Del 1 al 4 de agosto, el ya mítico Rebellion Festival lo volvió a hacer nuevamente en su edición 2024. Con actuaciones de auténticas leyendas del punk como Sham 69, Cock Sparrer y Cockney Rejects, y la energía electrizante de The Stranglers y Menace, este evento fue un verdadero banquete para los amantes del género. Los míticos Sweet nos hicieron recordar por qué el glam rock británico nunca morirá, mientras que bandas como Kaleko Urdangak del País Vasco y La Inquisición de Barcelona demostraron que el punk ibérico está más vivo que nunca. La actuación deslumbrante de Stiff Little Fingers y la presentación fogosa de los suecos The Baboon Show fueron los momentos culminantes en las cuatro jornadas repletas de punk, hardcore, ska, glam y mucho, mucho pero muchísimo más en los diferentes escenarios del Winter Gardens en la playera Blackpool.
DÍA 1: EL PUNTAPIÉ INICIAL. Llegamos a los Winter Gardens pasado el mediodía, ansiosos por ver a Cyanide Pills, banda inglesa oriunda de Leeds cuyo nuevo álbum «Soundtrack To The New Cold War» salió a la venta poco antes del festival. Luego, dimos una vuelta para disfrutar un poco del set de The Ramonas (combo femenino que desde 2004 homenajea a los Ramones y también tiene temas propios), pero solamente por un rato, porque no queríamos perdernos a los glamsters londinenses Heavy Metal Kids, esa legendaria banda nacida en los 70s por cuyas filas pasó el mismísimo Danny Peyronel (descubran más de este gran músico argento leyendo este reportaje y este otro que le hicimos en MADHOUSE). Al tratarse de jueves, la concurrencia no era tan masiva, pero se iba haciendo notar, especialmente cuando subió al escenario Noel Martin, cantante de Menace, desplegando lo mejor de su repertorio.
La tarde pasaba, la cerveza también, y sería momento de ver a The Drowns, seguido de los americanos Noi!se. Ya entrada la noche, llegó el primer plato fuerte con Charlie Harper y sus UK Subs en un Empress Ballroom colmado: el veterano frontman y su banda repasaron los clásicos, dejándonos con energía para ver a Tear Up, una banda de Oi! de Warford. Su set ruidoso y caliente nos preparó para el plato principal: Jimmy Pursey y compañía, si claro, Sham 69!, completando la jornada con clásicos coreados por todo el recinto, recordando que cada canción de Jimmy es una declaración de principios: “…If the kids are united…”
DÍA 2 : SIEMPRE ES UN BUEN MOMENTO PARA SORPRENDERSE. El segundo día amanecimos temprano para ver a los chicos del País Vasco, Kaleko Urdangak, con Remen despertando todos nuestros sentidos a los saltos como bien sabe hacerlo sobre el escenario, dándonos un cachetazo de música Oi! a modo de desayuno. Luego nos dirigimos al escenario Opera House para ver al mito viviente Timothy Smith (a) TV Smith y escucharlo en formato acústico y revivir así los clásicos de su banda The Adverts. Pasamos por la barra a buscar una cerveza fría y así disfrutar de un ruidoso y contundente set de Maid Of Ace, banda punk rocker inglesa nativa de Hastings integrada por Alison, Amy, Anna y Abby Elliott, que a diferencia de los Ramones comparten apellido pero son realmente cuatro hermanas (!); posteriormente y a toda velocidad nos fuimos a ver el debut en el festival de los barceloneses La Inquisición, banda hardcore punk Oi! liderada por Rubén López que dejó todo sobre el escenario. Después, los británicos The Chisel hicieron lo suyo, tocando a pura garra como un tren que arrolla todo a su paso.
Uno creería que el plato fuerte vendría con otras bandas más tarde; sin embargo, la gran sorpresa fue cuando la frontwoman Cecilia Boström, en un llamativo catsuit de cuero y tacos altos, apareció en el escenario. El lugar se vino abajo; la fuerza de su voz y lo cautivante de su presencia realmente dejaron a más de uno sin palabras. Al terminar su show, nos quedamos con ganas de más y desde acá recomendamos escuchar a The Baboon Show, banda de Estocolmo, Suecia.
Tras el set de la sueca y los suecos vino una seguidilla de grandes bandas como Infa Riot, Anti-Nowhere League y los multiculturales Gogol Bordello que descargaron toda su energía en un gran show que combina lo mejor de todos los continentes. El postre del viernes estuvo a cargo de la banda oriunda de Surrey, The Stranglers, que como detalle especial invitó al escenario a su saxofonista Lora Logic, quien desde 1978 no compartía escenario con ellos: juntos realizaron una gran versión de «Hey! (Rise Of The Robots)», que pueden ver, escuchar y disfrutar en el video adjunto.
DÍA 3: CON UNA MANO EN EL CORAZÓN. Ya físicamente un poco más afectados por el paso de las largas noches -pero con el ánimo y las ganas intactos- el sábado nos hicimos presentes en los Winter Gardens, donde la jornada arrancó con los galeses Pizzatramp y su hardcore punk combativo. Luego, los australianos Rust tomaron el escenario con su energía desbordante. Pensando que ya habíamos tenido suficiente velocidad, llegó el turno de las chicas chinas de Dummy Toys, quienes demostraron el poderío del punk asiático, pulverizando el escenario Casbah con un set lleno de fuerza.
Tras tres sets de diferentes estilos, llenamos nuestras gargantas de cervezas para afinar el oído y disfrutar de los shows de Gimp Fist y los franceses de Lion’s Law. Con ganas de más, corrimos a ver a los irlandeses The Outcasts, quienes a pesar de la lesión de su segundo guitarrista, se presentaron igual pero como trío.
Antes del plato fuerte, visitamos a nuestros amigos de Crown Court, banda londinense de música Oi!, consolidada en Europa y Estados Unidos. Casi 40 minutos antes de la medianoche, Cock Sparrer, liderados por Colin McFaull, desplegaron una catarata de hits, incluyendo temas de su último álbum, cerrando así una noche inolvidable.
DÍA 4: RETROCEDER NUNCA, RENDIRSE JAMÁS. El cansancio comenzaba a afectar las piernas debido a la cantidad excesiva de horas parados y pogueando, pero el espíritu del disfrute y goce hizo que siguiéramos adelante. La primera banda de la jornada fue On The Huh, integrada parcialmente por músicos de la histórica banda Infa Riot, ofreciendo un set entretenido y movido, destacándose el tema «Life».
Tras algunas bebidas, decidimos ir a disfrutar un poco del folk que ofreció en el escenario Almost Acoustic el gran Arthur «Kay» Kitchener, ex integrante de The Last Resort. Después de relajarnos y disfrutar de un gran set, nos dispusimos a disfrutar de los irónicos Dirt Box Disco (cuya biografía dice «¡nacidos en el UK del mal funcionamiento de un terrible experimento químico musical de laboratorio!») pero nos habíamos quedado con más ganas de música Oi!, así que pasamos a ver a Criminal Damage, banda de Sussex formada en 1982, disuelta en el 84 y reformada posteriormente, cuya voz particular y su inagotable energía verdaderamente nos cautivaron.
Pasadas las 19 horas del domingo, subió al escenario The Sweet, histórica e icónica banda de glam rock británica liderada por el único miembro original restante, Andy Scott. Sorprendiendo a todos, ofrecieron un set contundente lleno de clásicos como «Fox On The Run», «Love Is Like Oxygen», «Teenage Rampage», «Blockbuster» y por supuesto la inoxidable «Ballroom Blitz», que pueden apreciar en el video de aquí arriba.
Luego, Cockney Rejects tomó la posta con una formación renovada, con Michael «Olga» Algar (Toy Dolls) en guitarra, JJ Pearce (The Last Resort) en bajo, Ray Bussey en batería y el original y multifacético Stinky Turner en voz. Nos dejaron un set más bien corto pero directo y poderoso, dejando el escenario en llamas para Jake Burns y sus muchachos de Stiff Little Fingers.
La ovación fue total cuando la oscuridad cubrió por completo el venue y en la pantalla principal se pudo ver el nombre de la banda junto al nombre del tour 2024: «Hate Has No Home Here» (el odio no tiene lugar aquí). Enseguida su inconfundible mensaje de resistencia se hizo presente como siempre; Burns no solo nos hizo poguear, cantar y bailar: cuando las luces se encendieron se pudieron ver los rostros de muchos de los asistentes, completamente emocionados, lo cual nos hizo reflexionar en cuán importante y trascendente puede resultar la música para las personas… Gracias Jake Burns, gracias Stiff Little Fingers por existir.
FINAL DE FIESTA. Un fin de semana sin parar que se convirtió en un oasis de alegría y conexión, todo entre melodías y risas, creando recuerdos imborrables. La música actúa como un lazo invisible, uniendo almas inquietas en una danza de celebración y comunión llamada “pogo”. En esos momentos, el mundo exterior desaparece, y solo queda el presente compartido, vibrante y lleno algarabía. Hasta la próxima Rebellion, Blackpool y futuros amigos por conocer….
Corresponsal en UK. Bebedor social, periodista y productor, entre la angustia del rechazo y el cansancio de la aceptación.