Las Brujas. La banda pionera del metal hecho por mujeres en Argentina

Durante mucho tiempo hablar de mujeres y metal fue hablar desde los prejuicios y estereotipos. Globalmente, la mayoría de lo que se ha escrito sobre el tema en la prensa especializada se limitó a señalar la presencia de mujeres haciendo música pesada como un hecho anecdótico, a mostrar bandas que tienen integrantes femeninas, cantantes en su mayoría. Además estas notas, al estar escritas principalmente por varones, muchas veces priorizaban comentarios sobre la belleza o el look de estas mujeres por sobre su performance artística: el hecho de que se haya instaurado la categoría “female fronted band” como género musical lo prueba. Hoy, en el Día Internacional de la mujer voy a dedicarme a cuestionar esos estereotipos hablando de las mujeres en la música pesada argentina y presentando algunas de ellas.

Furias. Banda de la nueva generación de mujeres metálicas que nada callan.

En tanto hecho social, hay que tener en cuenta que en el metal hay un predominio de varones y esto es consecuencia de la cultura patriarcal que subyace en el movimiento musical. La sociedad heteropatriarcal monta dispositivos para la construcción de las identidades de género, las cuales tienen que estar de acuerdo con la “norma” y así determinar los lugares que las personas deben ocupar en ella, y como expresión social, el heavy metal no escapa a la perpetuación de estos estereotipos. En el estilo encontramos prácticas que son asociadas directamente con la masculinidad como la violencia, la agresividad, la virilidad. Generalmente, para los varones ser un “hombre auténtico” es también mostrarse con estas características. A su vez, ser mujer “auténtica” sería mostrarse como delicada, bella, silenciosa, obediente, etérea. Además, las mujeres que salen del espacio doméstico afrontan críticas que descalifican su trabajo estando vinculadas a la asociación de las mujeres con la esfera pública y su disponibilidad sexual. Y especialmente lo sufren las mujeres que se dedican a hacer música, pues exponen sus cuerpos en su actividad.

LAS PIONERAS. Mucho se ha escrito sobre el origen del heavy metal tanto a nivel internacional como nacional, siendo innegable que surge hecho por y para varones de clase obrera. En Argentina, además, encontramos que el metal surge en un contexto de altísima represión y violencia social. En nuestro país la historia del heavy metal excluye casi por completo a las bandas con integrantes femeninas; si bien las mujeres han habitado el espacio del heavy metal durante años, también han estado invisiblizadas. Su presencia es fantasmal. Desde los inicios de la movida metálica, más allá de aquellas que se han dedicado explícitamente a hacer música, las mujeres han ocupado espacios como promotoras y organizadoras de recitales, managers, difusoras radiales u online, dueñas de salas de conciertos, novias o esposas, fotógrafas, etc., tanto en Capital/GBA como en el interior. Son pocas las que se animaban a ir a conciertos o a armar bandas, en gran medida debido a la represión policial y razzias características de la época.

Las primeras que se han acercado a un rock más pesado, a principios de los ochenta, son Patricia Sosa en La Torre y Leonor Marchesi en Púrpura, ambas bandas de hard rock con cantantes femeninas. Ya exclusivamente en el heavy metal, las primeras bandas en tener integrantes femeninas fueron Super Ratón, con Roxana Goudard en voz y Thor, que contaba con Mabel Díaz en el bajo.

Tal vez la agrupación más significativa del primer período sea Las Brujas. En cuanto a lo musical, es notoria la influencia de la NWOBHM (siglas de new wave of british heavy metal, movida de grupos británicos nuevos por entonces como Saxon, Def Leppard, Diamond Head, Samson, Girlschool, etc. que renovó el género) en las bandas con chicas de los 80. A fines de la década, más precisamente en 1987, se forma Las Brujas, la primera banda del heavy metal hecho en Argentina compuesta íntegramente de mujeres: Graciela Folgueras en voz y guitarra, Silvia Gers, también voz y guitarra principal, Ysa Sierra en batería y Alexx Bass (Graciela Alejandra Brocos) en bajo, formación que llegó a editar un álbum titulado «Me Llaman La Loca» en 1989. Lo interesante de esta banda es que además de tener letras con compromiso social, estas reflejan además la problemática de género en temas como “Me Llaman La Loca” o “Las Brujas Existen”. Lamentablemente la banda se separaría en 1993, pero tanto Brocos como Gers continuaron su camino en el mundo de la música, la primera más vinculada al ámbito del metal y la segunda más volcada hacia el folk rock.

LOS DORADOS NOVENTAS. En los 90 las mujeres en Argentina se acercaron mucho más a la música pesada y adquirieron mayor visibilidad. Por un lado, las radios especializadas y los canales de televisión se encargaron de tener muchas bandas de este estilo en su rotación diaria. Además, en nuestro país durante estos años comenzó a darse el fenomeno de la visita frecuente de bandas internacionales, y muchas empezamos a asistir asiduamente a recitales. Por otro lado, la masividad alcanzada por Rata Blanca fue sin duda un factor fundamental de acercamiento de las mujeres al estilo, y desde la lírica es la banda que más escribió sobre las mujeres en el heavy metal nacional. A su vez, también aparecieron más mujeres dedicándose a hacer música: recordamos algunas a continuación.

SARKASTIKA: Banda de thrashcore y death formada en 1993 por las hermanas Marisol (batería) y Marisa Blanco (guitarra), a quienes se sumaron Samara Albuin (bajo) y Elsa González (voz). Después del demo de 1996, Elsa deja la banda y se suma Brenda Cuesta (actualmente cantante de Bloodparade) con quien graban en 1997 el demo “Argentina Death” en 1997. En 2002 se separaron.

KERIGMA: Tal vez la banda más excéntrica de esta época, pues está formada por una madre, Teresa Gerbasi, y sus hijos (!), quienes hacen death metal con letras cristianas (!!).

BOANERGES: Banda de white metal con Gabriela Sepúlveda en la voz, formada en 1990 y que continúa su actividad en la actualidad, festejando su 30° aniversario en este año.

VIVIAN BLACK: La propuesta de Vivian tal vez no tuvo el reconocimiento que se merecía en la época. Su estilo, definido como “horror metal” presentaba una puesta en escena impactante desde lo musical y desde lo visual. Las letras en inglés, en su mayoría relacionadas con el ocultismo, tenían su paralelo en una teatralización al estilo de Alice Cooper.

LUNATYCAS: Banda íntegramente de mujeres, cuya guitarrista y fundadora fue la virtuosísima Carina Alfie, de extensa carrera solista y tal vez la mujer que mayor notoriedad y reconocimiento haya alcanzado dentro de la escena nacional. La banda se formó a mediados de los 90, integrada -además de Carina- por Bárbara Benvenutto en bajo, Luciana Frega en batería, Carolina Caratti en teclados y Flavia Baiz en voz. En 2001 editaron su disco homónimo.

El SIGLO XXI. En este nuevo siglo las mujeres han adquirido un rol protagónico mucho mayor a la hora de hacer música. La explosión de “Wishmaster” de Nightwish, en 2000, dio lugar a una mayor apertura de bandas con integrantes femeninas. La decisión de la cantanteTarja Turunen de radicarse en Argentina junto a una ola de bandas de power metal y metal sinfónico, son hechos que también contribuyeron a que afloraran una cantidad nunca antes vista de chicas haciendo música heavy en Argentina. Del mismo modo, la difusión de bandas más alternativas o extremas como Arch Enemy tuvo que ver con este fenómeno; en estos estilos se evidencia mayor apertura hacia la presencia de mujeres en bandas y cada vez son más las que eligen expresarse a través del growl, como Silvina Harris en Betrayer, una de las pionera del menecionado estilo en Argentina.

No obstante este protagonismo adquirido por las mujeres, el lugar en el que están es paradójico. Las mujeres que hacen música continúan enfrentándose a prejuicios, se las evalúa por su cuerpo o belleza y no por su talento o capacidad, al subirse a un escenario están siendo doblemente juzgadas, como músicas y como mujeres… El heavy metal tiene un mensaje de rebeldía, compromiso social, liberación, crítica de lo establecido. No obstante, forma parte de la perpetuación y reproducción de la sociedad patriarcal y contribuye a afianzar los estereotipos de género. Y si bien resulta liberador y empoderador, en algunos aspectos no está a la altura de la liberación ideológica que supone la identidad de género.

Asimismo, aunque cada vez son más las mujeres que se dedican a hacer heavy metal, estas no salen del circuito under. Más allá de las exigencias del mercado, el control de los medios de producción y difusión musical está en manos de varones y allí subyace la naturalización de ciertas prácticas, pues los impedimentos materiales que los músicos tienen excederían la cuestión de género. Cualquier banda puede tenerlos. En teoría, nada impide a las mujeres hacerlo. Sin embargo, a los obstáculos materiales deberíamos sumarles los ideológicos. Por eso sostengo que la sola existencia de grupos de metal formados por mujeres implica un cuestionamiento del modelo de sociedad patriarcal… repasemos algunas de las más interesantes de la actual escena nacional:

SØSTËR: Desde el lado del hard rock, con una propuesta interesantísima, tenemos a Søstër. Esta banda oriunda de Monte Grande actualmente está conformada por Evelyn Borchichi en voz,  Marcos Salvatierra en guitarra y coros, Lucas Godoy en guitarra, Mariano Malvárez en bajo, Enzo Camargo en coros, teclado y percusión, y Marcelo Malvárez en batería. Con el estallido de la marea verde en 2018 y el logro de la ley de cupo, una camada de mujeres empoderadas que venían dedicándose al metal adquirió una fuerza importante y salieron a la luz una serie de bandas igualmente comprometidas con la cuestión de género y la música.

RIVOTHRILLER. Banda de rock pesado, con tintes bluseros y setentosos, oriunda de la zona sur del conurbano bonaerense conformada por Talía Rocío Jara (guitarra), Tamara Silva (batería), Merina Pinti (guitarra y voz) y Rocío Belén Quillay (bajo).

FURIAS. Banda de metal alternativo nacida en Berazategui y conformada por Gimena Zamorano en bajo y voz, Natalia Ré en guitarras y Agustina Hidalgo en batería y voces. Agustina, a su vez, es la baterista de Malicious Culebra, otra importante banda de zona sur que ha tocado incluso en el festival Wacken 2018.

BLAST BITCH. Es una banda de metal extremo integrada por Constanza Samhain (voz),  Pely Macchi (guitarra) y Ariel Ledo Agüero (batería). La banda recorre musicalmente los caminos del thrash, el death y el grindcore y su propuesta es fuertemente feminista.

PALABRAS FINALES. La generación de mujeres que acompañó la explosión del feminismo hizo que salieran a la luz los cuestionamientos a los estereotipos, las denuncias a los hechos de violencia y discriminación en la música, el movimiento contra los abusos y violaciones por parte de los músicos, la pelea por la ley de cupo, la sanción de la ley de IVE… La existencia de más mujeres haciendo música permite problematizar el tema del machismo en el metal y cuestionar el lugar que tradicionalmente le ha sido adjudicado. La labor de estas mujeres, que actualmente hacen música, contribuye a que su presencia se vaya corriendo de lo anecdótico, brindando modelos reales a seguir para las nuevas generaciones, permitiendo que más mujeres se decidan a salirse de la norma y se hagan eco de la cuestión de género. Tengo la confianza de que no falta mucho para que escuchemos más bandas que cuestionen además la heteronorma, y que empecemos a ver un espacio mucho más abierto e inclusivo dentro del metal, donde las identidades sexogenéricas sean respetadas en todo su abanico de posibilidades y las actitudes machistas de exclusión y violencia sean erradicadas.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here