Que Internet esconde fabulosos tesoros visuales (y de cualquier otro tipo) para los aficionados a cualquier tipo de interés, actividad o tema no es ninguna novedad a esta altura de los acontecimientos: lo novedoso es cuando damos con un filón de material poco conocido o directamente inédito que nos hace sentir como una especie de Indianas Jones del Templo De PuntoCom. Bueno, justamente mientras buscábamos novedades en la web, nos vimos expuestos a dos o tres versiones diferentes de Iggy Pop cuando se estaba convirtiendo en famoso en los años 70 y luego llegando a un acuerdo con su fama en los años 80 – y todas eran más bien erráticas. Y entonces desenterramos esta historia…

Usualmente Iggy Pop se percibe como un tipo duro con una actitud (aunque él no lo admita) punk rockera que es apropiada y bien merecida, pero el hecho de que haya aparecido en películas infantiles como “The Adventures Of Pete & Pete” y “The Rugrats Movie” son señales de que al mismo tiempo también esconde un lado más sensible y suave, si se quiere. Rara vez alcanzamos a ver este lado suave, pero su ex-novia Esther Friedman llegó a apreciarlo asiduamente durante su tiempo junto a Iggy, y en tanto fotógrafa, Esther fue capaz de capturar algunos grandes momentos de inocencia y candidez, reflejados en las fotos que ilustran esta nota.

Se puede decir que Esther sacó a la luz el lado cálido y divertido de este icono del rock, y teniendo en cuenta que se conocieron mientras Iggy se estaba desintoxicando en Berlín Occidental, ella claramente lo ayudó a mantener la moral en alto. Esther Friedman tenía 19 años cuando dejó la ciudad alemana de Mannheim y se mudó a Berlín Occidental en 1974, en plena Guerra Fría. Dos años más tarde conoció a Iggy, quien acababa de mudarse a Berlín junto a su amigo David Bowie. Las dos estrellas de rock compartían un departamento en el 155 de la calle Hauptstrasse en el barrio de Schönenberg, donde esperaban desintoxicarse después de un período de uso intensivo de drogas. Poco después de conocerse, Esther e Iggy se pusieron de novios y permanecieron juntos unos siete años, hasta 1982.

En ese momento, Friedman era una fotógrafa prolífica, y tomó incontables, espontáneas y reveladoras fotografías de Iggy en varios lugares documentando su vida cotidiana. Las mismas permanecieron inéditas hasta que las ofreció a la revista germana ZEIT en 2013. Y como una imagen vale más que mil palabras, acá les dejamos el equivalente en fotos a una edición corregida y aumentada de Don Quijote, junto a un espectacular reportaje publicado por la misma revista que no tiene desperdicio alguno y pinta a la perfección un período único e irrepetible en la vida de Iggy y de la música popular toda… Pasen, vean, disfruten y nos cuentan.

Fuiste la novia de Iggy Pop en los años setenta y ochenta. ¿Cómo lo conociste?

Fue en 1976, en una fiesta después de un desfile de moda en Berlín. Llegó con Coco Schwab, que sigue siendo asistente personal de David Bowie. El mismo David no apareció esa noche.

David Bowie e Iggy Pop acababan de mudarse a Berlín desde Los Ángeles. Ambos estaban atravesando serias crisis personales.

No puedo hablar por David. Sólo recuerdo que acababa de terminar una película. Y que era muy delgado. Al parecer, todo fue un poco demasiado para él. Ese fue ciertamente el caso de Jim (N. el diminutivo de James, es decir el nombre real de Iggy). Estaba en mal estado, muy mal.

¿Llamaste “Jim” a Iggy Pop desde el principio?

Sí. Su verdadero nombre es James Osterberg. Siempre lo llamaba Jim, nunca Iggy. Él mismo se puso Iggy cuando tenía 18 años, porque su primera banda se llamaba The Iguanas. David siempre lo llamaba Jimmy cuando estábamos en Berlín. Sus padres lo llamaban Jim. Iggy es su nombre artístico. Y realmente son dos personajes diferentes. Está Iggy. Y luego está James.

¿Cuál es la diferencia entre ellos?

Es una GRAN diferencia. Iggy es 99 por ciento intolerable. Y James, Jim, es 99 por ciento tolerable.

Iggy nunca mantuvo en secreto el hecho de que estaba tomando muchas drogas por aquel entonces.

Berlín fue como un retiro para descansar y relajarse. Recuperación.

Pero, ¿no fue Berlín Occidental una de las capitales mundiales de la droga a finales de los años setenta?

Sí, pero estos dos no sabían eso antes de que llegaran aquí. Sin embargo, se enteraron rápidamente.

Entonces, ¿dónde estuvo el descanso y la relajación?

Lo dije más en términos de una reconciliación interior consigo mismo, a pesar de todas las fiestas salvajes. Berlín dejó a Jim en paz. En Berlín, simplemente podría ser Jim cuando él quería serlo. Simplemente podía sentarse en el bar de la esquina y tomar una cerveza. Le encantaba eso. David ya estaba interesado en la literatura y el arte que había salido de o se había establecido en Berlín. Como la novela de Christopher Isherwood de 1939, “Goodbye To Berlin”, o las pinturas de los artistas del grupo Die Brücke. Estas cosas fascinaron a David, y él arrastró a Jim. A menudo iban al Museo Brücke. “The Passenger”…

…El mayor éxito de Iggy Pop …

…es un himno al S-Bahn de Berlín, es decir el sistema de trenes de la ciudad. Jim viajaba en él casi todos los días. Los paseos le inspiraron a escribir esa canción. Especialmente el S-Bahn que iba hacia el lago Wannsee. Jim y David también viajaban regularmente a Berlín Oriental, en un Mercedes que manejaba el chofer de David.

¿Y qué te trajo a Berlín?

Me mudé aquí con mi novio Norbert. Nos conocimos en Mannheim, donde crecí. Norbert no quería ser reclutado en el ejército de Alemania Occidental. Y si uno vivía y estudiaba en Berlín Occidental, estaba exento. Así que decidimos ir juntos.

¿Cuál era la onda en Berlín Occidental en aquellos días?

Fue muy especial. Por un lado, había muchos jóvenes de Alemania Occidental que estaban varados allí. Estudiantes, lúmpenes, todo tipo de personajes. Y por otro lado, había un montón de viejos berlineses que nacieron allí. No había nada en el medio. Era un lugar extremo, y así vivíamos.

Entonces, fuiste a una fiesta y conociste a Iggy Pop. ¿Sabías quién era?

No. No sabía mucho sobre música en ese momento. Nunca había oído hablar de la banda anterior de Jim, The Stooges. Eso puede parecer extraño hoy, cuando The Stooges son considerados la primera banda de punk rock. Pero en ese entonces, no significaban nada para mí. La noche que conocí a Jim después del desfile de moda, él era simplemente un tipo cool que hacía música y acababa de mudarse a Berlín.

¿Tus primeras impresiones?

Era muy tímido y no hablaba mucho. En realidad le pidió al baterista Klaus Krüger que me lo presentara. Todo era nuevo para Jim, el idioma, la ciudad. Le di mi número de teléfono, y finalmente llamó. Nos encontramos para tomar un café. Nuestra relación se desarrolló lentamente, porque yo todavía vivía con Norbert. Jim a menudo venía de visita. Norbert era un excelente pianista y pasábamos lindas noches de música juntos. Jim cantaba canciones como “My Funny Valentine”, canciones de Cole Porter y Gershwin. En realidad todo fue muy armonioso.

Y en algún momento ustedes dos se convirtieron en pareja.

Había completado mi formación como fotógrafa y estaba buscando trabajo. Un día Jim me preguntó si quería venir como fotógrafo en su próxima gira. Dije que sí, pero que quería dinero por ello, y mi propia habitación. No quería que me llevaran como una groupie. Entonces su gerencia me llamó y me ofreció un contrato. Así es como llegué a viajar a Copenhague con Jim, para comenzar una gira de dos semanas. Esas dos semanas se convirtieron en siete años.

Y en esos siete años escribió sus éxitos más grandes, como “The Passenger” y “China Girl”.

Sí. En esa gira de dos semanas, David Bowie había acompañado a Jim en el piano. Y la ayudante de David, Coco, también fue a la gira. Ella me envió un correo electrónico recientemente preguntándome si tenía alguna foto de David de ese período. Me tuve que reír: en aquellos días, no me atrevía a apuntar con una cámara a David Bowie.

Esther & Iggy: sus años felices

¿Por qué no?

Es difícil de imaginar hoy, cuando todo el mundo está constantemente tomando fotos con sus teléfonos móviles. En ese entonces, la fotografía era algo especial. Cada imagen contaba. Y David estaba especialmente consciente de las fotografías… De todos modos, estaba tan enamorada de Jim que él era el único que quería fotografiar.

¿Cuáles eran tus planes en esos días?

Mirando atrás, realmente creo que simplemente había hecho un plan para las próximas dos semanas. Fui a un viaje corto y no regresé por siete años. ¿No es eso como un sueño? Necesitás tan poco. Un par de zapatos, unos pantalones vaqueros, algunas camisetas. Esta es una de las cosas que aprendí en aquel entonces – que todas las cosas materiales pueden ser reemplazadas.

El frente del famoso departamento de la calle Hauptstrasse, en Berlin, según Google Maps.

Después de la gira de dos semanas, te mudaste al apartamento de Iggy en la dirección ahora legendaria en el distrito de Schöneberg, Hauptstrasse 155.

Al principio tuve mi propio pequeño lugar en Savignyplatz. No me mudé a Hauptstrasse sino hasta más tarde. David vivía allí en el frente del edificio, el lugar de Jim estaba en la parte de atrás. Era un hermoso y anticuado edificio. Lo calentamos con braseros de carbón. Todavía puedo recordar cuán emocionado estaba Jim cuando el repartidor se acercó para entregar el carbón, y lo cargaba en su espalda sobre un estante de madera. Era un apartamento muy barato. El alquiler fue de 170 marcos alemanes. Había un café gay en el barrio llamado Anderes Ufer (N. “La otra orilla del río”; desde 2003 se llama Neues Ufer, “La nueva orilla del río”; esta es una metáfora en alemán similar a “la vereda de enfrente” que se usa en castellano). Fue uno de los primeros lugares en Berlín donde se podía conseguir un verdadero cappuccino con leche al vapor. Algunos tipos duros de una pandilla de motociclistas llegaron un día y destruyeron el lugar. David acababa de llegar a casa y encontró a la gente llorando entre las ruinas. Entonces, de la nada, donó una nueva vidriera. Creo que la gente de allí quedó para siempre agradecida.

¿Es cierto que una noche un punk encerró a Iggy en una cabina telefónica?

Sí, eso sucedió a las tres de la mañana. Las cabinas de teléfono en esos días realmente tenían cerraduras. Jim acababa de salir de la discoteca Dschungel que estaba ubicada en Nürnbergerstrasse y entonces me llamó. Me dijo: “¡Escuchame, acaban de encerrarme en una cabina telefónica y tenés que ayudarme!” Le dije: “Buscate una historia mejor que esa. ¿Qué estás haciendo llamándome a las tres de la mañana y despertándome?”. Luego colgué.

¿Por qué hiciste eso?

…Tal vez la mejor manera de explicarlo sea esta: a las tres de la mañana no era Jim quien estaba llamando. Era Iggy.

El punk rocker enojado.

Sí, el pobre… Se quedó en esa cabina telefónica hasta las seis de la mañana. Un taxista lo encontró y lo sacó con una llave maestra. Hasta el día de hoy, no sabemos quién lo encerró allí.

Por entonces estaba la disco Dschungel en Schöneberg, y en Kreuzberg estaba el club SO36, fundado por el artista Martin Kippenberger.

Recuerdo la vez que Martin me llamó a medianoche y me preguntó si podía traer algunas diapositivas de la gira de Jim. Quería tener una pequeña presentación de diapositivas en el club. A menudo David, Coco, Jim y yo íbamos a SO36. David ya era bastante famoso, pero todavía podía aparecer sin guardaespaldas. Los pibes se acercaban a él, pero todo era muy pacífico.

Iggy Pop y David Bowie jugaban duro y trabajaban duro. Iggy dijo tiempo más tarde que el álbum “Lust For Life” fue escrito “con una dieta de cerveza alemana, vino tinto, pan negro, cocaína y salchicha alemana”...

Bueno, no podía cocinar en absoluto en ese entonces (Risas). Pero durante esos años, David produjo su trilogía de Berlín, los álbumes “Low”, “Heroes” y “Lodger”. Jim hizo “The Idiot” y “Lust For Life”. Sigo pensando que estos son sus mejores álbumes.

¿Podés recordar la primera vez que escuchaste “China Girl”?

Sí, recuerdo que Jim la estaba tocando para mí antes de que estuviera terminada. Al principio, se quedó con David mientras su propio departamento estaba siendo renovado. Tuvo que presentarme, porque la regla era que a nadie se le permitía entrar en ese apartamento a menos que David estuviera de acuerdo. Así que estaba sentada en una de las siete habitaciones de David. Jim me dio auriculares, y escuché la grabación.

¿Pudiste estar con ellos cuando trabajaban juntos en los estudios Hansa?

No al principio. Pero eventualmente, David aprendió a confiar en mí. David era muy bueno produciendo a Jim, a pesar de que sus sonidos eran tan diferentes. Esa es una de las grandes cosas de David, la capacidad de recuperarse un poco y concentrarse en el artista que está produciendo. Hizo esto con Lou Reed también. David realmente quería sacar lo mejor de Jim.

Estuvieron en Berlín juntos durante dos años, y luego seguiste tu camino. En 1980, Iggy Pop fue citado por la revista Sounds diciendo: “Berlín fue especial durante un tiempo. Hoy hay demasiados artistas, demasiada gente en jeans color de zanahoria. Idiotas. Abandoné el departamento en Berlín y me estoy mudando a Nueva Orleans”.

Nunca nos mudamos a Nueva Orleans, por supuesto, pero a Jim le gustaba la idea de vivir en una ciudad americana donde hablaban francés. En realidad fuimos a Nueva York. Fue una época loca. Todo el mundo parecía vivir en Nueva York en aquellos años. Todo el tiempo nos encontrábamos con Andy Warhol. David estaba actuando en una producción teatral de “The Elephant Man”. Para nosotros, dejar Berlín y ir a Nueva York fue definitivamente lo correcto.

También pasaron tres meses en Haití juntos. Ahí es donde tomaste la foto para la portada del álbum “Zombie Birdhouse” de Iggy.

Eso fue en 1981. Jim había estado allá antes con un amigo y le gustó. Queríamos relajarnos en Haití durante unas semanas, pero se convirtieron en tres meses. Fue horrible.

¿Horrible?

En nuestra primera noche, fuimos a una ceremonia de vudú. Jim se quitó la ropa de inmediato y se puso a bailar. El sacerdote vudú no pensó que fuera muy gracioso. Nos puso una maldición. No creo en cosas así, pero de todos modos, las semanas siguientes fueron increíbles. Jim siempre se perdía, gastaba todo nuestro dinero en bebidas y finalmente lo encontramos en una de las calles. Estaba fuera de control. Estábamos quebrados. Tuve que trabajar para un dentista belga como asistente y arrancar dientes para financiar nuestros vuelos de regreso. La peor noche fue en un restaurante, cuando de repente todo el mundo a nuestro alrededor dejó de hablar. Un barco atracó en la playa, y un grupo de hombres entró al restaurante. Entre ellos estaba el brutal dictador de Haití, Jean-Claude Duvalier, conocido como “Baby Doc”. Le dije a Jim: “Por favor, controlate. No mires hacia él. No le hables. Hace matar a la gente cuando alguien no le gusta”. Tenía tanto miedo. Pero por suerte, Jim me escuchó esta vez. Haití fue una pesadilla.

¿Cómo terminó tu relación realmente?

Fue después de uno de los tours de Jim en Japón. Estaba agotado, y yo también. Volé a Europa sola. Y era obvio para los dos que todo había terminado.

¿Así, sin más?

Sí. Él no quería una gran discusión, y yo tampoco. Dejé de llamarle. Dejó de llamarme. Eso fue todo. Eso fue en 1983. Su madre todavía me llama, sin embargo. Y entonces Jim se casó con una mujer de Japón. No es una persona nostálgica. Nunca mira hacia atrás, sólo hacia delante. Y yo también soy así. La nostalgia es agradable, pero tenés que seguir mirando hacia adelante, de lo contrario te quedas atascado en el pasado. En los últimos años, hemos estado de nuevo en contacto. Si él está haciendo un espectáculo en algún lugar cercano, voy allí, y conversamos un poco detrás del escenario. Luego me vuelvo a casa.

¿Por qué creés que ustedes dos se juntaron, en primer lugar? ¿Has descubierto algún paralelismo en sus biografías?

Jim venía de una situación familiar difícil. Su padre era huérfano, adoptado a los 14 años por una familia que vivía en un parque de remolques. Jim vivió una vida bastante inquieta desde una edad temprana. Le encantaba estar en gira, estar en el camino.

¿Y tu familia?

Vengo de una familia judía. Mis padres fueron sobrevivientes del Holocausto. En la década de 1950, se mudaron a Nueva York conmigo. Después que mi madre murió, volví a Alemania. Pero la idea de tener un hogar nunca fue tan importante para mí. Jim y yo éramos gente inquieta.

Durante el período en el cual ustedes dos estuvieron juntos, en esa transición de los setenta a los ochenta, un periodista británico llegó a describir a Iggy Pop como “un fisicoculturista que acababa de salir de la tumba”…

Jim ha sido bendecido con un buen cuerpo. Simplemente se veía genial sin tener que hacer mucho para lograrlo.

El pasaporte de Iggy expedido en 1977, fotografiado por Esther

Y le gusta quitarse la ropa en el escenario.

Era su manera de atraer la atención. Es muy perceptivo y sensible. Recuerdo la primera vez que lo vi cortándose a propósito con una botella rota en escena. Así es como lograba acaparar la atención absoluta de todos. Lo hacía frecuentemente en esos días, cuando sentía que la audiencia estaba distraída.

¿Alguna vez esperaste que viviera tanto tiempo?

Sí, Jim siempre tuvo una buena constitución. David era físicamente más tierno. Hoy apenas notás todas esas cosas que Jim se hizo a sí mismo. Claro, vos ves su edad; después de todo, él está promediando sus sexta década. Hace poco estaba viendo un video de él en YouTube y podía notar que sentía dolor en el escenario. Estaba actuando, pero pude ver que estaba cojeando. Hace unos años se lastimó gravemente después de hacer stagediving en la audiencia. Tuvieron que cancelar el tour. Pero por lo demás todavía se ve en forma, y todavía tiene el pelo largo. Prefiero verlo con el pelo más corto, en realidad – creo que se ve mejor con él. En los días en que estuvimos juntos, nunca se le habría ocurrido que alguna vez sería incluido en el Rock and Roll Hall Of Fame. Nunca. No estaba vendiendo muchos discos en ese entonces. Pero a su manera, dejó su marca en el rock’n’roll.

Y sobrevivió …

Tal cual. E incluso sobrevivió sin venderse.

Después de que ustedes dos rompieron, vos te convertiste en una exitosa galerista de arte, primero en Heidelberg, luego en Frankfurt. Entre los artistas que representaste estaba el artista de luces James Turrell. Hoy sos asesora y consejera de coleccionistas de arte. ¿No pensaste en volver a Berlín?

Lo he pensado. Después de la caída del muro, incluso alquilé un lugar en Berlín porque estaba pensando en trasladar mi galería allí. Pero era extraño. No podía sacarme de la cabeza los años con Jim. Y yo quería seguir mirando hacia adelante. Así que me quedé en Frankfurt. Pero claro, si yo fuera 20 años más joven, me mudaría a Berlín mañana.

A principios de este año (N. el reportaje es de 2013), una nueva canción de David Bowie salió de la nada, “Where Are We Now?”. La dedica al tiempo que pasó en Berlín – tu tiempo en Berlín.

Me gustó de inmediato. Coco me la envió. Parece que él se sentía prácticamente igual que yo en esos tiempos. Es nostálgico, pero no triste. Es un bonito recuerdo.

Esther hace unos pocos años, exhibiendo las fotografías históricas… ¡que estuvo a punto de tirar a la basura!

¿Qué te hizo decidir publicar tus fotos de esa época?

Tenía una canasta en casa, llena de fotos y otros recuerdos de los años con Jim. En realidad iba a tirar todo. Pensé: “Dios mío, ¿para qué querés guardar todo esto?”… Entonces hablé con mi vecino Stefan Weil, un diseñador. Resultó que es un gran admirador de The Stooges. Me convenció para salvar las fotografías. Me dijo que debían publicarse, y nunca dejó de recordármelo.

Una última gran pregunta: cuando mirás hacia atrás y recordás esos años, ¿cuál creés que es el rasgo definitorio de tu generación?

Nunca pensamos en nuestro futuro. Cuando las personas mayores nos exhortaban a pensar en el futuro, nunca escuchábamos.

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