El tipo estuvo ahí. Cuando el metal reinaba en el mundo (1983), hubo una nueva camada de pibitos sedientos de sangre, que sentían que ni la NWOBHM (New Wave of British Heavy Metal) ni el glam californiano alcanzaban a saciar sus ansias de velocidad y decibeles. Así fue que tomando la agresividad del punk y del hardcore, empezaron a darle forma a esa revolución sonora que fue el thrash, llevando los límites del género más allá, en términos de furia y velocidad. Como cantante de Anthrax, Neil Turbin le puso su voz a “Fistful Of Metal” (1984), un disco seminal de esos primeros años del movimiento, y participó de buena parte de la composición de “Armed And Dangerous” (1985) y de dos temas de “Spreading The Disease”, del mismo año. Habiendo concluido la primera gira americana de la banda y cuando estaba todo dado para pegarla, sorpresivamente dejó la banda dando un portazo… ¿Te preguntarás por qué? Bueno,tené un poco de paciencia y el propio Turbin te lo va a contar más abajo.

Antes dejame agregar que después de la salida de la banda de NY, Neil se radicó en Los Angeles y participó de todo tipo de proyectos (Kuni, Claude Schnell Band, por citar un par), además de formar bandas propias. Pero con la edición en 2021 de la serie documental que celebra las cuatro décadas de su banda de origen, Turbin volvió al mundo Anthrax, participando del mismo y con ganas de contar algunos aspectos no conocidos de ese mundo. Para hablar de este festejo presente, pero también de historias pasadas y proyectos futuros, MADHOUSE conversó con el verborrágico cantante, cuyos detalles te ofrecemos a continuación… Una recomendación: servite algo para tomar y acomodate en el sofá, porque Neil no se calla nada.

Para empezar, ¿podés contarnos cómo llegaste a participar de “Anthrax 40 For 40”?

Todo empezó cuando el management de ellos me contactó el año pasado. Me contaron que estaban preparando un documental celebratorio de la carrera del grupo y que la idea era convocar a todos los que formaron parte de Anthrax en estos cuarenta años, con cada miembro dando testimonio de su etapa vivida en el grupo. Les dije que lo haría encantado y así fue. Hablé largo y tendido frente a la cámara, pero cuando lo vi (N. “Anthrax 40th Anniversary Celebrations” fue estrenado el 3 de mayo pasado en el canal oficial de Youtube del quinteto), fue una completa decepción. Buena parte de lo que conté no lo incluyeron, y lo que dejaron está editado y en algunos casos, sacado de contexto. Es puro show business, sabemos que el show business busca más armar una determinada imagen que contar la verdad de las cosas, y bueno, este caso no fue la excepción. Un producto pensado para la social media, manipulado para contar su visión de los hechos. Más honesto hubiera sido mostrar todas las visiones de la historia, que cada uno cuente su verdad y que el público saque sus conclusiones.

¿Cómo es tu relación hoy por hoy con ellos?

Con la banda no tengo ninguna relación desde que me fui. Me encontré un par de veces con Frank Bello, una de ellas en el Rainbow, del Sunset Strip. Estaba ahí tomando algo con unos amigos y él vino a saludarme y terminamos charlando hasta tarde. Compartí muy poco tiempo en la banda con él, pero es realmente un tipo muy agradable. Con Charlie Benante también tuve un encuentro, fue en una edición de la NAMM (N. la exposición más importante de marcas de instrumentos de EE.UU.) y allí recordamos viejas épocas, nos dimos la mano y nos deseamos suerte. En ambos casos fueron encuentros casuales, nada estipulado. Con el que sigo siendo amigo es con Greg Walls, uno de los guitarristas originales de Anthrax y en mi opinión, el mejor de todos los que pasaron por la banda.

LAS LUCES QUE A LO LEJOS VAN MARCANDO MI RETORNO

¿Estarías dispuesto a hacer algún hipotético show o gira de aniversario, que incluya a los ex miembros y a los actuales? ¿Hay planes para algo así?

Sinceramente, no lo sé. En ese sentido, la decisión tiene que venir de la banda y de su management. Creo que si se hace bien puede ser grandioso para todos, pero si se hace mal, entonces se volverá una pesadilla para todos. Pero para eso hay que dejar de lado los egos y encarar la cosa con un único objetivo, que es darle un regalo a todos esos fans que fueron tan leales por tanto tiempo. Porque todos somos fans, los que nos subimos al escenario también, y si bien entiendo que una banda es como todo grupo humano, en donde es inevitable que existan siempre tensiones y conflictos, a veces como fan me duele leer ciertas cosas. Qué sé yo… (suspira) Como fan de los Beatles, no me gusta saber que John y Paul terminaron mal. Pero bien hecho, puede ser fantástico. Admiro mucho a Helloween, y lo que hicieron con “Pumpkins United Reunion World Tour” es una lección de lo que te decía, eso es pensar en los fans. O lo que fue “Michael Schenker Fest” (N: álbum de Michael Schenker, con reversiones de algunas de sus canciones y la participación de todos los vocalistas que pasaron por MSG). Ahí un tipo como Graham Bonnet se cagó en todo lo que se dijeron con Schenker, fue al estudio, cantó como los dioses y volvió a demostrar lo gran cantante que es. Me encantaría que sucediera algo así con nosotros, pero la decisión tiene que ser de ellos, no mía. Creo que los fans de la banda merecen un regalo así después de cuatro décadas de lealtad.

¿DOCUMENTAL? TODO MAL

Habiendo visto los episodios del documental en los que aparecés, no puedo dejar de preguntarte cuáles fueron los motivos de tu salida de Anthrax, y si eso tuvo que ver con el «Dan Lilker affair»…

(Se ríe) ¡Uh, ese asunto!. Mirá, no voy a negar que las cosas entre Dan (N. bajista original de Anthrax, luego de Nuclear Assault, S.O.D. y Brutal Truth) y yo estaban mal. Veía que él no se estaba tomando muy en serio la cosa, no practicaba con su instrumento, era poco profesional. Cuando estábamos grabando “Fistful…”, por ejemplo, yo había hecho casi todo el trabajo de voces en un día y medio. Lilker, en cambio, estuvo todo el puto día tratando de grabar sus partes de bajo para un tema sencillo de tocar como el cover de Alice Cooper, “I’m Eighteen”, y no pudo hacerlo bien. ¡Metió catorce putas tomas, todas mal! No teníamos presupuesto, cada hora de estudio valía oro. Cuando estás en una banda no podés hacer eso, porqué afectás al resto, tenés que tener una mentalidad de equipo. Así que, respondiendo a tu pregunta, no niego mi malestar con Dan. Lo que no dice Scott Ian es que ese malestar también lo tenían él y la gente que manejaba el grupo. Lo que hizo fue usarme a mí como chivo expiatorio, y lo sigue haciendo como verás en “Anthrax 40 For 40”. ¡Yo no era el jefe en Anthrax, no me habían dado las llaves del reino! (Risas). No soy Santa Claus, lamento no tener regalos para todos y me hago cargo de mi parte, pero a mí me gusta la verdad; si te gusta la mentira, mirá el documental de Anthrax… (Más risas). Creo que el verdadero problema es que en Anthrax había demasiado ego y gente abusiva en el seno de la banda. No éramos estrellas de nada, pero algunos se comportaban como si lo fueran. Y el entorno también era difícil. Cuando sos joven e inexperto, te apoyás en los que rodean a la banda, y la mayoría de las veces están ahí para llevarse su parte. Eso no es lo que yo entiendo por un grupo. Un grupo es como un equipo de béisbol o de soccer, cada uno en su puesto haciendo lo que tiene que hacer.

LIVIN’ LA EFILNIKUFESIN LOCA

Contame cómo fue tu vida después de Anthrax…

Después de irme de la banda audicioné para Riot, una banda que siempre admiré; lamento hasta hoy la pérdida de Mark Reale, un guitarrista realmente increíble. Ellos habían sacado “Restless Breed”, y después de ese disco Rhett Forrester, que era mi amigo, dejó la banda y me recomendó para ocupar su lugar. Si bien no obtuve el puesto, me sirvió de aprendizaje. Por aquella época yo estaba muy metido en la onda Halford, era un cantante típico de metal. Canté más en el rango de Guy Speranza, su cantante original. Y Rhett no venía de esa escuela, era un cantante muy en el estilo Paul Rodgers, con raíces de blues, R&B y soul. Ahí entendí que un verdadero cantante es aquel que puede cantar varios estilos. Así que me perfeccioné en ello, hoy puedo cantar cosas a lo Ottis Redding o Aretha Franklin. Volviendo a tu pregunta, después de eso formé mi propia banda Deathriders, con la que estuvimos activos varios años. En 2007 lancé “Treathcon Delta”, mi álbum solista, y participé en muchos proyectos como invitado. Actualmente, tengo mi nueva banda Neil Turbin East Los, con los que estuvimos girando hasta que apareció el COVID-19. Si no surge nada con Anthrax con respecto al aniversario, un proyecto que tengo pensado es celebrar por mi parte, haciendo un disco en vivo con East Los, tocando integramente “Fistful Of Metal”. Creo que será interesante ver como suenan esos temas interpretados hoy.

Vos figurás en los créditos de las canciones mientras estuviste en la banda. Incluso en “Spreading The Disease”, en donde canta Belladona, figurás como co-autor de “Armed & Dangerous” y “Gung Ho”. ¿Te ocupabas solo de las letras o componías parte de la música también?

No sólo de las letras, toco la guitarra también, así que algún riff también era mío. El del tema “Death From Above” por ejemplo, lo escribí yo, aunque Dan Spitz sostenga lo contrario, y asegure que él lo hizo. Lo triste es que salvo por los temas de “Fistful…”, no cobré un centavo por los de “Armed…” ni los de “Spreading…”. Tené en cuenta que algunos de esos temas volvieron a aparecer en recopilaciones, discos en vivo, o DVD, pero bueno, así son las cosas.

AMISTADES DE TIERRA AFUERA

Finalmente, contame de los shows que tenés programados en Latinoamérica para este año

Si el contexto lo permite, me refiero al COVID-19, claro, estaremos en octubre por Paraguay, Chile y probablemente en Uruguay con East Los. Estuve girando mucho a través de los años por América Latina, en países como México, El Salvador o Guatemala, y tengo muy buenos recuerdos de la gente y de sus culturas. Me encanta investigar otras culturas, o conocer otras geografías. Desde chico soy muy fan de la arqueología también, me he devorado la Enciclopedia Británica en mi época de crecimiento.

Ojalá puedas desde Uruguay venir a Buenos Aires a tocar cruzando el Río de La Plata, el más ancho del mundo…

¡Si, man, me encantaría cruzarlo en barco! He leído bastante sobre el Río de La Plata, es como un mar de agua dulce, tengo entendido. Esas cosas me fascinan, lamentablemente muchas veces cuando vas a otros países tenés sólo tiempo para tocar e irte, no te queda tiempo para esas cosas. También me gustaría ir a tu ciudad y saludar a mi amigo Gustavo Rowek.

¿Sos amigo de Rowek? ¿Cómo lo conociste?

¡Claro, el de Rata Blanca! Con Gustavo giramos por México con los Masters & Sinners, una banda de covers, en la que estábamos los dos junto a gente de la banda Green Jelly y también con Dave Evans, el cantante original de AC/DC. Fue algo muy divertido de hacer. Así que le mando un abrazo a Rowek, un gran baterista y a ustedes, mis amigos (N.: lo dice en castellano), ¡Espero verlos pronto!

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