PACIENTE: IAN DURY & THE BLOCKHEADS “New Boots And Panties!! – 40th anniversary deluxe edition” (Demon Records, 2017)
HISTORIA CLÍNICA: Uno de los personajes más gloriosamente excéntricos en la historia de la música pop que solo podría haber salido de Gran Bretaña es el recordado Ian Dury (1942-2000), a menudo asociado con el remolino punk de finales de los 70, aunque a duras penas podría haber encajado en el perfil de un punk. Musicalmente, él y su banda The Blockheads emergieron de la variopinta escena de pub-rock en Londres, y tocaron un revoltoso mix de estilos que tenía mucho más en común con el funk, la disco y el temprano rock’n’roll estadounidense, e incluso con el music hall británico que con cualquiera de los típicos grupos punk de tres acordes.
Físicamente, Ian tenía 35 años y caminaba cojeando y con bastón, ya que padeció polio cuando era niño. En apariencia, al menos, Dury no parecía compartir ninguna de las características superficiales de un punk rocker: lo único que realmente lo relacionó con esta movida fue que firmó con el sello Stiff Records, que editó muchos de los productos primarios y emblemáticos del punk y la new wave de la escena londinense (el más notable fue “New Rose” de The Damned, ampliamente acreditado como el primer single punk). Sin embargo, su ejemplo es una de las pruebas más duraderas de que no hay que tener el pelo erizado, tocar acordes de guitarra simplones o usar camperas de cuero y jeans rotos para ser punk: se trata de un espíritu, no de un sonido.
Con letras obscenas, profanas y actitud despreocupada, con canciones basadas en personajes que representan la vida de los londinenses de clase media-baja en el East End y el estuario del Támesis, las cuales, aunque humorísticas, siempre transmitían más empatía que desprecio, fue la personalidad inigualable de Dury lo que lo hizo encajar en la escena punk. Su tosca voz y su mirada sarcástica hacia una sociedad conformista, en contrapunto con la brillante maestría musical de The Blockheads, convirtieron a Ian Dury en una figura verdaderamente única y un gigante de la escena musical británica.
Su álbum debut en 1977, “New Boots And Panties!!” (llamado así por el hábito que tenía Dury de comprar ropa usada, salvo zapatos y calzoncillos), se lanzó hace 40 años y representa quizás la colección más pura de canciones en su catálogo. La mayoría fue escrita por el mismo Ian Dury en su piso de Kennington, al sur de Londres, junto al futuro líder de los Blockheads y talentoso pianista Chas Jankel y a un escritor estadounidense llamado Steve Nugent. “New Boots…” muestra a Dury fusionando sus raíces de pub-rocker con toques de arte interpretativo y una variedad de estilos diversos. Una acertada combinación de funk y rhythm and blues, en lugar de acordes poderosos, proveyó la base musical para su sonido, establecido por los talentosos Blockheads: si estos hubieran sido tan crudos, ásperos y toscos como la voz de Dury, ninguna de las canciones habría funcionado. Es que los Blockheads fueron el yang para el ying de Dury, oponiendo la dulzura y el profesionalismo de su música contra las letras críticas y obscenas de su líder.
40 años después del lanzamiento de este influyente disco, lo que llama la atención es cuán adelantado a su época y a su juego estaba Dury. Definió toda una línea de estilo vocal post-punk que sazonó el pop durante años, desde Madness hasta Jilted John y muchos más. Incluso gente como Blur y The Libertines le deben unos cuantos mangos. No es solo su voz seductora, sino la rica poesía de lo cotidiano que evoca con tanta facilidad. “Wake Up And Make Love To Me” es uno de los únicos retratos que han producido el rock y el pop de las alegrías del sexo en una relación a largo plazo, destacando el placer habitual en lugar de la emoción de una sola noche, de modo totalmente opuesto al tratamiento usual de este tema. Sus bocetos de personajes en “Billericay Dickie”, “Clevor Trever”, “My Old Man” y el resto siguen siendo tan potentes como siempre.
Esta nueva edición de lujo realizada en el buen viejo vinilo (hay también un boxset, pero carísimo: apunten a esto solo si son fans de larga data) trae una tapa doble repleta de recortes de viejas noticias relacionadas con Dury, en grandes sobres internos con fotos, letras y arte , sin olvidar el disco y su llamativo remolino naranja-verde brillante. Hay un segundo disco de Dury y los Blockheads en vivo en el Paris Theatre de Londres en 1978, transmitido por la BBC y bien vale la pena tenerlo (N.: “New Boots…” fue titulado por Dury poco antes de que los Blockheads se fusionaran adecuadamente) ya que es una grabación que expone abierta y claramente a su pícaro personaje de punk de music hall, que brilla en las versiones de “Sweet Gene Vincent”, “Clevor Trever” y el clásico “Sex & Drugs & Rock & Roll”. Después de escucharlo, el otro detalle que impactará a un oyente de 2017 es que la tendencia moderna hacia la emoción masculina que usualmente se expresa utilizando voces feminizadas es un recurso más bien pobre. Dury demuestra (a tono con los postulados jamás escritos del punk) que ser apenas capaz de cantar no es obstáculo para crear música y letras que tengan un alcance emocional impactante.
DIAGNÓSTICO: Hay que destacar que éste es uno de los pocos LPs de la auténtica primera ola del punk británico: 1977 tuvo más que nada grandes singles, pero Dury aportó uno de los larga duración más intrigantes y musicalmente coherentes de la época, junto a The Stranglers, The Clash y Elvis Costello. El título -que muy probablemente hoy suene anticuado- y los signos de exclamación al final, así como ciertas letras como la de “Billericay Dickie”, indican a las claras que “New Boots And Panties!!” es un producto de una época y un lugar y unas actitudes sociales específicas… Si sos capaz de superar esas idiosincrasias, encontrarás que este álbum es uno de los mejores testimonios de los años 70. Fue no solo el trampolín para la corta pero estelar carrera de Dury, sino también la prueba fehaciente de que el punk no era un mero sonido, sino un muy particular estado de ánimo.
Periodista especializado en artes, espectáculos, gastronomía y cultura pop. Co-fundador de las revistas argentinas Riff Raff (entre 1985-86) y Madhouse desde 1989 hasta 2001. Director del primer fanzine de habla hispana dedicado a Kiss y autor junto a Carlos Parise del libro «Heavy Metal Argentino» (1993).