Tres artistas metaleros con una innegable historia miran el pasado y construyen el presente ¿Podrán ir más allá de su historia? En MADHOUSE los analizamos a continuación.

PRIMER TURNO: SAXON – “Carpe Diem” (Silver Lining/Icarus 2022)

De alguna manera escuchar un disco de Saxon a esta altura es romper con los prejuicios. Siendo sincero, si no te gusta demasiado la N.W.O.B.H.M ni el metal de los ochentas seguro los conocerás de nombre y supondrás que más o menos sonaran como siempre, por suerte la realidad es otra y “Carpe Diem” invita a escuchar una banda tradicional pero a la vez moderna y ganchera.Siguiendo un poco con la historia los ingleses venían con dos discos buenos “Lionheart” (2004) y “Sacrifice” (2013) que podían hacer presagiar que esta nueva obra podía seguir en la misma senda. Lo cierto es que aquí la banda logra potenciar aún más sus virtudes construyendo un disco hiper variado con canciones que recuerdan a los mejores momentos de los ochentas y otras furiosas y agresivas que permiten que el grupo pelee codo a codo dentro de la música pesada contemporánea. Mucho de esto tiene que ver con la producción de Andy Sneap (también guitarrista en vivo de Judas Priest) que aquí realiza un trabajo magistral: por un lado logra que la banda suene moderna y agresiva pero por el otro logra que inconfundible impecable voz de Biff Byford ¡de 71 años! brille y tome forma cuando es necesario. Incluso el mismo Sneap debería tomar nota de lo que logró aquí para futuras producciones: por un rato dejó de lado la excesiva compresión que no permite que cada instrumento tenga la definición suficiente, por el otro entendió lo que el grupo precisa este 2022 para no quedar fuera de competencia respecto a colegas nuevos y añejos.

Lo cierto es que en este disco número ¡24! “Carpe Diem” es un disco donde además del sonido brillan las canciones. Hay momentos épicos como la que da nombre al disco o “Remember the fallen”, o “The Pilgrimage”, otros más vertiginosos como “Supernova”, “Living On The Night” o “Age Of Stream” en incluso algún medio tiempo como “Lady in Gray” que hace que permite que el disco sea aún más disfrutable en cuanto a variedad y calidad.
La sensación es que con “Carpe Diem” (no casualmente se traduce como Aprovecha el día) Saxon sigue dando la pauta de que tiene cuerda para rato. Así con Accept sigue sacando buenos discos, la leyenda inglesa sigue de pie y peleando. Bien por ello. A darles una oportunidad si querés escuchar un gran disco de heavy metal clásico y a la vez moderno.

SEGUNDO TURNO: ALCATRAZZ – «V» (Silver Linning /Icarus 2022)

A esta altura Alcatrazz es como una gran familia donde pasa lo que suele pasar en todas las familias. A veces se llevan bien, otras veces mal pero a pesar de todo hay algo que los une. Esa tal vez sea la mejor manera de explicar este presente de la banda hoy comandada por Jimmy Waldo y Gary Shea (guitarrista y tecladista) quienes se separaron de mala manera del histórico vocalista Graham Bonnet (si, el de Rainbow) y contrataron a Doggie White (si, ex Rainbow) que a esta altura tiene una cantidad inimaginable de participaciones en proyectos de los más diversos.

Lo cierto es que la banda que se inició con la dupla de Bonnet y Malmsteen y que tuvo por ejemplo a Steve Vai en su formación, fue abriendo las puertas a muchísimos músicos incluso con derivaciones rarísimas como Alcatrazz featuring Graham Bonnet sin Shea ni Waldo y una reunión de 2019 para lanzar el buen disco “Born Innocent” (2020) nuevamente como Alcatrazz ¡pelearse! Casi haciendo honor a su historia. El peligro que el viejo Graham lance nuevamente Alcatrazz featuring… hizo que Shea y Waldo lancen este nuevo disco, titulado “V” con el objetivo de asegurarse el derecho de utilizar el apellido familiar del grupo teniendo en cuenta que este sería el quinto disco desde 1983.

La sensación entonces es que la banda sacó el disco un poco a las apuradas y siguiendo la analogía familar, cambiando rápidamente la cerradura antes de que el Bonnet mande la carta a documento. “V” incluye doce canciones que más allá de esto que decimos, sería injusto calificar como malas. Por el contrario es más justo decir que tal vez podrían haberse pulido aún más para potenciar tanto la capacidad instrumental del grupo como la versatilidad de la voz de White. En este punto hay canciones que se destacan como “Blackheart” donde Doogie se deja llevar por su ADN escocés o “Return to evermore” donde la banda se apropia de las atmosferas del Rainbow más oscuro e inquietante y lo hace suyo o “Alice´s Eyes” otra vez bien oscura y pesada con un gran solo. En el resto de las canciones el grupo propone algo de hard rock (“House of Lies”), algun medio tiempo (“Maybe tomorrow”) y la clásica balada con piano que cierra el disco (“Dark day of my Soul”) dando la pauta que el objetivo general fue abrir distintas líneas interpretativas, siempre sostenida en la pericia técnica que caracterizó al grupo a través de los años.

La conclusión final parece ser entonces que el menos por ahora la familia Alcatrazz está todavía encontrando su estabilidad. El tiempo tal vez enfoque un poco más el camino con una reunión o en otra senda. Veremos que sucede.

TERCER TURNO: TONY MARTIN – “Thorns” (Battlegod Productions /Icarus Music 2022)

Curiosa historia la de Tony Martin. Parte de la época más oscura de Black Sabbath (en la que literalmente fue un proyecto solista de Tony Iommi) no hizo malos discos (“The Eternal Idol” y en especial “The Headless Cross” están muy bien) pero siempre tuvo que correr de atrás respecto a nombres pesados como Ozzy, Dio, Glenn Hughes e incluso Gillan, estos dos últimos incluso con dos discos como “Seventh Star” y “Born Again” de polémica recepción.

A partir de su salida definitiva de Black Sabbath (alrededor del 2006) Martin se dedicó a realizar colaboraciones y a lanzar una carrera solista que no tuvo demasiada continuidad (tal vez por preferir ser parte de otros proyectos). “Thorns” es su tercer disco solista, aunque es difícil establecer un paralelo con la anterior obra “Scream” del 2005. Aquí la historia nace, como cuenta en el booklet del disco, gracias a un ignoto guitarrista llamado Scott McClellan quien se había comunicado con Martin vía Facebook enviándole sus demos. Con sinceridad Martin detalló que en un principio no prestó atención pero cuando lo hizo (después de 10 años) encontró una gran cantidad de riff de gran calidad que lo entusiasmaron principalmente porque gracias a ellos recordó la manera de trabajar de Iommi. El entusiasmo se terminó de transformar en un disco con la presencia en el bajo del ex Hammerfall Magnus Rosén y de Danny Needham, quien es el batero de Venom desde 2009, lo que generó una interesante química entre los integrantes generando una vibra moderna y pesada completamente inesperada en función de lo que se conoce de la carrera de Tony Martin.

En este contexto, desde el minuto cero con “As The World Burns” hasta el final con “Thorns” el disco muestra dos aspectos destacables: pesadez y variedad. Si la primera describe a la humanidad prendiéndose fuego con afinaciones bajas y algunos momentos climáticos, “Black Widow Angel” propone un machaque impecable y un solo de bajo inesperado. “Book Of Shadows” recuerda a la mejor época de Tony con Sabbath, algo que contrasta claramente con “Crying Wolf”. Aquí sucede uno de los momentos más curiosos del disco: primero por la impronta acústica, segundo porque esos arreglos están más cercanos al jazz que lo que uno podría esperar. Algo similar sucede más tarde con “This is your damnation” donde la banda juega al country blues oscuro y recitado que suena fresca y divertida.
Con momentos bien pesados (“Dammed by you”) o más rockeros (“No shame at all”) e incluso baladas medio tiempo emotivas como “Nowhere to fly” y “Thorns”, la sensación es que a lo largo de las once canciones, tanto Tony Martin como el resto de la banda brillan en cuanto a intensidad ejecución y buen gusto sin pretender que las canciones sigan estrictamente formatos establecidos.

La conclusión final es que la gran virtud de Tony Martin, en este su tercer disco solista es la dejarse guiar por una banda que tiene en claro hacia dónde van las canciones. En este sentido el trabajo de McClellan tal vez sea el mejor de todo el disco dando la pauta de que si el tocayo de Tony escucha esta obra tal vez pueda darle una oportunidad y un merecido reconocimiento a quien debió haber tenido más suerte.

DIAGNÓSTICO FINAL: Con resultados interesantes, Saxon, Alcatrazz y Tony Martin logran reafirmar su crédito y miran hacia el futuro. Bien por ellos.

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