PACIENTE: DOLLY PARTON “ROCKSTAR” (BUTTERFLY RECORDS,2023)
Por Mailén Álvarez
HISTORIA CLÍNICA: Con casi 50 discos en su haber, la estrella del country Dolly Parton deja su imagen de rubia Ingalls y saca la Elvira que lleva dentro, sólo que sin dejar su clásico rubio que tanto la caracteriza. Con un parche de cuero en el ojo, animal print y su sensualidad vigente nos ofrece un disco con nueve canciones originales y 23 clásicos del rock con invitados como el controversial Kid Rock, su ahijada Miley Cyrus, voces icónicas como Steven Tyler, Debbie Harry Peter Frampton y el Metal God Rob Halford
Se puede decir que no todos los discos de covers son especialmente entretenidos, pero si una leyenda con mal carácter como John Fogerty se une a una blonda creyente y amorosa para cantar “Long As I Can See The Light”, la apuesta resulta más que interesante. Es que Dolly se da el gusto de unir a grandes como Paul McCartney y Ringo Star en “Le It Be” para una versión armoniosa a su estilo, con esa voz aguda y a veces áspera. Y ahí puede estar la clave del éxito de “Rockstar”, que se convirtió en uno de los más vendidos en toda su carrera, la cual data de mediados de los ’60 cuando irrumpió en la pantalla chica con su peinado alto, su escote intrigante y su carita angelical.
Hija de un matrimonio pobre del campo, de familia numerosa, Dolly salió de Tennessee hacia Nashville para cantar el country que tanto amaba. Lógicamente no le fue fácil, era una mujer queriendo meterse en un género que -oh sorpresa- estaba dominado por hombres con sombreros de ala ancha y todo tipo de camisas y trajes llamativos con la guitarra colgada. Pero Dolly estaba destinada a triunfar: el momento clave fue cuando reemplazó a una figura querida por el público en un show de TV, y se fue introduciendo en cada casa de los Estados Unidos y la gente la adoró. El conductor del show y cantante Porter Wagoner la retuvo casi por 10 años y tras una pelea, Dolly se va para consolidarse como solista. Lanza “Jolene” (en «Rockstar» hace una versión junto con Maneskin) y el resto es historia… una historia un tanto trágica e interesante. ¿Por qué? Porque Dolly no sólo es una cantante – y actriz, y productora, y escritora y empresaria- sino una pionera, que en épocas tales como los ’60, ’70 y ’80 y mientras iba acumulando éxitos, decidió no ser madre. Tras rumores de romance con la estrella incipiente Billy Ray Cyrus (si, el papá de Miley), Dolly ya entrenada en una industria misógina, lo usó a su favor y como estaba acostumbrada, de todo lo negativo sacó algo bueno y redituable.
Es acá donde volvemos al presente donde en “Rockstar” graba con Miley “Wrecking Ball” y la potencia de la voz de su amada protegida se fusiona con la dulzura de Dolly que a pesar del negro y las tachas no nos hace creer que es una persona oscura del rock pero aún así logra un disco confortable.
La variedad de canciones seleccionadas, hacen a este trabajo como una rockola de éxitos para escuchar sin exaltarse y quizá eso lo hace bueno porque reversionar canciones sin darle ese toque propio es aburrir a la audiencia y solo parecería que alguien con tanta trayectoria se quedó sin ideas. Aquí no sucede. “What’s Up?” con Linda Perry es un acierto hermoso como lo es también tener a Sting y Stevie Nicks entre tus estrellas reclutadas.
DIAGNÓSTICO: Que tus colegas de talla internacional te hagan la segunda para editar covers no puede salir mal. Este disco es exitoso por dos motivos: son canciones vigentes en una era donde el rock and roll no está en la mira de las masas como lo fue en décadas anteriores, “(I Cant Get No) Satisfaction”, “Purple Rain” y “Every Breath You Take” nunca dejarán de escucharse , el otro gran motivo es que es Dolly Parton, y en su país es una estrella del Country, valga la redundancia.
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