PACIENTE: QUEENSRYCHE «The Verdict» (Century Media, 2019)

HISTORIA CLÍNICA: Si bien tras la ida del guitarrista y principal compositor Chris DeGarmo algo de la magia de Queensrÿche se perdió definitivamente, la partida en 2012 del cantante Geoff Tate (digna de un culebrón mexicano) amenazó seriamente con poner fin a la banda tras casi cuatro décadas de carrera.

Pero tras las adversidades, queda en claro que Queensryche es un hueso duro de roer, y tras dos discos que al parecer quisieron reacomodar al grupo tras la tremenda y casi vodevilesca pelea por los derechos del nombre (el cual quedó en manos del tándem fundador: el baterista Scott Rockenfield, el bajista Eddie Jackson y el guitarrista Michael Wilton) llega «The Verdict», tercer disco del quinteto con Todd La Torre tras el micrófono. Y es precisamente el ex Crimson Glory el que se pone el legado de la banda al hombro, no solo mostrando un gran nivel como vocalista (cada vez más despegado de la sombra de su antecesor) sino también encargándose de la batería tras la licencia por tiempo indeterminado de Rockenfield por razones familiares y cumpliendo con creces con la tarea.

El tema apertura «Blood Of The Levant» marca la pauta de este decimoquinto disco del quinteto, mostrándolos aguerridos y pesados,  a medio camino entre un sonido moderno y la impronta clásica, además de contar con una letra eficaz que remite al conflicto sirio. Por su parte, «Man In The Machine» continúa en la misma senda agregando una línea un poco más melódica que se enfatiza en «Light Years», uno de los momentos más destacados, no solo por la eficaz labor de La Torre, sino además por remitir a la búsqueda sonora circa el clásico «Empire» (1990)

Es que los necesarios links al pasado (como los aires orientales de «Inside Out» que evocan al experimental «Promised Land» o los juegos vocales a la «Operation: Mindcrime» de la lograda “Propaganda Fashion”) le dan a la banda la soltura necesaria para arrimarse sin miedo tanto a terrenos progresivos, como lo demuestra la excelente «Bent», como a sonidos más oscuros y modernos como en «Dark Reverie» (el debut como compositor del guitarrista Parker Lundgren)

DIAGNÓSTICO: Apoyándose en el pasado e impulsado hacia el futuro, Queensrÿche nos muestra por un lado la paradoja de que finalmente logró sonar a Queensrÿche casualmente (¿o no?) cuando menos integrantes originales tiene en sus filas; en tal sentido, este álbum obtiene el veredicto de ser su mejor trabajo desde el comienzo de esta nueva etapa.

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