PACIENTE: ACE FREHLEY – «Origins Vol. 2» (eOne/SPV, 2020)
HISTORIA CLÍNICA: Contarse a sí mismo a través de las canciones más significativas de la vida es como un pase tácito a las vivencias artísticas que nos han hecho lo que somos. Para quienes aman abastecerse de playlists con las sugerencias musicales de sus artistas favoritos para entender sus influencias y/o estados de ánimo o simplemente porque quieren disfrutar de la confirmación de compartir afinidades con sus héroes en cuanto a gustos, estas afirmaciones desnudan solemnidades que sólo son aparentes y van directo a amontonarse entre todas esas preguntas sin resolver sobre el poder secreto de la música, sobre cómo una construcción sonora puede transmitir empatías capaces de aniquilar las distancias físicas y racionales entre los sujetos, ligándolos, emocionándolos, llegando donde solo las formas del arte llegan: más allá de lo explícito.
Esto viene a cuento para decir que un álbum de covers, si pensamos en el camino de Ace Frehley (quien ya probara esta fórmula hace 4 años con «Origins Vol.1») en realidad dice mucho más que un simple ejercicio de estilo. El mero hecho de hablar de la última obra del Spaceman provocó la digresión existencialista del párrafo anterior y se omitió deliberadamente la habitual introducción al artista que aquí comentamos; también sería ofensivo, a esta altura, dedicar tiempo a explicar quién es Ace, ¿no? Mejor centrarse en aquello que, a lo largo de 69 años, uno de los guitarristas más emblemáticos de la historia del rock ha escuchado y amado, luego reorganizado, reinterpretado y finalmente puesto a disposición de todos en esta extraordinaria rockola (jukebox, si prefieren) personal que es «Origins Vol.2».
Se trata de 12 clásicos interpretados por Ace de manera excepcional tanto vocal como musicalmente, que representan la banda de sonido de su vida, cuando, como músico novato que era, tocaba en clubes con su banda de covers. Muchos de estos 12 temas siguen siendo relativamente fieles al original, a excepción del «Space Truckin'» de Deep Purple en el que se cambia la letra con espíritu juvenil y por diversión, tanto para sí mismo como para los fans: la versión resultante llega, golpea y convence por su groove, sus estridentes riffs y sus voces altas. Como apertura del álbum, «Good Times Bad Times» de Led Zeppelin ciertamente no podía faltar, interpretado de manera sólida, muy fina y con una voz limpia y armonizada, pero con una guitarra menos blusera que la original. «Never In My Life» de Mountain trae uno de los solos más rockeros y fascinantes que haya producido Ace. Incluso con «Kicks» de Paul Revere & The Raiders y «We Gotta Get Out Of This Place» de The Animals, se puede comprobar cuánto se divirtió el guitarrista tocando estos temas con sus colegas.
Al igual que en el álbum anterior, también en esta segunda colección Frehley recurre a invitados estelares: John 5, quien arma un tandem de guitarras y solos con Ace en «I’m Down» de los Beatles y en «Politician» de Eric Clapton (escúchenlo con auriculares para apreciar el fading entre solo y solo); Rob Sabino, que tocaba para Peter Frampton y Simon & Garfunkel, aparece con sus teclados en el ya mencionado «Space Truckin'» en la parte que pertenecía a Jon Lord; Lita Ford en voz y guitarra para «Jumpin ‘Jack Flash» de los Rolling Stones; Robin Zander, voz histórica de Cheap Trick, en «30 Days In The Hole» de Humble Pie; el inefable Bruce Kulick guitarreando en “Manic Depression” de Jimi Hendrix; Lara, la nueva novia de Ace, haciendo coros en «Lola» de The Kinks, que viene purificada por las frases acústicas iniciales y se ensucia en el frenesí de un galope indisciplinado del principio al fin.
Quizás sorprenda la opción de incluir en el disco «I’m Down», que fue una cara B de los Beatles de 1965, pero como señala el propio Frehley esta es una canción que muestra como pocas el estilo más crudo y rocanrolero de los inicios beatleros, al que está más apegado: en este tema tanto John 5 como Alex Salzman al bajo han dado un toque destacable a esta versión que mantiene la progresión esquizofrénica y desenfrenada de la original. Tal como sucede con otro lado B, esta vez de los Stones, la espectacular «Jumpin ‘Jack Flash», donde una impecable Lita Ford presta su voz y guitarra como lo hizo con su destacada interpretación en «Wild Thing» en «Origins Vol.1 «.
Cierra el álbum como bonus track el tema «She» de Kiss, incluido en su álbum de 1975 «Dressed to Kill», pero que había sido presentado ya en 1973 con Wicked Lester, la banda anterior de Gene Simmons y Paul Stanley. Que Ace siga con ganas de tocarla después de 47 años dice mucho sobre el vínculo emocional del guitarrista con el tema y con el legado inmortal de la herencia musical de Kiss, siempre presente, siempre inoxidable, siempre infalible.
DIAGNÓSTICO: El segundo capítulo de «Origins» (¡del que ya se habla de una secuela!) confirma el estado de gracia de uno de los monstruos sagrados aún vivos del rock. Si la elección de las piezas y las impecables ejecuciones no dejan lugar a dudas sobre la óptima performance de Ace Frehley, aún más fascina el significado detrás de la selección de cada tema, la coherencia del conjunto interpretado y la posibilidad que ofrece a los oyentes de participar activamente al liberar un torrente de recuerdos y sensaciones que fluyen renacidos y bañados de nostalgia, por supuesto, pero plenos de maduro vigor. Y en la recreación de las canciones más importantes de su vida, el extraterrestre del planeta Jendell, una vez más, no deja de sorprender y encantar.
Periodista especializado en artes, espectáculos, gastronomía y cultura pop. Co-fundador de las revistas argentinas Riff Raff (entre 1985-86) y Madhouse desde 1989 hasta 2001. Director del primer fanzine de habla hispana dedicado a Kiss y autor junto a Carlos Parise del libro «Heavy Metal Argentino» (1993).