2020 será recordado, entre otras cosas, como el año en que se cumplieron cuatro décadas del trágico fin de Ian Curtis, el talentoso y conflictuado frontman de Joy Division. La marca que dejó Curtis todavía se puede sentir hoy, ya que los dos álbumes que lanzaría su banda seguirían inspirando a las generaciones venideras… También hoy 27/12 cumplen 42 años del histórico primer show del grupo en la capital de Inglaterra y para recordarlo, les traemos algunos detalles y algunas imágenes.
Cuenta la leyenda que el grupo se formó después de que Bernard Sumner y Peter Hook asistieran al concierto de Sex Pistols en el Manchester Lesser Free Trade Hall, un evento que inspiró mucho a ambos (y a muchos futuros grupos más, pero esa es otra historia) y le dio a Sumner la idea de que podían, si querían, triunfar como músicos sin necesidad de ser estrellas del pop absolutamente inmaculadas y más blancas que el blanco más puro. Al día siguiente, Hook le pediría prestadas 35 libras a su madre para comprar un bajo y Sumner también se compraría una guitarra: Joy Division había comenzado.
Terry Mason, que también había asistido al show, fue otro inspirado que corrió a comprarse una batería. Inicialmente, invitaron a su amigo de la escuela Martin Gresty, pero este rechazó su invitación para unirse como vocalista después de conseguir un trabajo en una fábrica local. Luego, la banda colocó un anuncio para un vocalista en la tienda de Manchester Virgin Records al que respondió Ian Curtis, que ya conocía a la banda y fue contratado sin audición. En 1978, la banda habría reclutado a Stephen Morris en sus filas y se vería obligada a cambiar su nombre de Warsaw (para evitar confusiones con el grupo punk londinense Warsaw Pakt) a Joy Division, tomando el nombre del ala de esclavitud sexual de un campo de concentración nazi mencionado en la novela de 1955 «House Of Dolls».
Aquel año sería significativo en la carrera de la banda. Después de su primer show bajo el nombre de Joy Division el 25 de enero de 1978, y para fin de año, habían debutado también en televisión interpretando el tema «Shadowplay» en el programa «So It Goes», además de firmar con el sello Factory Records de Tony Wilson.
El 27 de diciembre, en otra fecha clave en la historia de Joy Division, la banda iría al pub Hope And Anchor de la zona de Islington para tocar por primera vez en Londres, lo que sería una noche en su carrera que sería recordada por dos razones enormemente diferentes: por un lado, el show resultó un evento histórico que vio a la banda tocar un set impactante en la capital inglesa y justo antes de que explotaran; por el otro, en el camino de vuelta, Ian Curtis sufriría su primer ataque epiléptico grave y sería hospitalizado.
Más allá del logro de tocar en Londres, nada le resultó fácil al grupo: Sumner tenía gripe y lo sacaron de su cama para actuar en lo que resultó ser un sótano frío y húmedo, en pleno invierno y sin calefacción. Después de un largo viaje en auto a Londres, la misma banda bajó su equipo al sótano a través de una trampilla en la vereda y solo actuó para unas 30 personas: gastaron £ 28,50 en nafta y ganaron £ 27,50 con las entradas… En el coche, camino a casa, el ambiente era lúgubre y varios hablaban de dejar la banda. Sumner estaba tratando de calentarse con una bolsa de dormir e Ian la agarró, se la quitó de las manos y, después de una pelea, se la envolvió con fuerza en la cabeza para que Sumner no pudiera recuperarla. Poco después sufrió su primer ataque epiléptico reconocible, con convulsiones y golpeando las ventanas… Morris detuvo el auto y Sumner y sujetaron a Ian en la calle hasta que se calmara un poco, para luego llevarlo a un hospital cercano donde le dieron tabletas de fenbarbitona y lo derivaron a su médico. Después de esto, Ian sufrió tres o cuatro ataques violentos una semana antes de ser diagnosticado con epilepsia por un especialista en el Macclesfield District and General Hospital, en enero siguiente.
Volviendo al presente, el usuario de Facebook Jonathan Crabb fotografió este evento memorable en la historia de Joy Division, que tendría lugar solo quince días antes de que Ian Curtis fuera el chico de tapa del popular tabloide musical NME y la banda realizara su primera Peel Session que los llevaría al estrellato. Crabb, que fotografió al grupo con una sencilla cámara Kodak Instamatic (y que no sacó demasiadas para no molestar a los músicos ya que el flash era incontrolable, ojo) compartió esas increíbles imágenes en su Facebook y recibieron miles de «me gusta» de los fans de Joy Division que se sorprendieron por la cruda belleza cruda de esas históricas tomas que muestran al grupo en una parte tan incipiente de su carrera.
Las fotos son lo más cercanas y personales que se pueden obtener; resulta realmente extraordinario ver a la banda fotografiada en un escenario tan pequeño solo unas semanas antes de que se conviertan en la gran cosa de la escena alternativa británica… y más allá. Denle un vistazo al trabajo de Crabb a continuación, disfrútenlo y nos cuentan.
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