El anuncio causó tanta sorpresa como estupor: el pasado 20 de enero el mundo del rock & roll recibió la noticia del deceso de John Sykes, quien brillara en los años 80s como guitarrista de Tygers Of Pan Tang, Thin Lizzy y Whitesnake. Más allá del lógico impacto que genera toda muerte, en este caso estamos ante una figura que hacía rato no daba demasiadas señales de actividad. El ostracismo en el que entró su carrera gracias a proyectos truncos e intentos fallidos por volver a cierta trascendencia hizo que su figura quedara un poco olvidada. De todas formas, sus buenos años dejaron un legado más que importante en la escena del heavy y el hard rock, legado que repasaremos a continuación como un merecido homenaje a un guitarrista, vocalista y compositor talentoso que supo conquistar el corazón de la audiencia y el respeto de sus colegas.

LOS DETALLES DE LA PEOR NOTICIA. “Con gran tristeza comunicamos que John Sykes ha fallecido tras una dura batalla contra el cáncer. Muchos le recordarán como un hombre con un talento musical excepcional, pero para quienes no le conocieron personalmente, era un hombre reflexivo, amable y carismático cuya presencia iluminaba la habitación. Marchaba al ritmo de su propio tambor y siempre apoyaba a los más desfavorecidos. En sus últimos días, habló de su sincero amor y gratitud a sus fans, que le habían apoyado durante todos estos años. Aunque el impacto de su pérdida es profundo y el ambiente sombrío, esperamos que la luz de su recuerdo apague la sombra de su ausencia”. Estas son las textuales palabras del anuncio oficial que difundió en redes la triste noticia. Las causas del fallecimiento del guitarrista se dieron a conocer a las pocas horas de que el comunicado viera la luz. Sykes venía luchando desde hace un tiempo contra el cáncer, lo que explica en parte su alejamiento de la consideración pública. Al respecto de su falta de presencia en la escena, el músico declaró en el 2019 que “ estoy decidido a salir a la ruta otra vez, aunque reconozco que a veces soy de apartarme del negocio, de apagarme, pero ahora tengo ganas de volver a lo mío, deseo que eso suceda”

Sykes es sus últimos años, con menos pelo pero la pinta de siempre

LAS REPERCUSIONES. Muchos fueron los músicos de renombre ( algunos ex compañeros de bandas que integró) que tuvieron palabras de despedida para Sykes. Pares como Mike Portnoy, Adrian Vandenberg, Carmine Apicce, Matt Starr, Patrick Kennison, Rikki Rockett, Steven Adler, Glenn Hughes, son algunos de los personajes destacados del ambiente del rock que lamentaron el suceso. El pronunciamiento más esperado era nada más y nada menos que el de David Coverdale.«Acabo de escuchar la impactante noticia de la muerte de John. Mis sinceras condolencias a su familia, amigos y fans”, fue el breve mensaje del ex Purple. Sabido es que la salida de Whitesnake de Sykes al poco de editarse “1987” fue por demás traumática.

Sykes había sido fundamental en el lavado de cara de la banda, dejando atrás su onda de hard rock blusero para meterse de lleno en la tendencia más hair metal que dominaba EEUU, mercado al que el Rey David se propuso conquistar y lo logró. Como en todo puterío del show business musical hubo acusaciones cruzadas varias. Coverdale y Sykes comenzaron su sociedad creativa mostrando mucha química entre ambos. Pero pronto aparecieron roces y hostilidades en la convivencia como compañeros de banda.

“Era indudable que a la hora de componer o tocar había mucha afinidad, pero ni bien terminábamos de hacer lo nuestro era evidente que teníamos maneras opuestas de ver la vida”, declaró en su momento el mandamás de Whitesnake, quien aseguró en reiteradas oportunidades que el blondo guitarrista quiso serrucharle el piso, lo que lo llevó a ser expulsado del grupo antes que “1987” llegara a editarse (Coverdale incluso llamó a Adrian Vandenberg para regrabar algunas guitarras). “Tuve una grave afección en la garganta luego de terminar el álbum y los doctores me previnieron que no podría cantar durante meses. Estaba claro que había que demorar la gira de presentación del disco. John conspiró junto al productor Mike Stone para hacerse cargo él del rol de cantante e iniciar el tour sin mí”

Sykes y Coverdale juntos en Whitesnake cuando no se habían agarrado de las mechas aún

¿Qué dice la otra campana? “David estaba intratable durante la grabación de «1987». Que el estudio no le gustaba, que los micrófonos no eran buenos…, creo que estaba nervioso y sobrepasado. Pero lo peor es que se jactaba de haber compuesto el 95% del álbum lo que es totalmente mentira. David apenas puede rasguear la guitarra”, recuerda el difunto guitarrista.Terminado el disco, tanto Neil Murray (bajo), Ainsley Dunbar (Batería) y yo fuimos despedidos de un día para el otro. Cuando fuí a encarar a Coverdale directamente huyó como una rata. Creo que todo esto de usarnos para el disco y después pegarnos una patada en el culo fue todo un ardid de él y John Kalodner (cazatalentos de la discográfica Geffen Records) para armar una banda distinta para la gira”


VIDA Y OBRA DE JOHN SYKES. El primer registro de una banda que haya integrado Sykes son los ignotos Streetfighter, grupo al que abandonó para unirse a Tygers Of Pan Tang, una de las ascendentes formaciones que conformaban la New Wave Of British Heavy Metal y que terminaron quedando sólo en promesa. Con el quinteto inglés grabó “Spellbound” (1981), pero su estadía con ellos sería breve. Sin banda, John audicionó para Ozzy Osbourne tras el trágico accidente que se cobró la vida de Randy Rhoads, pero como sabemos, no se quedó con el puesto.La oportunidad de jugar en primera vendría de la mano del gran Phil Lynott y de esa auténtica escuela de violeros que fue Thin Lizzy. Lynott se encontraba buscando un segundo  guitarrista para hacer dupla con Scott Gorham tras la partida de Snowy White. Así es como Sykes en 1982 se une a la banda irlandesa y graba con ellos el álbum “Thunder & Lightning”, un trabajo más orientado hacia el heavy metal tan en boga en esos tempranos ochentas.

Al momento de unirse a la agrupación, casi la totalidad del disco ya estaba compuesto con anterioridad, pero el rubio violero participó de la coescritura de “Cold Sweat”, el tema principal del disco.La recepción de la placa fue muy buena, pero los problemas con las drogas dentro de la banda conspiraron a la hora de cumplir con fechas programadas para su gira de presentación. Thin Lizzy tuvo que entrar en un breve receso para que los consumos problemáticos se disiparan un poco. Lynott, no obstante, invitó a Sykes y al histórico baterista de Thin Lizzy, Brian Downey para armar mientras un proyecto paralelo llamado The Three Musketeers. Vuelto a reunirse Thin Lizzy el caos interno dentro de la banda hizo que su líder tomase la decisión de hacer de la gira de “Thunder & Lightning”, la despedida del grupo. El moreno bajista convocó a Sykes para un futuro proyecto llamado Grand Slam, pero…., el Sr David Coverdale metió la cola, convocando a John a unirse a una nueva encarnación de Whitesnake, propuesta que fue aceptada por Sykes. Su ingreso a la banda liderada por Coverdale, y tal como lo hiciera en Thin Lizzy, le cambió la cara al sonido de los ingleses el cual también se endureció.

Su debut discográfico fue en la versión norteamericana de “Slide It In “, cuya gira incluyó la participación en la primera edición del mítico festival Rock In Río, junto a otros pesos pesados como Iron Maiden, Queen, Scorpions, AC/DC y Ozzy Osbourne. A Coverdale y su manager John Kalodner la movida les salió bien y “Slide…” se convirtió en disco de oro en El Gran País Del Norte. Terminada la gira Sykes y el ex Purple se pusieron a cranear el siguiente disco, en el cual el violero compuso junto con Coverdale la mayoría del material de lo que sería el consagratorio “1987”, de cuyas mieles Sykes no pudo disfrutar, siendo expulsado de la banda antes de salir de gira(ver los detalles más arriba). Nuevamente sin banda y en banda,

Blue Murder (Sykes-Appice-Franklin) un trío con grandes intérpretes que no tuvo la suerte que merecía

Sykes ya cansado de ser segundo de otras figuras decidió unir fuerzas con Carmine Appice (ex baterista de Vanilla Fudge, Beck-Bogert-Appice, Ozzy, etc) y el bajista Tony Franklin y formar Blue Murder, banda que sería apadrinada por el propio Kalodner. Con respecto a esto último, el rubio guitarrista vio como un error fichar a su nuevo proyecto con Geffen, el sello que tenía también a Whitesnake en su catálogo. “Creo que la discográfica saboteó de algún modo a Blue Murder porque guardaban la esperanza de que David y yo volviéramos a trabajar juntos. Fue una mala decisión haber firmado con ellos” , declaró años más tarde el músico recientemente fallecido. Los ’90 encontraría a Sykes en el mismo camino extraviado que la mayoría de los popes de la década anterior ante la llegada del grunge. Estamos en el inicio de la declinación de su carrera, la cual alternó su faceta solista, una nueva versión de Thin Lizzy sin Lynott y proyectos embrionarios de bandas que luego trascendieron (en principio lo que luego sería The Winery Dogs, con Richie Kotzen en su lugar). Pero el 20 de enero pasado la parca dijo basta para Sykes, un guitarrista talentoso, con mucho gusto por la melodía, con mucho carisma y con la capacidad de dejar su huella en las bandas que tocó, cambiándoles el sonido y elevando la calidad del material de las mismas. Que en paz descanse.

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