PACIENTE: DEFTONES“Ohms” (Reprise Records, 2020)

HISTORIA CLÍNICA: Así que era acá, entonces, en el año de la fiebre, donde los Deftones iban a volver. Y no, no se habían ido a ningún lado, pero gran parte de la inspiración y del capital compositivo de la banda había aparecido casi en forma de ecos tímidos y esporádicos en su anterior trabajo, “Gore”. El golpe anímico de perder a su bajista histórico Chi Cheng, quien falleció después de haber estado en estado casi inconsciente durante cinco años tras sufrir un accidente automovilístico, les había jugado una muy mala pasada. Sobre todo a Stephen Carpenter, violero, co-compositor y contrapeso artístico de Chino Moreno, el otro líder del grupo.

Es que el motor de la creación de los californianos no es otro que la quintaescencia del rock and roll: una tensión constante entre los egos y las influencias compositivas del violero y el cantante, cuyo balance es de una química perfecta y termina por definir la personalidad de la banda. Acá vamos: primer acorde de “Genesis” y la producción de Terry Date dice presente presentando ese sonido seco y asesino que caracteriza al productor, que dota a las guitarras de un poder devastador levantando un riff del tamaño de un tsunami; en medio del caos, ahí viene Chino Moreno, surfeando en medio del infierno. Este recurso no es nuevo, pero qué bien que lo hacen…

“Ceremony” crece apoyándose sobre una línea de bajo y con Moreno usando su registro más alto, con esa emotividad tan característica: estribillo = pared de distorsión + fraseo vocal gritado, fórmula que fluye y es el bypass perfecto para “Urantia” que arranca con un riff machacado, conducida por una línea vocal que evoca a sus momentos más brillantes de “Diamond Eyes” o del mismo “White Pony”.

Es curioso, a excepción quizás de algunas armonías atípicas usadas en “Pompeij” o algún guiño al noise en “Radiant City”, que no haya nada realmente nuevo en “Ohms”.  Y sin embargo, todo suena refrescante, inspirado, porque no podemos decir que “Error” con su marcha más rápida o “Spell Of Mathematics” con Moreno en su registro “ataque de ansiedad” sean realmente novedosas; no obstante, el estímulo que generan en el oyente es la misma sensación de escuchar a una banda nueva, con personalidad propia e infinitamente cautivadora por primera vez.

Hay un encanto particular en “Headless” que posee ese puente etéreo que da una sensación de suspensión hasta que la canción se recompone nuevamente y continúa su marcha. El final con “Ohms” y ese riff de característica pentatónica en su comienzo y la batería marchando de forma más plana es sencillamente un cierre brillante. Implacable. Impecable. 

DIAGNÓSTICO: Esa capacidad de construir atmósferas con una pasividad tensa, angustiosa y emotiva que erupciona en el timing perfecto, contraponiendo elementos que pareciera imposible que convivan en piezas musicales y que, en efecto funcionen, es quizá lo que conforma la identidad de Deftones y también, lo que los hace únicos e irrepetibles. Por fortuna, la alquimia se restituye de la mejor manera posible en “Ohms”, con canciones de un nivel realmente superlativo, que contienen todo lo que enamora de la banda y algunos (pocos) nuevos elementos, necesarios y bienvenidos para seguir reinventándose disco a disco.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here