Gonza y Nico listos para la batalla del domingo (Fotos: Florencia Giuliana)

Mattogroso, la banda oriunda de San Martín, conurbano bonaerense, festeja sus diez años el próximo domingo 7 de noviembre en el Roxy y prometen un SHOW así, en mayúsculas. Contando en su haber con un EP llamado «Energía Positiva» (2012) y un álbum, «A La Batalla» (2018), la agrupación, hoy consolidada tras varios cambios de formación, está integrada por Gonzalo Arce en voz, Martín Gianfelice en batería, Agustín Parmigiani y Jorge Rodriguez en guitarra, Mauricio Pérez en el bajo y Nicolás Brenni en percusión y programaciones. Para saber más del recorrido en estos diez años y el concierto venidero, MADHOUSE se juntó con Gonzalo y Nicolás, cervezas mediante, y el resultado de la charla se los servimos a continuación.

De izquierda a derecha: Martín Gianfelice, Agustín Parmigiani, Nicolás Brenni, Mauricio Pérez y Jorge Rodriguez. (Foto prensa MG)

Hola chicos, bienvenidos nuevamente a MADHOUSE. Se viene el festejo de los 10 años de la banda, ¿qué es lo que están preparando?

Gonzalo: Bueno, vamos a hacer un show bien, BIEN largo esta vez. Venimos tocando unos cortitos de entre 6 y 7 temas, pero esta vez van a ser 16. Vamos a pasar por «Energía Positiva», que es el primer demo que grabamos, vamos a tocar algunos covers, también «A La Batalla» (2018), habrá invitados especiales… Así que se viene un lindo show, y por supuesto cumbia para que la gente baile, y -fundamental- ejecutada por metaleros, como corresponde, por supuesto.

En estos diez años, ¿cuáles consideran cada uno de ustedes los hitos personales de la banda? ¿Cuáles fueron los momentos bisagra en este tiempo?

Nicolás: Yo creo que los momentos bisagra van más para una cuestión personal que musical, por lo que yo puedo ver de la banda.

Gonzalo: Y, la verdad, en diez años cambiamos un montón de integrantes, un accidente… Y sí, Nico hace poco que está y yo estoy hace diez años, justamente, y pasaron un montón de cosas que te puedo decir que nos ayudaron a crecer. Hemos tocado en Vorterix dos veces por suerte, una con Plan Cuatro, otra con Roma. Hemos tenido grandes fechas, como la de la Municipalidad de Tres de Febrero. Esa fue increíble, increíble ese escenario, con pasarela, todo. Un accidente que después nos unió más, son muchas cosas. No puedo elegir una sola, te puedo decir un montón: la gente se sigue tatuando nuestras frases… el logo, eso sí es un hito, porque la verdad que alguien se tatúe una frase nuestra es impagable.

¿Qué les pasa a ustedes cuando ven esos tatuajes?

Gonzalo: Hay varios locos de esos, yo tengo frases tatuadas de Carajo, por ejemplo,…y nada, ¡hay gente que se está tatuando el nombre de nuestra banda! Uno se da cuenta de que el mensaje llegó realmente y que alguien lo va a tener en la piel para siempre. No hay otra cosa tan linda como esa.

Nicolás: Y… llorás, te emocionás mucho, porque no lo podés creer, ya son varios encima. Y eso es lo que se pudo ver también en el video de “Somos Uno”, la gente ahí disfrutando el tema, haciendo eso, fue como muy loco.

Gonzalo: Sí, ver esa reacción… si nos ponemos a pensar hay muchos hitos, que la gente cante un tema ahí mientras estás cantando y la gente te responda… para mí no hay otra cosa mejor que esa: conectar con el público.

EL MATTOGROSO QUE LE GUSTA A LA GENTE

En los shows mantienen al público de siempre, fiel, y siempre hay gente nueva. Al menos eso he experimentado yo, además de que en sus recitales hay mucha energía… Justamente, ustedes tienen una propuesta energética, en donde la gente se engancha; es como que no podés no contagiarte. Ustedes, desde arriba del escenario, ¿sienten esa conexión? ¿Cómo la viven?

Gonzalo: Si, sí, y nos alimentamos el uno al otro. Este tema de las sillas y las mesas me tiene un poco contrariado, ¿viste? Igual trato de que la gente lo sienta ya que no puede manifestarse con el pogo y bailar. Y bueno, también están los que bailan igual, adelante o arriba de la silla.

Nicolás: Este pibe (N. por Gonzalo) salía a la puerta de los lugares con el micrófono, a cantar, ¿entendés? Invitando a que vayan adentro y llevaba la fiesta afuera, así como lo ves… Eso te la sube, no hay otra forma.

Gonzalo: Estamos viendo qué sucede con los protocolos y viendo qué apertura será posible para el Roxy… Me acuerdo una vez que tocamos en el PC de San Martín y había sangre en la pared (Risas)

Nicolás: En el último PC yo vi a una persona enderezarse la nariz, hacerse «track» y seguir en el pogo, ¡te lo juro! (Risas)

Gonzalo: Una vez en un show vi a un pibe lastimarse, cortarse, en medio del quilombo; yo soy paramédico, entonces pedí si alguien me podía conseguir La Gotita – lo pegué, lo curé en un ratito y en el último tema, apareció agitando de nuevo en el pogo (Risas)

Me comentaban que volvían a hacer temas de antaño nuevamente, después de varios años que no los tocaban para el público.

Nicolás: Yo creo que la última vez que se habrá tocado “Furia” o alguno de esos temas fue por 2017.

Gonzalo: Sí, hace cuatro o cinco años más o menos, puede ser, sí, 2017, esos temas los grabamos en 2012. Éramos cuatro, otra formación totalmente, teníamos muy poco tiempo de banda. Grabamos en un estudio que era barato y la gente de ahí no era del palo, lo produjimos nosotros así como nos salía. Y esos temas son una mezcla de nuestras bandas anteriores. Juntamos las dos bandas, y ahí quedó «Energía Positiva», que es una mezcla de dos bandas, una fusión.

UN MATTOGROSO MÁS EN LA BATALLA

Y de la «Energía Positiva» se fueron «A La Batalla». ¿Cambió el concepto?

Gonzalo: Es que en realidad, el concepto es el mismo, en ambos mensaje es positivo, hablamos de mostrarnos más, hablamos de la naturaleza, y también hablamos de protesta, de cambio de pensamiento y de bronca.

Nicolás: Sí, también de ir pasando por distintos estados que uno tiene que rever, que uno tiene que ir revisando.

G: Sí, por eso decimos que el concepto es el mismo, disfrazado de otra manera. Algunos lo absorben de manera más violenta, cada uno lo absorbe, lo toma, para el lado que más le sirve. Tratamos de reflexionar y hacer reflexionar a la gente. «A La Batalla» pasa por un montón de estados y cosas, como que de repente estás haciendo un tema de protesta, pero estás bailando, entonces es como que pasás por un montón de estados.

Bueno, pero hay algo de revolucionario y combativo incluso en el baile, porque están bailando en espacios que no son los tradicionales para el baile.

Gonzalo: Sí, a eso nos lleva la música, el groove. Y quizás nos diferencia de otras bandas.

Nicolás: Bueno, para ese lado es para el que estamos yendo con lo nuevo también, justamente; eso que es desubicado y que no te lo vas a esperar.

LO NUEVO, SI BUENO, DOS VECES NUEVO

Nico, vos tenés una responsabilidad importante en esto de traer lo nuevo, ¿no? Porque lo que vos incorporás con tu visión musical desde la consola es novedoso respecto de una banda tradicional de metal, y en vivo garpa mucho, le da ese toque extra y distinto, a través de las sutilezas y detalles sonoros que incorporás. Más allá de que la propuesta en general apueste por la diferenciación, cambian las atmósferas y los climas ajustándose muy bien a este espíritu gritón y combativo...

Nicolás: Sí, puede ser, es que también pasa con los temas: en su recorrido son distintos. Los temas pasan por un montón de estados: podés bailar, podés hacer un tremendo pogo, podés agitar la cabeza y también está muy presente en esto la idea de «Energía Positiva», ahí también hay climas para agitar y después baja hacia más tribal. Es como que hay en general un mensaje de inclusión y superación, que por ejemplo lo escuchás en “Algo Mal En Mí”, y después pasas a un estado que es toda la bronca que te sale de tu vida en “I Don’t Wanna”. Luego, cuando estás mal, escuchás “Somos Uno” y ahí tenés a la gente que te quiere y te levanta, y te vas para otro lado, contra la corriente, luchando contra todo lo que no querías hacer.

¿Contra qué luchan ustedes?

Gonzalo: Contra uno mismo, contra las pruebas que el destino nos da. Estamos a prueba todo el tiempo, ya sea para levantarnos, para hacer una canción, para ir a trabajar, para darle de comer a tu familia, es una batalla, todo es una batalla, por eso el disco justamente se llama «A La Batalla», es la batalla del diario vivir. Tratamos de demostrarlo de esa manera. No es la batalla contra alguien, sino reconocer y pelear contra esas cosas que nos hacen caer, por eso “I Don’t Wanna”, es como dijo Nico, que expresa bronca, pero en realidad también es contra uno mismo, o sea, “Yo no quiero hablar de esa mierda”. Es como que uno se niega a hablar de esas cosas. Tratamos de tirar para ese lado el mensaje y que cada uno lo interprete a su manera, en su entorno y en lo que en su momento le esté pasando. Ese mensaje se mantendrá en lo que viene, pero explicado de otra manera, tal vez más oscura, más profunda, más violenta. Y un poco lo vamos a mostrar en el show reversionando «Energía Positiva» e incorporándole destellos de lo nuevo.

¿Cómo fue el proceso de agrandar la banda?

Gonzalo: Fue fácil, en realidad, porque Nico ya estaba en la banda prácticamente, era ayudante de Martín en la batería, es el amigo de Parmi de toda la vida. Y nada, es nuestro hermanito menor, y no íbamos a poner a otra persona en la banda. Porque es él. No, pensamos en sumar a alguien para que haga eso, sino que él era parte y tenía que estar con nosotros y así lo sumamos. Fue fluido. Desde el último cambio de integrantes se dio una comunión más grande en Mattogroso.

Nicolás: Como que se alinearon los planetas.

Gonzalo: Aprendimos de los errores. Empezamos de nuevo. Y en esta formación nada estamos en otra sintonía, sinceramente es como que somos hermanos todos, es otra la vibración.

Gonza y Nico listos para el show: la calma antes de la tormenta

CRISOL DE ESTILOS

Ustedes son una banda que se mueve entre el groove metal y el hardcore. En un momento la escena metalera los capta y los adopta como propios… ¿cómo definen, entonces, el estilo de la banda?

Gonzalo: La parte metal siempre estuvo presente, pero también siempre está presente el costado hardcore y esa mixtura. Imagínate que somos seis personas, los dos más grandes tienen más de cuarenta, después tenemos dos de más de treinta y los más chicos que andan por los veintipocos. Así que entre el más grande y el más chico de la banda hay una diferencia de casi veinte años. Entonces, hay una mezcla de cosas, de músicas, de experiencias, de estilos variadísimos.

Nicolás: Y hay momentos en que los más grandes nos influencian a nosotros, los más chicos y otros en que es al revés. Va y viene, todo el tiempo va y viene.

Gonzalo: Creo que esa mezcla hace bien. Y también un poco la amplitud, porque podemos ser cuadrados con lo que nos puede gustar y podemos ser redondos… (Risas)

Nicolás: Sí y de repente pinta un Luis Miguel.

Gonzalo: Claro, no hay problema, no tenemos esta cosa cerrada.

Claro, la pregunta fue un poco intencionada: creo que con bandas como ustedes se ve que la apertura del metal está sucediendo, y tal vez el factor pase por ahí, por ese cruce generacional que los compone y los favorece. 

Gonzalo: Sí, claro, pero bueno, igual me han bardeado por bailar a mí (Risas)

Nicolás: Justamente es que esos van en contra de lo que es el metal, que es algo que no tiene límite y termina siendo conservador por la gente por la misma gente que escucha el género, porque tienen que ser así, de una única manera. Lo que hace Matto es ir en contra de eso, y se plantea en lo que estamos haciendo, que no queremos quedarnos en lo conservador, queremos que se abra y toda esa mixtura creo que es el condimento perfecto para eso. ¡Es ser atrevido!

Llegó la pregunta clave: ¿por qué dicen que son de San Martín cuando la mayoría vive en Tres de Febrero?

Gonzalo: La posta es que Mattogroso se formó en Fuerte Apache, Ciudadela; ahí es donde yo vivía, Martín tenía la carnicería enfrente de mi casa. Yo tenía una banda y nos faltaba batero, él tenía un su banda a la que le faltaba bajista y cantante, entonces hicimos una fusión de las dos bandas. Ahí salió Mattogroso, que lo formó un músico de cumbia de Ciudadela, un percusionista que hizo la conexión entre Martínez y yo. Pero el epicentro fue en San Martín por donde ensayábamos, por los lugares que tocábamos que eran en San Martín: el PC de San Martín, La Cajita Musical, El Club de la Música de Villa Ballester, la Biblioteca… Fue dentro del partido de San Martín donde pusimos nuestras primeras semillitas. Y nada. Igualmente durante mucho tiempo fuimos más integrantes de San Martín que de Tres de Febrero.

N: Yo fui el que movió la aguja cuando me mudé (Risas). Pero el corazón está en San Martín y siempre será Conurbano.

La pregunta del estribo: ¿por qué los lectores de MADHOUSE tienen que ir al concierto del Roxy?

Nicolás: Va a ser el momento en donde las personas van a quedarse con que damos un show, no que tocamos simplemente: vamos a dar un show.

Gonzalo: Me gusta escucharlo a él porque su mirada sobre la banda siempre me sorprende. Vamos a dar un repaso por toda la vida de la banda en estos diez años. Van a venir a escuchar la nueva «Energía Positiva», vamos a ir «A La Batalla«, vamos a hacer covers, vamos a pasarla bien… ¡Vamos a bailar aunque hayas sillas y mesas! Van a estar bailando y meneando junto a nosotros. Porque voy a bajar del escenario y los voy a hacer bailar, en caso de que no quieran (Risas). Vos, Noelia, vas a encabezar el trencito en “Mensaje De Destrucción”, te aviso, y quiero que todos se sumen, así, ¡bailando y meneando hasta abajo (Risas). Nos vamos a divertir un montón el 7 de noviembre en el Roxy.

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