Un 18/3 como este pero de 1977, The Clash editaba el primer single de su historia, haciendo de paso toda una declaración política que causó revuelo en la época. La canción fue “White Riot”, que el sello CBS editó en Inglaterra (con “1977” en el lado 2 -recordemos que se lanzó en vinilo-, tema que no quedó en el album debut del grupo) y también formó parte del album debut del grupo, el cual no se editó en EE.UU. sino dos años después. Los invitamos a conocer una historia que combina blanco y negro con un colorido único.

El de 1976 fue el verano más caluroso que se recuerda en el Reino Unido, al menos desde el siglo XVII: durante dos semanas corridas la temperatura se mantendría por encima de los 31 grados. Algo totalmente inusual en la tierra de los Beatles e Isabel II. El consumo de agua se disparó para paliar el bochorno y una extraña plaga de jóvenes rebeldes impactaba contra los sorprendidos -y transpirados- británicos… En este tórrido ambiente, el 30 de agosto de aquel año se celebró el carnaval de Notting Hill, popular barrio de Londres colindante con Hyde Park.

Dicho sea de paso, el festival se fundó en 1966 para ensalzar la diversidad cultural y como respuesta festiva a los ataques racistas contra los colectivos de inmigrantes que se asentaron en Notting Hill. De regreso al verano de 1976, aquel año el carnaval contaba con abundante presencia policial tras un período de incidentes racistas. Tres veinteañeros ingleses que formaban parte de una flamante banda -parte del incipiente movimiento punk- fueron al festejo para divertirse y pasar un buen rato. Sus nombres: Joe Strummer (guitarra y voz), Paul Simonon (bajo) y Bernie Rhodes (mánager).

De los tres, Simonon particularmente está en su salsa: se ha criado en el barrio, frecuenta los ambientes de los habitantes negros y es un apasionado del reggae, música que abunda en el festival a la par de ríos de cerveza y la mejor de las ondas. Hasta que cuando empieza a caer la tarde, se inicia un tumulto durante el cual la policía arresta a un adolescente negro porque -supuestamente- ha cometido un robo. Los jóvenes presentes, negros en su mayoría, comienzan a increpar a la policía porque consideran injusto el arresto y abusivo el trato al detenido. Los ánimos se calientan y comienzan los desmanes: la gente lanza ladrillos y otros objetos a las fuerzas del orden, que se defienden. Caen los primeros heridos.

¿Qué hacen los tres blancos punkis? Simonon, comprometido con la causa, colabora lanzando un ladrillo que casi derriba a un motociclista; los amigos pierden el contacto por unos minutos. Luego, Strummer encuentra a su colega y se suma a la rebelión. Entre los dos intentan prender fuego a un coche policial, pero no pueden porque sus fósforos son apagados por el intenso viento… en medio del caos, la gente que se desbandaba y la policía que avanzaba, el dúo que posteriormente sería célebre logra salir ileso. El saldo del incidente fue impresionante: más de 300 heridos, 35 coches policiales destruidos, muchos negocios saqueados y 60 detenidos.

Ese mismo día, Strummer se pone como objetivo componer su primera canción social. “Es ese momento decidí escribir ‘White Riot’ (Revuelta blanca), porque no era nuestra pelea”, dijo Strummer a Don Letts, director de los documentales “The Punk Rock Movie” y “The Clash: Westway To The World”. Strummer quiso reflejar en la canción su frustración por la actitud de los blancos, que al contrario de la población negra eran incapaces de enfrentarse a los poderes establecidos, expresando además su visión de que los jóvenes blancos deberían sentirse tan asqueados del gobierno opresor del mismo modo que los negros, demostrando esto a través de protestas y acciones directas.

No obstante, Strummer siempre dejó en muy claro que la canción ni era racista ni justificaba la violencia: “Lo único que estamos diciendo es que los negros tienen sus problemas y están preparados para lidiar con ellos. Pero los blancos no – todo es muy cómodo. Tienen estéreos, drogas, equipos de alta fidelidad, automóviles… los negros pobres y los blancos pobres están todos en el mismo barco”, explicó el cantante al semanario NME. Y la letra dice esto:

Revuelta blanca, quiero una revuelta

Revuelta blanca, mi propia revuelta

Los negros tienen muchos problemas

Pero a ellos no les importa lanzar ladrillos

Los blancos van al colegio

Donde te enseñan cómo ser fuerte

Todos lo están haciendo

Y lo que ellos te han dicho es que nadie quiere ir a la cárcel

Todo el poder está en las manos de gente lo suficientemente rica como para tenerlo

Mientras, caminamos por las calles demasiado amedrentados como para siquiera intentarlo

¿Estás tomando el control o estás recibiendo órdenes?

¿Estás yendo hacia atrás o estás yendo hacia delante?

Revuelta blanca, quiero una revuelta

Revuelta blanca, mi propia revuelta

Musicalmente, la pieza es breve (no llega a los dos minutos: 1’58”), rabiosa, expeditiva. Strummer no canta: la grita, se desgañita, deja el alma. La guitarra de Mick Jones suena todo lo sucia y violenta que puede. ¿Influida por los Ramones? Probablemente. Y conscientemente quizá, ya que la versión original arranca con el clásico “one, two, three” de los neoyorquinos. Para el mercado estadounidense se cambió el inicio: en lugar de la cuenta se escucha una sirena de policía. Este era el primer puntapié sonoro de los Clash. El grupo creció en calidad y lírica. Incluso algunos miembros de la banda cuestionaron incluir “White Riot” en el repertorio por su “escasa calidad”. Pero, finalmente, volvían a ella. Sus seguidores la pedían. No fue la mejor, pero sí la primera proclama social de una breve pero sobresaliente carrera.

La revista Melody Maker cubrió uno de los primeros conciertos del grupo en 1976, en Londres. En el comentario del show se cuenta que en un momento, Strummer gritó a la audiencia: “Todos los que piensen que la vida es dura, ¿por qué no se van a su casa y coleccionan estampillas? Eso sí que es duro”. A continuación, el grupo tocó una descarnada versión  de “White Riot”. En diciembre de 1976 The Clash participó en la gira Anarchy Tour, como teloneros de Sex Pistols, episodio germen de la explosión del punk británico. En marzo de 1977 se publica el single; en abril de ese mismo año sale a la venta su primer  y autotitulado long play; en mayo el grupo protagoniza su primera gira británica grande. Su nombre: White Riot Tour.

La foto del single del cual se cumplen 40 años hoy fue tomada por Caroline Coon el 5 de noviembre de 1976 en la sala de ensayo del grupo en Camden Town, Londres. La imagen fue inspirada por la vida real de aquel entonces, donde los jóvenes punks eran detenidos al azar por la policía y registrados en la misma calle.

La foto original tenía la frase  “Hate And War” (odio y guerra) en la espalda del traje de Strummer, corregida con aerógrafo para la versión final que saldría en el disco y reemplazada con “1977”. Por su parte, una foto de Don Letts, caminando frente a un cordón policial durante durante los incidentes, terminó usándose como portada de la recopilación “Black Market Clash”.

El 11 noviembre de 2002 y después de 20 años sin tocar juntos, Mick Jones se unió a Joe Strummer para tocar unas cuantas canciones de su ex grupo. No faltó “White Riot”. Strummer fallecería de un ataque al corazón un mes después. Tenía 50 años… ¿Qué mejor homenaje para recordarlo y para recordar esta canción (incluimos la versión con Jimmy Pursey de Sham 69 como cantante invitado, en el festival Rock Against Racism de 1978 en Victoria Park, Londres) que subir el volumen, volver a escucharla y contarnos qué les despierta?

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