Admitámoslo de una buena vez y continuemos con nuestras vidas: la gente pierde su religión todo el tiempo. Sucede de muchas formas. Y la exitosísima canción de 1991 de R.E.M., «Losing My Religion», que hoy 19 de febrero cumple 30 años, le ha hablado a tanta gente que atraviesa esa experiencia que cabe preguntarse si el cantante y compositor Michael Stipe tuvo una crisis similar cuando escribió su letra… «No tanto», según él mismo afirmó en una entrevista con la radio holandesa Top 2000 A GoGo. “El tema no tiene nada que ver con la religión”, remata… y antes de que pierdan la fe, la religión, la orientación y el sentido, no se pierdan los detalles que ya mismo llegan.
Si ya se repusieron de esta revelación, continuamos: ¿qué quiso decir Stipe? La letra proviene de un antiguo coloquialismo del sur de los EE.UU. que significa que ha sucedido algo tan perturbador, algo que desafía tu fe a tal grado «que podrías perder tu religión». La canción no tiene nada que ver con la religión, pero el título es significativo: si estás «perdiendo tu religión» por una persona, estás perdiendo la fe en esa persona y cuestionando la relación. Stipe usó esa vieja frase como una metáfora del amor no correspondido, como un tipo diferente de fe con todos sus vaivenes, que describe en términos dolorosamente tentativos: «Quedarse atrás, luego tantear hacia adelante, luego retroceder nuevamente, luego tantear hacia adelante».
Stipe también explica otra de las ambigüedades de la canción que se esconden dentro de la elíptica letra: «Lo que más me entusiasma es que nunca se sabe realmente si la persona a la que me dirijo es consciente de mí, si es que siquiera sabe que existo. Es esta cosa realmente llorosa y sincera que encontró su camino en una de las mejores piezas musicales que la banda me haya dado». Es la embriagadora confusión de un enamoramiento romántico elevado a las alturas del santo sufrimiento. Una inquietante versión alt rock de canciones de amor clásicas de los EE.UU. como «Earth Angel». Dado el rol de la devoción en tanta práctica religiosa, no hay razón para que la canción no pueda seguir hablando de perder la religión, para los oyentes, pero ahora sabemos lo que el propio Stipe tenía en mente… Dicho sea de paso, hablando sobre la canción en el programa de Netflix «Song Exploder», Stipe reveló que la letra sobre el amor obsesivo está fuertemente influenciada por «Every Breath You Take» de The Police, a la que considera «la canción más hermosa y espeluznante».
Algunos otros datos divertidos sobre este gran éxito: Stipe grabó la canción casi desnudo y algo cabreado; recuerda estar acalorado y molesto cuando grababa su voz. La letra necesitaba una cierta sensación que era difícil de lograr en el estudio, por lo que grabó muchas tomas. No estaba contento con el ingeniero, que parecía perdido. «Estaba muy molesto», le dijo a Top 2000. «También me acaloré porque estaba muy nervioso, así que me quité la ropa y grabé la canción casi desnudo» (!). Otro dato es que la canción originalmente se llamó «Sugar Cane» (caña de azúcar) cuando la banda la grabó en un demo en un estudio de Athens, Georgia, allá por julio de 1990.
¿Y su baile anguloso y torpe en el video de los 90 dirigido por Tarsem Singh, arriba? Se inspiró en la danza de San Vito de Sinead O’Connor en el video «The Emperor’s New Clothes» de la década de 1990 y asimismo -no es de extrañarse- en los movimientos «fascinantes» de David Byrne de Talking Heads en sus shows de «Once In A Lifetime». El baile de Michael Stipe es el hilo que une al video, mientras se mueve como si estuviera en medio de una revelación, un contraste con todos los demás personajes que apenas se mueven. Inicialmente no iba a bailar: el guión lo hacía cantar distintas partes del tema en varias poses, pero cuando lo filmaron, no funcionó en absoluto. Esto puso en peligro la gran producción de Singh; se puso tan molesto que fue al baño a vomitar. Cuando salió, Stipe dijo: «Dejame intentar bailando». No hubo coreografía: Stipe simplemente se dejó llevar por las inspiraciones mencionadas y los resultados fueron sublimes.
En cuanto al video en sí, el concepto se basa en parte en la novela «Un Hombre Muy Viejo De Alas Enormes» del escritor Gabriel García Márquez, que cuenta la historia de un ángel que cae del cielo y es exhibido con fines de lucro en un «freak show». Stipe es fan de Márquez y toda la idea de la obsesión y el amor no correspondido es el tema central de la obra maestra del autor, «El Amor En Los Tiempos Del Cólera». De hecho la primera línea de esa novela dice «Era inevitable: el aroma de las almendras amargas siempre le recordaba el destino del amor no correspondido».
Si bien la compañía discográfica vio de inmediato el potencial de hit de la canción, el bajista Mike Mills expresó su sorpresa inicial por su elección de «Losing…» como el primer single de «Out Of Time» (1991), el séptimo disco de estudio del grupo: «Esa fue una gran idea. No tiene ningún sentido, tiene 5 minutos de duración, no tiene coro y una mandolina es el instrumento principal. Es perfecto para R.E.M. porque transgrede todas las reglas»… Este período vio a la banda desarrollar aún más su lado melancólico y folk, pero el álbum que produjo esta canción también trajo «Shiny Happy People», la canción más pop y optimista que REM -y tal vez cualquier otra banda- haya grabado jamás, un verdadero testimonio de su rango emocional. Y que los invitamos a escuchar aquí debajo para celebrar este aniversario con todos los detalles… y todo el sonido.
Periodista especializado en artes, espectáculos, gastronomía y cultura pop. Co-fundador de las revistas argentinas Riff Raff (entre 1985-86) y Madhouse desde 1989 hasta 2001. Director del primer fanzine de habla hispana dedicado a Kiss y autor junto a Carlos Parise del libro «Heavy Metal Argentino» (1993).