Es Enero y se derrite Buenos Aires. El lunes 13 se festejaron en Niceto los 53 veranos de Carlos Rodríguez, más conocido como Boom Boom Kid, Nekro, Il Carlo… Y hablando de aniversarios, estamos a 30 años de la salida de «Anesthesia», primer disco de Fun People, aquella banda con la que el cantante se convertiría en leyenda del underground porteño, y a 24 del primer disco de Boom Boom Kid, el proyecto solista con el que se consolidó como referente a fuerza de su libertad creativa, su prolífica producción y su independencia acérrima. Si hay un representante del Do It Yourself en Argentina, sin dudas, es él, y el submundo del hardcore lo sabe. MADHOUSE dijo presente en la celebración y a continuación te contamos todo sobre esta jornada de cumpleañito feliz, entradas agotadas y mucho sudor.

Clásica y moderna, una invitación a la altura del evento

TANGO QUE ME HICISTE ESPERAR

En alguna entrevista, el Kid contó que solía ir con un tocadiscos portátil al cementerio de la Chacarita, ahí ponía frente a la tumba de Gardel algunos discos de tango y sentía algún tipo de conexión mística con esa experiencia. También oí por ahí que estuvo involucrado en algún tipo de curaduría de discos de pasta de la vieja discográfica RCA. Parece que algo de todo esto hay, porque al entrar a Niceto, el colectivo Tango para Todxs desplegó un puñado de bailarines mientras sonaban tangos y milongas por los parlantes. Parece inevitable pensar en un cliché, aquella vieja frase que dice, «tranquilo pebete que el tango te espera». La atmósfera sonora me remonta a los años ’30, épocas de donde provienen las historias de Osvaldo Bayer y los anarquistas vindicadores, personajes recurrentes en el imaginario creativo de BBK. Todo tiene que ver con todo, señora.

COMIENZA EL OTRO BAILE

Con el lugar más cargado de gente no quedó más espacio para el bailongo. El salón se llenó y la atmósfera mutó hacia los 60s. Era una especie de pool-party ambientada con música garage, ye-yé, con pelotas inflables, salvavidas y globos volando de punta a punta, pero lamentablemente sin agua fresca. A las 21:30 la voz en off de Osvaldo Bayer señala por los altoparlantes con justeza poética y rebeldía manifiesta hacia dónde va la proa de este barco. Los músicos ocupan su lugar y junto al cumpleañero, de traje y con espuma de carnaval, salen a darlo todo. Ya no cabía un alfiler.

El Kid encendido y la foto también, pa’ hacer juego, ¿vio?

Algunas décadas atrás se le cuestionaba a BBK no tocar temas de Fun People, aquel estigma eterno del «solo te pido que se vuelvan a juntar», en versión hardcore. La separación de una banda emblemática siempre deja esa espina, y sus músicos deben lidiar con la reinvención post-éxito. En el Bandcamp de Fun People puede leerse, «Reunion? Start your own band!» (Reunión? empieza tu propia banda!). Con el paso de los años, tras demostrar que su faceta solista es mucho más que una simple reminiscencia de los años de oro, calculo que Nekro se fue amigando con ésta historia. Ya hace algún tiempo, para placer de los nostálgicos, lentamente el repertorio de la banda de Campana se fue colando en los shows de BBK.

Comenzó la noche con «Mother Earth», canción que da inicio a “Kum Kum” (1996), segundo disco de Fun People. Rápidamente discurrieron varios temas de ese álbum para pasar a un popurrí entre canciones de «Toda Niño…» (1997), «The art(e) of Romance» (1999) y «Angustia No No» (2000). «Vientos», «Leave me alone», «Lady», «A mi manera», «Perdidos»… 29 temas en casi 50 minutos del show de un cumpleañero que fue perdiendo el traje en la vorágine del sonido, el calor y la rabia.

Don Carlos se calzó la eléctrica para tocar «Otro mundo»

UNA VEZ MÁS, UNA PATADA AL CORAZÓN

El segundo bloque de la noche, que vino con cambio de look del cantor; más skater, con gorrita trashera y medias rayadas a tres cuartos, nos llevó de las narices al mismísimo «Anesthesia» (1995). Emiliano, cronista de este medio, me dirá después, «yo tenía una Madhouse que traía un póster de Fun People y tenía la misma remerita a rayas puesta». El otro cumpleañitos de la noche comenzó repasando clásicos como «Animo», «Runaway», «Anabelle», entre otros.

Nekro, modelo ’25 y modelo ’95: al final no era la misma remera, pero estuvo cerca.

En medio de «Hunt», Nekro advirtió que había algunos problemas entre dos muchachos del público, por lo que pidió a los músicos que mantuvieran una base mientras él los ubicaba. Explicó porqué las luces del salón siempre estuvieron tenues, pero prendidas: «El rock and roll es para mirarse a los ojos y reconocerse con el otro, para que si te lo cruzás algún día por la ciudad puedas decirle, ‘te vi en el recital de Boom Boom Kid ¿te acordas que bien que la pasamos?’, por lo menos es esa la semilla que vengo a plantar…» Luego de calmar las aguas e inspirado por el momento, continuó: «Está canción pareciera que no hubiera sonado nunca en ningún oído, porque sino nunca jamás hubiésemos tenido el gobierno que tienen acá.. y yo no tengo nada que ver con eso.» Lección de historia y patada en los dientes: «1978 (Camps days)».

Recién a la hora y veinte de show llegaron los hits de BBK. Sonaron «I Do», «She Runaway» y, por último, «Brick by brick», con el ya clásico surf del Kid sobre la gente, que esta vez se salió de control, porque cuando quiso barrenar para volver al escenario, la marea humana se lo tragó impiadosamente. Y así terminó la noche el cumpleañero cantor, hundido en el mar de sudor humano.

Txt: Agustín Viviano

Fotos: Agustín Viviano y Emiliano Herrera

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here