“HAY COSAS PEORES QUE ESTAR SOLO – FITO PAEZ Y CIUDAD DE POBRES CORAZONES”, por Federico Anzardi (Gourmet Musical Ediciones, 2021, 230 págs.)

En esta puta ciudad todo se incendia y se va”, en esos inoxidables versos cargados de bronca, impotencia y dolor de “Ciudad De Pobres Corazones” (el tema que daba título a su cuarto disco como solista), Fito Páez resumía una tragedia que lo marcaría a fuego: el brutal asesinato de sus abuelas en su Rosario natal.

Ese suceso, que marcó a fuego la vida y obviamente la carrera de Fito, es el objeto de investigación de “Hay Cosas Peores Que Estar Solo”, libro del periodista entrerriano Federico Anzardi que, no solo repasa como se dieron los hechos, sino que, a través de diversas entrevistas -que incluyeron al mismísimo Páez-, conjuga elementos de lo biográfico, el ensayo y lo periodístico musical para adentrar al lector tanto en el detalle de los acontecimientos, como en las posteriores consecuencias.

“El libro surgió a partir de un artículo por los treinta años de «Ciudad De Pobres Corazones» que se publicó en (el sitio) La Agenda en noviembre de 2017” le dice a MADHOUSE en exclusiva el autor del libro a través del correo electrónico. “Era una historia oral con unos quince testimonios, sin Fito. Antes de publicar esa nota yo ya pensaba en un libro posterior que me permitiera desarrollar todos los temas que iban a quedar afuera o que sencillamente aún no había investigado, como los viajes a Uruguay, Cuba y Tahití. En total fueron cuatro años de trabajo. Desde febrero de 2017 hasta mayo de 2021. En el medio hubo dos viajes a Rosario, muchas visitas a hemerotecas, compras de material de archivo, consultas online, escritura, reescritura y unas ochenta entrevistas, Fito incluido. 

El periodista Federico Anzardi, autor de «Hay Cosas Peores Que Estar Solo»

El libro tiene un balance entre lo biográfico, lo policial y lo musical. ¿Cómo llegaste a eso?

Fue surgiendo. Al principio no quería meterme demasiado en el tema policial. Lo quería usar como un disparador de la historia de Fito y el disco. Después se fue ampliando. Llegó un momento en que la necesidad de conocer toda la historia le ganó a la idea inicial, que era hacer un libro más bien musical, a lo “Esta Noche Toca Charly” (N: libro de Roque Di Pietro), repleto de datos y referencias de toda la carrera de Fito, incluso más allá de “Ciudad De Pobres Corazones”. Tenía un tono entre ensayístico y de periodismo de rock más convencional, si se quiere, con testimonios directos. Pero nunca me sentí conforme con el resultado, así que lo fui cambiando. Lo policial le dio el tono narrativo a la historia. Ese tono, que al principio estaba solamente en la introducción, fue dominando el resto de los capítulos. Cuando decidí que la historia se iba a contar de esa manera tuve que reescribir los primeros siete capítulos y desarmar dos que eran larguísimos. Pero una vez que encontré el tono la escritura se hizo mucho más fácil y rápida. Todo encajó.  

¿Cómo reaccionó Fito cuando se enteró? ¿Cómo fue el encuentro con él?

Creo que lo convencí porque le dije que no me interesaba ser morboso, algo que -me parece- cumplí, más allá de que abordé los crímenes mucho más de lo que pensaba en ese momento. El encuentro con Fito fue en mayo de 2018, en las oficinas de Sony, en Palermo. No fue demasiado largo, charlamos una hora y algo, así que tuve que meter todas las preguntas que tenía -¡muchas!- en tiempo récord. Fito respondió todo lo que le pregunté, nunca se mostró reacio a charlar algún tema. Después seguí haciendo entrevistas y me surgieron nuevas preguntas, pero ya no pude concretar otra reunión.

Fito Paez junto al celebre abogado Joe Stefanuolo, en una conferencia de prensa de la época.

¿Qué testimonio para el libro te sorprendió más?

Todo lo referido al robo de videos y a la resolución de los crímenes. Me parece increíble cómo se dio todo al mismo tiempo, con detalles macabros, ridículos, trágicos, escandalosos. Son varios testimonios los que hablan de esos episodios: Fernando Spiner, Pablo Mari, José María Vernet, Oscar Feito, Pitu Fernández y varios más. 

¿Qué te hubiese gustado incluir y no se pudo?

Me quedó pendiente conocer la historia de Fermina Godoy, la empleada doméstica de las abuelas de Fito que también fue asesinada. Pero no pude volver a Rosario por la pandemia. Otra cosa que me hubiese gustado desarrollar es la historia de los hermanos De Giusti. Lo contacté a Carlos, el único que todavía vive, pero no quiso hablar, así que tuve que conformarme con archivo y algunos testimonios.

Cerrás el libro con el encuentro con Cecilia Roth que daría inicio a una nueva etapa en la vida de Fito. ¿Sería ese un buen punto de partida para otro libro?

¡Sin dudas! Creo que la etapa exitosa de Fito también es atrapante como sus “años salvajes”, como él mismo dice. Son años que todavía tienen la carga de todo lo que pasó antes, esa mezcla de tragedia personal con un talento imparable. Y se funde con una popularidad inmanejable que al mismo tiempo era totalmente merecida y esperada. Creo que se podría se hacer un libro que cuente los años de «El Amor Después Del Amor» hasta «Abre» o «Rey Sol». ¡Pero no sé si lo quiero hacer yo! (Risas)

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here