PACIENTE: LEE ROCKER «Gather Round» (Upright Records/ Orchard, 2021)

HISTORIA CLÍNICA: Cuando se habla de los Stray Cats, probablemente… no, sin duda alguna Brian Setzer y Slim Jim Phantom reciban la mayor atención, pero aunque tenga perfil bajo también existe Lee Rocker tocando su bajo gigante en el escenario o en los videos. Y ojo que Lee no es un cáido del catre: aparte de los Cats, se ha dado el lujo de tocar nada menos que con George Harrison, Ringo Starr, Willie Nelson, Leon Russell y John Fogerty. Como si fuera poco, en 1982, Rocker y su padre Stanley Drucker (un clarinetista de formación clásica) recibieron nominaciones al Grammy, un honor familiar que solo se ha producido dos veces en la historia de estos premios… Detengamos las alabanzas y la exposición de su curriculum para señalar que con todos esos pergaminos, el prolífico bajista tenía base de sobra para lanzar un disco solista este año y fue así que sacó de la galera este «Gather Round».

La historia detrás de este álbum (el primero en más de trece años luego de «Black Cat Bone») es fascinante. Nacido principalmente de un viaje introspectivo de 6000 millas, 6 semanas y 20 estados en el que Rocker y su esposa Deborah se embarcaron en 2020, durante el cual recorrieron los States en su trailer Airstream (una casa rodante plateada de estilo neo futurista) desde California hasta Nueva York y viceversa, «Gather…» está impregnado de pasión y fuego, algo instantáneamente identificable para cualquiera que alguna vez haya quemado gomas en la carretera pisando el acelerador a fondo. Las diez canciones del álbum se mueven a un ritmo tan estimulante que prácticamente se siente el aire silbando a través de tu cabello mientras los panoramas yanquis pasan a un ritmo embriagador fuera de tus ventanas bajas. Es un álbum que rinde homenaje a los viajes por la ruta, pleno de hispazos de rockabilly, canciones de amor desenfadadas, piezas de blues de bar y jazz de cool cats, un instrumental juguetón y un enérgico cover de The Band, otra banda famosa por narrar la vida en los cincuenta estados.

“Cuando volvimos al sur de California”, explica Rocker, “reservé tiempo en un estudio para grabar un día por semana durante meses; toqué muchos de los instrumentos y los miembros de mi banda me mandaron sus pistas desde sus estudios hogareños»; el bajista se refiere al guitarrista Buzz Campbell, el baterista Larry Mitchell y el tecladista Matt Jordan, quienes lo acompañaron -presencial y virtualmente- en la parte musical de este viaje. La canción que da título al disco también inicia el recorrido, mostrándose optimista y hablando sobre «tener un alma rockabilly» y salir a la carretera para demostrarlo; la voz de Rocker no tiene quizá tantos matices como la de Setzer, para qué negarlo (porque la comparación surge inevitablemente), pero no deja de ser firme y convincente. La sigue «The Last Offline Lovers», dedicada a su esposa e interpretada íntegramente con instrumentos acústicos y por él mismo (salvo la batería). Por su parte, «Everybody Wants To Be A Cat» es un delicioso bocadito jazzero de los años 50, mientras que «Pickin’ And Grinnin» entrega un peculiar mix del sonido de Elvis con un mensaje político manifiesto. De hecho,  “Graceland Auctions” es un tema que el bajista, cantante y compositor admite “salió de mi obsesión de toda la vida con Presley». Y hay más confesiones: “He sido coleccionista y he participado en subastas y comprado varias cosas de Elvis. Me hace reír y al mismo tiempo me hace llorar».

Hay tiempo para un instrumental («A Dirty Martini») con clima de bar rocanrolero donde se destaca el bajo de Rocker, justo antes de «When Nothing’s Going Right», la pieza central del álbum, tena que Rocker originalmente compuso para el álbum «40» de Stray Cats en 2019 y que aquí puede apreciarse en su versión original. Enseguida llega la entretenida y festiva «Dog House Shuffle», a decir de Rocker un homenaje a los bajistas que lo influenciaron (varios de ellos aparecen en el video, gato Tom incluido). El delicioso cover de «Ofelia» de The Band, por su parte, cierra el álbum con un clima de los locos años 20 y alegres/melancólicas pinceladas de piano y banjo.

DIAGNÓSTICO: Todo el álbum – producido por el mismo Rocker, de hecho el primero de su cosecha compuesto enteramente de material propio, salvo el mencionado cover- prácticamente termina como comienza: optimista, impactante y, en un tiempo de ejecución de menos de 30 minutos, incapaz de quedarse más tiempo más allá de la bienvenida… Incluido en el Salón de la Fama del Bajista, el Salón de la Fama del Rockabilly y el Salón de la Fama de la Música de Long Island, Lee Rocker se abre paso alegremente en el siglo XXI sin gatos encerrados, sin misterios y a pura diversión: «Gather Round» invita a que todos nos reunamos en torno y bailemos, cantemos y disfrutemos: la época actual ofrece tan pocas posibilidades, que mejor no desaprovechar esta.

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