«Se viene tremenda nota a continuación, amigos y amigas: no digan que no les avisé» (Foto: Wendi Taverna)

Jesse Malin es una figura clave para la escena del rock neoyorquino. Músico incansable y alma rebelde, ha sabido mantener viva la llama del rock en una ciudad que nunca duerme. Jesse al rock lo vive, lo respira y lo protege; en mayo de 2023 sufrió un infarto de médula espinal que lo dejó paralizado de cintura para abajo lo que lo llevó a venir a nuestro país para buscar tratamiento médico especializado, pero su espíritu rebelde sigue inquebrantable. En la antesala de su primer concierto oficial en Buenos Aires, programado para el próximo 20 de junio en La Tangente (las entradas ya están a la venta aquí), tuvimos la oportunidad de conversar en exclusiva con Jesse Malin. En el hotel donde se está alojando, el ex líder de la emblemática banda neoyorquina D-Generation (que le dice «doctor» a todo el mundo) nos abrió las puertas a una charla distendida en la que repasamos su vida, su trayectoria musical, el cine, la literatura y mucho más… ¡Bienvenidos, doctores/as!

Jesse, vas a hacer tu primer show oficial, por así decirlo, en Buenos Aires… ¿Qué recuerdos tenés de aquel primer concierto informal que diste aquí en 2004? 

Bueno, ya llevaba seis meses aquí en ese momento, y solamente quería tocar y hacer una pequeña improvisación. Este que voy a hacer es el primer show real, pero aquel fue solo algo para un grupo interno, un pequeño círculo de personas que conocí: algunos doctores, algunas enfermeras y otras personas que conocí en el hotel… Luego resultó que se corrió la voz, pero sí, realmente no sabía qué esperar, aunque siempre sentí que este sería un buen lugar para venir. Lo dije en la última entrevista, siempre escuchábamos historias de Argentina de parte de los Ramones. Joey Ramone solía decirnos: «Tienen que ir a Argentina, ¿saben? Allá les gusta su música». Pero nunca vinimos con D-Generation, mi antigua banda. Los Ramones tenían una gran relación con este país. Sí, era así tal cual, una relación, ¿sabés? Hemos visto los videos de esas locuras… La multitud totalmente loca, persiguiendo la camioneta…

Si querían pruebas de que Joey era fan de D-Generation, aquí las tienen. Y si no las querían… también.

Pasando ahora a este nuevo show, ¿qué tenés pensado, cómo será? ¿Harás algo diferente? Es decir nuevas canciones, viejas, inéditas… ¿Cuál es tu objetivo con este nuevo show? 

Bueno, estuve tocando con una muy buena banda, con algunos chicos como Luciano [Scaglione] de Attaque 77 y Gori, que tocó en la banda Fun People. Vamos a tocar canciones de todos mis discos, viste, material de la mayoría de mis discos solistas, y tal vez un poco de D-Generation, porque con la banda nunca vinimos acá. También pienso tocar un par de canciones de mis héroes e influencias,mis propias versiones de algunas cosas.  Algunas serán bastante suaves, acústicas, y otras -espero- mucho más rockeras, incluso más que la última vez que vine aquí que fue algo más improvisado y no tuve mucho tiempo para ensayar… Trabajé muy duro, te imaginás; no puedo sentir mis piernas, pero trato de pararme en algunas canciones, o en muchas, y cantar de pie ante el micrófono. Lo hice en Nueva York y en Londres y se siente bien estar de pie, si podés, en lugar de estar sentado tocando rock and roll, ¿me entendés? Así que será algo diferente, ¿pero quién sabe? Un show es una sorpresa, especialmente en un país en el que nunca he tocado antes. Es una comunión con la audiencia que sucede en el momento, así que… veremos.

Jesse en su Nueva York querida. No, no hay nadie vendiendo garrapiñada en la esquina

DE LA GRAN MANZANA A LA REINA DEL PLATA

Como rockero made in USA y especialmente siendo neoyorquino, ¿cómo te llevás con Buenos Aires? ¿Encontrás algún paralelismo con New York? 

Bueno, veo por ahí muchas remeras de los Ramones y de los Rolling Stones, así que siento que… ya sabés, podés caminar por esta ciudad – si podés caminar, claro. Pero ver a la gente tomando el colectivo y caminando por la calle, esa energía, las pocas cosas musicales a las que me he acercado y los bares en los que he estado, todo eso me da la impresión de que acá hay pasión por la música, por la cultura. No he tenido tiempo de ir a museos, pero veo todos estos museos cerca, y siento que aquí hay una apreciación por el arte como la que hay en New York. 

¿Qué idea tenías de Argentina antes de venir? 

Mirá, cuando vi el video de los Ramones siendo perseguidos en la camioneta, pensé: “Por ahí puede ser peligroso”… Solamente había conocido a dos o tres personas de Argentina, quizás cuatro como mucho. Así que en realidad no sabía qué esperar, pensaba que sería mucho más caluroso aquí pero ahora mismo es junio y hace mucho frío. Tenía la sensación de que habría buen vino -aunque no tomo mucho- y de que sería difícil encontrar una comida sin carne, cosa que descubrí por mí mismo. Realmente no sabía qué esperar, salvo que había mucha pasión aquí por lo que había escuchado del ambiente musical. 

Tiempos felices en los camarines, con Howie Pyro (a la izquierda), Mike Ness de Social Distortion y Joey Ramone (ambos en el centro) y Jesse Malin (a la derecha)

JOEY & JOE = JOY

En algún punto ya respondiste esta pregunta, pero eras amigo cercano de Joey Ramone. ¿Qué te comentaba Joey sobre nuestro país?

Joey de veras apoyaba a mi antigua banda, D-Generation, y luego hizo lo propio con mi carrera solista, realmente me daba su apoyo. Cuando yo no tenía ningún contrato discográfico ni nada, él me prestó dinero para grabar unos demos, era muy generoso en ese sentido y un muy buen tipo. Tenía un gran corazón musical. Para mucha gente en el mundo del espectáculo, la motivación puede ser el dinero, las drogas o el sexo; para Joey, el verdadero motor, su amor, su verdadera adicción, eso era el rock and roll. Al menos eso es lo que yo siempre percibí de él. Con respecto a si me hablaba de Argentina, sí, lo hacía. Con D-Generation hicimos una gira con los Ramones a principios de los 90s, y fue entonces cuando ellos empezaron a venir acá, creo… No lo sé con certeza, pero sí, definitivamente fue una conexión para mí y para algunos amigos para pensar en Argentina y principalmente en Buenos Aires. 

¿Eras también amigo de Joe Strummer, no? ¿Cómo lo conociste?

Fui amigo de ambos Joes, sí de ambos Joes. Ambos murieron a los 50 años y los dos también eran cantantes… ¿Cómo conocí a Joe Strummer? Caramba, yo solía organizar una noche de DJ en Nueva York que se llamaba Green Door NYC, y lo que hacíamos era poner discos para que la gente bailara, pero eran discos que quizás no sonaban en la radio en ese momento, te estoy hablando de los 90s. Ponía bandas como The Stooges, The Cramps, Funkadelic, The Dickies, Ramones, New York Dolls, y también otras cosas más oscuras o bandas británicas como Slade y Sweet y también algo de glam y algo de soul. Y los pibes se vestían y venían a esas fiestas y bebían y bailaban en el escenario hasta las 6 de la mañana. Y un día vino mi amigo fotógrafo, Bob Gruen. Bob era amigo de The Clash, les sacaba fotos, y un día llevó a Joe Strummer a esa fiesta en la que yo estaba de DJ.  Después de que dejé de pasar música, mi primo tomó el mando como DJ y me fui directo a la barra y me puse a hablar con Joe. Tomamos un poco de tequila y él, sin problema, me contestaba todo lo que yo le preguntaba sobre su música o sobre The Clash o sobre cualquier otra cosa.  Se quedó hasta las 6 o 7 de la mañana, y luego, cada vez que venía a New York nos veíamos, o lo encontraba en Los Ángeles, o nos cruzábamos en Boston, y así fue como nos hicimos amigos. Es muy triste que nuestra amistad haya durado tan solo un par de años. Lo vi por última vez en noviembre de… creo que fue 2002 o 2003, y para diciembre, sí, ya había muerto. Creo que murió un año después que Joey Ramone o algo así. Y eso fue realmente muy triste. Los dos se fueron. Pero aún están con nosotros, ¿sabés?, en la música y en la inspiración.

CON UNA AYUDITA DE (Y PARA) MIS AMIGOS

En los últimos meses se han realizado varios shows a beneficio tuyo en EE.UU., con músicos reconocidos tocando en esos eventos; considerando que vos siempre estuviste involucrado en conciertos benéficos para otros, ¿cómo te sentiste ahora siendo vos quien recibía ayuda? 

(Piensa) Fue realmente difícil de aceptar. Hay algo que aprender para ciertos tipos de personalidad sobre el acto de recibir – yo prefiero dar. Me gusta pagar la cuenta en la cena. Prefiero organizar un beneficio para quien lo necesite. Me gusta organizar ese tipo de cosas. Me costó mucho aceptar que había conciertos a beneficio para mí. Traté de detenerlo durante mucho tiempo, pero lamentablemente, mi seguro no cubre muchos de mis suministros médicos, gastos y cuidados en el hogar. Lamentablemente, los necesito en este momento ya que no pude trabajar durante bastante tiempo, de hecho tuve que cancelar un año de giras. Tuve que aceptarlo y darme cuenta de que la gente se unió, la verdad es que tuve mucha suerte. Hubieron muchas lecciones de humildad, gratitud y recepción, y sobre todo de humanidad.  Yo siempre pensé que la gente era buena. Sé que hay mucha gente buena y también mucha gente jodidamente mala. Sí, lo sé. Pero me di cuenta de que la gente buena tiene mucho más poder. Y te digo que, en la comunidad musical, son los mejores, porque son los más sinceros, generosos y solidarios. Y no solamente me refiero a los músicos o productores o la industria, sino también a los fans. Somos todos juntos. Es un círculo, es una comunidad… ¡sí, definitivamente somos una comunidad! 

También se lanzó un álbum doble tributo, “Silver Patron Saints», con bandas versionando tus canciones. Músicos de la talla de Elvis Costello, Lucinda Williams, Billy Joe Armstrong de Green Day, Bruce Springsteen, Counting Crows, Little Steven, Alejandro Escovedo, Rancid e Ian Hunter, solo por nombrar algunos… ¿Qué impresión te da, como artista y como persona, ver a tantas bandas y artistas consagrados rindiéndole tributo a tu música? 

Es curioso, pero solía pensar: “Bueno, quizás solo estoy en el escenario y la gente paga por venir a verme porque grito y uso una linda campera de cuero, pero quizás las canciones no son tan buenas”. Pero cuando escuché a otras personas versionando mis temas, ahí me dije: “Ah, supongo que hay algunas canciones que no están tan mal”… Realmente fue una gran sensación. El disco fue hecho para recaudar fondos para mis gastos médicos, fue hecho para generar dinero, pero más que el dinero lo que me dio para toda la vida fue ese impulso emocional de escuchar a otros cantar mis canciones. Estando aquí en Buenos Aires, profundamente metido en sesiones de fisioterapia, lejos de casa, de pronto recibía un correo electrónico en mi teléfono, apretaba un botón y allí estaba por ejemplo Dinosaur Jr. tocando mi canción Brooklyn, o de pronto estaba Bruce Springsteen haciendo otra canción, o Billy Joe de Green Day. Todos me iban llegando en diferentes momentos y cuando los recibía, era una sensación realmente hermosa. Me dieron buenas razones para seguir luchando, realmente buenas razones.

LUZ, CÁMARA… ¡JESSE!

En el video de tu canción “Addicted”, hay una escena filmada en blanco y negro en la que caminás junto a Derek Cruz, tu guitarrista, bajo una luz blanca en movimiento, emulando una escena de la película «Toro Salvaje» con Robert De Niro y Joe Pesci. En tu video de “Russian Roulette” (cover de Lords of The New Church) y en el de “The Archer”, también emulás la escena de De Niro gatillándose el arma en Taxi Driver. El arte de tapa de tu single del tema “Queen Of The Underworld” es idéntico al poster de la película Mean Streets de Martin Scorsese, también protagonizada por Robert De Niro, y como si esto fuera poco, el video de “Dance with the System” imitás a Bobby De Niro interpretando a Johnny Boy en a escena de «Mean Streets» cuando llega al bar en cámara lenta y toda la imagen es en color rojo, ¿no? ¿Cómo empezó tu relación con las películas de Scorsese y De Niro? 

Oh, bueno, tenés buen ojo, mi amigo. ¡Sí, es así porque soy un gran fan! La película favorita de mi madre en los años 70, antes de que falleciera, era «Alicia Ya No Vive Aquí», porque era sobre una madre soltera criando a un hijo que quería ser músico, ya sabés, un pibe loco viajando y sin dinero. Y el personaje que interpretaba la actriz Ellen Burstyn -que también actuó en «El Exorcista«- quería ser cantante como mi madre e intentaba cantar en bares de pianos pequeños, pero terminaba siendo camarera de bar. Así que esa puede haber sido la primera película que vi. Cuando tenía nueve años, un día vi en el diario que estaban dando en el cine “Taxi Driver” y pensé: “Este es un tipo que maneja un taxi, no parece James Bond ni Charles Bronson ni Bruce Lee. Esto parece aburrido”…  Pero el novio de mi madre un día nos llevó a mi hermana y a mí a verla al cine en 1976, y me encantó. Me dio miedo, pero después de verla pesé: “Esta es la película más violenta que hay”, y me encantaban esas cosas. Mi hermana salió corriendo del cine gritando por la sangre y todo eso. ¡Dios mío, tuvieron que esperar en el vestíbulo!

 Esa fue la primera que vi de Scorsese y luego vi “El Rey de la Comedia”, “Toro Salvaje”, y después volví para atrás y vi “Mean Streets”  y “¿Quién llama a mi puerta?”, y ya me metí de lleno en todo ese cine. “El color del dinero”, “After Hours”, y luego claro llegó “Buenos muchachos”. Yo era muy fan de esos personajes. Cuando conocí a Joe Strummer, le pregunté si a los Clash les gustaba “Mean Streets” cuando empezaron la banda, y me dijo: “Oh sí, a Keith Levene solíamos llamarlo ‘Johnny Boy’ (N. personaje que interpreta De Niro en esa película). Tenía un sombrero así”. Esos personajes en esas películas los he visto una y otra vez porque me recordaban a mis amigos y a mí, la forma en que crecimos. Eran personajes realmente profundos, bellamente filmados, artísticos. Y New York es un personaje más en muchas de esas películas, no solo los actores y los personajes, sino la ciudad en sí.  La ciudad es un personaje en muchas de las películas. Así que había algo con lo que podíamos identificarnos. Pero no era solo la violencia o que fuera Nueva York: hay un alma, un espíritu y una humanidad en las películas de Martin Scorsese que creo que son bastante especiales y artísticas. 

¿Qué te inspira para componer una canción? ¿Qué cosas te conmueven? ¿El cine, por ejemplo? 

Sí, absolutamente. Es genial cuando salís del cine y no hablas con nadie. Te quedas en tu cabeza, volvés a tu casa. Te pone en ese estado tranquilo, de mirar todo de forma artística, prestando atención a los detalles, bajando el ritmo y viendo el mundo como una película. Tal vez una película que estás por crear en un par de minutos. Definitivamente el cine provoca eso. A veces, simplemente recordar algunos personajes de películas hace que terminen en mis canciones, como por ejemplo “Atrapado Sin Salida” o incluso cantando canciones como “Russian Roulette” de Lords of the New Church con la frase: “Estoy subiendo de peso para el Oscar”.

En sus ratos libres, Jesse practica para viajar en subte agarrado del pasamanos. ¡Le sale bastante bien! (Foto: Wendi Taverna)

Además de tu pasión por el cine, entiendo que sos un ávido lector. ¿Te gusta la literatura? ¿Es fuente de inspiración para tu música? ¿Qué te gusta leer?

Para escribir, sí. Y para la vida, inspiración y entretenimiento. Pero a veces vuelvo… No tuve mucha educación, abandoné la escuela, así que leo libros que creo que me perdí y que habría disfrutado si hubiera ido a la escuela; más adelante en la vida, quizás, pero en ese momento, solo quería estar afuera, por la noche y viajando. Así que volví a la biblioteca y pensé: “Está bien, necesito leer a Oscar Wilde, a Pearl S. Buck, a Hemingway”, y leí algo de eso. Actualmente leo cualquier cosa. Me gusta la ficción y la no ficción, me gustan los cuentos. Ahora mismo estoy leyendo algo de Flannery O’Connor, y antes de eso leía a Raymond Carver. Esos son cuentos. Un par de memorias nuevas. «Crying in H Mart», que fue bastante fuerte y conmovedor —es de Michelle Zauner, cantante y guitarrista de la banda “Japanese Breakfast”—. Hay un libro llamado «Stay True», de un tipo llamado Hua Hsu, que es una muy buena memoria. Él escribe para The New Yorker. Estoy tratando de recordar qué más… Hay buenas memorias también. El libro de Kid Congo Powers, guitarrista de Gun Club y The Cramps, es excelente. Y también el de Viv Albertine de The Slits, ese libro es bastante bueno también. Se llamaba “Clothes Music Boys”

Unos pibisimos D-Generation posan para la posteridad (o tal vez para un poster): de izq. a der., Michael Wildwood, Danny Sage, Jesse Malin, Howie Pyro (al fondo) y Richard Bacchus

VIAJE AL CENTRO DEL PUNK

En mi opinión, D-Generation fue la última gran banda que salió de Nueva York. ¿Estás de acuerdo? 

No estoy de acuerdo, pero gracias. Creo que hubo muchas buenas bandas después. Creo que The Strokes hicieron cosas muy buenas, y estoy tratando de pensar en otras bandas. Hay muchas. Definitivamente siento que The Strokes, Interpol… la pucha, mi mente se pone en blanco con otras bandas que también iba a ver, pero definitivamente hay más, eso es seguro.

Siendo un nativo de New York -un true new yorker- y un fan del rock and roll, debió haber sido emocionante estar en el lugar indicado en el momento correcto en los años 70. Debiste haber visto muchas bandas… ¿A quién pudiste ver en vivo en aquel entonces? ¿Quiénes dejaron una marca en vos? 

Bueno, yo era muy joven en los 70s, así que me perdí mucho. No podía ir a clubes ni nada de eso, pero nos llevaban a conciertos -y también nos colábamos- a fines de los 70. Así que vi a Kiss en el Madison Square Garden, Aerosmith, Ted Nugent y cosas así. Pero ya para fines de los 70s vi a los Ramones en 1979 y también a Plasmatics y algunos otros grupos. No empecé a ir a clubes pequeños sino hasta 1980. Fui a Max’s y a CBGB’s, pero los primeros 80s eran como los 70s, así que llegué a ver a The Clash, a The Cramps, a Motörhead, a Lou Reed y cosas así. 

¿Eras fan de Kiss? 

No se lo digas a nadie… Sí, empecé con Elton John, luego Kiss y después Ramones. Y luego, ya sabes, The Clash, y a partir de ahí, Dead Kennedys, el hardcore y Bad Brains. Pero al mismo tiempo, escuchaba estaciones de radio de oldies y ahí descubrí a Sam Cooke, Chuck Berry, Little Richard, y también a los Rolling Stones y Neil Young. Simplemente me gustan las buenas canciones, la actitud, el estilo… alguien que tiene algo que se siente. 

¿Y qué te llevó a empezar con el movimiento punk/ hardcore?

Bueno, mi primera banda se llamaba Rocker -por una canción de AC/DC- y yo trataba de aprender a tocar todo ese material; luego escuché a Ramones y dije: “Guau, esto puedo tocarlo fácil, puedo escribir una canción”. Así que fue esa necesidad rápida de querer… es como cuando conseguí mi primera guitarra acústica y me dijeron: “Tenés que aprender todo esto, y luego te conseguiremos una eléctrica”. Y yo dije: “No, quiero estar ahí arriba ahora”. ¡Soy un chico sin paciencia! Probablemente habría aprendido mucho más guitarra tratando de tocar temas de Led Zeppelin y de Yes, pero yo quería subirme al escenario rápido y eso fue gracias a haber escuchado a Ramones, Así que escribimos nuestras primeras canciones, llamamos al CBGB’s y dijimos: “¿Podemos ir a hacer una audición?” Y nos dijeron: “Sí, el lunes a las 2 de la mañana”. 

EL PUNK QUE HUBO, EL PUNK QUE VENDRÁ

Para nuestra generación, el rock y el punk significaron un espacio de encuentro, expresión y rebeldía. ¿Crees que el rock y la música en general siguen siendo relevantes para la juventud actual? ¿Qué futuro ves para esta música? 

Creo que las buenas canciones y la actitud correcta siempre saldrán a flote. Creo que bandas como Fontaines D.C. son un gran ejemplo de lo que fueron The Strokes cuando salieron: quizás escuchaban la misma música que yo escuchaba cuando crecía, pero está mezclada en otra olla. Tal vez ellos tienen algo de Velvet Underground en su sopa, tal vez le agregan una pizca de Guided by Voices o de Sonic Youth o lo que sea que hayan escuchado, Beastie Boys… y es diferente a mi sopa, que quizás tenía ingredientes de Dead Boys, The Clash, Aerosmith, Elton John, AC/DC, o lo que sea. Cada uno hace su propia sopa y la sirve a su manera. Así que creo que hay espacio para otra banda, o dos, o diez, espero. Y creo que la gente siempre las necesita, porque podés decir “Oh, el rock and roll es viejo, está muerto”, pero se trata de un ritmo, y eso es muy humano porque el corazón es ritmo; y se trata de actitud, y eso es comunicación; y se trata de expresión, y eso es una necesidad. Así que creo que esas necesidades van muy ligadas a la juventud, a los tiempos y al cambio, y tal vez no sea una banda de la que vos y yo digamos “esta es la mejor”, pero tal vez, con suerte, podamos mirarla y entenderla, o tal vez nos encante, pero al menos decir “está bien, entiendo por qué estos chicos la aman”, porque les habla, y hay que saber hacer eso. Pero tengo fe. 

Jesse junto a Mick Jones de The Clash: dos estilos y un mismo color

En 2015, Lemmy Kilmister dijo sobre el estado del rock y el punk: “Creo que está bastante mal ahora. Estamos esperando algo. No estoy seguro de qué es. Tal vez estamos esperando la muerte del rock and roll, no lo sé. No entiendo qué estamos esperando en este momento porque llevamos mucho tiempo esperando. Merecemos algo, pero no lo estamos recibiendo. No sé por qué la mitad de las bandas modernas están juntas, porque no lo merecen. Todo lo que hacen es hacer ruido. Creo que todavía estamos buscando una respuesta al punk, para ser honesto, porque Nirvana no lo fue. Fueron lo más cercano, pero no duraron. Me gustan algunas bandas como Foo Fighters, Evanescence y cosas así, pero no sé si alguna vez tendremos algo real como el punk otra vez”… ¿Estás de acuerdo con esto? 

¿Quién dijo eso? 

Lemmy, de Motörhead. 

Ah, Lemmy. OK. No estoy de acuerdo con todo lo que mencionó ahí, pero me gusta que estuviera prestando atención y notara que Nirvana era buena. Me gusta eso. Lemmy decía muchas cosas buenas. Siempre digo que los filósofos, a veces, vienen en cuero negro, con verrugas en la cara y perillas a volumen once. 

LANZADO AL MUNDO DE HOY

¿Cómo está tu salud actualmente Jesse? La última vez que viniste aquí estabas en tratamiento. ¿Continuás haciéndolo? 

Sí. Estoy aquí para esos tratamientos, a base de células madre. Esta vez estaré aquí en Buenos Aires un mes y tendré tres o cuatro sesiones del tratamiento o tal vez más, además de fisioterapia. La combinación de ambos… Mi salud está, ya sabés, mejorando. Definitivamente es un desafío todo el tiempo, pero trabajo en ello todos los días, y he mantenido una actitud mental positiva a través de todo este proceso. Pero sí, digo, «hey, estoy con una ensalada justo aquí, en la capital mundial del bife -la capital de la carne- ¡y yo comiendo verdes! ¡Comida de conejo! (Risas)

¿Qué hay para el futuro cercano? ¿Estás trabajando en un nuevo álbum? ¿La canción “Argentina” estará incluida o quedará en el EP? 

Esa es una buena pregunta… A veces estos singles se pierden, y a mí me gusta que las canciones encajen. Parece encajar con el resto de lo que será el próximo álbum… He estado trabajando muy duro en terminar unas memorias, un libro de historias sobre personajes de Nueva York, con historias de mi vida, llamado “Almost Grown”. Va a salir el año que viene y justo lo terminé. También estoy trabajando en una obra musical, una ópera rock, ópera punk rock, ópera punk folk llamada “Silver Manhattan”, que estará en la ciudad de septiembre a enero, en New York, todos los meses. Pero no sé cómo será el disco: he estado ocupado, y recuperarse lleva mucha energía, he estado escribiendo un poco… ya veremos. Ha pasado mucho tiempo desde que salió mi último álbum de estudio “Sad And Beautiful World”, así que gracias a todos mis amigos por mantener mi música viva. 

Tu último álbum de estudio se llama “Sad and Beautiful World”, es decir «mundo triste y hermoso»… ¿Creés que el mundo es realmente así? 

Sí, absolutamente. Es un mundo feliz y hermoso, pero también hay mucha tristeza. Están las dos caras de la moneda. 

Para terminar, Jesse, ¿algún mensaje para tus fans y por supuesto para los lectores de MADHOUSE? 

“Emptying The Madhouse es una buena canción de Even Worse… ¡Es de 1981, con Jack Rabid (N. batero del trío Springhouse y director de la revista musical The Big Takeover) en la batería! A los fans y a los lectores de MADHOUSE les digo que sigan fieles a su corazón, sean buenos con los que aman, cuídense y nos vemos. Manténganse positivos. ¡Mantengan la PMA! ( Actitud Mental Positiva). 

¡Gracias Doctor! (Risas)

El autor de esta nota junto a Jesse Malin, reclamando más poder para la gente (Foto: Gail Hoffman)

(Agradecemos a Mariano Asch y a Diego Perri por su ayuda y colaboración para la realización de este reportaje)

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