“British Steel”, lanzado un 14 de abril como este pero de 1980, fue una auténtica bisagra en forma de vinilo para los oriundos de Birmingham. Como parte de un año inolvidable para el metal, con monstruos como Black Sabbath, Motorhead, Ozzy o AC/DC editando algunos de sus trabajos más recordados, Priest aportaría su contribución a esa vendimia de éxitos con el álbum que les permitió alcanzar las puertas del éxito, reconocimiento que no les fue fácil ni inmediato y que de hecho les tomó casi seis años de duro esfuerzo. Lanzado en el año del bautismo de fuego de la insurgente New Wave of British Heavy Metal, podría decirse que “British Steel” es un buen ejemplo de algo que aparece en el lugar justo y en el momento indicado, permitiéndole a la banda convertirse en uno de los principales referentes de la movida, y despegar definitivamente rumbo al Olimpo metalero. Hasta acá la historia conocida: a continuación, MADHOUSE te trae 10 datos curiosos en torno al álbum que probablemente no conocías o no recordabas o lo que fuere: ¡andá ya mismo al final de esta nota, poné el álbum al mango y empezá a leer antes de que se acabe el cumpleaños!
10. BUSCATE UN ANFITRIÓN: Por sugerencia de Tom Allom (productor del álbum), “British Steel” se grabó en los Ascot Sound Studios, y vos dirás “¿y a mí, ¿qué”? Bueno, te cuento. Se trata ni más ni menos que del estudio que construyó John Lennon en la que fuera su casa por unos años, la mansión de Tittenhurst Park, en la cual se grabó “Imagine”. Pero el lugar admite más efemérides aún. El 22 de agosto de 1969, los Beatles realizan allí, su última sesión de fotos antes de separarse. En 1973 la propiedad fue comprada por Ringo Starr, quién mantuvo en funcionamiento el estudio como una fuente de ingresos. Al momento de alquilarle la mansión a Judas Priest puso algunas condiciones llamativas: no estaba permitido bañarse en la laguna que adornaba la finca, y prohibición absoluta de andar en moto dentro de las extensas hectáreas de la mansión (se ve que Ringo los vio tocando “Hell Bent From Leather” y se dijo «estos me rompen todo, me rompen»).
9. ¿POR QUÉ SE LLAMÓ «BRITISH STEEL”?: «Acero Británico», si prefieren… En el momento en que se grabó el álbum, las políticas neo liberales de Margaret Thatcher en contra de los asalariados ingleses habían convertido a la isla en un polvorín, con huelgas y manifestaciones, siendo reprimidas en la mayoría de los casos, de forma virulenta. El sector más afectado era el industrial, y esa coyuntura afectaba directamente a la banda, por ser oriundos de Birmingham, la ciudad industrial inglesa por excelencia. Los músicos tenían amigos y familiares trabajando en ese rubro, y algunos de ellos habían perdido el empleo. El propio Glenn Tipton fue varios años empleado de la British Steel Corporation, empresa de la que tomaron el nombre para titular la placa. Ese espíritu se vio reflejado también en la temática de las canciones, con un enfoque político y social, algo poco usual para el grupo. Las letras de “United”, “The Rage” o “Breaking The Law”, son fieles ejemplos de lo dicho.
8. EN EUROPA NO SE CONSIGUE: En Argentina la mayoría de los fans de Judas tienen asimilado que este clasicazo metalero abre con “Breaking The Law”, lo que es totalmente razonable por tratarse de la canción más conocida del disco. Sin embargo, la versión primigenia del álbum, que es la europea, abre con “Rapid Fire” (es la que está en Spotify). Al momento de editarlo en EE.UU., la subsidiaria del sello discográfico puso a “Breaking the Law” como tema de apertura debido a la buena recepción que había tenido en las radios británicas.
7. JUDAS NOS PUSO LA TAPA: La portada de “British Steel” probablemente sea la más icónica de toda su carrera. Basta recordar que el siempre querido Dimebag Darrell solía portar alrededor de su cuello un dije con la famosa hoja de afeitar de la tapa del disco. La misma estuvo a cargo de Roslaw Szaybo, un viejo conocido del quinteto quién hizo lo propio en “Sin Alter Sin “, “Stained Class” y “Killing Machine”, y que fue, además, el creador del logo más icónico de la banda, el cual en un principio era bastante diferente. El artista contrató para hacer la foto al experto Bob Elsdale, quién fue el responsable de retratar esa hoja de afeitar de gran tamaño, hecha especialmente para la ocasión con una placa de aluminio con bordes romos, con el título del álbum impreso en ella. Dato curioso dentro del dato curioso: la mano que sostiene la gillette pertenece al propio Szaybo. Dato curioso II: La hoja de afeitar original que se usó en la foto colgó en la pared del estudio de Elsdale durante años. Un día, simplemente desapareció. «Creo que alguien se la llevó», se lamenta el fotógrafo. «Es una lástima, hubiera sido bueno tenerla hoy».
6. ARTESANAL ES MEJOR: La banda decidió meter en varias canciones efectos de sonido para acentuar el dramatismo de las mismas. Como en aquellos años el sampleo estaba en pañales, varios de ellos debieron ser hechos de manera tan casera como los ravioles de la nonna. Por ese motivo, muchos debieron ser grabados analógicamente. En “Breaking The Law”, por ejemplo, se escucha el ruido de cristales rotos, producto del destrozo de varias botellas de leche dentro de un automóvil con las puertas y las ventanillas cerradas (!). En tanto, en “Metal Gods”, otro de los clásicos de la placa, se percibe el choque del acero contra el acero, como resultado de agitar una bandeja de madera repleta de cubiertos (!!).
5. HUBO FUENTES DE INSPIRACIÓN… EXTRAÑAS (!): Una noche, Glenn Tipton estaba dale que dale con la guitarra en la planta baja de la mansión, componiendo una progresión de acordes para un tema. Un bastante molesto Rob Halford (suponemos que en batón y chancletas y con ojeras) apareció de golpe y lo increpó pidiéndole que bajara el volumen y lo dejara dormir: «Son las cuatro de la mañana, Glenn, estás viviendo después de la medianoche”, le espetó… ¿Y adivinen qué? Tipton le respondió que “Living After Midnight” le parecía el título perfecto para la canción. El bueno de Rob no sólo no durmió aquella noche, sino que además grabó junto a su compañero las primeras pistas vocales del que se convertiría en un auténtico clásico de Priest.
4. EL FAVORITO DE LOS COLEGAS Si bien Judas Priest siempre fue reverenciada por los músicos del género, ningún trabajo de la banda acumula tantos homenajes y covers de sus canciones como “British Steel”. Repasemos. “Breaking the Law” cuenta con versiones de Motorhead, Arch Enemy, Stryper, Hammerfall, Therapy, Firewind, Doro y Ensiferum. “Metal Gods”: U.D.O y Primal Fear. “Rapid Fire”: Testament, Sacred Reich, High On Fire, Vulture y Vader. “Living After Midnight”: Disturbed, The Donnas, Iron Savior, L.A. Guns y Warrior Soul. “Grinder”: Kreator y Six Feet Under. Y la lista sigue… ¿Influyentes nosotros?, diría Halford.
3. LA RECETA AUSTRALIANA: “British Steel” muestra a un Judas sonando menos elaborado, con una propuesta más directa, potente y aguerrida que en sus anteriores trabajos. Según el bajista Ian Hill, la respuesta a esa cuestión está en la influencia que AC/DC ejerció sobre ellos. En efecto, Judas había girado como soporte de los australianos durante la gira europea de presentación de “Highway To Hell” en 1979, y según el bajista “entendimos que hacer algo más simple y darle espacio a las guitarras para que respiren, iba a ser un acierto”. Escuchando el riff y la estructura de “Grinder”, la influencia se hace todavía más notoria.
2.LA FALSA DENUNCIA: En febrero de 1980, habiendo finalizado las sesiones de grabación, una fuente no del todo individualizada, al menos oficialmente (pero se sabe que el responsable fue Tony McBrain, agente de relaciones públicas de la compañía discográfica), hizo correr la falsa noticia de un supuesto robo de las cintas del disco, y la decisión de Judas Priest de pagar una recompensa de 100.000 dólares a quién las encontrara… Estas fake news llegaron a los medios sin el consentimiento de la banda ni del equipo de producción, teniendo que desmentir la especie en sucesivas conferencias de prensa. El incidente fue lo suficientemente confuso como para despertar cierta suspicacia en torno al grupo, tramando un mero ardid publicitario.
1. UN SOUVENIR DE LUJO: En 2010, y con motivo de cumplirse tres décadas de la edición del disco que puso a Judas Priest en la primera línea del metal, la banda decidió festejarlo tirando la casa por la ventana. Así se embarcaron primero en una gira de celebración en la cual tocaban en vivo el álbum completo. Luego vino “British Steel-30th Anniversary Edition”, un espectacular box set que incluye la versión del disco remasterizado del 2001 con el agregado de dos bonus tracks (“Red, White & Blue”, y una versión en directo de “Grinder”), un DVD con el show de la gira de ese año en el Hard Rock Café de Seminola (EE.UU.), más un documental de media hora titulado “The Making of British Steel”. La tapa de esta joyita muestra esta vez a la célebre hoja de afeitar sin la mano que la sostiene, pero sí manchada con la sangre que emanó de la misma… Hecho el repaso, ahora les dejamos el álbum para que pongan al mango y disfruten mientras releen y comparten esta nota.
Porteño, cincuentón, melómano, cinéfilo, amante del whisky y la cocina. Licenciado en comunicación, fue agente de prensa en organismos públicos, se desempeñó como productor e investigador periodístico en Arte Canal y participó como redactor de los suplementos “No” y “Turismo 12” de Página/12 y de la versión impresa de Madhouse. Como Do Carmo, baterista frustrado, padre de dos rubias y hombre librepensador.