PACIENTE: Iron Maiden – “Nights Of The Dead – Legacy Of The Beast – Live In Mexico” (Parlophone 2020)

HISTORIA CLÍNICA: El 2020 iba a ser distinto para Iron Maiden, pero como pasó en todo el planeta Tierra, el Covid-19 cambió los planes. Lo que iba a ser el segundo tramo del tour “Legacy Of The Beast”, que trajo el inolvidable show del año pasado en Vélez (para algunos el mejor que dieron en Argentina) y un posible disco del estudio, terminó estirando la gira un tiempo más (sin fechas todavía) por lo que este registro en vivo fue la excusa perfecta para que el posible público de la gira tenga presente o rememore lo que es este tour mundial de Maiden.

La gran virtud que tiene este disco es la honestidad, algo que no es poco en estos tiempos en donde recordamos con cariño y a veces hasta con desesperación los shows en vivo. A diferencia de los discos que se escuchan “retocados” en estudio, este registro de Maiden parece a propósito conservar en el espíritu que define a la banda en la época que vivimos. Entonces uno se encuentra que Bruce Dickinson no canta igual que en las grabaciones los clásicos de la primera parte del show (“Aces High” y “2 Minutes To Midnight” son dos ejemplos claros) pero si uno para el oído, se escucha su habilidad para adaptar las melodías vocales a su actualidad, algo francamente fascinante porque le da a las canciones un sabor especial que permite trascender la infinidad de escuchas que cada uno de los fanáticos le fue dando a los clásicos.

Paralelamente se escucha a una banda rejuvenecida, enganchada y feliz de tocar en vivo, convencida de sus canciones y de la idea de que detrás del espectáculo, la música debe sostener lo que sucede. Precisamente en las canciones un poco más inusuales dentro del set es donde todo esto que decimos se potencia a pasos agigantados. Al igual que en Vélez, la seguidilla “Revelations”, “For The Greater Good Of God”, “The Wicker Man” y “Sign Of The Cross” es la mejor manera de define la actualidad de la “doncella de hierro” y el momento más destacable de todo el disco. Especialmente en la segunda de las canciones, aparece toda la dimensión épica, dramática, progresiva y a la vez heavy que define al Iron Maiden de los últimos veinte años. Sin aburrir en ningún segmento de las complejas e intrincadas composiciones (por el contrario sonando más frescos que nunca) allí el sexteto suena fresco, joven e implacable, tal vez consciente del legado que dejará a las nuevas generaciones.

La última parte del disco con los clásicos esperables “The Number Of The Beast”, “The Evil That Men Do” o “Run To The Hills”, mezclado con impecables versiones de “Flight Of Icarus” (imposible olvidar la imagen de Icaro en vivo), “Fear Of The Dark” (bien oscura y pesada), junto a vertiginosa versiones de “Iron Maiden” y “Hallowed Be Thy Name” termina por cerrar un show que tiene la virtud y la potencia de ser fiel a lo que uno ha visto en vivo. Si bien la presencia del público mexicano (unas 70000 personas repartidas entre el 27, 29 y 30 de septiembre de 2019) no aporta demasiado a la escucha, la sensación es que el calor y la potencia de aquellas noches que vivimos en Latinoamérica está presente.

DIAGNÓSTICO: El disco número trece de Maiden en vivo tal vez no esté a la altura, en cuanto a sonido de los clásicos pero funciona como una interesante fotografía de lo que es y representa La Doncella De Hierro modelo 2020. La única deuda de la edición es de no incluir un registro en video de un show en el que es inevitable no relacionar las canciones con lo que sucede en escena ¿Será para que los fans sigan comprando entradas? ¡Habrá que verlo!

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