
No es novedad que la escena emergente tiene un amplio abanico de propuestas, muchas de excelente nivel. Solo basta salir un fin de semana y darse una vuelta por alguna de esas cuevas donde quizás se estén gestando las bandas que ocuparán el lugar cuando los consagrados ya no estén. En una de esas tantas salidas nos cruzamos con Nacer Muerto, un power trío furioso, con bases trabadas y ritmos cambiantes, que no oculta su influencia directa de los suecos Meshuggah, pero ojo: también hay cositas del thrash y algunas pinceladas de death metal. Nos pusimos en contacto con su vocalista/guitarrista, Diego Martínez, para hablar sobre su reciente disco debut Turbio, la fecha de presentación el próximo 4 de julio en Club V, y también sobre la escena pesada argentina. ¡Ajusten los cinturones, que ya mismo arrancamos!

Para romper un poco el hielo, me gustaría que me hagan un resumen para la gente que no conoce a Nacer Muerto.
¡Muchas gracias por la oportunidad! Nacer Muerto es una banda de groove metal argentino, de Buenos Aires, formada en el año 2018. Actualmente está integrada por Nico Martínez en batería, Lucas Mora en bajo y yo, Diego Martínez, en guitarra y voz. La banda cuenta con su primer disco llamado «Turbio» editado en mayo de 2025, y con 3 EPs, todos de nuestra autoría, autogestionados y producidos por nosotros mismos.
Antes que nada, los quería felicitar por la edición de «Turbio», un disco que me ha sorprendido y gustado mucho. ¿Cómo fue el proceso de creación, grabación y, si es que lo tiene, cuál es el concepto del disco?
Gracias por escucharlo y darle difusión. El proceso fue devastador. La idea de hacer un disco estaba pensada desde hacía casi cinco años. Lo más difícil fue no manijearse y llevar la música al nivel que un álbum requiere, en las condiciones correctas, logrando que la música suene bien antes de grabarla. Es una respuesta promedio, pero en la escena emergente es una metodología cada vez menos común en una era donde la música circula casi hasta por WhatsApp. A partir de eso, grabamos baterías en DMB Studios, con Diego Boquete como ingeniero y Randy Romano (hijo del Tano) como drum doctor. Luego grabamos bajos, guitarras y voces en mi home studio. Mezclé y mastericé por mi cuenta. Se podría decir que fui el productor, pero la verdad es que todos en su área la rompieron, y siento que ese título me queda grande, porque me sentí súper acompañado por mis compañeros y por la gente que nos apoya desde hace mucho. No es un disco conceptual. No sé por qué la gente piensa eso; ya varios nos lo dijeron. Cada tema es un mundo. Hay conexiones musicales y, entre las letras, algunas referencias cruzadas entre canciones del álbum, pero eso queda a gusto y experiencia de cada oyente. «Turbio» es el nombre que describe la sumatoria del conjunto de todas las tramas planteadas.
Si bien «Turbio» es su primer disco LP ustedes ya cuentan con varios EPs, y me llamó la atención que incluyeron algunas de esas canciones en el disco. ¿A qué se debe esta decisión?
A que fueron las primeras canciones que tocamos con la nueva formación. Además, tienen una nueva afinación —que es la definitiva— y fueron rearregladas en formato trío: voz/guitarra, bajo y batería. Antes teníamos dos guitarristas; si bien sonaba súper sólido, siento que con una sola guitarra, grabado de corrido y con una afinación más grave (pasamos de Bb estándar a doble drop G, para el que le guste el dato), esos temas llegaron a su forma final. Canciones como «Dando Todo» por ejemplo, no fueron tocadas hasta dar con la formación actual. Todo tiene una edición infima. Intentamos tocar todos los temas de corrido para plasmar lo que llevamos al vivo. El recital es muy importante para nosotros; si no invocamos la energía que quedó en el disco, no vale. No tocamos con click, no usamos pistas, lo que hace que tocar este tipo de metal moderno sea más difícil, pero también con resultados inesperadamente contundentes cuando estamos encendidos. Cuando confirmamos esa fórmula, hicimos los 8 temas del álbum, que son los más nuevos y luego rehicimos los temas viejos porque así sentimos que podíamos ser fieles a la música, desde lo que trae cada músico en su evolución.
LA ESCENA PESADA EMERGENTE Y SUS VAIVENES
El año pasado los crucé en una fecha junto a Backbone y Parabellum. ¿Cómo ven la escena pesada actual?
¡Gracias por venir! Los Backbone son unos pibes de Chaco que se pegaron el viaje desde allá. La verdad, un placer, y ojalá podamos ir nosotros allá. Gran banda extrema del norte, muy afilados y grandes muchachos. Te podría decir que hay muy buenas bandas y que la escena está más vigente que nunca, como dicen todos, pero me voy a sincerar y te voy a decir lo que me parece a mí. Siendo oriundo de Bahía Blanca, donde el metal resiste desde su concepción, veo la escena de Buenos Aires muy rara. Veo una tendencia a que muchas bandas toquen lo mismo y suenen igual. Vas a una fecha y son cuatro bandas iguales. Los discos con los mismos presets, las estructuras de los temas iguales hace cuatro discos.
No es algo solo de ahora. Hace unos 25 años que pasa, al menos para mí. Alguien más grande lo podrá confirmar mejor, pero yo lo percibo desde la escena nacional del power metal en la primera década del 2000, y con el thrash en la segunda década. Hoy hay toda una vertiente de deathcore, groove, hardcore, progresivo, que se mezcla con bandas que son heavy, thrash o death. Eso me parece excelente y hay que bancarlo a full. Son un montón de estilos, pero las bandas suenan cada vez más parecidas. Siempre habrá excepciones, y creo que esas excepciones romperán el molde, al menos en términos musicales.
Para nosotros el éxito es eso, y buscamos lograrlo. Tal vez no lo logremos, pero los que sigan sí. Lo importante es creer que lo que hacés la rompe y salir a tocar lo tuyo dando todo.
Hay bandas a las que les va muy bien, pero no hay bandas de metal que hagan shows para 5000 personas, algo que en otros estilos sí pasa. Así y todo, es muy selectivo, y si pasa, casi siempre están jugándose la vida para hacer ese show.
Falta una renovación…
En ese aspecto veo a la escena del rock y el metal muy desgastada. Tener una banda emergente ya es un presupuesto. Imaginate una banda que se la juega por su primer show de esa convocatoria. Una locura lo difícil que es en este momento de vendepatrias al poder. Hay que organizarnos y darle para adelante. Los tiempos de las estrellas terminaron. ¡Sé que vamos a poder! A no rendirse, que hay mucho talento en Argentina.
El próximo 4 de julio presentan oficialmente el disco en Club V. ¿Cómo se están preparando? Y me gustaría que le digan a la gente que nos lee por qué no deberían perdérselo.
Con una manija absoluta. Estamos intentando tocarlo de principio a fin tal cual fue publicado, y creo que lo vamos a lograr. No se lo tienen que perder porque seguramente será la única fecha organizada por nosotros en la que toquemos el álbum entero. Así que la chance es el 04/07 en el mítico Club V, en Villa Crespo, junto a Ajeno y Medium -grandes bandas de groove instrumental y black crust, respectivamente-.
Nos tratan excelente siempre que vamos a tocar ahi. Este es el quinto show del año. Todos más que invitados, en especial el staff de MADHOUSE y sus lectores. ¡Un abrazo grande a todos!


Nicolás Arroyo (también conocido como el Sr. Derrape). Muletas y metal. Nacido en Colonia, Uruguay, pero exiliado en Argentina desde los 20 meses de edad. Como tantos, fue lector y seguidor de la revista MADHOUSE en sus años de gloria en papel, y hoy cumple un sueño al formar parte de su versión digital. Creó y administra «La Venganza de los Termos», un espacio de culto donde se mezclan humor, rock y política. Hizo radio, y también un podcast junto a Sergio Avil llamado «El Infierno Musical». Hasta que el destino diga lo contrario, ocupa un lugar en este mundo desde 1979.