Los Trotsky Vengarán (TKY VGR para los amigos) continúan en su larga cruzada para conquistar al público porteño que tanto los reclama y que convierte sus shows en celebraciones en las que poco parece importar la distancia entre Buenos Aires y Montevideo. Como el grupo se dispone a festejar en el Vorterix los 20 años (y monedas) de «Pogo», su primer y emblemático disco en vivo, nos comunicamos con el histórico guitarrista Hugo Díaz, quien nos dio un pantallazo acerca de sus primeros tiempos años, su relación con el rock uruguayo, las primeras visitas a Argentina, la crisis uruguaya de 2003, entre otros temas. Sacúdanse del pogo y lean la nota, que todo está por pasar.

Hace poco más de 20 años grababan “Pogo”, su primer disco en vivo, en el extinto Pachamama de Montevideo las noches del 9 y 10 de mayo de 2003 ¿Qué recuerdos tienen en particular de esos dos shows? ¿Y por qué decidieron que ese era el momento exacto de inmortalizar sus actuaciones?

Fue más producto de una necesidad que de una decisión artística. En el año 2002 nuestro cantante Guillermo tuvo que irse a vivir a Chile, como uno más de los que en esa época tuvieron que irse del país por falta de trabajo y oportunidades. Entonces nuestra única opción era grabar un disco en vivo para que la banda siguiera funcionando con él en otro país y tratando de venir regularmente y que pudiéramos seguir tocando. A nuestros últimos dos discos de estudio les había ido bastante bien y habíamos incorporado todo un público nuevo y muy joven que nos escuchaba porque éramos rock uruguayo, más que punk rock. Así que también sentimos que era una chance para que conocieran algunas canciones de nuestros tres primeros discos, que habían pasado sin pena ni gloria y tuvieron una segunda oportunidad a la luz de nuestro reciente suceso. Fueron dos noches entrañables para nosotros. Elegimos Pachamama porque con 300 personas lo llenábamos, y sólo queríamos preocuparnos por la grabación y no por la venta de entradas. Y salió todo perfecto, no hubo que corregir nada ni grabar nada extra. Hoy en día los dos shows de “Pogo” de mayo del 2003 se convirtieron en uno de esos eventos que, si todos los que dicen que estuvieron hubieran estado realmente, tendríamos que haber tocado en un estadio.

¿Cuál es la importancia que le dan a “Pogo” dentro de su vasta discografía? ¿Creen que sus discos en vivo posteriores lograron capturar la magia de sus shows?

Nosotros creemos que la banda tiene su mejor versión arriba de un escenario y no adentro de un estudio. Los discos están producidos sin mucho misterio, la idea es que las canciones suenen en vivo tal y como suenan en el disco. Grabamos tocando todos juntos y en general hacemos pocos arreglos. En 33 años de carrera ya tenemos cuatro discos en vivo, pero el “Pogo” es una gran foto de lo que es un show de Trotsky en cuanto a la energía, la ejecución y el relacionamiento con el público. Y además sirvió junto con discos de otras bandas como puerta de entrada al rock para toda una generación de gente que en los 2000 escuchaba otros géneros porque el rock no era muy popular en Uruguay. El nombre, la estética homenajeando al “London Calling” de los Clash, todo era como una nueva presentación en sociedad. Era como decirle a un montón de gente que no nos conocía: “Si, somos rock uruguayo como El Cuarteto, No Te Va Gustar, La Vela, pero hacemos esto”. Le tenemos un gran cariño por lo que significó para la gente, además de para nosotros.

Cuando ustedes graban el disco en vivo, Uruguay estaba sufriendo una severa crisis económica como coletazo de lo que había sucedido años antes en Argentina. ¿Cómo recuerdan aquellos duros días de 2003?

Estaba bravísimo. La crisis se palpaba en la calle, en todos lados. Había un gran clima de incertidumbre, no sabías que iba a pasar. Nosotros trabajamos en las canciones todos juntos, componemos juntos hasta el día de hoy. Entonces cuando Guille cayó con la noticia de que se iba a vivir a otro país fue un mazazo, porque parecía que nos íbamos a quedar sin banda. Más allá de que habíamos empezado a experimentar una leve mejoría en cuanto a convocatoria, lo peor en sí era que sentíamos que la amenaza de tener que separarnos estaba ahí, en algún lugar del horizonte. Por suerte Guille puso mucho esfuerzo para viajar regularmente desde Santiago a Montevideo y pudimos seguir desarrollando una agenda de shows. En un momento fue gracioso, porque nosotros en los ’90 podíamos aspirar como máximo a meter 150 personas en un boliche under, y cada vez que él volvía para hacer un show eran para más y más gente. Parecía una película. En esa época llegamos a meter shows jueves, viernes y sábado en distintas ciudades del interior y el domingo de repente estábamos tocando para 1200 personas en un boliche de Montevideo, o participando de los Pilsen Rock, que era un festival multitudinario que se hacía en el interior de Uruguay. Era como una desgracia con suerte.

La última vez que los entrevistamos, estaban prestos a editar “Todo Está Por Pasar”. Dos años después, ¿cómo ven a la distancia aquél álbum? ¿Cómo fue la repercusión del disco entre sus fans?

Nosotros cuando nos enfrentamos a la instancia de editar un disco lo hacemos desde la necesidad de renovar el repertorio y a la vez tratar de ver si las canciones nuevas le pueden competir a temas que la gente ya ha convertido en clásicos de la banda. No deja de ser una apuesta arriesgada, porque hay canciones nuestras a las que el público le tiene realmente mucho cariño. Entonces el desafío es que un disco nuevo no pase sin pena ni gloria. Con “Todo Está Por Pasar” nos llevamos una grata sorpresa, porque la gente lo recibió muy bien, y podemos tocar muchos de sus temas pegados a canciones muy populares de la banda, y las canciones nuevas se la bancan. La meta es no sonar cansados, o caer en la trampa de sacar material por el hecho de sacarlo y punto. A cada disco le ponemos mucho cariño, mucha cabeza, mucho corazón, y los procesos a veces nos deparan discusiones interminables. En este caso, como veníamos de los años de pandemia, fue como recuperar un juguete que dabas por perdido. Estábamos todos alineados, todo el proceso fue sumamente satisfactorio, y el resultado nos dejó muy felices.

En aquella entrevista, nos confesaban que el público argentino les reclamaba más visitas y que ustedes sentían que les costaba cumplir con ellos. ¿Cómo va hoy en día el romance con la gente de Buenos Aires?

Empezamos a ir a Buenos Aires en 2002, abriendo un show para Expulsados en el Marquee. Desde ese momento tratamos de ir a tocar regularmente, un par de veces por año capaz y no sólo a Bs As sino también a La Plata, Rosario, Paraná o Córdoba, convencidos de que una banda como Trotsky podía generar una base de fans en Argentina. Era raro, porque mientras explotábamos acá y encabezábamos festivales para 100.000 personas, al fin de semana siguiente ibas a tocar y había literalmente 8 tipos frente al escenario que nunca jamás te habían escuchado. La gente que trabajaba con nosotros en esa época siempre nos decía “miren que la Vela empezó así”. Y se transformó en un chiste interno, porque pasamos años sin poder despegar y el chiste era “che, miren que la Vela empezó así”. Pero siempre tratamos de volver, porque antes que todo nos encanta tocar, y nos gusta pensar que somos a prueba de todo. Y además contamos con la ayuda de muchas bandas de allá que nos permitieron compartir escenario con ellos, como Bulldog, Villanos, Cadena Perpetua, Violadores, Mal Pasar, un montón. Increíblemente luego de un par de años sin ir y con constantes reclamos de que volviéramos, organizamos una seguidilla de shows en 2022, 2023 y 2024 que han sido muy favorables en cuanto a convocatoria. La gente de Buenos Aires conoce mucho de rock, y te escucha porque haces un determinado género. En ese sentido es distinto que en Uruguay, que sos parte de un panorama de Rock Nacional. La verdad que es una ciudad donde nos encanta tocar.

Vienen de un 2023 brillante en cuanto a convocatoria, shows y giras. ¿Están trabajando en nuevo material para un futuro disco o habrá que seguir esperando?

Por ahora estamos enteramente dedicados a todo lo del festejo de los 20 años de “Pogo”. Estuvimos todo el año pasado tocando el “Todo Está Por Pasar”, pero ahora el mercado te impone una lógica un poco perversa en la que tenés que estar generando contenido permanentemente, así que mientras no nos encerremos a componer estamos editando versiones de ese disco con invitados. Hace poco subimos a plataformas “Cayendo”, que es un tema de “Todo Está Por Pasar” en la que invitamos a Pedro Dalton, cantante de Buenos Muchachos, que además de ser un tremendo artista es un amigo con quien compartimos un comienzo en común en el under Montevideano de los ’90, él con los Buenos y nosotros con Trotsky.

El sábado 20 de julio van a estar festejando los 20 años de “Pogo” en el Teatro Vorterix, ¿tienen planeado algo especial, van a tocar el disco entero?

En diciembre hicimos 4 funciones tocando el “Pogo” entero de principio a fin. Ahora este 14, 15 y 16 de junio tenemos tres shows en una sala de Montevideo en la que vamos a desordenar un poquito la lista y a tocar temas que quedaron fuera del disco porque no salieron del todo bien esas dos noches de 2003. Además, tenes que tocar si o si un montón de temas posteriores al “Pogo” que no pueden faltar de ninguna manera porque si no se quema todo. Armar la lista va a ser difícil, pero la idea es darle a la gente la experiencia de revivir el disco tal y como lo escucharon toda su vida, sabiendo qué canción viene atrás de la que está sonando. Igual con nosotros nunca se sabe, capaz el día anterior barajamos y repartimos todas las canciones por todo el show. Pero el grueso del recital es el recuerdo de ese disco que tanto queremos.


¡EL POGO LLEGA A BUENOS AIRES!
«20 AÑOS SALTANDO»

✮TROTSKY VENGARÁN celebra los 20 años de «POGO», su primer disco en vivo.


20 DE JULIO 19 HS. 
TEATRO VORTERIX | LACROZE 3455 | CABA 

ENTRADAS ACÁ

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here