PACIENTE. THE ROLLING STONES – “Hackney Diamonds” (Polydor 2023)

HISTORIA CLÍNICA: “Blue And Lonesome” pudo haber sido la despedida ideal- aunque convengamos que algo obvia- para los Rolling Stones: un disco de clásicos bluseros que los mostraba crudos y despojados como en sus comienzos en el Crawdaddy… pero una banda no llega a ser la más grande del mundo por hacer lo fácil. Y acá estamos siete años después con “Hackney Diamonds” y unos Stones golpeados tras la muerte de Charlie Watts que necesitaban gritarle al mundo que siguen vivos.

Y si los singles que la banda había sacado en 2020 no invitaban a la esperanza, Sus Majestades sacaron un As de la manga: Andrew «Salvador» Watt, el productor del momento, especialista en darle tanto seriedad a estrellas pop como Miley Cyrus o Justin Bieber, como nuevo vigor a viejos clásicos como Ozzy o Iggy Pop.

Y la mano de Watt (además co compositor de varios temas) ya se nota desde el tema apertura y primer single «Angry» rockero, hitero y moderno, pero sin perder el aura clásica stoniana.

Lo mismo podría decirse del groovero “Get Close” donde se siente la presencia de Steve Jordan quien por suerte no intenta imitar a Charlie y le da a la banda la negritud necesaria. Y sin solución de continuidad llega la primera sorpresa: “Depending On You”, temazo con espiritu country blues circa “Let It Bleed“.

Y en la variedad y la calidad están las claves del disfrute de este “Hackney Diamonds”. Es que Watt saca lo mejor del ahora trío, haciéndolos volver a componer hitazos como “Whole Wide World,” la funky “Mess It Up” y la melódica “Driving Me Too Hard” las cuales conviven con “Dreamy Skies”, una gemita folkie donde solo falta Mick Taylor, y la baladaza “Tell Me Straight” cantada por Richards; todas canciones que obviamente remiten a himnos de antaño, pero pasados por un tamiz diferente, el cual, sobre todo en el brillo de las guitarras, hace que reluzcan aún más.

DIAGNÓSTICO: Y en este perfecto ejemplo de disco all killer no filler (expresión anglo que hace referencia a un álbum sin temas de relleno), “Hackney…” tiene como puntos (todavía más) altos a “Sweet Sounds Of Heaven”, un blues donde Lady Gaga la descose en plan Janis Joplin y “Bite My Head Off” el mejor tema de un ya de por sí gran disco, con otro pibe de 80, Sir Paul McCartney, dándole duro al bajo distorsionado en un tema cuasi punk onda “Respectable”; sin dejar de lado el tema elegido para el cierre: «Rolling Stone Blues», el célebre tema inmortalizado por Muddy Waters que bautizara a la banda allá por 1962 y que sería el majestuoso punto final de una carrera discográfica de 6 décadas… aunque con estos muchachos nunca se sabe, porque los Rolling saben por viejos, pero más saben por Stones.

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