Frank y Mario de Independiente, Ale de San Lorenzo: más Entre El Cielo Y El Infierno, imposible

Mario Ian es de esas personas que no suele pasar desapercibida. No solo por ser uno de los referentes en cuanto a vocalistas de heavy metal locales se refiere, sino por la decidida convicción con la que enfrenta al micrófono de MADHOUSE en New York Dogs, la hamburguesería rockera por excelencia. Ferviente religioso –tema que sobrevuela permanentemente su discurso-, Mario remarca la importancia que tuvo su breve pero recordado paso por Rata Blanca para la grabación y posterior gira de “Entre El Cielo Y El Infierno”, disco que 29 años después sigue siendo uno de los favoritos de los fans, hecho que lo llevó a armar un proyecto con ese nombre junto a sus ex compañeros de banda Gustavo Rowek, Sergio Berdichevsky y Javier “Chino” Retamozo que se estarán presentando en el Teatro Flores el próximo 28 de octubre... Todos estos temas -y varios más- se tocaron en la charla que les ofrecemos a continuación.

COMO ES ARRIBA, ES ABAJO. “Entre El Cielo y El Infierno”, el quinto trabajo de estudio de Rata Blanca editado en septiembre de 1994 dividió las aguas entre los fanáticos del grupo, de la mano de una propuesta mucho más pesada y moderna. “La idea era buscar otro sonido, despegarse de lo anterior de Rata” recuerda Mario, y añade más detalles: “Mi llegada se dio naturalmente porque siempre fui amigo de ellos, los acompañaba en los micros de gira. Es más, yo fui el primero en cantar ’Chico Callejero’. Cuando se va Barilari, ellos tenían una fecha y me llamaron. Llegué a la sala de ensayo y nos pusimos a zapar cosas de Judas Priest -yo en esa época hacía un homenaje a ellos con Rowek, Berdichevsky, el Negro Sánchez y Oscar Castro de Horcas-, de Accept, de Rainbow con Dio y con Bonnet…y lo disfrutamos tanto que me quedé a dormir en la casa de Walter y al otro día nos levantamos a la mañana y nos pusimos a componer”

Estaba claro que las hadas y los magos les estaban dando paso a cuestiones más terrenales como los gobiernos autoritarios y los conflictos en Medio Oriente¿Hay alguna letra del disco de la que te sientas particularmente orgulloso?

“Bajo Control”, que es una letra profética. Habla del control poblacional, de las ideologías. Que son controladas por los grandes poderes, Lo loco es que el heavy metal esté tan alineado con el sistema, con el Nuevo Orden Mundial, cuando siempre fue algo contestatario… y si vos sos contestatario con este sistema, te dicen que sos un negacionista, un fascista. Hoy en día, el heavy metal está alineado con el sistema, aunque con cara de rebelde. “Jerusalén” también es una letra muy profética, donde justamente ahora se está dando la unión del pueblo musulmán con el pueblo judío. Están haciendo un acuerdo por primera vez, ya que desde Abraham y David hasta hoy estuvieron en guerra. También rescato “Sombra Interte Del Amor” que en realidad se llamaba “S.I.D.A” y se la hice a un amigo en común de la banda que se llamaba Bobby, ya fallecido, pero que en ese momento se había levantado dos veces de la muerte por esta enfermedad. ¡Todo por el poder de la fe! También escribí “Obsesión”, “Herederos De La Fe”, el estribillo de “Máquina” …

…todas canciones importantes para los fans.

El disco tuvo canciones que terminaron siendo muy importante para Rata Blanca. Como “Sin Tu Amor Nada Existe”, que tiene toda esa cosa medio Deep Purple/Rainbow. La canción era de Walter y yo le sumé una melodía que traje de la época de Alakrán. Trabajábamos mucho así: se tiraba un riff, me venían las melodías y me ponía a cantar arriba de lo que tocaba Walter. Y desde ahí empezábamos a edificar la canción. Había mucha creatividad, espontaneidad e improvisación.

ÁNGELES Y DEMONIOS

¿Como definirías esa relación compositiva con Walter?

Con Walter teníamos una especie de admiración mutua. Él me tenía por buen compositor, porque ya en el principio de Rata me había hablado para que hagamos algo. Pero siempre tuve muy buena onda, que lamentablemente se perjudicó cuando estuve en la banda. Y la responsabilidad es en gran parte mía, por cómo se dieron las cosas. Terminamos distanciados, pero los primeros seis meses fueron buenísmos. Se dio todo muy espontaneo, no se intentó imitar a nadie, salió lo que teníamos adentro: Judas Priest, Accept, Fight, más todo lo que traíamos de los 70. A partir de ahí hubo una comunión, una mezcla de lo suyo con lo que yo traía. En esa época estuve muy inmerso en la música de los 90: Soundgarden, Alice In Chains y todo el grunge que me había pegado mucho porque yo vengo de la onda de los 70, de Led Zeppelin y Black Sabbath. Entonces se apuntó a volver a las raíces de lo que era Rata como banda de heavy metal, pero ahora con una dosis más moderna. Y la primera canción que salió fue “Bajo Control».

También fue una etapa donde se abrió la composición al resto de los integrantes…

Así es, también compartimos influencias cuando nos pusimos a componer: hubo mucha participación de Rowek, de Berdichevsky, del Negro Sánchez que trajo el riff de “Herederos De La Fe”. Y también pude escribir varias letras, porque yo soy muy jodido con las letras, si no me gustan no las canto por más que me paguen diez millones de dólares.

AVERNOS Y PARAÍSOS

¿Como se decidió el título del álbum?

El título lo puso Walter, pero creo que fue la lectura de que estábamos tocando temas espirituales. Y quizás con la excepción del primer disco, que tiene canciones como “Rompe El Hechizo” o “El Último Ataque”, Rata no solía tener una atmósfera espiritual en sus letras, sino algo más a tierra o con una onda media mística y esotérica como en “Magos Espadas Y Rosas”

¿Tenían canciones para un siguiente álbum?

Yo me fui de Rata, no me echó Walter. Él no me iba a echar porque éramos amigos. Me acuerdo que cuando les dije: “Chicos, no sigo, me voy” Walter me dijo: “Loco, gracias, porque la verdad estábamos pasando un mal momento”… Él esperaba que yo tomé la decisión. Entonces cuando me voy, ya habíamos compuesto varias canciones de lo que sería “Rata VII” (N.: disco que sería grabado por su sucesor, Gabriel Marián). Ya se veía que se estaba generando una nueva etapa. Había una canción muy particular, “Madame X” que por entonces se llamaba “Heroína Homicida”, que me acuerdo que la tocamos en vivo en Obras.

¿Cuál es tu opinión de «Rata VII”?

Si yo hubiese estado bien en esa época me hubiese gustado grabarlo, pero estaba con mucha depresión. Yo me fui de Rata Blanca y fui a parar al psiquiatra, estaba muy mal. Fue ahí cuando empecé a ir a una iglesia cristiana, que me hizo muy bien, porque la depresión es egoísta, no tenés fe en nada. Si yo hubiese estado como hoy, hubiésemos hecho un disco de la recontra hostia. No digo que “VII” no lo sea, hay cosas que están buenas… excepto una canción, “La Historia De Un Muchacho”, que me acuerdo que me costó, porque no tiene nada que ver con lo que teníamos que haber hecho en ese momento. Cuando me fui del grupo, quedaron muchas cosas compuestas por mí y lo llamé a Walter y le dije: “Mirá, esto es mío también” Y hubo mucha mala onda por parte de él, y ahí nos separamos humanamente. Porque después de irme seguía estando todo bien, incluso subí de invitado a cantar cuando ya estaba en la banda Gabriel Marián.

ENTRE EL PASADO Y EL PRESENTE

¿Cómo fue el reencuentro con Sergio, Gustavo y el Chino para este nuevo proyecto?

Con Gustavo nos conocemos desde V8, ensayábamos juntos en la misma sala, nos conocemos desde siempre. Hemos sido, además de colegas, amigos. Sergio y Gustavo incluso grabaron los dos discos de IAN, “En Tiempos De Redención” y “Nuevo Orden”. El reencuentro surge cuando yo hago un posteo en redes sobre el aniversario del disco, que anduvo muy bien y ahí volvimos a hablar y se generó una onda tan linda que decidimos seguir haciendo estas canciones que son súper buenas.

¿Cómo fue reencontrarse en vivo con esas canciones que hacía un montón que no tocaban?

Fue muy bueno. Hay algunas letras que me cuestan, pero no son nocivas como para no cantarlas. Hay algunas a las que les modifico la letra, como “Fantasma Azul” o “Patria”, pero porque son muy puntuales. Inclusive canto canciones de “El Libro Oculto” que es el disco que Rata estaba presentando cuando yo entrÉ a la banda. También hacemos “Chico Callejero” porque fui la primera persona que lo cantó, y “Ángeles De Acero” porque es una letra muy positiva del Enano (N: Rowek)

Tienen además una canción nueva…

Intentamos componer algo más a ver que nos salía, y salió “Enviados” que es una canción que para mí es espectacular, con un videoclip que está buenísimo. Estamos contactados a todo nivel, artística y humanamente. Somos como una familia, porque estamos todos los que tocamos en este disco excepto Walter y El Negro, que sí estuviera se venía también… Es una pena que Walter no haya querido hacer una presentación. No, porque yo la necesite; yo me siento agradecido y conforme con todo lo que hice en mi vida, pero me hubiese gustado compartir esto con Walter y redimir todas las cosas malas que pudimos haber vivido. Siempre está bueno sanar cosas del pasado.

Walter ha hablado muy bien de vos y vos hablás muy bien de él. ¿Trataron de establecer un vínculo últimamente?

Si, fui a saludarlos cuando tocaron en Los Angeles. Y cuando falleció El Negro, en el homenaje, estuve en el camarín hablando con él, muy poquito. De mi parte, está todo más que bien. Estoy más agradecido a la etapa de Rata Blanca, lo malo que viví fue quizás porque yo no estaba emocionalmente preparado para vivir ciertas cosas… tomé decisiones malas… me manejé mal.

Para ir cerrando: ¿la idea es seguir sacando temas sueltos o tienen la idea de sacar un disco?

Por ahora vamos a ir sacando temas, porque hacer un disco tarda un año en componerse y después toda la edición…a mí me cuesta muchísimo generar la atmósfera del disco, las letras… entonces se me van los tiempos. No está mal tener el disco, pero el mercado te pide ir sacando canciones, creo que todas las bandas lo hacen… no dan los tiempos de ansiedad hoy en día.

ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO / SÁBADO 28 DE OCTUBRE – 19:00HS / TEATRO FLORES – AV. RIVADAVIA 7806 BANDAS INVITADAS: ARMORED DAWN (BRASIL) Y KARKAMAN.  ENTRADAS A LA VENTA EN WWW.PASSLINE.COM

Nota: Frank Blumetti y Alejandro Do Carmo

Fotos: Huberto Andrada

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