I’ll Never Write My Memoirs, por Grace Jones y Paul Morley (Gallery Books, 2015, 400 págs.)

La Real Academia Española debería, por ley o por decreto, redefinir “fiereza” como “Grace Jones“. No solo es ella hermosa y talentosa, sino que tiene una voracidad absoluta que transforma todo lo que se le acerca. Y lo transforma sin flores, sin tapujos y con crudeza: eso es lo que la ha convertido en un ícono internacional que sigue vigente aún hoy. En su biografía, relatada por ella y escrita por Paul Morley, la Jones destapa toda su vida, sin maquillaje alguno, y la pone sobre la mesa para el banquete de todos los que se atrevan a leerla.

Y atrévanse. Anímense a meterse en el mundo de esta modelo, cantante y actriz. Permítanle a Miss Jones tomarlos de la mano y llevarlos a sus días de infancia en Spanish Town, Jamaica, a la sombra de una familia ultra conservadora que la usaba como vitrina de la correcta vida de Dios y que, ante cualquier mínima falla típica de una nena inquieta, la corregían a fuerza de golpes. Déjense llevar a Syracuse, Nueva York, donde se reencontró con sus padres y donde decidió matar todo aquello que la ataba a su terrible niñez. Desde deslumbrarse con la moda y los peinados hasta sentirse ajena a su propio ghetto y embarcarse en una búsqueda teñida de teatro, música disco y drogas, de creerse más allá de todo y de todos. De demostrar que tenía razón: estaba más allá. De elaborar su máxima para la vida “prueba todo, siempre, una vez.”

Con una voracidad increíble, Jones larga todas sus historias personales como un escupitajo en la cara de cualquiera que se atreva a juzgarla. No espera nada del libro: ni clamores ni quejas. Desde principio a fin, lo presenta como una necesidad propia (como cuando necesitó decirse “I’ll never write my memoirs” —nunca escribiré mis memorias, irónico título de la biografía). Mediante relatos, que en algunas pocas ocasiones se vuelven algo tediosos, queda a la vista cómo es vivir por y para algo que uno desea. No deja tema sin tocar, incluso sobre su visión de la industria actual, pegándole a Miley Cyrus, Beyoncé y hasta a la mismísima Madonna.

La biografía que permite entender tantas cosas de la vida del showbusiness, deja en claro de qué lado de Grace queremos estar: implacable con sus enemigos y de corazón enorme para sus amigos, aún con esta publicación a la luz, la pantera Jones sigue sin escribir sus memorias. Porque, claro, como ella misma dice: ni la muerte podrá detenerla.

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