
Hernán Espejo es uno de los músicos más completos de la escena local. Durante 35 años de carrera, ha dejado su impronta en grupos como Vrede, Bandera de Niebla, Dragonauta, El Siempreterno, Baxaxa y Los Delicados, entre otros. Recientemente se ha incorporado a Pez, a la vez que mantiene vivo su proyecto solista; Compañero Asma. Es con esta encarnación que ha lanzado “Asthma Attack Vol 25”, un homenaje metalero a su hermano Gonzalo, integrante de grupos como Vrede, Raíz y Plan 4, fallecido en 2022. Con la ayuda de cantantes amigos como Walter Meza, Mimi Maura, Gabriel Raimondo, Kanario Compiano y Cesar Andino, Hernán rinde un tributo musical a su hermano a través de la música de la que se enamoraron de niños.

Recientemente sacaste el “Asthma Attack” que es como un homenaje a Gonzalo y, ya sea Oasis, Black Crowes o The Kinks, siempre que se piense en banda de hermanos, uno lo asocia al conflicto. Si bien creo que ustedes solo compartieron Vrede, quería que me comentaras como era la dinámica musical entre ustedes, desde chicos.
Nosotros empezamos desde muy chiquitos, empezando con un órgano familiar y unos tachitos. Nuestra madre era maestra jardinera y tenía como cosas de percusión para los chicos y Gonzalo tocaba con eso y unos palitos chinos para comer. Y enseguida empezamos a hacer nuestras canciones, con una guitarra Faim y amplificadorcito, con un grupo que le pusimos Hergon, por nuestros dos nombres. Hacíamos casetes y se los mostrábamos a algunos amigos. Eran cosas medio infantiles, que tenían humor. Después tuvimos algunos grupos con los que llegamos a tocar en vivo y grabar demos. Siempre nos costó encontrar bajista. Cuando encontramos uno hicimos Vrede y debutamos en el 91, con un cantante invitado, en una fecha abriendo para Massacre y Cadena Perpetua. Después se va ese bajista, que era bastante virtuoso, y nosotros queríamos algo más directo. Asi qué lo fui a buscar a El Pastor (Claudio Filadoro), que vivía en frente de casa, y le enseñé a tocar el bajo. Ahí se sumó Gaby Raimondo y Vrede empezó a ser algo más serio. Y con Gonza componíamos con él llevando algún groove de batería o yo llevando algún riff, con los dos sugiriéndonos cosas, arreglos. Era una convivencia que funcionaba muy bien. Siempre disfrutamos tocar juntos.
Pienso, de esos primeros años, en la ambición de Vrede. Porque siempre fue una banda muy diferente, muy rara…
Estábamos muy influenciados por Sepultura y el gran éxito que habían tenido siendo originales, haciendo buena música. Nos parecía que, si íbamos a tener alguna chance de competir desde acá, tenía que ser con música que fuese original. También éramos muy eclécticos en lo que escuchábamos. Teníamos la suerte de que mi viejo viajaba mucho y nos traía los discos que veíamos en las revistas. Solíamos frecuentar la disquería Excalibur donde conocimos a algunos de los chicos de MADHOUSE que nos pasaban música y también desde la revista bancaban grupos que no habían explotado aun, como Soundgarden o Faith No More. Digamos que le ganábamos un poco a los colegas porque estábamos buscando esa novedad.

Lo interesante es que, a la hora de hacer este EP nuevo, podrías haber recapturado la esencia de Vrede, sin embargo, te fuiste para otro lado.
Es rara la historia. En la época que se habían habilitado los shows durante la pandemia, Sergio Rotman presentaba su disco solista, donde yo había grabado unas guitarras, entonces me llamó para que toque en el show. Yo había tocado dos años con Sergio y Mimi Maura en El Siempreterno y antes de ese show Sergio me dijo “Mimi te quiere proponer algo”. Ella me propone hacer un grupo de hard rock, porque como ella se había criado en Estados Unidos durante los 80, escuchaba Dokken, Scorpions, Bon Jovi, que era lo que escuchábamos nosotros también en esa época. De hecho, en 1990, cuando tocó Bon Jovi en Vélez, fuimos muchos de los thrashers, porque era de las primeras veces que venía algo con un mínimo de distorsión después de muchos años. Y cuando me propuso eso, empecé a hacer canciones y le propuse a Gonzalo tocar, porque tenía la ilusión de tocar de vuelta con él. Llegué a completar tres o cuatro canciones, pero Mimi se fue a vivir a Puerto Rico y Gonza falleció y ahí quedo todo. El año pasado, escuchando esas canciones, me parecían que estaban buenas y pensé en el disco solista de Tony Iommi donde tiene muchos cantantes invitados. Pensé al principio en sacarlo como Espejo, en un tributo a Gonzi también, pero después encontré que hay un solista que usa ese nombre y que, además, lo iba a escuchar mucha menos gente si lo sacaba así. Y lo lleve hacia Compañero Asma porque, siendo un proyecto solista, puedo permitirme jugar con esas cosas. Porque Compañero tiene discos electrónicos, de canciones, experimentales, entonces puede tener una cara metalera también.
Algo que tiene el EP, y que se relaciona con toda tu carrera, es la variedad. Vos pasaste por muchos grupos, y en todos tenés una forma diferente de tocar, un sonido diferente. Los guitarristas generalmente buscan un sonido que sea su sello y lo mantienen toda la vida. Vos medio te desprendes de eso, y a la vez, es medio tu sello…
Sí, pero los elementos son siempre los mismos. De hecho, uso la misma guitarra desde el ’94. Creo que mi humilde aporte es que mi guitarra no tenga que ver solo con lo que puede ser el rock pesado, sino traer cosas de muchos lados. Desde muy chico que escucho cosas diferentes, sea Spinetta o Sonic Youth. Entonces siempre trato de encontrar colores diferentes, cosas que no sean trilladas. Mis ídolos de guitarra tienen esa búsqueda también, como Piggy de Voivod. Yo tengo 53 años, entonces mucho del gusto para los de nuestra generación está anclado en la llamada música progresiva. O sea, Pescado Rabioso era considerado un grupo progresivo. Crecimos con esa ilusión que hacer música de autor implicaba tener tu personalidad. Y los modelos eran Fripp, Zappa, Spinetta. Asi que es algo completamente deliberado, de lo contrario sería muy aburrido. Y esa es mi idea.
Yendo tema por tema, “Para Renacer”es como una carta de amor al heavy metal. Me gusta porque, cuando no te conocía, veía que hablabas de grupos como Can, Neu o Julian Cope, pero nunca renegabas del heavy metal. Y esto creo que tiene que ver con eso…
Está bueno no renegar nunca de esa idea de hacer música en una habitación, con cierto espíritu adolescente. Pero te puedo confesar que, después del fin de Vrede, estuve un poco enojado con el género, con la prensa, con la gente que no respondía. Aproveché para cultivarme en otras músicas, pero sabía que iba a volver, porque era mi adolescencia, y todo puede convivir armoniosamente. Y más en este momento para un melómano como uno, con la disponibilidad y el acceso que hay a todo, en vez de quedarse en un estilo. En el metal pasa mucho que hay gente que prefiere escuchar el peor disco de X banda, antes que los Beatles. No es mi caso. Y lo llamé a Walter (N: Meza) porque lo conozco desde antes de Horcas, cuando él tocaba en Delay, con El Tordo de Massacre. Siempre me gustó, tiene un gran estilo. En “Para Renacer” traté de hablar de lo lindo que fue no haber tenido que ir a buscar músicos por otros lados, por haber crecido con un hermano que le interesó la música desde chiquito y que fue virtuoso en su instrumento. Yo me llenaba la boca de orgullo hablando de él. Yo sabía que para mis canciones tenía el baterista asegurado.
Yendo a eso de la amplitud musical, ahí puede entrar “Ave Liviana”, con Mimi Maura, que es una especia de doom tropical...
Esa es una canción que había llegado a demear para el proyecto de hard rock, cuando tenía una batería electrónica. Después cuando escuchó la versión con batería real, Mimi le cambió algunas cosas. Sobre todo, desde la forma de cantar, donde le puso su impronta. La verdad es que tenemos una raíz latina que no podemos ocultar. Ella viene desde lo tropical, nosotros quizás tenemos un espíritu tanguero. En la búsqueda de originalidad de Vrede, en las letras, por ejemplo, había un nivel de dramatismo casi tanguero. Fíjate que incluso los tangueros, en pleno éxito, seguían cantando a la tristeza y a la melancolía; lo mismo con los boleros. En el contexto de un disco dedicado a un hermano fallecido, es normal que eso salga.
Después está “Venganza” con Gaby Raimondo. Lo interesante es que podrían haber hecho algo a lo Vrede, sin embargo salió algo medio a lo Taura, la banda que tuvo Gaby luego de Vrede.
Sí, es algo mas hardrockero, épico, que le quedó muy bien. Y tiene cierto elemento pop también. Salvo los bajos y la voz de Walter, fue grabado todo de forma virtual. Con Gaby particularmente porque vive en España, pero en general lo que hacía era grabar las guitarras en casa y mandarle el reamp a Seba Barrionuevo y él me devolvió la distorsión, probando cosas. Salió bien, no es lo mejor que sea tan impersonal el proyecto, pero es la forma que encontré para llevarlo a cabo.
“La Advertencia” está bueno con el Knario cantando medio bajo.
El Knario es especial, por haber trabajado y convivido con Gonza tantos años. Y Cesar (N: Andino) se vino de Santa Fe para el tributo, con el bastón, me pareció un lindo gesto y me parecía que quedaba bien la combinación de voz grave y aguda de ambos. Sabía que a Knario le gustaba Bunbury, Pete Steele, ese tipo de cantantes, entonces lo llevamos para ese lado. Cesar hace algo completamente diferente. Intenté que cantaran juntos, pero no le encontraba la vuelta. Pensé en subir la canción con las dos versiones, pero en un momento logré la amalgama, con una estrofa cada uno y quedó bien. Es una canción que tiene un riff en la onda “We Rock” de Dio o “Bark At The Moon” de Ozzy. Es algo que yo siempre traté, dentro de las variedades del rock pesado que me gusta, que todos los proyectos en los que participé, tengan algo de ese estilo.

LA MÚSICA COMO RAÍZ DE UNA PASIÓN
Siguiendo lo de la amplitud musical, me llama la atención como, por ejemplo, los directores de cine están siempre viendo películas, pero no es tan común que los músicos estén escuchando música, sobre todo acá, por más extraño que suene. Y vos siempre fuiste lo contrario a eso: ¿Le buscaste respuesta alguna vez?
Yo tengo que ser muy agradecido de mis viejos que me mandaron con mucho esfuerzo al Liceo Francés. Si hay algo que tienen los franceses es el método, además de la dedicación a la cultura en general; la historieta, el cine, la música, la comida…entonces entendí que, si me gustaba la música, lo lindo era que le pusiera esa dedicación. El método era estudiar y sumergirse, conseguir las revistas internacionales, estudiar el idioma para entenderlas. En el ’91 pude ir dos meses a Paris, y me iba a la hemeroteca del Pompidou y leía las (N: revistas) Inrockuptibles y me ponía a investigar. Salía algo sobre el movimiento shoegaze y me arriesgaba a comprar algún casette. O quizás por cosas que te pasaban los amigos.
El boca en boca…
Me acuerdo que en el 88 un amigo me regaló “Daydream Nation” de Sonic Youth porque a él no le había gustado. Lo mismo con “Bedtime For Democracy” de Dead Kennedys. Es una mezcla de curiosidad y dedicación. Pero volviendo a lo de los músicos no escuchando música, creo que es más común acá que en otros lugares. Te ponés a ver cosas como el canal de la disquería Amoeba, donde músicos populares muestran las cosas que escuchan o se compran, y te das cuenta que manejan data, que están al día, que hay un interés. Hay como cierto paralelismo entre el músico y el publico también, de ir a lugares seguros.
COMPAÑEROS FRÁGILES E INVENCIBLES
Ahora hace un par de años que estás en Pez. Lo interesante, es que creo que es la primera vez que tienen una segunda viola; y también que el repertorio que eligieron para tocar en vivo, o mismo el disco nuevo, tiende hacia el costado más melódico de la banda.
Es verdad. En un momento en Pez hubo otro guitarrista, Gastón (N: Vandam, ya fallecido), que tocaba en 13 al Diablo y Piel de Apóstol. Pero creo que la única grabación que hay es en el tributo a The Clash, en el que Vrede también participó. Pero yendo al ahora, hay días que hemos metaleado fuerte, como cuando tocamos “Fragilinvencible” entero o en el show con Cienfuegos. Pero en sí, el disco “Ion” es de canciones, pero de guitarras, porque usamos Marshalls y pedales, asi que hay cierto estilo guitarrístico que siempre va a estar presente. Pero en s,í Ariel es un guitarrista muy melódico, puntilloso, de canciones, con progresiones de acordes de mucha riqueza. Y está bueno respetar eso. Ahora se sumó Pepo (N: Limeres, tecladista) de vuelta y se abrió otra paleta de colores en la que está bueno sumergirse.
Hace algunos años habías decidido terminar con Compañera Asma. Pero claramente no pudiste desprenderte. ¿Qué te da Compañero Asma que seguís con él?
Si, varias veces. Al ser solista siempre es más sensible la situación. Hubo épocas donde me parecía que ya estaba, que había dado lo que tenía que dar. Pero después empiezo a hacer canciones, y tienen el mismo color, y es la misma persona. Siempre cito una frase de Oscar Wilde que dice “Ponele una máscara a una persona y te dirá la verdad”. Compañero me sirve para decir un montón de cosas y para también no tomarme todo tan enserio. Es una vía para poner un montón de cosas y una forma de agradecimiento a la música, y poder vivir de ella hace ya más de veinte años, sea tocando, produciendo o laburando como musicalizador. Son distintas facetas de la misma persona. Las veces que lo he terminado me terminé arrepintiendo, asique ya no ceo que suceda esa. Son momentos también. “La Senda” es un disco que quedó muy lindo, lo presente en Strummer y estaba lleno. Después toqué un par de veces más y había una buena cantidad de público. Tiene que aparecer cada tanto y al que le interesa, que sepa que es algo diferente. Me gustaría alguna vez hacer un show mas grande, donde se vea las diferentes paletas de colores del proyecto. Porque hay muchos discos que son de laboratorio, que no fueron pensadas para el vivo. Mientras tanto sigo creando. Tengo un disco nuevo ya que se llama “Misantropía o Diplomacia”. Ya le pasé los demos a los músicos y veré cuando tengo tiempo disponible para grabarlo.

Periodista especializado en música desde 2007 para medios como El Acople, Jedbangers, Rocktambulos, WYWH. Coautor del libro «Stoner Argentino» (2022). Cofundador de la productora «Convergen». Conductor del podcast «Literatura Rockera». Fan antes que todo eso.









Que decir de esta nota….Hernan con los sentimientos inalterados que lo marcan desde chico hace esta nota con recuerdos profundos y que debemos reconocerlos para que queden en nuestro corazón! Rosita y Héctor (a.los papi!)