PACIENTE: HELLOWEEN – «GIANTS AND MONSTERS» (REIGNING PHOENIX MUSIC/2M PRODUCCIONES 2025)

HISTORIA CLÍNICA: Cuando en la segundaa mitad del siglo XX, Alemania supo levantarse como nación tras sendas y duras derrotas en dos guerras mundiales, con el agravante de haber tener que vivir años bajo la bota nazi, se acuñó entre los historiadores la frase «milagro alemán». Llevando esta expresión a un terreno mucho más agradable como es el de la música, la etapa más reciente de la historia de Helloween como banda tiene bastante de milagroso. Todo empezó cuando en noviembre de 2016 los titulares de la prensa especializada anunciaban el regreso a la agrupación de Kai Hansen y Michael Kiske, ambos miembros fundamentales en la formación más trascendente que habían tenido los alemanes hasta entonces. Me refiero a la etapa de la saga de los “Keepers Of The Seven Keys Pt. I y Pt. II” lanzados en los ya lejanos ’80. El dato hacía suponer que su retorno a la banda marcaba un revival de ese período puntual de su historia. Sin embargo sorprendieron a todos reincorporando a Hansen y Kiske pero manteniendo también a Andy Deris en voces y a Sascha Gerstner en guitarra, en un hecho inédito en la historia del metal. Inmediatamente surgieron varias incógnitas. ¿Cómo sería el funcionamiento de un grupo con siete miembros de los cuáles tres son primera voz? ¿Y con las tres guitarras líderes, cómo manejarse?. ¿Habrán quedado atrás los roces y los problemas de ego entre los dos ex miembros y Michael Weikath?.Las primeras certezas a estos interrogantes asomaron con el tour de reunión denominado “Pumpkins United”.

Y es justo decir que los resultados fueron por demás satisfactorios, con un ensamble de las distintas formaciones dando la imagen de una cohesión grupal y no un mero rejunte. La gira fue un éxito y dejó a los fans contentos. Pero de la conformidad pasaron a la sorpresa, cuando los oriundos de Hamburgo anunciaron que luego del tour iban a ingresar con la nueva formación a grabar un álbum. “Helloween”, editado en el 2021 terminó siendo un nuevo acierto. El tour de presentación fue otro golazo, llenando arenas en distintos continentes dejando una imagen muy sólida como número en vivo. En este 2025 con un presente consolidado como banda, el ahora septeto decidió continuar con su producción discográfica y finalmente acaba de llegar a las plataformas y las bateas del mundo “Giants And Monsters”, el nuevo lanzamiento de los teutones. Con el CD en mano, la comparación con el trabajo anterior del grupo es como ejercicio inevitable. En ese punto hay que decir que “Helloween” buscó hacer pié en el sonido clásico del grupo, con lo cual su contenido estaba orientado principalmente hacia el estilo que los tiene como piedra fundacional: el power metal. En “Giants And Monsters” no está ausente ese sonido y podemos poner como ejemplo composiciones como Savior Of The World”, “Universe (Gravity For Hearts)”, o mismo la que da nombre a la placa. Pero también tenemos a “This Is Tokyo” o “A Little Is A Little Too Much”, composiciones en las que los alemanes suenan más “radiables “ que nunca salvo en un disco como “Chameleon” (1993), sólo que en esta ocasión sin la pólvora mojada.

Esa clase de material viene de la mano del capo de Andy Deris, un tipo que venía del palo del hard rock cuando se unió al grupo para ponerse los zapatos de un cantante tan importante y tan metalero como Kiske. Y aunque tuvo que pisar con esos zapatos una tierra extraña, el hombre hizo pie además de imprimirle su sello al sonido de la banda. Ese detalle le aporta variedad al disco, aporte que también hace en ese sentido la exquisita balada “Into The Sun”, cantada a dúo por Deris y Kiske.Hace un par de meses este redactor tuvo la suerte de entrevistar a Michael Kiske y el cantante reconocía que esa alternancia en la onda de las canciones “está muy buena porque permite que los discos respiren”. Y está en lo cierto el hombre. La alternancia en las voces es un ingrediente que no suele estar presente en la mayoría de las bandas y es un punto que cuando aparece, suma. En este caso la repartija fue dos canciones para Kiske, una para Deris, tres para la dupla Deris-Kiske, una para Deris-Hansen, una para Hansen-Kiske, y dos para el terceto Deris-Hansen-Kiske. Esa correcta administración de los recursos también se traslada a las intervenciones de los tres guitarristas líderes. Tanto Weikath, Gerstner y Hansen, lejos de amontonarse, se sacan chispas con solos más que inspirados, puestos en el momento que la canción lo necesita. Llevándolo a términos futboleros, lo de los alemanes se parece a ese equipo en el cual las funciones están claras y cada jugador sale a la cancha cuando el partido lo necesita. Otro punto que suma es la duración del disco. Diez canciones bastante cortas para ser un trabajo de Helloween, con una duración total de cincuenta minutos, parece ser la extensión óptima que tiene que tener un álbum.


DIAGNÓSTICO: la vuelta al seno de la banda de dos actores fundamentales en su historia para dar a luz a una nueva encarnación de la misma, pese a las dudas que sembraba al comienzo, salió airosa en todos los terrenos. Exitosa en convocatoria, en lo artístico y en lo personal, la de Helloween es sin duda una de las mejores reuniones de bandas consagradas en la historia del rock. Casi un milagro, mire… y parece que los alemanes saben de milagros.

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