La mano es más rápida que la vista: Danny prepara todo en la filmación de uno de los últimos videos del grupo

Seamos honestos. Nadie lo pensaba, pero con «All The Right Noises«, Thunder, la venerable institución británica de hard rock, inicia el año con uno de sus mejores trabajos de su carrera. Oportuno e inesperado a la vez, este decimotercer álbum de estudio los posiciona -con galones, con cicatrices, con la lucidez de los años- nuevamente en aquel vertiginoso lugar desde el que iban a dar aquel gran salto al principios de los 90, cuando tenían dos álbumes más que prometedores («Backstreet Symphony» y «Laughing At Judgement Day»), contrato con una multinacional, actuaban en Castle Donington y recorrían el mundo con Iron Maiden… Pudimos hablar con Danny Bowles, el frontman del grupo, y nos contó cómo sigue la historia del trueno en el siglo XXI.

Naturalmente, las cosas son muy distintas ahora, el mercado es otro, el mundo es otro. Pero este paso por la espiral del tiempo los tiene en otra posición ventajosa, 30 años después. Veterano de mil guerras y reconocido hombre de la industria musical como manager y agente de contratación, el cantante Danny Bowes disecciona su devenir profesional, épicas batallas ganadas y perdidas, y el vital «All The Right Noises«, un disco lleno de momentos memorables y vibrantes, que a su vez destila bilis con el Brexit, Trump, depresión, salud mental, diversidad y la ligereza existencial actual. Los sonidos correctos, los mensajes correctos, en el momento correcto…

«All The Right Noises» me sorprendió mucho. Es un álbum muy cálido y diverso. Orgánico, con títulos muy inteligentes, como «Last One Out Turn Off The Lights», «Destruction» o «Don’t Forget To Live Before You Die». Muy del momento actual.

Sí, creo que nuestros tiempos fueron inconscientemente buenos. Hicimos el álbum en 2019 y lo terminamos a principios del año pasado. No teníamos ni idea de lo que estaba a la vuelta de la esquina. Obviamente, han pasado muchas cosas desde entonces. Y de alguna manera el álbum todavía parece resonar, a pesar de que fue escrito antes.

«All…» es el decimotercer álbum de estudio que lanzaron. Indudablemente, Thunder ha mantenido han mantenido viva la llama del rock clásico todos estos años, pero parece que ahora es distinto, como que hay más gente esperando un álbum de ustedes. ¿A qué creés que se debe?

Aprendimos mucho en los últimos años. Creo que tenés que ser un idiota para no aprender y mejorar. Y creo que hemos hemos encontrado una muy buena forma de trabajar cuando se trata de grabar álbumes, dividiendo nuestro tiempo de grabar en tres sesiones breves en vez de una larga. Simplemente nos da perspectiva, una oportunidad para que Luke (N.: Morley, guitarrista) escriba más canciones entre cada sesión. Y eso significa que simplemente todo sea más divertido. Cada vez que lo hace, no se toma mucho tiempo. Lo que significa que no sentís que te repetís. Y aunque supongo que nunca admitirá que está escribiendo por encargo, creo que es inevitable que si sabes qué canciones ya has grabado, probablemente estés escribiendo temas similares en la próxima sesión… Así que creo que como decís, terminamos con un álbum bastante diverso como resultado.

UN VIAJE DE IDA (Y VUELTA)

Había leído que tradicionalmente Luke hace el disco entero, escribe toda la música y las letras y luego presenta todo a la banda. Y luego ustedes le devuelven el material con sus arreglos y lo termina de esta manera. Para él es como hacer el álbum dos veces…

Es muy parecido a lo que dices. Para él fue como hacer el álbum dos veces. Tienes razón. Luke escribe todas las canciones, escribe las letras, escribe la música y hace demos de las canciones en el estudio de su casa. Entonces, para cuando presenta las canciones a la banda, están bastante bien formadas. Eso es bueno. Lo extraño, es que finalmente todo suena cuando los otros miembros de la banda ponen sus cosas en él. Realmente queda todo sonando. Es un gran una gran ventaja para mí. De lo contrario, creo que me quedaría sin trabajo (risas).

En «All…» escucho pinceladas de Bad Company, de UFO, de Led Zeppelin, de los Beatles. De alguna manera, Thunder son como guardianes de las esencias de la gran tradición británica del hard rock. ¿Cómo te sentís al saber que con este álbum estás pasando la antorcha del rock clásico a las nuevas generaciones?

Sí, creo que es… (Piensa) creo que es muy agradable sentir eso. Pero realmente no lo hacemos, no nos proponemos sostener la antorcha. No lo hacemos deliberadamente, variamos la forma en que sentimos la música y la forma en que sonamos. La forma en que canto, sabés, somos en gran medida un producto de nuestro entorno, crecimos escuchando todas las bandas de rock clásico, especialmente las bandas de rock británicas, en los sesenta y setenta. Y sabemos que somos producto de esa época. Esa es la música que escuchamos cuando crecimos. Esa es la música que amamos. Crecimos queriendo emular a esas bandas. Entonces, te imaginás, en cierto modo tenemos nuestras influencias en nuestra manga. Y no creo que podamos hacer mucho al respecto. Pero es un lindo cumplido. Y supongo que el hecho de que sigamos tocando después de más de 30 años, es un logro en sí mismo. Nunca nos propusimos hacerlo. No teníamos idea de cuánto duraría. Y estamos realmente sorprendidos de estar todavía aquí. ¡Lo que realmente me sorprende es que todavía nos encanta hacerlo!

La chispa está ahí.

Sí. Pero eso es porque hemos sido inteligentes. Creo que nunca nos hemos esforzado demasiado. Y siempre hemos intentado mantener todo fresco y reinventar la forma en que trabajamos. Ciertamente con los últimos álbumes, siempre hemos intentado subir la vara y ponerla un poco difícil. Aplicar un poco de presión sobre nosotros mismos. Luke lo ha hecho con la composición. Y creo que lo hemos hecho con la forma en que planteamos las sesiones. Entonces, hay un poco de presión. Trabajamos bien bajo presión, nos hace funcionar mejor.

Thunder, guardianes del hard rock británico. Y en sus ratos libres, guardianes de la Tower Of London.

TODOS LOS RUIDOS PREFERIDOS

Del material que presentó Luke para las sesiones de «All The Right Noises», ¿cuál es tu canción favorita como cantante e intérprete?

Es muy difícil cuando hiciste el disco elegir una canción que creas que es tu favorita, pero puedo decirte qué canción fue la más difícil de cantar: «I’ll Be The One», oh sí… (se sonríe). Obviamente, canté muchas baladas a largo de los años, pero nunca había tenido tanta dificultad para cantar una como esta. Y creo que la razón es porque los versos son mucho más suaves de lo que estoy acostumbrado a cantar. Ya sabés, Luke escribe las melodías, la banda las toca y yo grito por encima de todo. Siempre he adoptado ese punto de vista. Y puede ser simplista, pero hay hay muchas cosas muy silenciosas en «I’ll Be The One», que cantando tranquilo, me viene naturalmente.  Así que hicimos tres sesiones para el álbum como dije, y canté en cada sesión tres veces y cada vez me acerqué un poco más a terminarla, pero normalmente nunca me lleva tres veces cantar una canción. Voy al estudio, canto la canción un par de veces y elegimos las mejores partes. Me lleva una hora. Pero esta canción probablemente me habrá tomado unas seis horas. Entonces, cuando la escuché después, todavía no estaba convencido de haberla logrado. Y probablemente me haya llevado un año escuchar eso. Me tuve que acostumbrara lo suficiente a aceptar que no estaba escuchando solo los errores o las cosas que creo que hice mal. Muy extraño. Es solo la forma en que funciona tu cabeza, viste, me refiero a cuando tenés que interpretar y cantar canciones.

Sé que sos un hombre de negocios, manager y bookin agent. ¿Cómo dividís tu tiempo y tu espacio mental entre la creatividad y el negocio? Estar en los dos lados también te da un punto de vista único sobre la industria, sobre la banda y el management...

Si, lo entiendo. Es interesante. No tengo ningún problema en dividir mi mente o usar dos sombreros. Como artista, no tengo ningún problema en hacer eso, me resulta muy fácil separarlos. Y creo que es porque he evolucionado como ser humano. Comencé como cantante, con ganas de ser cantante. Y me convertí en cantante y me convertí en frontman, me di cuenta de que no podés simplemente cantar, tenés que agarrar a la audiencia de alguna manera y arrastrarla con vos y ofrecer un espectáculo para que cuando los dejes, ellos recuerden todo. Ser un artista. Y de alguna manera desarrollé esa habilidad. Luego, cuando finalmente empezamos a conseguir algo y teníamos un contrato discográfico y tuvimos que contratar managers, agentes, contables, y toda esa gente, de repente me volví muy interesado en por qué suceden las cosas y cómo suceden. Así que cada vez que teníamos reuniones con esas personas, siempre me quedaba más tiempo y hacía más preguntas. Cuando el resto de los pibes de la banda estaban felices de terminar e irse, yo siempre me quedaba y esperaba. Creo que estaba interesado en el otro lado, sabés, y como estaba interesado me impulsaba a hacer preguntas y obtuve mucha información. Cuanta más información obtenía, más preguntas tenía. Y así todo se desarrolló.  Todo sucedió en paralelo, nunca tomé una decisión consciente de que quería ser manager, simplemente sucedió. Simplemente terminé siendo el tipo que estaba más interesado en eso más que los demás. Y afortunadamente, muy afortunadamente para mí, Luke y yo nos complementamos muy bien. Hemos estado juntos en una banda desde los 15 años… eso es casi 46 años, ¿no? Da miedo cuando lo pienso. Todo ese tiempo él siempre ha estado realmente interesado en la música y en hacer música. Yo cada vez tengo más confianza en su capacidad para entregar la música, y él tiene cada vez más confianza en mi capacidad para venderla. Entonces nos complementamos muy bien. Luke no quiere administrar la banda, y yo no quiero escribir las canciones. Así que es una buena compensación. Está muy bien. Creo que tenés que estar motivado para hacerlo, o evolucionar para hacerlo.

EL CORAZÓN MIRANDO AL SUR

En julio de 1992 hicieron su primera gran gira internacional con Iron Maiden en Sudamérica. ¿Qué recuerdos tenés de esa gira? Allá esos show son considerados como míticos...

Recuerdo eso muy bien. Nuestro primer show fue en Argentina, Buenos Aires. Recuerdo que nos confundieron con Iron Maiden fuera del hotel, y firmamos un montón de autógrafos. Así que fuimos Iron Maiden, fue muy divertido (Risas). ¡Firmamos corpiños! Y luego nos invitaron a ir a un concurso de belleza en el hotel de Buenos Aires, porque pensaban que éramos Iron Maiden (!). Se lo comentamos a los Maiden, y vinieron con nosotros. Así que ambas bandas fueron al concurso de belleza… Nunca lo olvidaré, fue muy divertido. Recuerdo el concierto, nuestro show fue absolutamente una locura. ¡La audiencia estaba tan entusiasmada! La energía fue realmente aterradora. Y luego, fuimos a Uruguay. Creo que el show fue en Montevideo.

Correcto. En la estación central de trenes. Yo estaba allí.

Sí. Y ese fue otra locura de show. El público escupía a Iron Maiden, y en Iron Maiden se molestaron muchísimo. Se fueron del escenario y volvieron más tarde. Era su forma de forma de mostrarles cuánto lo amaban (Risas). Pero fue un gran show. Luego fuimos a Brasil, y contraje la gripe en Río de Janeiro. Cuando hicimos el primer show, yo estaba en el escenario cantando, pero solo podía escuchar la batería. Fue lo único que escuché. Mientras volamos al siguiente lugar, mi cabeza estaba tan congestionada por la gripe que me quedé sordo. ¡Estaba completamente sordo cuando bajamos del avión! Me parece recordar que alguien trajo mi valija. Creo que fue un conserje, la trajo a mi habitación y estaba llamando a la puerta. Y yo estaba dentro sentado en la cama, pero debido a la sordera, no podía escucharlo. Entonces, cuando me levanté para ir a una reunión de la banda y tomar un café, encontré mi valija en la puerta de la habitación… Fue muy extraño.

El afiche de una fecha inolvidable: además de Thunder, no faltó la lluvia

THERE’LL ALWAYS BE A THUNDER

En esa misma gira, luego tocaron en el Monsters of Rock Castle Donington con Iron Maiden, Slayer y Skid Row. Era su segunda participación en el festival británico de hard rock y heavy metal más legendario del mundo. Siendo Thunder una banda británica, ¿cómo recordás esos tiempos?

Absolutamente increíbles. Seré honesto, obviamente es muy significativo para vos si estás en una banda británica y tocás en el gran festival británico. Pensando en términos de sensación, de comparación, diría que tocar en esos grandes shows en Sudamérica fue muy similar. Quizás el público británico sea un poco más reservado en comparación con el público sudamericano, que estaba loco -y me encantó- pero en términos de la sensación general, creo que cuando actuás en tu casa, en tu propio terreno, se suma a una experiencia similar. En 1990 fue con Whitesnake y Aerosmith y nos tocó abrir. Tuve un gran susto, ya que perdí la voz tres días antes, no podía hablar… No sabía si iba a poder cantar hasta que subimos al escenario. Fue aterrador, pero salió muy bien. Tuvimos un concierto aún mejor del que quizás hubiéramos tenido de otra manera. Tocamos fantástico, y el público se volvió loco: fue simplemente asombroso. Y en el 92 pasó lo mismo. Estábamos más arriba en el cartel. El clima no era tan bueno; estaba lloviendo, pero eso no es siquiera húmedo para nosotros. Recuerdo que salió Skid Row, y el cantante Sebastian Bach corrió por el escenario con con sus botas de vaquero puestas. Se resbaló en la lluvia y se deslizó sobre su trasero tan pronto como subieron al escenario y todo el mundo se murió de risa… Estos eventos son son fantásticos para tocar.

En ese momento, estaban tocando ese tipo de música, tenían dos álbumes muy fuertes, toda la tradición británica y bandas como Whitesnake o Def Leppard que les abrían camino y les estaba yendo muy, muy bien… Estuvieron a un paso de triunfar en Estados Unidos. ¿Qué sucedió?

Creo que el problema es que sobrevivimos a los 90. Durante los primeros años, 91, 92, todavía era un muy buen momento para bandas como nosotros. Pero hacia el 92, principios del 93, para entonces todo había cambiado. Nirvana, Alice In Chains, Soundgarden. Todo ese tipo de bandas. Las bandas de grunge básicamente cambiaron la radio en Estados Unidos. De hecho, en el verano del 91, estábamos listos para irnos tres meses en una gran gira con David Lee Roth y Cinderella en América. Enviamos todo nuestro equipo, ya estábamos listos. Y cuando faltaban cuatro días para salir, nuestro manager americano no llamó y dijo, “Deshagan las valijas. Ni siquiera vengan aquí”, y le preguntamos qué había sucedido. “Se trata del grunge. Han dejado de contratar bandas como la de ustedes, la gira de David Lee Roth y Cinderella ya no se vende más. Las entradas se fueron por el inodoro. Y si vienen, van a ver que en una semana la gira estará cancelada. Serán conocidos como como la banda del Titanic»… Y no fuimos.

LOS ESTADOS SEAN UNIDOS

Me imagino cómo se habrán sentido en ese momento…

Estábamos muy, muy molestos. Pensar que estuvimos tan cerca de tocar en una gran gira americana. Pero esto demostró que las cosas habían cambiado. Y en cambio, tocamos en Canadá en septiembre del ’91. Viajamos a través de Canadá y tocamos en clubes y pequeños teatros y fue fantástico. Y teníamos una semana libre después de que terminamos allí. Antes íbamos a tocar en un show en Los Ángeles en Estados Unidos para la revista RIP. El tipo que era el editor, Lonn Friend, amaba a nuestra banda y quería que tocáramos para él. Pero teníamos una semana libre entre el último show en Canadá y el evento de Lonn . Así que le pedimos a nuestros agentes en EE.UU. que nos encontraran cuatro o cinco shows en clubes donde tuviéramos una audiencia y no tuviéramos que preocuparnos por vender entradas. Entonces tocamos dos show en la Costa Este, en Baltimore y Providence, Rhode Island. Y luego volamos a la Costa Oeste donde tocamos en San Diego, el condado de Orange y en algún otro lugar que ahora se me escapa. En cada cada show teníamos a toda la audiencia en los camarines todas las noches, diciendo “¿Quiénes son ustedes? Nos encanta la banda y el álbum”. Y, por supuesto, acababámos de cancelar nuestra gira por EE.UU. Así que imaginate, sentimos que era muy irónico pensar que estábamos tan cerca. Sí, no pudimos hacerlo. Y nunca nos recuperamos realmente. Lo intentamos. Hicimos nuestro tercer álbum en América para estar cerca de la compañía discográfica, pero para entonces ya era demasiado tarde. En sus mentes, estaban interesados ​​en las bandas de grunge, no en bandas como nosotros. Así que nunca volvimos a intentarlo. Y fue una pena. Pero… shit happens.

Bueno colega, pero 30 años después estamos hablando de «All The Right Noises», ¡todo un logro en si mismo!

Nunca ha habido un momento más importante para lanzar un disco realmente bueno. Creo que los fans del rock necesitan algo bueno para escuchar y disfrutar y alejarlos de la miseria de la pandemia. Mucha gente dice que cree que este es posiblemente nuestro mejor álbum… Es casi imposible saber si tienen razón o no, porque estamos todavía demasiado cerca de este disco. Mucha gente recuerda nuestro primer y segundo álbum de hace 30 años y pico y los ven a través de anteojos teñidos de rosa… tienen muy buenos recuerdos, porque les recuerda dónde estaban y cómo crecieron, el amor y todo eso. Pero decir que es nuestro mejor álbum es muy grande. Y estoy muy feliz de aceptarlo, aunque esté mal (Risas)

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