músico de apoyo para el dominante tandem Simmons & Stanley. Todos los temas son fuertes, desde «Rip It Out» que abre la placa hasta joyitas rockeras que merecieron mejor consideración tales como «Speedin’ Back to My Baby», «What’s On Your Mind?» y «I’m In Need Of Love», además de aquellos con referencias a sus adicciones y excesos («Snow Blind», «Ozone» y «Wiped Out»), ese sencillo pero climático, colorido instrumental que es «Fractured Mirror» y por supuesto el inesperado hit Top 20 que resultó el cover de «New York Groove» (originalmente escrito por Russ Ballard e interpretado por el grupo glam Hello). Si bien este trabajo demostró con creces que Ace podía brillar con luz propia, la verdad es que cuando se fue de Kiss y formó Frehley’s Comet, más allá de algunas canciones acertadas nunca logró superar este sólido e inspirado trabajo de 1978.

#10 «CREATURES OF THE NIGHT» por Alejandro Do Carmo. El fracaso estrepitoso de «The Elder» no sólo dejó a Kiss casi herido de muerte a nivel comercial, sino que desembocó en la salida definitiva de Ace. Para recomponer la situación, la única salida era volver a las raíces y demostrar que el fuego rockero sagrado estaba intacto. Algo ya se veía venir en los cuatro nuevos tracks de la recopilación «Killers» donde la banda encontró la invaluable colaboración del productor Michael James Jackson, quien también estuvo tras la consola, para este décimo álbum de estudio.

LO MEJOR: El sonido de batería a lo Bonham (uno de los ídolos del zorro Carr) y la pesadez de canciones como el tema-título, «Rock And Roll Hell» y «War Machine», estas últimas compuestas en colaboración con (¡atención!) Bryan Adams.

LO PEOR: El flojo resultado comercial que obligaría a la banda a tomar la decisión, finalmente, de presentarse sin su característico maquillaje

EL DATO CURIOSO: A pesar de no estar más en la banda, es Ace quien aparece en la portada del disco y no Vinnie, quien debería esperar hasta el siguiente disco «Lick It Up» para tener su cara en una tapa. Incluso la reedición de 1985 también lo dejo afuera para incluir a… ¡Bruce Kulick!, quien en ese momento era el violero oficial del grupo

EN SÍNTESIS: Un trabajo sólido, potente e inspirado, que, si bien no logró reposicionarlos en los charts, al menos les hizo recuperar la credibilidad perdida.

#9 «ALIVE II» (Por Mars Cofán). Tengo una especial predilección por “Alive II”. Fue tal el impacto que el disco causó en mí cuando tenía 13 años que fue amor a primera vista. Luego flasheé mal con el sonido en vivo, las guitarras y el solo de batería. ¡Ni hablar de los bonus de estudio! Me marcó y acentuó la locura por Kiss… Es muy difícil ordenar los discos y elegir uno, pero creo que la forma más sencilla fue empezar pensando cuál me gustaba menos, y así se armó la lista.

#8 «DYNASTY» (por Astilla Dominguez) Si bien Kiss siempre enarboló la bandera de la diversión, en “Dinastía” (para mí siempre así, en castellano) la lleva un paso hacia adelante. La banda no teme incorporar elementos contemporáneos como la música disco en pos del baile, la joda y la fiesta, celebrando una mixtura única. Cuando se habla de bandas que incorporaron la influencia disco en su música, ninguna lo logró plasmar de un modo tan acabado como en este disco. Y no lo digo solamente por “I Was Made For Loving You” sino también por “Dirty Livin’”, sin dejar de lado “Magic Touch” que es una pieza única en la discografía de Kiss, con ese rebaje donde se luce Paul. Y qué decir de “Save Your Love” que me parece uno de los mejores cierres de la historia de la música… “Dynasty” es el disco de la previa, ideal para escuchar antes de salir de joda no importa adonde vayas: una fiesta, un casamiento, una reunión de amigos; se escucha de principio a fin ¡y siempre con una copa en alto!

#7 «HOTTER THAN HELL» por Frank Blumetti. Para grabar su segundo álbum, Kiss viajó a Los Angeles (ciudad donde no se encontraban precisamente cómodos) con la intención expresa de corregir la impresión rocanrolerita, feliz y liviana que dejó el álbum debut haciendo un trabajo más pesado y rockero, bajo la premisa de capturar la sensación y el sonido que la banda tenía en vivo. Una vez más (y esto admitido por el mismo Paul) ese objetivo no se logró plenamente, quizá porque los productores (Kenny Kerner y Richie Wise) fueron los mismos del disco anterior; lo cierto es que el sonido no logra plasmar al 100% la fuerza del grupo.

LO MEJOR: Las composiciones. «Parasite» es la que más rockea, pero «Watchin’ You», «Hotter Than Hell», «Let Me Go Rock’N’Roll» y «Got To Choose» tienen garra y encanto por derecho propio. El arte de tapa (y su funambulesca historia).

LO PEOR: Canciones menos logradas como «Mainline», «Strange Ways» o «Goin’ Blind» (cuya letra hoy sería considerada algo… incorrecta). El arte de tapa (Wise lo aborrecía).

EL DATO CURIOSO: Al parecer, el álbum se grabó bajo el irónico título provisional de «The Harder They Come». Más tarde se cambió, quizá cuando la banda descubrió que el músico de reggae Jimmy Cliff había publicado un álbum/soundtrack con la música del filme del mismo título en 1972, lo suficientemente fresco en la memoria de la industria musical.

EN SINTESIS: Si bien no logró lanzarlos al estrellato y de hecho fue en su momento un fracaso comercial, «Hotter…» resultó un interesante pasito adelante en relación al primer album y contiene algunos clásicos del grupo.

#6 «LOVE GUN» por Sebastian Gava. Sin dudas mi disco favorito es «Love Gun», por una sencilla razón: ¡este disco, junto a «Rock and Roll Over», son LA esencia de Kiss! Esa esencia que esperábamos en «Psycho Circus» y que lamentablemente nunca pasó. En «Love Gun» y «Rock And Roll Over» se notan el hambre de gloria y las ganas de llevarse todo por delante que tenían esos cuatro jóvenes dispuestos a cualquier cosa por llegar a la cima… ¡y vaya si lo lograron! ¿Querés saber lo que es Kiss? ¡Escuchá esos dos discos!

#5 «DESTROYER» (Por Alejandro Do Carmo). Con la edición de «Alive!», KISS finalmente había logrado llegar a las grandes ligas. Pero todavía faltaba lo más difícil: demostrar que podían mantenerse en la cima. Para eso, la banda tomó una decisión fundamental: poner a Bob Ezrin (quien venía de trabajar con Alice Cooper, Pink Floyd y Lou Reed) como productor, quien se tomó el rol tan a pecho que ofició muchas veces como un mandamás despótico que usaba un silbato para marcarle los pifies a los músicos, cual instructor militar. El aporte de Ezrin se nota en el logrado resultado final, donde al ya clásico sonido rockero de Kiss se le sumaron orquestaciones y efectos sonoros varios.

LO MEJOR: Precisamente la amalgama entre el Kiss potente de los tres primeros discos (aunque en una versión pulida) y la musicalidad traída por Ezrin que desembocó en hits inoxidables como «Detroit Rock City», «God Of Thunder», «Do You Love Me» y la archi melosa «Beth».

LO PEOR: La pérdida de la identidad de la banda tras la decisión de incluir «ghost players», es decir músicos fantasmas para aquellas partes en las que (especialmente Ace) no se podía cumplir con la exigencia requerida por el Führ… eh… por el productor Ezrin.

EL DATO CURIOSO: A pesar de su conciso resultado artístico, a «Destroyer» le costó en un principio convertirse en el éxito de ventas esperado. La salvación llegó a través de «Beth», tema co-compuesto por Peter y Stan Penridge, compañero del Gato en su antigua banda Chelsea. La canción (que casi queda afuera por no representar el sonido del disco) fue lanzada primero como lado B de «Detroit Rock City», pero fue tal el impacto del tema que luego se relanzó como cuarto corte del álbum, convirtiéndose en el single más exitoso de la banda en EE.UU. (#7)

EN SÍNTESIS: «Destroyer» fue el disco necesario para convertir a Kiss en una banda de estadios, al sumarle al espíritu salvaje de la banda una alta dosis de solvencia compositiva y un puñado de canciones destinadas a perdurar por siempre.

#4 «DRESSED TO KILL» (Por Miguel Mora y Alejandro Rizzotti)

Depende la semana, el estado de ánimo o los recuerdos que uno quiera alimentar, el primer puesto puede rotar entre cualquiera de los cinco que quedaron arriba. En todos esos discos está lo mejor de Kiss: su furia, su identidad, sus mejores canciones y sus más logradas ejecuciones. En diciembre de 2023 quedó “Dressed To Kill”.¿Motivos? Los temas más reconocibles (“Rock And Roll All Nite”, “C´mon And Love Me” o “Rock Bottom”) son tan efectivos como los que corrieron otra suerte (“Room Service”, “Getaway”, “Love Her All I Can”) sumado a que fue el primer disco de estudio donde pudieron combinar su electricidad interpretativa con un sonido decente en la producción. La tapa debe ser (junto a la de “Rock And Roll Over”) la más lograda de toda su carrera: ahí se los ve a los cuatro mágicos,desafiantes e irreverentes… Podría seguir 100 líneas más como cada vez que me llaman para hablar de la primera banda de rock que escuché en mi vida. Prefiero cerrar con dos palabras que resumen mucho mejor la idea y considero necesarias: ¡gracias Kiss! (Miguel)

Corría el año 1996 y con 12 años ya empezaba a aventurarme dentro del mundo del rock. Entré con Nirvana, como muchos otros chicos de la época. Un compañero de la primaria me había prestado un cassette TDK de 60 con el disco “Incesticide” y del otro lado “Dressed To Kill” que ocupaba con perfección los 30 minutos de duración. Poco tiempo atrás mi primo me había regalado una remera de ellos con las famosas caras de sus discos solistas de 1978, por lo que estaba algo familiarizado con la banda, además de haber visto algunas fotos en revistas.La curiosidad de niño me hizo escuchar ese lado B y al darle play y sonar “Room Service” fue algo que me cambió la vida para siempre. Descubrí un sonido hardrockero y setentero espectacular que nunca había experimentado. A pesar de tener varios años esa grabación sonaba fresca y competitiva. Un disco con canciones cortas, gancheras y pegadizas. Hasta el día de hoy me siguen volviendo loco temas como “Love Her All I can” y ‘C’mon And Love Me’. Recuerdo que me llamó la atención el hecho de que había varios cantantes en la banda. Además de las voces de Paul y Gene, el disco incluía “Getaway” cantada por Peter, y una composición de Ace que aún no se animaba a cantar. Como frutilla del postre, la grabación terminaba con “Rock and Roll All Nite”, EL himno del rock. Canción que había escuchado antes y que cantaba a gritos, y con un mal inglés, con otros amigos del barrio. Muchos años después me enteré de que el hermano de mi amigo había grabado el disco solo por la intro de “Rock Bottom”, él era guitarrista y le llamaba mucho la atención esa pieza acústica. El resto del material no le interesaba para nada. “Dressed…” es el tercer disco de Kiss y salió a la venta en marzo de 1975. Los primeros dos no habían vendido bien y la banda enfrentaba serios problemas económicos. De hecho, fue producido por Neil Bogart, dueño de Casablanca Records, quien no quería pagarle a otro productor. Al disco no le fue mucho mejor que a los anteriores trabajos, pero la popularidad les llegaría meses después con la salida de “Alive!”, su primer disco en vivo… Quizás no sea el mejor disco de la banda y sin dudas hay otros con mejores composiciones y más clásicos, pero es aquel con el que los conocí y me enamoré. Eso es suficiente para transformarlo en mi favorito. (Alejandro)

#3 «KISS» (por Hernán Mariotti) Grabado entre octubre y noviembre de 1973 en el Bell Sound Studios de NY, su lanzamiento marcó la presentación en sociedad de una banda que en su primera etapa iba a ser vista como una excentricidad que cosechaba más curiosidad que respeto. Simmons y Stanley habían aprendido de la experiencia fallida que fue Wicked Lester, aunque parte del material de su anterior proyecto terminó incluido en la placa. “Kiss” es junto a «Destroyer» el disco de los enmascarados que incluye más clásicos en su lista de temas. Sólo tres canciones que lo componen o bien no fueron tocadas en vivo, o si lo hicieron fue esporádicamente y muy al principio de la carrera, como es el caso de “Let Me Know”. La fórmula que presentaba el cuarteto neoyorquino era novedosa para la época. Recogía todas sus influencias anglófilas (Zeppelin, The Who, Jeff Beck, Slade, Beatles, Rolling Stones), pero pasadas por el tamiz del rock & roll callejero americano, haciendo centro en el formato canción de manera intransigente. Mientras los 70s eran una muestra de “virtuosismo con temas largos y solos para que veas cómo toco”, los Kiss se aferraban a la ecuación estrofa/estribillo/ estrofa/ estribillo/ solo de guitarra y siga su ruta.

LO MEJOR: Lo dicho anteriormente, las canciones. Si un disco empieza con “Strutter” y culmina con “Black Diamond”, no puede fallar. Y ni te digo si en el medio tenés la garra rockera de “Deuce”, los riffs alcohólicos de “Cold Gin”, el vuelo de “100,000 Years” o la impronta rockera incendiaria de “Firehouse

LO PEOR: La producción. Casablanca Records era un sello novel y no tenía un gran presupuesto. Kenny Kerner y Richie Wise era lo que había e hicieron lo que pudieron.Ya llegarían Eddie Kramer y Bob Ezrin para poner las cosas en su lugar

EL DATO CURIOSO: La tapa. La banda buscó replicar el arte de la portada del disco “With The Beatles”, con las cuatro caras reconocibles de cada miembro de la banda dentro de un fondo negro. En la foto elegida para ilustrarla nos encontramos con un diseño muy embrionario de los maquillajes de The Demon, The Catman, The Spaceman y The Starchild; de hecho Peter fue el único que recurrió a un maquillador presente en el estudio, que lo dejó notablemente distinto. Salvo el de Paul (que tuvo una fugaz fase maquillado tipo bandido, con un antifaz), los diseños del resto sufrirían modificaciones prontamente. Además, Ace tiene el pelo rociado con pintura plateada, con resultados estéticos poco felices.

EN SÍNTESIS: Un disco repleto de clásicos que serían a lo largo de la carrera del grupo parte de la columna vertebral (el otro bastión es “Destroyer”) de los setlist de las innumerables giras que estarían por venir en 50 años de historia. Transmite toda la frescura de una banda inexperta pero con los ingredientes necesarios para conquistar el mundo.

#2 «ROCK AND ROLL OVER» (Por Frank Blumetti). La pregunta del millón para cada banda luego de un álbum exitoso, ya fuere en el sentido comercial, artístico o ambos, debe ser algo así como… ¿y ahora qué pasa, eh? ¿Qué se hace para superarlo, igualarlo o por lo menos diferenciarse? Tras el éxito masivo de «Destroyer», Kiss pudo haber seguido por ese camino (experimentando con nuevos sonidos e instrumentos y por qué no, creando otra balada onda «Beth») pero eligió volver a las fuentes, es decir al rock and roll más duro, potente y elemental de los primeros discos, cosa que sucedió en «Rock And Roll Over». Para ello recuperaron a Eddie Kramer (que había producido no solo su primer demo sino su megaexitoso «Alive!»), alquilaron el Nanuet Star Theatre al norte del estado de Nueva York y se dispusieron a grabar allí lo que sería su próximo -y explosivo- álbum.

LO MEJOR: La producción, más simple y directa, le da brillo a este álbum y lo hace uno de los más consistentes de toda la discografía de Kiss. Los temas, muchos de los cuales se volvieron clásicos. La emocionante voz de Peter en «Hard Luck Woman». El ritmo criminal de «Ladies Room». El vértigo de «Makin’ Love». El gancho rockero de «Mr. Speed». El cuasi hipnótico arte de tapa.

LO PEOR: Que solo haya 10 temas.

EL DATO CURIOSO: «Hard Luck Woman» fue escrita por Paul para que la cantara Rod Stewart, pero cuando Kramer y Peter Criss la escucharon, se la pidieron a los gritos para este álbum. Como lo cuenta el productor, it, «Esa canción tenía una fuerte onda a ‘Maggie Mae’ y el hecho de que Kiss grabara un tema acústico le daba un toque cool al disco y a la banda. Además, Peter tenía la voz natural para cantarla». BONUS: Aquí está la versión original de «See You in Your Dreams», que luego fue regrabada para el solista de Gene en 1978. BONUS II: En varias tapas de RARO hay dos lágrimas azules bajo el ojo izquierdo de Paul que en su momento desataron todo tipo de teorías e interpretaciones de los fans, pero carecen de todo significado ya que son un mero fallo de impresión; no obstante, esa edición se volvió muy buscada y apreciada (y pagada) por los coleccionistas.

EN SÍNTESIS: Un retorno -con toda la gloria- a las raíces y uno de los pilares de la discografía de Kiss.

#1 «ALIVE!» (Por Juanchi Baleirón) Mi disco favorito es el «Alive!» parte uno, porque acá en Argentina se editó por separado. La tapa traía poca información pero la fantasía, el comienzo con el ruido del público, ese grito de «You wanted the best, you got the best – the hottest band in the world… Kiss!!!» y ya está… arrancaba «Deuce» y era explotarte la cabeza. Eso no te lo quita nadie. Recuerdo que mi primer disco de Kiss en realidad fue un simple, «C’mon And Love Me» y «She»; automáticamente después del «Alive!» me compré «Dressed To Kill» que también quedó como MI disco, así como «A Hard Day’s Night» es MI disco de los Beatles; sin ser el más hitero, «Dressed…» para mí es tremendo. «Love Her All I Can» tiene un riff hermoso… bueno, todos los discos son una cosa hermosa, pero no hay duda de que «Alive!» fue mind blowing, mind bombing (Risas), fue una locura. Ahí me emputecí con la banda, me compré todos los discos que pude, nacionales, importados, lo que conseguía, y flasheé totalmente.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here