
Si hablamos de leyendas de la guitarra, el nombre de Richard Hugh Blackmore (Ritchie Blackmore, bah) aparece como uno de los más destacados gracias a su impecable carrera junto a Deep Purple y al frente de Rainbow y Blackmore´s Night. Como homenaje a su cumpleaños 80 el pasado 14 de abril, el sector de fundamentalistas del Hombre de Negro del staff de MADHOUSE decidió juntarse a sesionar y elegir las 80 mejores interpretaciones de Ritchie en su gloriosa carrera. Así que llamen al hombre de la montaña plateada para ver el ascenso del arco iris, que ya arrancamos.

LOS ELECTORES
FACUNDO LLANO:
Disco favorito de Ritchie: «Machine Head»
Tema favorito de Ritchie: «Highway Star» /»Stargazer»
HERNÁN MARIOTTI
Disco favorito de Ritchie:»Machine Head»
Tema favorito de Ritchie: «Kill The King»
ERNESTO SCLAVO
Disco favorito de Ritchie: «Rising»
Tema favorito de Ritchie: «Tarot Woman»
CARLOS NORO
Disco favorito de Ritchie:»Rising»
Tema favorito de Ritchie: «The Temple Of The King»
ALEJANDRO DO CARMO
Disco favorito de Ritchie: «Machine Head»
Tema favorito de Ritchie: «Burn»
FRANK BLUMETTI
Disco favorito de Ritchie: «Burn»
Tema favorito de Ritchie: «Burn»

LOS ELEGIDOS
#80 «Eyes Of The World» del álbum «Down To Earth» de Rainbow (1979)
#79 «Kill The King» del álbum «Long Live Rock And Roll» de Rainbow (1978)
#78 «Solitaire» del álbum «The Battle Rages On» de Deep Purple (1993)
#77 «Fools» del álbum «Fireball» de Deep Purple (1971)
#76 «Silence» del álbum «Stranger In Us All» de Ritchie Blackmore’s Rainbow (1995)
#75 Bad Attitude» del álbum «The House Of The Blue Light» de Deep Purple (1987)
#74 «Wasted Sunsets» del álbum «Perfect Strangers» de Deep Purple (1984)
#73 «Stranded» del álbum «Bent Out Of Shape» de Rainbow (1983)
#72 «Into The Fire» del álbum «Deep Purple In Rock» de Deep Purple (1970)
#71 «A Twist In The Tale» del álbum «The Battle Rages On» de Deep Purple (1993)
#70 «Hungry Daze» del álbum «Perfect Strangers» de Deep Purple (1984)
«Perfect Strangers», el álbum regreso del célebre Mark II demostró no solo que la calidad compositiva de Deep Purple seguía intacta, sino que también el fuego sagrado de la banda se mantenía inalterable. Dentro de un álbum muy parejo, este tema que cerraba la edición original en vinilo destaca la tarea del Hombre de Negro gracias a un riff con tendencias tanto orientales como piazzoleanas que es replicado desde la voz (en ese momento todavia en plenitud) de Ian Gillan (Alejandro Do Carmo)
#69 «Love’s No Friend Of Mine» del álbum «Down To Earth» de Rainbow (1979)
#68 «Never Before» del álbum «Machine Head» de Deep Purple (1972)
#67 «Hunting Humans (Insatiable») del álbum «Stranger In Us All» de Ritchie Blackmore’s Rainbow (1995)
#66 «And The Address» del album «Shades Of Deep Purple» de Deep Purple (1968)
#65 «King Of Dreams» del album «Slaves And Masters» de Deep Purple (1990)
#64 «Bloodsucker» del álbum «Deep Purple In Rock» de Deep Purple (1970)
#63 «Rainbow Eyes» del álbum «Long Live Rock And Roll» de Rainbow (1978)
#62 «Perfect Strangers» del álbum «Perfect Strangers» de Deep Purple (1984)
#61 «Smooth Dancer» del álbum «Who Do We Think We Are» de Deep Purple (1973)
#60 «Demon’s Eye» del álbum «Fireball» de Deep Purple (1971)
Purple ya había definido su sonido tendiente al incipiente nuevo género que se avecinaba, llámenlo hard rock o heavy metal, como más le guste con el álbum «In Rock». “Fireball” era el disco que iba a continuar esa línea. Y es ahí donde “Demon’s Eye” aporta dureza pero también un toque blusero, género del cual Blackmore nunca renegó. En este tema el primer aporte de Ritchie viene detrás de un solo de teclados de Lord, al cual Ritchie le hace una base muy original, para después dar lugar a una nueva estrofa seguida de un solo con todo lo bluesy que podía ser Blackmore (Hernán Mariotti)
#59 «Living Wreck» del álbum «Deep Purple In Rock» de Deep Purple (1970)
#58 «Fire Dance» del álbum «Bent Out Of Shape» de Rainbow (1983)
#57 «Shadow Of The Moon» del álbum «Shadow Of The Moon» de Blackmore´s Night (1997)
#56 «You Fool No One» del álbum «Burn» de Deep Purple (1974)
#55 «Difficult To Cure» del álbum «Difficult To Cure» de Rainbow (1981)
#54 «Wring That Neck» del álbum «The Book Of Taliesyn» de Deep Purple (1968)
#53 «Maybe I’m A Leo» del álbum «Machine Head» de Deep Purple (1972)
#52 «You Can’t Do It Right (With One You Love)» del álbum «Stormbringer» de Deep Purple (1974)
#51 «Death Alley Driver» del álbum «Straight Between The Eyes» de Rainbow (1982)
#50 «Vielleicht Das Nachster Mal (Maybe Next Time)» del álbum «Difficult To Cure» de Rainbow (1981)
Un auténtico tema oscuro y olvidado dentro de la discografía del guitarrista inglés que remite directamente a otro guitarrista inglés. Dentro del formato instrumental -categoría que Blackmore visitó poco en su carrera- esta pieza, (más difícil de pronunciar antes que de curar) muestra la enorme influencia que Jeff Beck tuvo en El Hombre De Negro. Fraseos antológicos, las notas justas para conmover en lugar de armar un ejercicio hueco que consiste en tirar la mayor cantidad de notas (Malmsteen tenés teléfono), parecen ser en este breve instrumental las mejores enseñanzas de un maestro hacia otro maestro (Hernán Mariotti)
#49 «Hard Lovin Man» del álbum «Deep Purple In Rock» de Deep Purple (1970)
#48 «Spanish Nights (I Remember It Well)» del álbum «Under A Violet Moon» de Blackmore’s Night (1999)
#47 «Anya» del álbum «The Battle Rages On» de Deep Purple (1993)
#46 «Emaretta» del álbum «Deep Purple» de Deep Purple (1969)
#45 «Ariel» del álbum «Stranger In Us All» de Ritchie Blackmore’s Rainbow (1995)
#44 «Lady In Black» del álbum «Dancer And he Moon» de Blackmore’s Night (2013)
#43 «Street Of Dreams» del álbum «Bent Out Of Shape» de Rainbow (1983)
#42 «Run With The Wolf» del album «Rising» de Rainbow (1976)
#41 «Lady Double Dealer» del álbum «Stormbringer» de Deep Purple (1974)
#40 «Woman From Tokyo» del álbum «Who Do We Think We Are» de Deep Purple (1973)
Cuando uno piensa en Ritchie Blackmore, probablemente palabras como “épico” y “grandilocuente” serian de las primeras en venir a la mente, y eso se reflejaba en su obra. Pero también poseía una maestría para la sencillez. El riff más famoso de la historia, el de “Smoke on the Water”, por si hay alguno desprevenido, está hecho en base a tres acordes que se te quedan impregnados al cerebro desde la primera vez que los escuchas. Y a través de su historia hay muchos casos similares; “Woman From Tokyo” es uno de ellos. Es un hit instantáneo y atemporal. Desde el riff inicial uno puede intuir, sin haber escuchado alguna vez la canción, que este es un clásico de la radio FM. Para cualquier otro artista este podría ser el mayor hit de su carrera, pero para Blackmore es una canción más. Incluso para el Purple actual, que no la interpreta desde 2016. Sea como sea, “Woman From Tokyo” representa la sencillez de alguien que hizo de la complejidad su marca. (Facundo Llano)
#39 «Stone Cold» del álbum «Straight Between The Eyes» de Rainbow (1982)
#38 «Can’t Let You Go» del álbum «Bent Out Of Shape» de Rainbow (1983)
#37 «No Time To Lose» del álbum «Down To Earth» de Rainbow (1979)
#36 «No, No, No» del álbum «Fireball» de Deep Purple (1971)
#35 «16th Century Greensleeves» del álbum «Ritchie Blackmore’s Rainbow» de «Ritchie Blackmore’s Rainbow (1975)
#34 «Lost In Hollywood» del álbum «Down To Earth» de Rainbow (1979)
#33 «Eyes Of Fire» del álbum «Straight Between The Eyes» de Rainbow (1982)
#32 «Can’t Happen Here» del álbum «Difficult To Cure» de Rainbow (1981)
#31 «Black Night» single de Deep Purple (1970)
#30 «The Temple Of The King» del álbum «Ritchie Blackmore’s Rainbow» de «Ritchie Blackmore’s Rainbow (1975)
Una gema escondida bajo la distorsión de la época. Este fue uno de los primeros temas que Ritchie grabó con Dio y su banda Elf, antes de formar oficialmente Rainbow. Lo curioso es que Blackmore venía de un entorno rockero duro y competitivo como Deep Purple, pero con este tema mostró que también podía bajar la intensidad y contar una historia en forma de canción folk-rock. La estructura es simple: acordes arpegiados, un ritmo casi de marcha lenta, y un solo que entra como un suspiro. Pero la magia está en la interpretación. Dio canta con emoción contenida, y la guitarra lo acompaña como si fuese una sombra. No hay efectos ruidosos, no hay orquesta: solo una composición cuidada donde cada instrumento se ubica en su lugar exacto. Este fue el germen del lado más melódico y narrativo de Blackmore, que explotaría años después en Blackmore’s Night, pero que acá ya mostraba señales. En este tema, Ritchie casi no interfiere con los demás músicos. Deja respirar la canción, y ese respeto por el espacio es lo que hace que “The Temple of the King” resuene hasta hoy como un historia cantada alrededor del fuego. (Carlos Noro)
#29 «A 200» del álbum «Burn» de Deep Purple (1974)
#28 «Under A Violet Moon» del álbum «Under A Violet Moon» de Blackmore’s Night (1999)
#27 «Wolf To The Moon» del álbum «Stranger In Us All» de Ritchie Blackmore’s Rainbow (1995)
#26 «The Battle Rages On» del álbum «The Battle Rages On» de Deep Purple (1993)
#25 «Strange Kind Of Woman», single de Deep Purple (1971)
#24 «Rat Bat Blue» del álbum «Who Do We Think We Are» de Deep Purple (1973
#23 «Tarot Woman» del album «Rising» de Rainbow (1976)
#22 «Starstruck» del album «Rising» de Rainbow (1976)
#21 Man On The Silver Mountain» del álbum «Ritchie Blackmore’s Rainbow» de «Ritchie Blackmore’s Rainbow (1975)
#20 «A Light In The Black» del album «Rising» de Rainbow (1976)
El Blackmore de Rainbow sacrifica velocidad por feel blusero y swing rockero para engarzar en su competencia sonora a la banda. Para muchos, «A Light In The Black» se antecede en su estructura del riff y del trabajo rítmico hacia la voz, a lo que seria el sine qua non en la futura NWOBHM británica, el power metal y hasta el metal prog (Ernesto Sclavo)
#19 «Catch The Rainbow» del álbum «Ritchie Blackmore’s Rainbow» de «Ritchie Blackmore’s Rainbow (1975)
«Catch The Ranbow” es una de esas canciones atemporales. Sí, suena a 1975, pero también suena al 1700 o al 2025. Posee una de esas melodías que parecen haber existido desde siempre. Muestra al costado delicado y reflexivo del guitarrista, pero también el de Ronnie James Dio. Es una gema en el catálogo de ambos y posee uno de los solos más exquisitos del guitarrista. Es ambiciosa y sencilla a la vez. No posee demasiados cambios, sin embargo, te lleva de viaje. No es un hit ni un himno, pero es de las mejores composiciones de Blackmore. Es una de sus tantas joyas que están ahí esperando a ser descubiertas. (Facundo Llano)
#18 «Long Live Rock And Roll» del álbum «Long Live Rock And Roll» de Rainbow (1978)
Lanzada en abril de 1978 (¡47 años ya!), «Long Live Rock ‘n’ Roll” es el tema que da título al tercer álbum de estudio de Rainbow, el mismo que marcó el cierre de la era con Dio. Este tema encapsula la esencia del hard rock de la época, con una energía vibrante y una ejecución impecable. El álbum se grabó el año anterior a su salida en el Château d’Hérouville, Francia. Durante las sesiones, Ritchie estuvo muy activo y asumió múltiples roles, tocando no solo la guitarra sino también el bajo en varias pistas -incluyendo «Long Live…»- debido a cambios en la alineación de la banda. Estando quien estuvo a cargo de la guitarra principal, no sorprende que esta canción se caracterice por su riff principal, construido sobre intervalos de cuartas, técnica muy propia de Blackmore que aporta un sonido poderoso y distintivo. Por otro lado, en lugar de usar acordes completos, el ingenioso Ritchie opta por líneas de una sola nota que imitan la línea de bajo, creando una textura única… ¿Y el solo, se preguntarán ustedes? Otra notable muestra del virtuosismo de Blackmore: se inicia con una sección armonizada que asciende hasta el clímax, seguida de una serie de licks rápidos para luego concluir con una parte más melódica, demostrando su habilidad para combinar velocidad y musicalidad. Además de ser una declaración de principios de la banda en un momento en que el punk y otros géneros emergentes desafiaban el dominio del rock clásico, esta energética canción -y el álbum en su conjunto- representan uno de los puntos culminantes en la carrera de Rainbow y de Blackmore como guitarrista. (Frank Blumetti)
#17 «Spotlight Kid» del album «Difficult To Cure» de Rainbow (1981)
Spotlight Kid” es una canción incluida en el disco “Difficult To Cure” de Rainbow, trabajo que representa un nuevo comienzo para la banda luego de la partida de Dio y de Graham Bonnet. Y si hay algo que caracteriza a Ritchie, además de su técnica, es su capacidad para reinventarse y adaptarse a los tiempos modernos. Para 1981, Blackmore ya era un veterano, con más de quince años de carrera. Sin embargo, lograría infiltrarse a la década del ochenta con verdadero éxito. Si bien con los años Rainbow iría suavizando su propuesta musical, “Spotlight Kid” representa el equilibrio perfecto entre pasado, presente y futuro; el espíritu de Deep Purple, lo épico del Rainbow de Dio, lo melódico del periodo con Bonnet, y el nuevo color que traía la voz de Joe Lynn Turner. No fue single, pero con el tiempo se convirtió en uno de los preferidos de los fans. (Facundo Llano)
#16 «Fireball» del álbum «Fireball» de Deep Purple (1971)
Una patada al pecho en menos de cuatro minutos. La intro con ese zumbido fue generada por un ventilador de estudio acelerado, una rareza para la época que muestra el gusto de Blackmore por los detalles sónicos. El riff es uno de los más rápidos del catálogo de Purple y aunque hoy suena natural, en su momento fue revolucionario. En este tema, Blackmore actúa más como arquitecto que como solista. Construye el riff y deja que el resto vuele por encima. Ian Paice fue clave: metió el primer uso de doble bombo en un tema de rock mainstream, algo que inspiraría directamente a bateristas de metal de los ’80 como Dave Lombardo o Charlie Benante. El solo de Ritchie es breve pero filoso, con notas cortadas y mucha intención rítmica. Roger Glover le da un pulso preciso que permite que todo funcione como un reloj acelerado. “Fireball” no es una pieza para el lucimiento personal, sino un experimento de velocidad que mostró hacia dónde podía empujar los límites del género. (Carlos Noro)
#15 «Speed King» del álbum «Deep Purple In Rock» de Deep Purple (1970)
La verdadera presentación en sociedad de Purple en estudio (antes estuvo el “Concert For Group And Orchestra”, grabado en en el mítico Royal Albert Hall) no es otra que este glorioso “Deep Purple In Rock”, un granítico volantazo después de los primeros tres discos de la banda, los cuáles estaban atravesados por un rock psicodélico que ni fu ni fa. Con el ingreso de Ian Gillan en voces y Roger Glover en bajo, en reemplazo de Rod Evans y Nick Simper, el Mark II había quedado conformado. En este primer disco de la formación más popular que haya tenido el quinteto inglés, lograron sonar con una electricidad salvaje, convirtiendo a “In Rock” en tal vez el disco más crudo y heavy que alguna vez la dinastía púrpura haya parido. Y en esa estructura sonora los riffs cargados de una cruda energía (esa Fender nunca se escuchó así de sucia) convierten justamente a Blackmore en el mayor responsable de la misma. La placa abre con ni más ni menos que “Speed King”, tema en el cual Ritchie muestra la enorme influencia que Hendrix ejerció sobre él. La intro anárquica del tema basta como prueba, poblada de fuzz y distorsión. Pasada la explosiva presentación lo que vamos a oír son pasajes instrumentales en los que el teclado de Jon Lord y la Fender de Blackmore van a protagonizar diálogos al principio, para luego acoplarse aumentando la intensidad de la canción, dejando para la segunda mitad de la composición una pelea/persecución de un instrumento con el otro. (Hernán Mariotti)
#14 «Space Truckin»» del álbum «Machine Head» de Deep Purple (1972)
El riff y el acento tímbrico de Blackmore serán, a partir de este tema que cerraba «Machine Head» en su versión original, la marca registrada que Ritchie utilizaría posteriormente en sus trabajos de Rainbow con Dio: versatilidad y virtuosismo. Un contrapunto perfecto, un delicado balance entre la melodía y el ritmo, son las palabras más adecuadas para definir la trayectoria del hombre que con su polémico talento, sacó de la galera el arcoiris de la música pesada y lo tiñó de púrpura profunda, desde aquellos discos de Bing Crosby de la casa de su abuela. (Ernesto Sclavo)
#13 «When A Blind Man Cries» B side del álbum «Machine Head» de Deep Purple (1972)
«Machine Head» es un álbum tan sobresaliente (no por nada todas sus canciones están en este ranking) que hasta los lados B se destacan. Aunque a decir verdad, llamar lado B a una joya como esta, es menospreciarlo. El suave tono blusero, la letra sentida y sobre todo el feeling de Ritchie liderando el in crescendo de la canción, hacen del tema, aun hoy, un infaltable en los shows de Purple (Alejandro Do Carmo)
#12 «Child In Time» del álbum «Deep Purple In Rock» de Deep Purple (1970)
Las bandas pueden tener canciones buenas, hits, clásicos y hasta himnos. Después hay otra categoría, que no tiene nombre, para composiciones como “Child in Time”. Tengo la teoría de que hay una edad, generalmente toca su pico a los 25, donde un músico tiene ya experiencia, pero aun la juventud y la soberbia para querer llevar la música un paso mas allá, correr los limites. Eso es lo que representa esta canción. Quizás sea un tema donde brillan más Lord y Gillan, pero eso también habla de la maestría de Blackmore; entiende para dónde va la composición y no importa si él no es la figura central. De todas formas, es raro no hablar de figura central en una canción que tiene un solo como el que entra a los tres minutos y medio y se va transformando en una cabalgata. “Child In Time” no es un hit, ni un clásico ni un himno, es una de las grandes obras de la humanidad. (Facundo Llano)
#11 «Lazy» del álbum «Machine Head» de Deep Purple (1972)
Un clásico construido casi como una zapada. “Lazy” nació en los ensayos como una improvisación de Lord en órgano Hammond, al que rápidamente se sumaron Paice y Glover. Blackmore entró en el momento justo, con una guitarra cargada de fuzz y actitud. Su solo inicial es un despliegue de blues ácido, con slides, bends afilados y un fraseo sucio pero controlado. Lo interesante es la interacción con el tecladista: más que una batalla, es un juego de espejo entre teclado y guitarra. Se turnan, se imitan, se desafían. Y cuando Gillan entra con la armónica y su voz rasgada, la cosa ya está encendida. Blackmore solía tocar esta canción con libertad en vivo, modificando partes y extendiendo los solos. En pleno 1972, esto era una declaración de principios: Purple era una banda de músicos excepcionales que podían competir con los jazzeros en técnica… pero desde el volumen y la electricidad del hard rock. (Carlos Noro)
#10 «Pictures Of Home» del álbum «Machine Head» de Deep Purple (1972)
Si bien en «Machine Head» Blackmore tiene momentos altamente destacables como «Highway Star» y «Space Truckin'», es en «Pictures Of Home» donde el mago destila un gran uso de la melodía y el contrapunto en terceras, cuartas, quintas y octavados. El resultado: una canción ideal para que surque el aire de una habitación de hotel, mientras contemplamos las montañas de Montreux, en Suiza, donde se grabó el disco. (Ernesto Sclavo)
#9 «Smoke On The Water» del álbum «Machine Head» de Deep Purple (1972)
No por muy conocida, la historia de uno de los riffs más importantes de la historia del rock (o acaso el MÁS importante) no deja de ser fascinante. La banda se encontraba a punto de entrar a grabar lo que sería «Machine Head» en el estudio móvil de los Rolling Stones, cuando en una noche libre decidieron ir al show que Frank Zappa And The Mothers Of Invention daban en el Casino de Montreux en Suiza. Durante el tema «King Kong», un estupido tiró al aire una bengala… el resto es historia. A la narrativa impecable del hecho por parte de Gillan se le sumó el mítico riff compuesto por Ritchie en base a la no menos mítica «Quinta Sinfonía» de su admirado Beethoven, dando como resultado el sueño dorado de cualquier fanático del rock… y la pesadilla de los empleados de las casas de instrumentos musicales. (Alejandro Do Carmo)
#8 «Knocking At Your Backdoor» del álbum «Perfect Strangers» de Deep Purple (1984)
Antes de los’ 90, década en la que las reuniones de dinosaurios estuvo a la orden del día, Purple lo hizo primero diez años antes. En 1984 el Mark II, la alineación con más fandom de todos los Mark que alguna vez tuvo la banda, se reunía para desatar la alegría de sus seguidores. De esa reunión uno de los momentos altos es este tema que muestra a un Deep Purple tan rockero como siempre, pero también más sobria y elegante, representando la actualidad vital de sus miembros por ese entonces, ya devenidos en cinco hombres transitando la madurez. En este caso, el riff que aporta Blackmore es muy melódico, casi tarareable, mientras que a la hora de su obligado solo, redobla la apuesta metiendo dos: uno a mitad del tema y el otro como cierre del mismo en fade out. En ambos logra sonar todo lo medido y exquisito que puede ser su ejecutor, aunque el primero de ellos presenta pasajes algo retorcidos por momentos recordando al Ritchie más retorcido y tortuoso. Lo cierto es que en su intervención, el Hombre de Negro demostraba que no había perdido su toque pese al paso de los años. (Hernán Mariotti)
#7 «Stormbringer» del álbum «Stormbringer» de Deep Purple (1974)
“Stormbringer» fue un álbum crucial en la historia de Purple, que marcó por un lado un cambio notorio en la dirección musical del grupo y, al mismo tiempo, el inicio de un período… turbulento, digamos, para su formación. De hecho el tema que da nombre al disco, una potente canción de hard rock/blues, también tiene una dualidad de carácter: fue una piedra angular del álbum tanto como un reflejo de los conflictos internos de la banda… No por nada tiene el nombre que tiene, que podría traducirse como “traetormentas”. El tema de hecho surgió de una idea de Lord mientras improvisaba con su órgano (musical, che); se dice que el título está inspirado en la novela de 1965 «Stormbringer» de Michael Moorcock, aunque los miembros de la banda niegan haber leído el libro; como sea, aunque a Blackmore la idea y la música de Lord no le gustaron (curiosamente, al tecladista lo que no le gustaba era la letra, dicho por él mismo), al resto de la banda sí, y el tema termino no solo incluyéndose en el álbum sino también dándole nombre; sí, hay muchas dualidades. Blackmore creó un riff infernal para este tema, y el solo (precedido por una destacada intro de Lord, con la cual se engancha) dibuja climas espectaculares, a tono con la onda tormentosa del tema. Con todo, si bien el álbum aún conservaba el sonido hardrockblusero de Deep Purple, «Stormbringer» introdujo un estilo con influencias más funk que algunos fans y críticos encontraron desconcertante. Este cambio contribuyó a la creciente tensión entre Blackmore y el resto de la banda, que culminó en el alejamiento del guitarrista a mediados de 1975; a despecho de todo esto, cincuenta y pico de años después el tema sigue brillando. (Frank Blumetti)
#6 «Mistreated» del álbum «Burn» de Deep Purple (1974)
«Mistreated” es EL tema de Blackmore. Quizás es raro decir esto porque es una composición donde el cantante es el que se luce o donde está puesto el foco, pero es una canción que ha acompañado al guitarrista en todas sus encarnaciones. Y siempre es diferente. Es una canción que debe escucharse en vivo para apreciar toda su dimensión. Puede ser soul, puede ser épica, puede ser metalera. Se adapta a quien la entone y al humor de Ritchie en determinada noche; puede ser sutil y delicada o puede ser una tormenta eléctrica. Se podría decir que es una criatura viva, como la versión en formato canción de los libros de “Elije tu propia aventura”. Es que es muy difícil optar por una versión definitiva: la original con David Coverdale tiene el dolor de alguien tomando un whisky a las 3 AM en un bar, luego de ser abandonado. La de Rainbow con Dio tiene la furia de alguien que decide que no va sufrir por nadie nunca más. A veces somos uno, y a veces el otro. Pero Ritchie… siempre es Ritchie. (Facundo Llano)
#5 «Gates Of Babylon» del álbum «Rising» de Rainbow (1976)
Una obra de teatro disfrazada de canción. Con un comienzo casi cinematográfico, cortesía de una orquesta real dirigida por el tecladista David Stone, “Gates of Babylon” es uno de los momentos más ambiciosos de Blackmore. El riff principal está construido sobre una escala armónica menor, que le da ese aire “oriental” y misterioso. A nivel sonoro, es pura alquimia: guitarras con delay, armonización con cuerdas, teclados envolventes. Pero lo que realmente eleva el tema es el diálogo con Dio. Blackmore no sólo le dio espacio a su voz sino que compuso en función de su lirismo. Dio canta como un profeta en trance, mientras la guitarra entra y sale como un eco de la profecía. Ritchie y Ronnie estaban en su pico creativo conjunto, aunque la tensión entre ambos empezaba a escalar. En el estudio, Blackmore era meticuloso al punto de la obsesión, grabando múltiples tomas para lograr la atmósfera justa. Años después, Yngwie Malmsteen citó esta canción como una influencia directa para su propio enfoque neoclásico. (Carlos Noro)
#4 «Soldier Of Fortune» del álbum «Stormbringer» de Deep Purple (1974)
El Mark III trajo muchas novedades, Además de los ingresos de Hughes y Coverdale (tremendo tándem vocal), la nueva formación traería cambios estilísticos, más concretamente la incorporación de elementos del funk y el soul que los recién llegados aportarían al sonido de la banda y que terminarían desencadenando la salida de Ritchie de Purple, descontento con el nuevo rumbo musical para formar Rainbow con Ronnie James Dio, cantante de una bandita llamada Elf y seguir haciendo historia. En este caso encontramos al principio del tema un raro momento acústico para los estándares de Blackmore ,sólo compartido por la cadenciosa voz de Coverdale a la cual se le iría agregando el resto del grupo con el transcurrir de la composición. Ya con el ingreso de los cinco miembros de Purple, vamos a escuchar un solo de Ritchie simple, apenas con las notas justas, lo que marca la calidad y la sapiencia de su estilo como intérprete que parece decir «cuando el tema requiere virtuosismo tengo con qué, pero si hay que tocar dos notas para hacer mejor la canción, también lo se hacer» (Hernán Mariotti)
#3 «Stargazer» del álbum «Rising» de Rainbow (1976)
Si “Smoke on the Water” es el riff más famoso de Ritchie, “Stargazer” es su sinfonía oscura, su testamento artístico. Un tema de ocho minutos que se adelantó al metal sinfónico y al power metal por décadas, y que consolidó a Rainbow como una banda capaz de transformar el hard rock en epopeya.
Todo empieza con esa introducción marcial de batería a cargo de Cozy Powell, una figura clave para entender la potencia del tema. Blackmore no arranca con la guitarra, sino que deja que el ritmo crezca como una tormenta. Cuando entra, lo hace con un riff monumental, construido sobre una escala exótica y cargado de distorsión precisa. No hay caos: hay arquitectura sonora. Una columna de piedra y fuego. Dio está en estado de gracia. Canta desde la piel de un esclavo que construye una torre para alcanzar a los dioses, y su interpretación es tan dramática que el tema casi parece una ópera. Blackmore compone para su voz, con cambios dinámicos que van desde la furia a la contemplación. El solo de guitarra, ejecutado sobre una orquesta real dirigida por Rainer Pietsch, es uno de los más emocionantes de su carrera: no por su velocidad, sino por su melodía narrativa, como si contara el ascenso final del protagonista hacia las estrellas. En estudio, Blackmore fue meticuloso al punto de la obsesión. Grabó las bases en Múnich y trabajó codo a codo con el ingeniero Martin Birch, cuidando cada capa instrumental. La sección de cuerdas no fue un adorno: era parte esencial de su visión barroca y cinematográfica.
Como muestra del impacto transversal de “Stargazer”, en 2003 Adrián Barilari —confeso admirador de Blackmore y Dio— decidió incluir una versión en castellano en su primer disco solista. Y fue más allá: durante un show en el estadio Obras en 2004 donde oficiaba de telonero de Dio se animó a tocar el tema en vivo. El gesto, aunque sincero y sentido, no cayó nada bien. Ronnie, meticuloso y celoso de su repertorio, se sintió incómodo. Según trascendió, en el backstage lanzó una frase cargada de fastidio: “¿A quién se le ocurre tocar ese tema justo antes de que lo toque yo?”. No fue solo una reacción profesional; fue una defensa emocional de su legado. Porque “Stargazer” no es una canción cualquiera: es una cumbre que no se sube sin consecuencias. (Carlos Noro)
#2 «Highway Star» del álbum «Machine Head» de Deep Purple (1972)
Una de las canciones más emblemáticas del hard rock y una muestra magistral del virtuosismo de Ritchie Blackmore, “Highway Star” abre el legendario “Machine Head”, y desde el vamos envuelve al oyente en un ritmo irresistible, imparable, infernal, como uno imagina debe ser el tráfico de la autopista mencionada en el título. Justamente, el origen de la canción fue sobre ruedas: nació de manera espontánea durante un viaje en autobús hacia Portsmouth en 1971. Un periodista le preguntó a la banda cómo componían sus canciones, y Blackmore respondió tocando un riff repetitivo en su guitarra, mientras Ian Gillan improvisaba letras sobre él. Esa misma noche, la banda tocó la canción en vivo, y al poco tiempo se convirtió en una pieza central de su repertorio. En lo estrictamente musical, «Highway Star» se caracteriza por su ritmo acelerado y su estructura que incluye solos extendidos de órgano y guitarra. El solo de guitarra de Blackmore, que comienza alrededor del minuto 4:04, fue compuesto minuciosamente nota por nota, una rareza en su estilo habitual. Magistralmente sostenido por los teclados de Lord y el bajo de Glover, es una pequeña gran obra maestra que combina velocidad, precisión y una fuerte influencia de la música clásica, especialmente de Johann Sebastian Bach, y recurre a variadas técnicas (como arpegios, sweep picking, bending y vibrato) para crear un sonido dinámico, emocionante y lleno de matices que nuevamente trae la sensación de ir en un auto que va a la más alta y vertiginosa velocidad imaginable… No por nada «Highway Star» es considerada una de las primeras canciones de speed metal. En suma, este tema no solo se destaca por su composición y ejecución, sino que también apuntala la posición de Blackmore como uno de los guitarristas más influyentes en toda la historia del rock. (Frank Blumetti)
#01 «Burn» del álbum «Burn» de Deep Purple (1974)
Y finalmente llegamos al final del conteo con uno de esos himnos de la historia del rock. Una vez más Deep Purple renace de sus cenizas tras perder por segunda vez a su cantante y a su bajista, en esta ocasión dos nombres rutilantes como Ian Gillan y Roger Glover. Lejos de amedrentarse, la banda suma a sus filas a David Coverdale y a Glenn Hughes dándole vida al Mark IV que tendría como tema símbolo a este tema, cuya génesis describe el mismo Ritchie: «se me ocurrió el riff de repente mientras improvisábamos. Jon (Lord) se llevó la cinta a su casa, donde su esposa de entonces notó la similitud con el clásico ‘Fascinating Rhythm’ (de George Gershwin». Quizás lo haya hecho inconscientemente, pero funcionó muy bien… Todavía suena genial cada vez que lo escucho. Pero es curioso porque hay un error justo al final: se escucha un ‘clonk’ en mi guitarra. En ese momento, quise sobregrabarlo, porque sonaba como si me hubiera agarrado los dedos con las cuerdas. Pero todos dijeron que sonaba natural, así que lo dejé ahí». Más allá de la inspiración, lo que es innegable es que el solo ejecutado por Ritchie, no solo marida perfecto con el maravilloso contrapunto del Hammond de Jon Lord, sino que se convirtió en una de las ejecuciones más importantes de la historia del rock. Algo ideal para, en este momento, destapar alguna bebida espirituosa, subir el volumen y darle play a la canción nuevamente, para festejar el legado de uno de los artistas más importantes de la historia del rock. ¡Larga vida al Hombre de Negro! (Alejandro Do Carmo)
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