«A Hard Day’s Night» de los Beatles no es sólo una gran película musical: es una de las mejores películas de todos los tiempos. Esta que hoy cumple nada menos que 60 años fue y sigue siendo una película fundamental y reconocida como tal en su momento: el famoso crítico de cine estadounidense Andrew Sarris incluso llegó a definirla como “el ciudadano Kane de los musicales de rockola”… Algunos podrían argumentar que incluso esa descripción no le hace justicia: dados sus efectos en la cultura pop en general, «A Hard Day’s Night» es probablemente tan influyente como el propio Kane: dejó su marca en los cambios de la práctica cinematográfica, las actitudes culturales e incluso los movimientos musicales de manera notable. De hecho, es imposible exagerar lo influyente que resultó ser esta película ya sexagenaria.

Paul y su abuelo ficticio: uno miente, el otro engaña

LA PELICULA «A Hard Day’s Night» no solo fue popular; fue un filme tremendamente aclamado por la crítica. Incluso fue nominado al Oscar al Mejor Guión (Aunque, curiosamente, ninguno de sus temas lo fue). Anteriormente, las “películas de rock ‘n’ roll” eran ejemplificadas por filmes como «Blackboard Jungle» con Bill Haley o diversos productos de Elvis Presley como «Jailhouse Rock»: narrativas tibias protagonizadas por estrellas de rock con dificultades para actuar. Consideradas como películas que intentaban obtener ganancias aprovechando la fama de un músico, no fueron tomadas muy en serio. Por supuesto, «A Hard Day’s…» también fue hecha para ganar dinero, pero también fue una película ingeniosamente consciente de sí misma, que deconstruyó la creación de una imagen que hay detrás del estrellato del rock aún mientras se refocilaba en el mismo. Y no sólo convirtió a Richard Lester en uno de los cineastas fundamentales de los 60s, sino que también hizo que el cine masivo fuera seguro para el rock… y viceversa.

La entrada del preestreno de la película: ¡cómo se la iba a perder la princesa Margaret!

LOS DATOS DEL ANOCHECER DE DOS DÍAS AGITADOS. Escrita por Alun Owen y dirigida por Lester, la película narra 48 horas ficticias en la vida de John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr en ese momento crucial de la historia en el que la Beatlemanía estaba a punto de convertirse en supernova. ¿Pero sabés qué Beatle conoció a su futura esposa en el set de la película, o a qué futura superestrella del rock y pop de los 70s y 80s se le quitó su pequeño papel en la película? Mientras te ponés a encender las sesenta velitas de la torta, seguí leyendo para descubrir estos y otros datos notables, curiosos y/o poco conocidos sobre «A Hard Day’s Night».

1. ANTES DE ESTA PELÍCULA, A LOS BEATLES LES OFRECIERON FILMAR «LOS OSITOS AMARILLOS» (!) Y SIN USAR SU MÚSICA (!!). Así de delirante: de los muchos proyectos que fueron ofrecidos a la banda antes de «A Hard Day’s Night»,’solo hay data de uno, y eso porque logró concretarse. Similar a tantas otras películas de rock de la época, «The Yellow Teddybears»‘» (literalmente, los ositos de peluche amarillos» vinculaba la música con los males sociales de los adolescentes,en este caso colegialas que usaban un prendedor con un osito como prueba de que habían perdido su virginidad (!); una de esas chicas queda embarazada de su novio, que canta en una banda de rock llamada Kinky Carson and the Embers. Pero los Beatles no quisieron interpretar a la banda porque no iban a usar sus canciones. Paul recuerda que «En 1963 nos ofrecieron una peli llamada The Yellow Teddy Bears. Estábamos entusiasmados, pero resultó que el tipo involucrado iba a escribir todas las canciones y eso no podíamos aceptarlo». De ninguna manera podían. «Ni siquiera queríamos hacer una película que fuera mala e insistimos en tener un guionista auténtico para escribirla», dijo John.

El intento de poner a Paul como doble de riesgo de Ringo no convenció mucho que digamos a Lester.

Fue así que su manager Brian Epstein sugirió al cineasta experimental Richard «Dick» Lester, quien había dirigido el cortometraje de los comediantes británicos Spike Milligan y Peter Sellers llamado «The Running, Jumping & Standing Still Film», que a todos los Beatles les había encantado. «Dick vino a vernos y descubrimos que él también era músico», dijo Paul. «Sabía tocar un poco de jazz en el piano, lo que lo hacía aún más interesante. Era estadounidense pero había estado trabajando en Inglaterra; había trabajado con The Goons (N.: se refiere a The Goon Show, comedia radial popularísima en la Inglaterra de los 60s), eso fue suficiente para nosotros». BONUS: Si sos fan del cine y sus detalles, te contamos que «The Yellow Teddy Bears» se estrenó en EE.UU. con el título «Gutter Girls» y luego volvió a retitularse «The Thrill Seekers».

«¿Van a hablar de Ringoismos? Soy todo oídos»

2. EL TÍTULO «A HARD DAY’S NIGHT» SE TOMÓ DE UNO DE LOS FAMOSOS «RINGOÍSMOS». Los títulos provisionales que se barajaron para nombrar la película fueron, entre otros, The Beatles y Beatlemania, ambos poco originales y menos aún inspiradores… Ahora bien, ¿qué es eso de «la noche de un día duro (o agitado, si prefieren)»? Todo tiene su explicación: «Usé esa frase en mi libro ‘In His Own Write'», contó John, «pero fue un comentario improvisado de Ringo, uno de esos malapropismos (N. el uso erróneo de una palabra en lugar de otra que suena similar, a menudo con un efecto divertido; p. ej. «agua exagerada» por «oxigenada»), lo que nosotros llamábamos un ringoísmo, algo que se dice no para ser gracioso, simplemente se dice». «Ringo siempre decía frases gramaticalmente incorrectas y todos nos reíamos», recordaba Harrison. McCartney amplía: «Ringo hacía esos pequeños malapropismos; decía cosas un poco mal, como todo el mundo, pero sus frases siempre eran maravillosas, muy líricas, muy onda Lewis Carroll, encantadoras. Tenían una magia, a pesar de que simplemente se estaba equivocando». Ringo lo explica de modo más directo: «Una vez que con la banda estuvimos trabajando todo el día y luego hasta bien entrada la noche, salí a la calle pensando que aún era de día y dije: ‘Ha sido un día duro…’, y miré a mi alrededor y noté que estaba oscuro, ‘¡la noche de un día duro!’, corregí» ¿Otros ringoísmos clásicos? «I’ll have you back in your safely-beds», «Slight bread» y «Tomorrow Never Knows» (si no entienden este juego de palabras, ¡derecho al google translator!)

3. LENNON ESCRIBIÓ LA CANCIÓN QUE DA TÍTULO A LA PELI EN UNA NOCHE (!). En 1964, John y Paul competían entre sí para conseguir el próximo gran éxito de los Beatles. Paul había compuesto el hitazo «Can’t By Me Love», que encabezó las listas, así que una vez que se confirmó el título de la película el 13 de abril de 1964, John corrió a casa para empezar a cantar la canción, que sería la séptima y última canción escrita para el película. McCartney lo recuerda así: «Casi habíamos terminado de hacer la película y llegó el momento de ponerle un título. Así que estábamos en los Estudios Twickenham haciendo un brainstorming entre Dick, nosotros, Walter Shenson, Bud Ornstein y algunas otras personas tratando de encontrar algo en algo y dijimos: ‘Bueno, hay algo que dijo Ringo…». Al escuchar la frase, Ornstein exclamó: «Encontramos nuestro título», mientras que Shenson le dijo a los ejecutivos de la compañía United Artists: «Nunca van a mejorarlo. Es muy provocativo. No significa nada y no tiene nada que ver con la película. Pero suena como un título de los Beatles». El mismo productor cuenta cómo fueron los hechos: «Le dije a Lennon entonces que necesitábamos un tema titulado ‘A Hard Day’s Night’. Me preguntó de qué estaba hablando. Le dije que qué clase de productor sería yo teniendo una película llamada ‘A Hard Day’s Night’ protagonizada por los Beatles, que no tiene una canción de los Beatles llamada ‘A Hard Day’s Night’. Le pedí que por favor escribiera esa nueva canción. A la mañana siguiente, él y Paul me llamaron a su camarín (todavía estábamos filmando) y tocaron y cantaron para mí ‘A Hard Day’s Night’. No podía creerlo: ¡tenía un hit hecho a pedido! Eso era casi imposible. Y fue uno de los mayores éxitos de su carrera».

¡Más que para el cerebro, el fósforo es bueno para la inspiración!

4. ADEMÁS, LA ESCRIBIÓ EN UNA CAJITA DE FÓSFOROS… (!). Con el encargo de Shenson ya en su cabeza, Lennon garabateó parte de la letra en la tapa de una caja de fósforos y muy tranquilamente se fue a dormir. «John dijo: ‘Voy a componer la canción'», continúa Paul, «y lo hizo; al día siguiente la tenía. Creo que tal vez no tenía toda la letra. Es posible que yo haya colaborado en esa media octava. Algo así sólo habría tomado veinte minutos. Habría sido mucho tiempo para repasarlo». Dado que McCartney no puede recordar si realmente participó en la composición, es justo estimar que «A Hard Day’s Night» es un tema 90% de Lennon.

Si tu viejo te da una tarjeta donde en vez de poner «feliz cumpleaños» te escribe la letra de «A Hard Day’s Night», no necesitás un análisis de ADN: sos hijo/a de John Lennon

5. …Y LA TERMINÓ EN UNA TARJETA DE CUMPLEAÑOS (!). El 16 de abril de 1964, se programó una sesión relámpago en EMI Studio Two para grabar la canción principal de la primera -y casi terminada- película Beatle: bastaron tres horas, de 10 a 13 más precisamente. Ese día, además del productor George Martin y los ingenieros Norman Smith y Geoff Emerick, estaban presentes la periodista y amiga del grupo Maureen Cleave y el realizador Richard Lester. Cleave de hecho ayudó a darle el toque final a la letra ese mismo día. Según recuerda, John la reescribió en el reverso de una tarjeta de cumpleaños destinada a su hijo Julian, que contenía la frase «But when I get home to you, I find my tiredness is through, and I feel alright» («Pero cuando llego a casa y te veo, encuentro que mi cansancio se va y me siento bien»). Cleave le dijo que pensaba que «my tiredness is through» era una línea débil, por lo que John inmediatamente sacó una lapicera, tachó la frase y escribió: «I find the things that you do will make me feel alright» («Encuentro que las cosas que hacés me harán sentir bien»). Cleave también enfatiza lo nueva que era la canción para el grupo cuando entraron al estudio. «La canción pareció materializarse como por arte de magia», recuerda. «John tarareó la melodía a los demás, luego todos juntaron sus cabezas y tarareaban y tres horas después la tenían lista».

6. EL ABUELO «MUY LIMPIO» DE PAUL FUE UN GRAN CHISTE INTERNO. El travieso abuelo de Paul fue interpretado por Wilfrid Brambell, quien ya era muy conocido por el público inglés en 1964 como Albert Steptoe en la clásica sitcom «Steptoe & Son». El programa se transmitió en blanco y negro entre 1962 y 1965, antes de regresar (ya en color) en 1970 hasta 1974. ¿Y cuál era el latiguillo constante del joven Harold Steptoe (Harry Corbett) en el programa? «You dirty old man» («Viejo sucio»). En «A Hard Day’s Night», esa frase de la serie está claramente invertida: «Es un viejo agradable, ¿no?… Es muy limpio». En su apogeo, «Steptoe & Son» atraía la friolera de 20 millones de espectadores, alrededor del 40% de la población. Esta fue una broma que no se le habría pasado por alto a nadie… en el Reino Unido, claro: podemos imaginarnos a los/ las fans estadounidenses rascándose la cabeza en ese momento, tratando de pescarle la gracia. BONUS: Cabe destacar que Bambell era 30 años mayor que Paul McCartney, lo que lo convertía en un abuelo notablemente joven.

7. GEORGE HARRISON POPULARIZÓ LA PALABRA «GROTTY» (QUE NO EXISTÍA ANTES DE LA PELÍCULA). Bueno, técnicamente fue el guionista Owen quien aparentemente inventó la palabra, pero fue George quien la dijo en una de las mejores escenas de la película. Tras ser abordado por un publicista llamado Simon (interpretado por el actor Kenneth Haigh) para promocionar algunas camisas horribles, el George ficticio le explica por qué no piensa hacerlo: «No me verían ni muerto usando eso», dijo como parte de una escena que destroza la cultura de los influencers casi medio siglo antes de que alguien hubiera oído hablar de Instagram. «Son muy grotty«, agregó ¿Pero esa palabra realmente existía? La versión novelada de «A Hard Day’s…», publicada en 1964, fue la primera vez donde esa palabra se utilizó en forma impresa. «Alun Owen lo inventó; yo no», dijo George más tarde. «La gente ha usado esa palabra durante años. En ese momento era una expresión nueva: grotty = grotesque (N.: grotesco)«.

8. LENNON ESCRIBIÓ ALGO INCREÍBLEMENTE ZARPADO (PARA LA ÉPOCA) ACERCA DE SUS HOBBIES. Algunos de los mejores momentos de «A Hard Day’s…» son cuando los Beatles interactúan con la prensa. Los Fab Four eran famosos en la vida real por sus ingeniosas respuestas a preguntas intrusivas, impertinentes o simplemente tontas de los periodistas, y una escena memorable está repleta de esas bromas: «-¿Cómo encontraste Estados Unidos? -Giré a la izquierda en Groenlandia». «-¿El éxito ha cambiado tu vida? -Sí.» «-¿Sos mod o rocker? -No. Soy mocker (N. alguien que se burla de los demás, en obvio juego de palabras)» «-¿Cómo llamás a ese peinado que usás? -Arthur». «-¿Ves a menudo a tu padre? -No, en realidad solo somos buenos amigos»… En un momento, Lennon es interrogado por una periodista que le pregunta en un inglés de clase alta: «¿Tenés algún hobby?». John no responde en voz alta: toma la lapicera y la libreta de otro periodista, garabatea algo y se lo muestra a la reportera, quien se queda boquiabierta… ¿La palabra que escribió (que no se ve en la pantalla)? «Tits» (Tetas).

9. UN PHIL COLLINS MUY PIBE ESTABA ENTRE LOS FANS DE LA BANDA (PERO CORTARON SU ESCENA EN LA EDICIÓN FINAL) Es posible que hayas leído o escuchado que el futuro baterista de Genesis Phil Collins, por entonces de 13 juveniles años, aparece en «A Hard Day’s…», pero eso no es del todo cierto. Phil, un verdadero beatlemaníaco, estuvo entre los fans durante la escena de actuación de la banda filmada en el Teatro Scala de Londres el 31 de marzo de 1964, pero terminó en la sala de montaje. Phil sabía que estaba allí, pero nunca se vio filmado hasta que los productores hicieron un documental del 30 aniversario «You Can’t Do That! The Making of A Hard Day’s Night» en 1996, que narró el mismo Collins. «De hecho, eliminaron de la película el tema ‘You Can’t Do That'», le dijo Phil al entrevistador yanqui Conan O’Brien años después. «Me dieron la filmación original y la empecé a ver congelando cuadro por cuadro, y de repente vi a alguien que reconocí y detrás de esta persona, estaba ese pibito de cara redonda, cabello rubio, con una corbata roja con un diamante en el medio… ¡y ese era yo!» Lamentablemente, la mayoría de las tomas descartadas de la película fueron destruidas, y este fragmento histórico solo se salvó porque apareció en un episodio de «The Ed Sullivan Show» en aquellos momentos (miralo en el video).

Pattie Boyd en 1964, exhibiendo su belleza en glorioso blanco y negro. El disco que sostiene, suponemos, no es por casualidad

10. GEORGE HARRISON CONOCIÓ A LA FUTURA LAYLA EN EL SET DE FILMACIÓN. En un momento de la película, McCartney intenta brevemente levantarse a una chica muy atractiva. Pero no solo porque así lo decía el guión: «En la película, había unas colegialas con camisetas de gimnasia que en realidad eran modelos, y estábamos bastante fascinados con ellas – George incluso se casó con una», recuerda Macca. Sí, habla de esa escena hilarante (hoy quizá considerada inapropiada) con las colegialas en el tren. Y más precisamente, de la rubia que dice «¡¿Prisioneros!?» cuando es advertida por el abuelo de Paul.

En la vida real, esa chica era una modelo de 19 años llamada Pattie Boyd, y quien realmente se enamoró de ella ese día fue George Harrison. El guitarrista la invitó a salir, pero ella tenía novio y le dijo que no. Sin embargo, cuando unos días después la llamaron para volver al set, lo pensó mejor y dijo que sí (Tal vez el novio debería haber aprendido a tocar la guitarra). Dos años después, se casaron, ella con 22 y él con 23. Y otros dos años después, George le compuso para ella la canción «Something». Y dos años después, el buen amigo de George, Eric Clapton, le declaró su amor en “Layla”, consolidando así uno de los mayores triángulos amorosos de la historia del rock. «George y yo éramos muy jóvenes cuando nos conocimos», recordaría Pattie años más tarde. «En cierto modo, fue maravilloso porque estábamos creciendo juntos y todavía teníamos mucho que aprender». La pareja permaneció casada durante más de una década antes de divorciarse en junio de 1977. Pattie luego se casó con y se divorció de Clapton, antes de establecerse con el promotor inmobiliario Rod Weston.

11. «A HARD DAY’S NIGHT» ESTÁ PLAGADA DE CONEXIONES CON JAMES BOND. Los Beatles y James Bond son dos de los iconos culturales globales más esencialmente británicos, y las conexiones con 007 en el debut fílmico de los Beatles comienzan con la chica que aborda al abuelo de Paul en la escena del casino: se trata de Margaret Nolan, quien Interpretara a Dink, la masajista de Bond en «Goldfinger», película estrenada también en 1964. Es más, Nolan fue pintada de dorado para una memorable secuencia, y su imagen apareció en todos los anuncios y en la tapa de la banda sonora de la película. Pero los puntos en común no terminan ahí: ambas películas fueron estrenadas por United Artists; el club de juego Le Cercle, donde invitan a Ringo a jugar Chemin de Fer y Baccarat (dos de los juegos de cartas favoritos de Bond) comparte su nombre con el club en el que 007 hizo su primera aparición en «Dr. No» dos años antes. . Hablando de «Dr No», la versión instrumental de «This Boy»‘», también conocida como «Ringo’s Theme»‘», fue interpretada por el guitarrista Vic Flick, quien tocó en «The James Bond Theme» de esa película.


Pero atención que aún hay más: el sarcástico caballero en la escena inicial que toma el tren regularmente (¡dos veces por semana!) y se molesta con los Beatles es interpretado por Richard Vernon, quien también estuvo en «Goldfinger» como el Coronel Smithers… Terminemos diciendo que «A Hard Day’s Night» no fue la única vez en que los mundos de los Beatles y Bond se cruzaron. «Mi querida niña, hay algunas cosas que simplemente no se hacen, como beber Dom Perignon ’53 por encima de los 38 grados Fahrenheit», dice el Bond de Sean Connery en «Goldfinger», anticipando un remate lapidario que (como muchas cosas de Bond) envejeció mal con los año: «¡Eso es tan malo como escuchar a los Beatles sin orejeras!»… Por supuesto, no hubo resentimientos por parte de McCartney, quien una década después escribió e interpretó uno de los mejores temas de Bond de todos los tiempos: «Live and Let Die».

12. ESTA PELÍCULA FUE LA PRECURSORA DEL POGO (!). Hablamos del famoso baile punk, claro, supuestamente inventado por Sid Vicious en 1976. Pero hay evidencia que prueba lo contrario (o quizás que Sid puede haberse inspirado viendo esta película): en una de las primeras escenas del club, Ringo aparece pogueando con otro hombre más alto. Ese hombre exuberante era el joven actor y fan de los Beatles Jeremy Lloyd, y había ideado específicamente ese movimiento repetido de saltos hacia arriba y hacia abajo como una forma de vigilar a su novia, una tal Charlotte Rampling (otra futura famosa), mientras estaba en la pista de baile.

13. «A HARD DAY’S…» CAMBIÓ LA MÚSICA FOLK PARA SIEMPRE. Aquí citaremos literalmente lo que dice el ensayo del escritor Howard Hampton que acompañó el estreno de la película en la colección Criterion: “Para apreciar el alcance total del impacto de la película, sólo hay que mirar las tiernas tomas de George Harrison interpretando su guitarra eléctrica Rickenbacker de doce cuerdas: nadie había visto ni oído nada parecido (era apenas la segunda jamás fabricada). Cuando Roger McGuinn lo vio, tuvo una verdadera experiencia religiosa: así nacieron los Byrds, se lanzó el folk rock y surgieron mil melodías resonantes a ocho millas de altura buscando alcanzar el sonido de Harrison. Bob Dylan, los Beach Boys, los Rolling Stones, cada uno respondió a su manera; todo el mundo se dio cuenta de que aquí se abría todo un teatro de posibilidades”.

«Fue así como les cuento, los de MTV me dijeron que soy el padre de los videos y eso me voló la peluca… no entiendo cuál es la gracia», comenta Lester ante la hilaridad general

14. BÁSICAMENTE, TAMBIÉN INVENTÓ LOS VIDEO CLIPS. En 1984, el director Richard Lester recibió un premio de MTV que lo declaró «El padre del vídeo musical». Sin perder nunca la oportunidad de retrucar con un buen chiste, al escuchar esa definición Lester rápidamente pidió un test de ADN, pero el premio fue perfecto. «A Hard Day’s…» presentó a los Beatles tocando en concierto, pero también presentó sus canciones reproducidas sobre la acción de la película. Y, particularmente con la secuencia «Can’t Buy Me Love», Lester convirtió estas secciones en pequeñas películas con sus propios toques narrativos y estilísticos.

15. ES MÁS, PAVIMENTÓ EL CAMINO PARA LA COMEDIA TRANSGRESORA. Richard Lester comenzó a trabajar con el equipo de comedia británico compuesto por Peter Sellers, Spike Milligan, Harry Secombe y Michael Bentine, mientras hacían el cruce a la televisión desde su popular programa de radio The Goon Show. Su experiencia con estos cómicos le valió el trabajo de dirigir «A Hard Day’s…» (John era fanático de los Goons) y aportó esa misma sensación de loco surrealismo a la película. Pero esta también muestra algo de las payasadas inexpresivas de Buster Keaton (particularmente en algunas de las escenas de Ringo) y los ácidos diálogos de los hermanos Marx. Todos estos elementos, combinados con el carisma de los Beatles, crearon un estilo de humor de tirar todo a la pared y ver qué queda pegado (bromas desechables mezcladas con intercambios surrealistas mezclados con chistes) que terminó influyendo en la comedia. durante décadas, ayudando a impulsar todo, desde Monty Python hasta «¿Y Dónde Está El Piloto?».

«Paul, por favor no hagamos cortes de manga que esta pretende ser una peli apta para todo público»

16. Y ADEMÁS CAMBIÓ LA FORMA EN QUE SE RODABAN LAS ACTUACIONES MUSICALES. Lester empleó una técnica de filmación multicámara durante gran parte de la película, utilizando hasta seis cámaras para las actuaciones musicales. Esto en sí mismo no era necesariamente nuevo: esta técnica ya se habían utilizado en la televisión y ocasionalmente en el cine. Pero Lester dio rienda suelta a varios de sus camarógrafos para que salieran con lentes de zoom y capturaran ángulos aleatorios durante los momentos en los que los Beatles tocaban. Y así obtuvieron momentos únicos: tomas de los fans, primeros planos de las manos y los pies de los músicos, etc. Como resultado, todo el concepto de una performance musical en la pantalla se abrió y se hizo más cinematográfica. A partir de entonces, esta se convirtió en la forma establecida de filmar conciertos, y su influencia se filtró en «Monterey Pop» y «Woodstock» y más allá.

17. LA ELOGIADA ESCENA SOLISTA DE RINGO A LA ORILLA DEL RÍO FUE PRODUCTO DE UNA RESACA (!). Tal como lo leen: más que talento actoral, hubo intoxicación alcohólica… El baterista lo cuenta de esta manera: «Levantarse a la mañana temprano no era nuestro mejor talento y el mejor ejemplo es aquella escena que me ganó muchos elogios, donde voy caminando junto al río con una cámara de fotos: la parte del ‘chico solitario’. El tema es que fui directamente a filmar desde una discoteca (muy poco profesional) y tenía un poco de resaca, por decirlo suavemente. Dick Lester tenía allí a toda su gente y al pibe con el que se suponía que debía hacer la escena, pero yo estaba destruido. Hecho bolsa. Lo intentamos de varias maneras. Lo intentaron con el chico haciendo sus líneas y alguien fuera de cámara gritando la mía. Luego me hicieron hacer las líneas del chico y él diciendo «bla, bla, bla». O yo diciendo: ‘Y una cosa más, pibe…’. Nada salía bien. Estaba tan hecho mierda que dijeron: ‘Bueno, hagamos lo que sea’. Y les dije: ‘Déjenme caminar y ustedes me filman’, y eso es lo que hicimos. hizo. Si me veo tan frío y abatido es porque me sentía como una mierda. No hay nada de talento actoral, solo me sentía pésimo».

18. LA PELÍCULA SE FILMÓ EN BLANCO Y NEGRO POR MOTIVOS ECONÓMICOS. Esa decisión convirtió una buena película en una obra maestra. En EMI había inquietud por la reciente tapa del LP «With The Beatles», fotografiada en austero blanco y negro por Robert Freeman. Sin embargo, rápidamente se convirtió en la imagen icónica de su época. A pesar de la exuberancia de su música en aquellos días pre-psicodélicos, una parte del corazón de los Beatles anhelaba profundidad: los Fab Four habían sido moldeados por la escena de las escuelas de arte de la ciudad, por su amistad con Stuart Sutcliffe y los jóvenes existencialistas de París y Hamburgo, y no querían hacer la versión liverpuliana de los filmes rocanroleros estadounidenses en technicolor. «Nos alegramos mucho de que fuera una película en blanco y negro», explicó McCartney. “Parecía más dura, más artística… Nos gustó todo eso». «En realidad eso nunca fue un problema», confirma el coproductor Denis O’Dell. «Simplemente se aceptó que fuera en blanco y negro. Sí, se ajustaba al presupuesto, pero también se ajustaba a Los Beatles y el estilo en el que queríamos filmar: casi un estilo de cinéma vérité de Jean-Luc Godard”.

John y Alfred, su padre. Acá tampoco hace falta testear el ADN

19. JOHN CASI MANDA AL CARAJO A SU PROPIO PADRE (!) En un extraño paralelo con la escena en la que la policía saca al abuelo ficticio de Paul de la cola del teatro Scala y éste tiene que volver a entrar, hubo un auténtico pariente de los Beatles afuera del teatro, suplicando ser admitido. “De la nada apareció Freddie Lennon”, recuerda O’Dell. El padre de John, Alfred, a quien el Beatle no había visto desde la infancia, evidentemente estaba tras la pista de su hijo ahora famoso. “Fue algo inusitado. Mi jefe de producción me lo informó. Entonces fui a decírselo a John y me dijo: ‘Decile que se vaya al carajo’. Le dije, ‘John, nadie le dice a su padre que se vaya al carajo’… Él se rió un poco por eso. Pueden imaginar a Freddie luchando entre 500 personas frente al Teatro Scala que están presionando para entrar, con mi jefe intentando mantenerlos afuera y el tipo gritando: ‘¡Pero soy el padre de John Lennon!'»‘… (Risas) Finalmente lo dejamos entrar y John se portó bien; tuvieron una especie de reunión, una conversación rápida antes de que llamaran a John para hacer algo. No sé qué se dijeron, supongo que el tipo estaba allí para pedirle dinero a John, pero luego desapareció. Después se reconciliaron”.

Paul, Isla Blair, Richard Lester y las fotos encontradas de la escena perdida

20. PAUL FUE EL ÚNICO BEATLE SIN SU ESCENA «SOLISTA». El equipo filmó una escena en la que Paul coquetea con una joven actriz (Isla Blair) y habla de los altibajos de la vida en el mundo del espectáculo («Tengo mucha suerte porque me pagan por hacer algo que amo hacer»). No obstante, la escena fue eliminada -literalmente: solo sobrevivieron las fotos- por ser menos cómica que el resto de la película y porque se consideró que sería un error incluir un romance en la trama. Esto explica por qué, en la versión final, Paul es el único Beatle que no tiene una escena sin los demás Beatles alrededor. En palabras del propio Macca, «Hasta el día de hoy, cada vez que paso por el pub en Shepherd’s Bush, recuerdo haber entrado con Isla Blair y filmar en el segundo piso… La idea de esta escena era que ella era el objeto de mi deseo, o yo el de ella. Tuve que deambular alrededor de Isla con la cámara dando vueltas y vueltas en círculos -todo muy 60s, todo muy francés- y tuve que repetir muchas veces esas líneas tan extravagantes. Trabajamos un día entero, pero no funcionó porque no era el tipo de cosas que hubiéramos hecho en la vida cotidiana. Todo fue un poco demasiado artificial». Si quieren leer el guión de esta escena (y saben inglés), vayan a este link.

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