
El escenario del teatro Alambique se transforma en una plataforma espacial, donde Nahir Sanchez Romero se remonta en la estratósfera para interpretar, en una obra de teatro musical, su historia de vida como niña criada en la villa durante los años 90. Se abre el telón Nahir está parada en una plataforma plateada, vestida de traje con un casco de astronauta, tiene una de sus manos con el puño en alto. Suena de fondo un audio que todos reconocemos de inmediato: «Dentro de poco tiempo se va a licitar un sistema de vuelos espaciales mediante el cual desde una plataforma, que quizá se instale en Córdoba, esas naves van a salir de la atmósfera, se van a remontar a la estratósfera, y desde ahí elegirán el lugar donde quieran ir, de tal forma que en una hora y media podremos estar en Japón, Corea o en cualquier parte del mundo.»Descubrimos que Nahir estaba en viaje hacia la estratósfera y fue capturada por unos marcianos (ella les dice “marcianitos”) que quieren invadir la Tierra. Durante toda la obra, ella va a tratar de convencerlos de por qué no es buena idea.

«Cruda, Hija De Los 90″, demuestra que se puede hacer una crítica social y hacer reír al público al mismo tiempo. En un relato en primera persona en formato de teatro musical, se abordan temáticas como la discriminación, el hambre, el amor, la familia, entre otros, siempre desde una visión alejada de los estereotipos desde donde se representó siempre a los villeros. Y esto es algo que considero central: ¿Quién mejor para contarnos cómo viven las infancias en la villa que Nahir, que se crió en una?Nahir es magnética, deslumbra cantando, bailando y lleva adelante un gran abanico de personajes que la muestran carismática, sensual y ácida a la vez. La dramaturgia está a su cargo y desborda de ironía con personajes de la televisión de los 90, de sectores del campo y referencias a la gente que hace donaciones en mal estado. Pero también atraviesa momentos en dónde la narrativa se vuelve más dramática y alguna canción nos adentra en el estado emocional del personaje, a la vez que nos permite transitarlo. Los marcianitos que la acompañan a lo largo de la obra, son los músicos que interpretan todas las canciones (de Villera Vip) que incluyen cumbia, chamamé, entre otros géneros de música popular. Además los marcianitos mantienen breves interacciones con ella para ir enmarcando las temáticas que se van sucediendo, en una dinámica que es más cercana al unipersonal.

La dirección está a cargo de David Gudiño, actor, dramaturgo y director, reconocido por «El David Marrón» y su trabajo constante en redes sociales concientizando acerca del racismo. David también realiza reels humorísticos bajo el nombre «En El Control», humor ácido cómo el que se ve plasmado en esta visión irónica de «Cruda«, que según la misma Nahir fue mucho más dramática en su génesis. Para que la obra tome la forma que tiene hoy y se materialice, se juntaron dos artistas que en los 90 no fueron a Miami, no se vieron representados en las personas que veían en la tele y que transitaron el resentimiento de ser la otredad discriminada. Dos artistas que se pudieron formar en la universidad pública y hoy están haciendo teatro juntos, contando su historia, ahora sin ser representados por otros sino por ellos mismos, y representando así a muchos y muchas de los no hablan otros relatos.

En un contexto donde hay un boom de los relatos audiovisuales clasistas (iniciado por la serie «El Marginal«) que tratan temáticas propias de los barrios en situación de precariedad y de las cárceles, con una visión espectacularizada y que refuerza o romantiza ciertos estereotipos, «Cruda» abre un hendija para que puedan emerger narrativas más complejas que puedan retratar las contradicciones y matices de la vida en los barrios. Y a su vez, abre la posibilidad a lo que César Gonzalez establece como necesario a partir del análisis que realiza su libro «El Fetichismo de la Marginalidad»: que los y las villeras puedan acceder a los espacios de creación artística, no para hacer un esencialismo villero, sino para enriquecerlos. Y «Cruda» sin dudas enriquece el teatro, transita ese resentimiento propio de un contexto de privaciones materiales, hambre y discriminación, pero la obra no se queda en ese lugar que es el que se le asigna al villero desde la visión de las clases medias y altas. Nahir ironiza cantando «Resentida Social», pero hacia el final nos permite visualizar una perspectiva que va más allá y permite un futuro para estas infancias, que luego serán jóvenes y adultos. Queda flotando en el aire la idea de que es posible (y necesario) salir de estas narrativas estigmatizantes, cuando se despide del escenario cantando: “Hay poco tiempo para este dolor tan intenso, quiero enterrarlo en el pozo y sembrar un rosal”.
«Cruda» es una obra intrínsecamente política, que además de hacer una crítica social y cultural, abre espacios y nos demuestra que es posible hacer relatos que sean realmente inclusivos. Pero también nos demuestra que se puede hacer una obra con estas características y que además sea súper divertida, irónica y que todos los involucrados sean artistas extremadamente talentosos. ¡No se la pierdan!
Por Natalia Sbert
Pueden ver «Cruda, Hija De Los 90» en El Alambique (Griveo 2350, CABA) el 18/10 y 06/11 a las 21 hs y el 16/11 a las 19 hs. Entradas por Alternativa Teatral.

FICHA TÉCNICA:
Dramaturgia y actuación: Nahir Sanchez Romero
Músicos en escena: Sebastián Bistolfi, Fernando López, Leandro Paladini, Mariano Quintana, Rodrigo Bistolfi y Luciano Huarte
Música y letras: Villera VIP
Vestuario y maquillaje: Yésica Quiroga
Iluminación: Fernando Berreta Carpintería: Facundo Varela
Estrategia de comunicación: Estefanía Antonela
Fotografía: Lucho Olivera
Asistencia de Producción: Paula Sanchez
Prensa: Prensópolis
Producción ejecutiva: Rodrigo Bistolfi, Fernando López
Producción general: Paula Peralta Piontti
Director musical: Luciano Huarte
Dirección: David Gudiño
El Alambique Teatro, Griveo 2350, CABA
Entradas por Alternativa Teatral

Fundada por Frank Blumetti, la edición digital de la recordada revista de los 90 cuenta con colaboradores de la vieja época y nuevas incorporaciones. Basada en el gusto por la música y centrada en todas las manifestaciones de la cultura joven, esta web busca estar al tanto de lo que ocurre a diario en Argentina y el mundo y estar al día con los desafíos que las nuevas tecnologías imponen al periodismo.








