El romance entre Megadeth y el público argentino parece no tener límites, y la banda de Mustaine acaba de anunciar una tercera función en el Movistar Arena para el 16 de abril en su enésima visita a Buenos Aires. Pero hoy, apreciada persona que lee MADHOUSE, queremos poner en suspenso el presente por un rato, subirte a la máquina del tiempo y llevarte a realizar un viaje al inicio de todo, más precisamente a un repaso pormenorizado de lo que fue la primera fecha de Megadeth como banda hace precisamente cuatro décadas. ¿Tenés el pasaje en mano? ¿Viniste liviano de equipaje? Genial, ¡agárrate fuerte que ponemos primera y salimos!

Mi pasado me condena: créase o no, estos cuatro adolescentines eran Slayer, allá por 1982

LOS CIMIENTOS DE LA MEGAMUERTE. El Colorado más heavy re jodido de todos en aquel ya lejano 1984, venía de ser expulsado de Metallica justamente por haberle hecho honor a ese adjetivo. Ese capítulo de la historia de Mustaine ya fue contado hasta el hartazgo, así que en este caso vamos a eludirlo como Messi a Konaté. Una vez dejado en banda (o sin banda) por sus ex compañeros, el guitarrista supo que era hora de organizar el contraataque y para eso era necesario encontrar nuevos laderos. Si hubo un escudero en la vida de Mustaine, ese fue Dave Ellefson: “Con Mustaine nos conocimos en Los Ángeles un año antes y nos pusimos a componer y ensayar en un cuartito que quedaba sobre el Sunset Boulevard justo enfrente del reconocido Hotel Chateau Marmont”, recuerda el bajista. “Nos resultó complejo encontrar al resto de los músicos para completar la banda. Ni hablar de los cantantes. Eran un dolor de cabeza, por eso es que Dave terminó tomando la decisión de cantar él”. Si bien aquel Megadeth embrionario no tenía el bagaje técnico que tuvo después, sí era poseedor desde el vamos de su identitaria complejidad. Mustaine tiene algo que decir al respecto: “Lo que estábamos haciendo con Megadeth era algo totalmente vanguardista, el thrash era algo todavía muy under y la mayoría de los que venían a las audiciones no entendía las métricas de nuestras canciones. En lo personal, encontrar un segundo guitarrista fue muy difícil”. La premura por ocupar ese puesto se agravó cuando el cuarteto consiguió su primer lugar para tocar y llevar a cabo así su bautismo de fuego sobre las tablas. El dueño del Ruthie’s Inn, un tugurio de mala muerte en la californiana Berkeley, Inn, los contrató para presentarse en aquel inicio de 1984.

Como Mustaine, el otrora Ruthies Inn también se convirtió al cristianismo y hoy funciona como un centro evangélico

UN LUGAR PARA TOCAR CON CASCO. Según Mustaine, “era un lugar pequeño y muy pintoresco en las afueras de San Francisco, onda que teníamos que tocar medio encorvados, porque el techo era bajo. No daba para saltar porque podías meter la cabeza en un spot de luz (Risas). Antes del primer show, nos invadió la curiosidad y decidimos una noche ir a conocer el lugar. Cuando entramos, notamos que estaba lleno de gente drogada y fuera de control. Recuerden que se trataba del comienzo de los 80s, cuando la cocaína era no solo socialmente aceptable sino también una porquería fuerte en serio. Yo ya era un fiestero formidable a estas alturas así que nada me parecía chocante. Pero aun así la escena dentro de la sala era verdaderamente perturbadora. La juerga ahí adentro era al mismo tiempo obscena y aterradora, como algo sacado de una película en donde abrías la puerta y un tipo con una máscara de cerdo tenía la cara entre las piernas de otro tipo… Lo cierto es que pese a la precariedad edilicia, el boliche era un lugar de referencia para las escenas pujantes que estaban surgiendo en la California de entonces, predominantemente el hardcore punk y el thrash metal embrionario. Exodus, Metal Church, Possessed, Agnostic Front, TSOL, Bad Brains y Bad Religion, fueron solo algunos de los nombres que pasaron por el recinto. Finalmente, la banda pactó con el dueño del Ruthie’s Inn, un tipo conocido como Curly Joe (sí, como el personaje de Los 3 Chiflados), presentarse el 17 de febrero de 1984. Las bandas teloneras serían los doombetas chicaguenses de Trouble y los -por entonces ignotos- speedmetaleros locales Abattoir (fíjense que en el cartel el nombre del grupo está escrito con V). Con todo ya organizado, se hizo evidente que el pequeño gran problema de la segunda guitarra tenía que resolverse rápido.

«Dave, te dije que ese pibe que se anotó en el CBC de Diseño Gráfico no era la mejor opción», le dijo el manager a Mustaine cuando vio el flyer del concierto

MI CABALLO POR UN REY. Cansado de convocar guitarristas con los que no tenía un código en común, Mustaine entendió que debía probar con alguien que estuviera en la misma que él. El elegido fue nada menos que Kerry King: “ Mientras él estaba en Slayer y yo trataba de armar Megadeth salíamos juntos bastante y nos hicimos buenos amigos”– afirma Mustaine volviendo con el recuerdo a esos días. “Le enseñé un montón de cosas con la guitarra, incluido el infame Tritono del Diablo, un intervalo musical complicado que incluye tres tonos. El Tritono del Diablo requiere cierta destreza, pero es interesante primeramente por el folclore que lo acompaña. En la Edad Media, el Tritono del Diablo fue prohibido por la Iglesia Católica; supuestamente los músicos que no respetaban este edicto eran castigados severamente y a veces decapitados… Si estas historias son verdaderas no lo sé, pero su existencia era suficiente para inspirar a que legiones de guitarristas de heavy metal incorporaran el Tritono a sus canciones. Kerry no lo conocía, pero después de que se lo enseñé se transformó en un gran fan, y ahora casi toda canción de Slayer incluye esa sucesión de acordes. Kerry de hecho se unió a Megadeth para unos pocos shows en San Francisco durante 1984. Aún buscábamos un segundo guitarrista pero no queríamos perder la oportunidad de tocar, así que le pedimos a Kerry que ocupara el puesto. En parte, yo tenía la esperanza de que él abandonara Slayer y se uniera a Megadeth de forma permanente. Pero eso no ocurrió. Estuvo lejos de ocurrir, en realidad”. El mandamás de Megadeth tiene más cosas para decir sobre el tema. “Lo gracioso es que cuando Kerry vino a darnos una mano para los shows, se vino con toda la indumentaria que usaba en Slayer. Nosotros apenas teníamos zapatillas, remeras y jeans mugrosos. Él en cambio ya tenía sus muñequeras con púas que luego se hicieron célebres… Debo decir que su desempeño en ese corto paso por Megadeth fue brillante”, admite Mustaine cuando hace memoria al respecto.

«Kerry, sácate esa timidez», le dijo Mustaine a King cuando se escondió detrás de los amplificadores en la sala de ensayo.

KING ESTUVO A PRÉSTAMO (SIN CARGO Y SIN OPCIÓN). Ellefson tampoco se queda atrás con los elogios a KK: “Recuerdo que cuando se nos unió, Slayer aún no había sacado su disco debut. Teníamos a dos tipos en vista para que tocaran con nosotros, hasta que alguien nos sugirió llamar a Kerry. La verdad es que fue un shock. Teníamos poco tiempo para prepararnos para el show, así que nos pusimos a ensayar a full. Dave le pasaba los temas, y Kerry lo miraba sin inmutarse: al toque, el tipo sacaba exactamente igual lo que Dave acababa de tocar. Enseguida dijimos, ‘listo, este es el tipo indicado’. Aún hoy creo que Kerry fue el mejor guitarrista para formar dupla con Dave que supimos tener «. ¿Y qué tiene para decir el propio Kerry King a todo esto?. “Poca gente sabe lo de mi participación en Megadeth. Pero lo loco es que tengo fotos guardadas de esos shows y suelo mostrárselas a los que no me creen. Es loco que haya pasado tanto tiempo desde entonces. Hemos llegado muy lejos en nuestras carreras. En esa época éramos unos pibitos con hambre. Acepté encantado la invitación porque había visto a Metallica con Mustaine y me encantaba su forma de tocar. Metallica y luego Megadeth le llevaban una ventaja considerable a Slayer por ese entonces; de hecho ellos tocaban sus propios temas mientras nosotros seguíamos haciendo covers. Yo admiraba a Dave y me sentía identificado porque los dos usábamos guitarras BC Rich. Creo que para mí fue un breve pero magnífico aprendizaje. Dave es un tipo jodido musical y humanamente, complejo, intrincado…». La pregunta del millón es, ¿King se hubiese quedado en la banda si se lo hubieran ofrecido? «La respuesta es no. Siempre tuve como prioridad seguir con Slayer. ¡No sé cómo alguien puede estar en Megadeth más de dos horas, porque esos tipos están realmente locos! Lo mío fue tocar 4 o 5 shows para darles una mano porque me encantaba lo que hacían, pero sabía que en Megadeth iba a ser uno o más, en cambio Slayer era mi banda”

Más imágenes de los primeros ensayos con King & Rausch: la sala al menos era más grande que el escenario del Ruthie’s

PRIMEROS PALOTES A PURO VËRTIGO. Cuando finalmente el almanaque marcó el viernes 17 de febrero, la hora de salir a comerse a los chicos crudos había llegado para Megadeth. Como toda banda principiante, no había presupuesto para mucha producción. Afortunadamente la escena de la Bay Area no sólo era tenaz en su determinación de cambiar muchas cosas dentro de la música pesada: también xistía entre esas banditas que pronto darían gestación a un nuevo género una fuerte camaradería. Recurrieron a amigos y colegas de la incipiente movida thrashera californiana para que los proveyeran de buena parte del equipo que les faltaba. Gracias a la mano solidaria de sus contactos, la banda pudo ostentar aquella noche una pared de amplificadores Marshall respetable para unos pibes que hacían su debut en escena. La formación de Megadeth además de los ya mencionados Mustaine, Ellefson y King, incluía a Lee Rausch en batería (N.: lamentablemente falleció en junio de 2023). Este último llegó a la fecha no en las mejores condiciones: según El Colorado “faltaba una semana para nuestro primer show en San Francisco y Lee sufrió una fractura en uno de sus pies. Como es natural, él quería cancelarlo, pero lo convencí de lo contrario. Le dije que cuando llegara el momento del show, le íbamos a cortar el yeso, vendarlo y que al día siguiente se hiciera enyesar otra vez. Pero cuando finalmente le sacaron el yeso su pie estaba negro, irreconocible. Le pregunté si estaba seguro de salir a tocar. Dijo que sí, subió al escenario e hizo un trabajo más que loable. Lee debe haber sido uno de los tipos más duros que he conocido. Aunque aquel incidente le pasó factura.”

«Que mala pata en el debut» reflexiona un duro y pensativo Lee Rauch

AHORA SÍ, EL SHOW. En cuanto al material que interpretó aquella noche el cuarteto es bueno recordar que faltaba un año para que viera la luz “Killing Is My Business… And The Business Is Good” y la mayoría de las canciones que se tocaron ese 14 de febrero de 1984 terminarían formando parte del mismo. Completaron el repertorio tres temas que luego aparecerían en discos siguientes como es el caso de “Bad Omen” y “Devil´s Island” (del segundo álbum “Peace Sells But Who’s Buying”), y “Hook In The Mouth” (del tercer disco, “So Far, So Good… So What!”). Abajo encontrarán el audio con el show completo, que constituye todo un testimonio de una época y un sonido; en cuanto a las imágenes en video de ese debut, desafortunadamente no existen, pero afortunadamente un alma caritativa se encargó de hacer una filmación de la velada del concierto del 15 de abril de aquel año (dos meses después: no está tan mal). El documento muestra un Ruthie’s Inn colmado de headbangers ávidos de escuchar esa cosa nueva llamada thrash metal, devolviendo desde abajo del escenario toda la energía que provenía del mismo. El grupo suena en el video como una banda novata, con detalles a pulir, pero también se percibe la determinación y el carácter que pronto los haría sobresalir dentro de la movida… Como no podía ser de otra manera, el panorama se ilumina cada vez que Mustaine toma el centro de la escena ejecutando esos solos retorcidamente encendidos que pronto se volverían su marca registrada. Y si bien la calidad de imagen y audio distan de ser las mejores, eso no quita que se pueda apreciar la ferocidad con la que Megadeth dio sus primeros pasos en un camino que los llevaría a ser una de las bandas de metal más importantes de la historia. Vean entonces ese material y vuelvan a comprobar que matar (musicalmente) es el negocio de Megadeth y en ese negocio, el Colorado es MUY bueno.

SETLIST:

Hook In Mouth (Instrumental)

Burnt Offerings (Set The World Afire)

Chosen Ones

The Skull Beneath The Skin

Looking Down The Cross

Last Rites / Loved To Deth

Next Victim (My Last Words)

Quicksand (Instrumental)

Bad Omen

Devil’s Island

Solo de guitarra (incluye una zapada con Jump In The Fire)

Mechanix (incluye solo de bajo)

Rattlehead

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