PACIENTE: FEAR FACTORY – «Aggression Continuum» (Nuclear Blast, 2021)
HISTORIA CLÍNICA: Pongamos algo en claro de entrada, antes de pasar a otros detalles: el Fear Factory de «Aggression Continuum» (álbum que originalmente iba a titularse «Monolith», recordemos) ya no existe. El décimo disco de la banda estadounidense llega a nuestros tímpanos seis años después de «Genexus» y las partes cantadas por la histórica voz Burton C. Bell datan de 2017. Mientras tanto, este último se ha alejado de la formación y el futuro de la banda parece cada vez más incierto, con apenas Dino Cazares representando la formación original (la actual se completa con el baterista Mike Heller, el bajista Tony Campos y los teclados del ex Yes Igor Khoroshev, aunque este no es miembro estable). Si acaso tomar o interpretar este trabajo como una despedida es correcto, solo el tiempo lo dirá.
En cualquier caso, en el cartel encontramos pocas características que el grupo no haya reiterado ya de forma extensa a través de su larga y prestigiosa discografía. El avance mecánico y amenazante de su industrial-thrash-metal regresa, familiar y tranquilizador, desde el «Recode» inicial. El implacable viaje continúa en medio de mecanismos compositivos quirúrgicos y devastadores, fruto de un refinado arte de la más robótica y bestial violencia. Incluso el imaginario distópico y futurista es lo que se espera de Dino Cazares y sus colaboradores, el mismo que durante los años noventa dio lugar a la obra maestra «Demanufacture» y que hoy está indisolublemente ligada al nombre Fear Factory.
Lo cierto es que siempre, como escuchas, buscamos novedades. Y si en este nuevo trabajo hay alguna, esto se trata de algunos retoques más en los arreglos y una apelación un tanto más clara a la melodía vocal, posiblemente gracias a la influencia del productor Damien Rinaud (sin olvidar la mezcla del veterano Andy Sneap): diferencias menores, que hacen de «Purity» o «Fuel Injected Suicide Machine» dos desvíos necesarios en una lista de temas con muchas confirmaciones y pocas sorpresas, lo que evita retrasos y rellenos. «End Of Line», con su final épico y emotivo, antes de la climática coda, parece cerrar cuando menos un ciclo para la banda y para todo el metal industrial. Casi para que se te espiante un lagrimón, si sos fan de esta banda y te gustan estos universos sonoros.
¿Y Burton? El cantante suena especialmente joven y ágil a lo largo del álbum, sus rugidos casi mortales son efectivos y su canto en general resulta ideal para el clima del álbum. Sin él al timón, Fear Factory simplemente no será lo mismo. En cuanto a Cazares, sus riffs fornidos y entrecortados son tan inamovibles e implacables como siempre, con un toque extra de metalcore quizá. El hecho de que la banda tomara su sonido central, que ya empezaba a estancarse alrededor de 1998 y lograra hacer una placa respetablemente agradable en 2021, es la principal -y más agradable- sorpresa. Si este, en lugar de «Genexus», es el álbum con el que el dúo Dino/Burton finalizará su obra, pueden sentirse satisfechos.
DIAGNÓSTICO: «Aggression Continuum» es sobre todo una excusa para escuchar, hablar y escribir sobre Fear Factory una vez más. Lejos de su período de destrucción creativa, aquel que revolucionó irreversiblemente una parte del heavy metal, esta banda de Los Ángeles (o lo que queda de ella) sigue siendo ama y señora de su sonido, que practica sin dificultad ni distorsión durante este décimo y -tal vez- último disco. Aquellos que los amaron y todavía están emocionados porescuchar su estilo típico esperarán que este no sea el caso. Si es el tuyo y sos fan de la banda y/o de su sonido, aquí hay mucho para disfrutar, con algunas ideas novedosas que iluminan aquellas inevitablemente recicladas. Puede que no sean para todo el mundo, pero Fear Factory sigue siendo el campeón indiscutible en la creación de bandas sonoras nerviosas para tus noches de tiroteos, persecuciones y explosiones en tu videogame favorito.
Periodista especializado en artes, espectáculos, gastronomía y cultura pop. Co-fundador de las revistas argentinas Riff Raff (entre 1985-86) y Madhouse desde 1989 hasta 2001. Director del primer fanzine de habla hispana dedicado a Kiss y autor junto a Carlos Parise del libro «Heavy Metal Argentino» (1993).