PACIENTE: ALCATRAZZ – «Born Innocent” (Silver Lining Music, 2020)

HISTORIA CLÍNICA: A pesar de ser uno de sus referentes desde su inolvidable paso por el Rainbow de Ritchie Blackmore, Graham Bonnet siempre fue un outsider en lo que a los convenios del rock pesado se refiere. Su pasado por el dúo pop The Marbles, su pelo corto con jopo a lo James Dean y su énfasis en los sacos y pantalones pinzados en vez del clásico atuendo de cuero, se contraponía con una voz perfecta para los estándares del género. A pesar de eso, Graham nunca abandonó su relación con el hard rock, ya sea a través de colaboraciones (Impelitteri, Anthem), sus discos solistas y obviamente Alcatrazz, la banda que formó en 1983 buscando capitalizar el éxito de su paso por Rainbow y en la que contó con monstruos como Yngwie Malmsteen y Steve Vai en las guitarras.

Luego de un periodo de ostracismo, el británico formó su propia banda solista junto a su pareja la bajista Beth‐Ami Heavenstone, proyecto que derivó en una nueva reunión de Alcatrazz, la cual incluye -además de Graham- a los históricos Gary Shea en bajo y Jimmy Waldo en teclados y las nuevas incorporaciones Joe Stump en guitarras y Mark Benquechea en batería.

“Born Innocent” es el cuarto álbum de estudio de la banda además del primero en 34 años y desde el comienzo, con el tema-título, deja a las claras que la propuesta está más ligada a la vertiente más pesada del grupo. El despliegue de poder sigue con “Polar Bear”, a puro power metal melódico al igual que “Paper Flags”, las cuales a pesar de su potencia se combinan a la perfección con momentos más rockeros como “I Am The King” (compuesta por el recientemente fallecido Bob Kulick) o “Something That I’m Missing”, y la épica prog de “Warth Lane” dándole al álbum una saludable variedad. Y a pesar de que el viejo Graham a los 72 años parezca tener su garganta siempre al límite, eso no le impide darle brillo a las melodías que acompañan interesantes momentos como “Finn McCool” con sus aires celtas, la oscura “London 1666” y el aporte del gran Steve Vai en “Dirty Like the City”

DIAGNÓSTICO: No obstante el paso del tiempo, una de las leyendas del hard rock y sus viejos compañeros demuestran que la magia sigue intacta, en un disco dinámico, vibrante y conciso, ideal tanto para los seguidores clásicos, como para las nuevas generaciones de fans.

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