AC/DC Power Up Vinyl LP Indies Yellow Colour 2020 — Assai Records

PACIENTE: AC/DC «Power Up» (2020) – A pesar del habitual y gastado chiste que dice que todos sus álbumes suenan igual, AC/DC sigue siendo una de las bandas más grandes del mundo y de la historia del rock, posición aparentemente inquebrantable que han mantenido desde los 80 y que ha sobrevivido a más de 10 discos, innumerables giras, una formación cambiante y, lamentablemente, al fallecimiento del miembro fundador y guitarrista rítmico Malcolm Young en 2017. De regreso con su primer álbum desde su muerte y desde su «Rock Or Bust» de 2014, AC/DC lo hizo pisando fuerte con un álbum que convocó a buena parte del staff de MADHOUSE para analizarlo en detalle y en conjunto en una edición especial de Discoanálisis. Saquen turno y acomódense en el diván, que la hora ya comienza.

HISTORIA CLÍNICA

Noelia Adamo: Había muchos rumores y cuando ví que AC/DC había hecho un reboot de sus redes, lo confirmé: la vuelta era un hecho. La espera fue ansiosa y desconcertante porque la banda venía de un período de tragedia e incertidumbre. Los últimos años habían sido duros: el problema auditivo de Brian Johnson, la salida de Cliff Williams y Phil Rudd y la enfermedad y partida del pilar Malcolm Young. No obstante, con la ayuda de unos audífonos de vanguardia, Johnson pudo volver, al igual que Rudd y Williams, mientras que la guitarra rítmica la ocupó el sobrino Stevie. El regreso, motivado por el recuerdo de su hermano y el empuje de Angus, dotó de un aire restaurador a la banda reforzando ese ambiente familiar de los setentosos inicios.  De todas formas, seamos realistas, no es una vuelta al nivel de “Back In Black”

Sergio Avil: No tenía grandes expectativas sobre este nuevo álbum, dado que no soy uno de los fieles seguidores de los australianos, pero sí tenía cierta curiosidad de ver cómo funcionaría el retorno del vocalista Brian Johnson, y si el reemplazo de Malcom Young por su sobrino Stevie traería nuevos aires a la música de la banda.

Ignacio Staropoli: Cuando vi ese teaser con unos pocos segundos del corte “Shot In The Dark” las expectativas se fueron por las nubes. No tanto por el nivel del álbum en sí mismo sino más bien porque el hecho de que una banda como AC/DC, con todos los sucesos por los que habían pasado en los últimos años, den prueba de vigencia en este año tan especial.

Alejandro Do Carmo: El soso “Rock Or Bust” no podía ser de ninguna manera el canto de cisne de AC/DC. No lo merecía ni el legado de la banda, ni la memoria de Malcolm. Por eso cuando comenzaron a circular las fotos de la banda a pleno, con el convicto Phil, el sordo Brian y el jubilado Cliff a bordo, aquellos que estamos en el rock volvimos a tener esperanzas, que e terminaron de concretar cuando finalmente pudimos escuchar el primer corte “Shot In The Dark”. ¡Ya estábamos listos para un buen momento!

Carlos Noro: El reemplazo de Brian Johnson por Axl Rose me había parecido un desacierto peligroso. Más allá del hype que significó unir a integrantes de dos de las bandas de hard rock más importantes de la historia, lo sentía más una decisión comercial que artística que afectaba a una banda que siempre había tenido una ética intachable frente a estos temas. Si a esto le sumamos la muerte de Malcolm, los problemas legales de Phil Rudd (¿Qué pasó con eso?)  y que Cliff Williams había anunciado su retiro, la sensación era que la despedida personal de la banda había sido en último show de River. Enterarme de que salían con un nuevo disco me generó entusiasmo, principalmente porque veo un espacio vacío en lo que respecta al hard rock más clásico. Los exponentes de a poco van desapareciendo de esta plano, por lo que desde un primer momento me dieron ganas de que el disco estuviera en la calle. ¡Gracias Axl por dar un paso al costado!

Frank Blumetti: Sinceramente creo que tuve más alegría que expectativas al enterarme del lanzamiento de «Power Up». Alegría porque AC/DC, que es una gran banda, una descomunal banda en la historia del rock and roll, sigue con vida; aún así, en mi opinión ya han dicho lo principal que tenían que decir, musicalmente hablando, en otros álbumes. Hace rato que sacan a lo sumo buenos temas y no algo que en su conjunto resulte un mazazo… No obstante, a pesar de tanto discurso pronunciado a través de los años, con ellos la última palabra nunca está dicha del todo.

SONIDO Y PRODUCCIÓN

Noelia: Desde los primeros sonidos del corte de apertura, “Realize”, se nota que AC/DC no cambió ni suavizó su fórmula, y lo que nos espera es un disco de hard rock blusero, familiar y conocido. Brian suena muy bien y la contundencia de la guitarra de Angus está presente bien adelante en la mezcla. Se percibe que “Power Up” fue potenciado por la ingeniería de sonido, algunas de las canciones parecen un poco “sobreproducidas”, como si tanto la banda como el productor Brendan O’Brien quisieran llenar algunos puntos flojos con coros y vibraciones excesivas, tal vez por miedo a decepcionar.

Sergio: En el caso de AC/DC, si hubo un momento para evoluciones importantes, cambios en la propuesta, experimentación, etc. eso fue hace mucho tiempo, y la historia marca que nunca fue el fuerte de la agrupación. Este álbum no es la excepción en ese sentido: con bases monolíticas, la característica vocalización de Johnson, temas rifferos, los típicos solos de guitarra de Angus y una producción a la altura de lo que la banda propone, todo parece decirnos “Es AC/DC, ¿qué esperaban?”.

Ignacio: El audio del disco y la producción no difieren tanto de sus dos últimos álbumes. Hay un sonido brillante, bien comprimido y con muchísimo volumen, primando las guitarras y con la voz de Brian que aparece con algo de cámara en general. La mezcla es muy equilibrada. Por el lado del tracklist, O’Brien sigue apostando a balancear los (pocos) matices que tiene la banda a lo largo de las canciones.

Alejandro: Si bien no soy muy fan de la era O’Brien debo reconocer que el productor había logrado captar algo del sonido clásico de AC/DC en los dos últimos trabajos. Lo bueno es que en “Power Up” a eso se le suma algo que faltaba desde hace tiempo: riesgo. Algo que, como ya sabemos,  en el universo AC/DC estuvo siempre en cuentagotas. Y ahí está precisamente uno de los puntos fuertes del disco: algunas leves variantes, un sonido limpio sin perder potencia y todos los artilugios necesarios para que podamos tener al viejo Brian dejándolo todo para estar a la altura del legado.

Carlos: Es uno de los puntos fuertes del disco. Suena fuerte, claro y robusto como debe sonar un disco de hard rock. Siempre me pareció que la gran virtud de AC/DC fue la de trasladar el sonido del vivo a sus grabaciones y esta es otra muestra de eso. Es un disco que suena como tiene que sonar, con las guitarras y las voces bien adelante pero sin opacar al resto de la mezcla.

Frank: Uno se pone a pensar en lo que debe haber costado armar este álbum para el grupo y lo que deben haber penado para reagruparse (Johnson con los problemas de audición, Rudd tras su seguidilla de cárcel/infarto/terapia, la vuelta de Williams luego de haber colgado los botines, el trauma de la muerte de Malcolm Young, las presiones propias y ajenas para seguir adelante), y supone que esto debe haber influido en la producción, pero no: el sonido es potente, sin adornos y los temas contienen los clásicos riffs sólidos del grupo, sin banalidades ni grasa que dejar al lado del plato. No van a sonar como en los años 70 u 80, claro, y tampoco da para pretender que lo hagan a esta altura del partido: el sonido que lograron junto a O’Brien, en este marco, es como mínimo muy decente.

CANCIONES

Noelia: Las doce nuevas canciones fueron coescritas por Malcolm y Angus Young y surgieron de la inmensa arca de ideas no utilizadas cuya mayoría data de la época de “Black Ice”. Al instante se distingue que el ADN está ahí: el espíritu de Malcolm vive en el poder de esos acordes. No hay nada novedoso. Canciones como “Through The Mist Of Time” nos alejan del presente y marcan con nostalgia el paso de los años. “Shot In The Dark” es una oda a la sensación de libertad que brinda el agite del puño en el aire rockero. «Demon Fire» es una de las perlas con uno de los riffs más geniales de AC/DC de todos los tiempos y Johnson vuelve a enfurecerse en el micrófono. “Kick You When You’re Down” está adornado con una guitarra memorable en torno al aullido estrangulado de Brian con un tinte, tal vez, más personal que lo habitual. Hay que destacar que si bien las letras de las bandas siguen manteniendo un estilo antediluviano añorando a las “chicas pintadas”, rockeros quejándose por ser quedar atrapados en “hechizos de brujas” y ofreciendo curas cuestionables para ciertas aflicciones, como en “Money Shot”, hay cierta actualización en donde las mujeres no son comparadas todo el tiempo con autos y motos.

Sergio: Escuchar el tema de difusión “Shot In The Dark” da un excelente pantallazo del resto, en total una docena de canciones que están entre los 3’05” y los 4’07”. Temas directos, simples, rockeros y sin lugar para polémicas ni distracciones.

Ignacio: El nivel compositivo es muy bueno en general. Hay riffs realmente brillantes, como el puente de “Witch’s Spell” o la intro y estribillo de “Shot In The Dark”, tan sencilla y predecible como efectiva. “Through The Myst Of Time” es una gran canción, de esas que uno podría reclamar en próximas giras. Hay algunas que recuperan la esencia blusera como “Kick You When You Are Down” y hay lugar para la rabia en “Demon Fire”. Es un disco que más allá de esa sana y santa monotonía que los caracteriza, ofrece distintas velocidades.

Alejandro: Sabemos que seguir hurgando en el baúl de los viejos riffs de Malcolm era trocar identidad por originalidad. Y, visto el resultado, en una tarde lluviosa es fácil jugar a adivinar las similitudes de riffs y melodías con clásicos del pasado: “Shot In The Dark” con “Rock And Roll Train”, «Demon Fire» con “Safe In New York City”, el vértigo de “Rejection” con la época de “The Razors Edge”, y así sucesivamente. Es por eso que lo más valorado es “Through The Mists Of Time” que demuestra que Angus también se puede poner melancólico de vez en cuando, y que motivos no le faltan.

Carlos: Teniendo en cuenta que varios de los riffs fueron compuestos entre Malcom y Angus -¡hace más de 20 años!- la sensación es que este disco refleja con claridad la idea de que lo que hace a una buena canción de rock and roll es un buen riff.  En ese punto lo mejor que tiene el disco es laburo de guitarras, simple pero a la vez complejo en la idea de poner el feeling para que las canciones suenen. En este sentido “Witch’s Spell” es fresca y clásica al mismo tiempo, mientras que “Throught The Mist Of Time” tiene un gancho insuperable. “Kick You When You Are Down” muestra un interesante aire blusero-sureño que le da una atractiva atmósfera al disco que no escapa a canciones más rápidas y rabiosas como “Demon Fire”. «Money shot” no es la mejor canción del disco en cuanto a lo musical pero arranca con la frase “sentite en el estado de ánimo del rock and roll /podría ser un poco peligroso/ creo que verás, podría ser contagioso” ,algo que luego de haber sentido que la banda iba camino a su final conmueve y emociona. Después de todo, el rock and roll se lleva en las venas… ¿O no?

Frank: Como pasa usualmente, «Power Up» suena a AC/DC y de algún modo se las arregla para tener personalidad propia, detalle que se aprecia en los temas. «Realize» es un típico tema acedeceheadbangero construido sobre un riff que sirve de base a los no menos típicos chillidos de Johnson; «Rejection» tiene un solo de Angus de esos que encajan y expulsan, «Shot In The Dark» casi da para corearla en las canchas, «Demon Fire» tiene lo suyo y recuerda a «Whole Lotta Rosie», aunque a menor velocidad, «Code Red» muestra otra vez la notable digitación de Angus, aquí en una vena más heavy-blusera y «Witch’s Spell» es uno de esos temas del grupo que suelen fluir con la naturalidad suficiente para animar desde un viaje por la ruta hasta una tarde triste o un cumpleaños embolante. Y todos, cada uno con su onda, se ensamblan perfectamente en el conjunto.


DIAGNÓSTICO

Noelia: “Power Up” es uno de los mejores esfuerzos del grupo en los últimos treinta años, cosa difícil de lograr repitiendo una y otra vez las mismas formulas. El estilo de la banda todavía funciona; hay una marca de identidad que no deja de transmitirse, una familiaridad sonora que invade para, automáticamente, poner una sonrisa en las caras de los fans. La esencia ruidosa, sucia, rápida y urgente está presente, comparable a cualquier trabajo de la era de oro de la banda. “Power Up” no sorprende, pero se sostiene dignamente

Sergio: En conclusión; un trabajo que no decepcionará a sus fans, no sumará a quien no guste de la banda y que será material disfrutable para quienes los escuchamos eventualmente.

Ignacio: Estos tipos hace más de 40 años que están haciendo sonar los mismos 3 o 4 acordes de toda la vida. Y sin más que con su marcha simple pero imparable, vuelven a ingeniárselas para entregar un trabajo realmente notable, con momentos soberbios. Así como la química misma, o como cualquier fuerza de la naturaleza, AC/DC permanece inmutable ante cualquier rémora de los mortales: ni a la sordera, ni al retiro, ni siquiera a la muerte. 

Alejandro: En el año de la constante inconstancia, es casi un milagro que haya algo que se mantenga igual: cinco tipos tocando la misma nota al mismo tiempo. Porque tal como pasa con AC/DC, algunas cosas nunca deberían cambiar. Ahora sí, ¡descansa en paz, Malcolm!

Carlos: Con discos como estos, AC/DC confirma que es imposible pensar el hard rock sin ellos. Son una referencia ineludible sobre cómo debe sonar el rock pesado. De escucha obligada para las nuevas generaciones.

Frank: Más que hacer algo «nuevo», convengamos en que el objetivo perenne de AC/DC desde siempre ha sido hacer más. Por eso lo hacen, por eso son los mejores en eso, y por eso los seguimos a todas partes donde van y cada vez los queremos más. El punto es que más que en ninguna otra ocasión, «Power Up» es un recordatorio de que esta música tiene un poder que desmiente su aparente simplicidad (que no equivale a «sencillez» o «facilidad»). El contexto problematizado y trágico si se quiere del cual proviene y el mundo dado vuelta al cual llega hace que sus loas a los buenos-viejos-y-despreocupados-tiempos resulten ahora tan conmovedoras… Pero esto es malvado, es filoso, tiene garra y tiene todo lo que esperás de la música que te aleja de la tristeza. Es AC/DC en su máxima -y actual- expresión, con su mejor trabajo en años. Lejos de redescubrir el agua caliente, el álbum muestra al grupo con vida y disfrutando del heavy rock que tan bien han hecho durante casi medio siglo y que (esperemos por todo el tiempo posible) sigan haciendo en el futuro. «Power Up» es, teniendo en cuenta todo lo explicado, una patada rocanrolera en el culo de todos que llega en el momento en que más se necesitaba.

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