Inglaterra cayó oficialmente bajo el hechizo de Culture Club el 23 de octubre de 1982. Pero un mes y monedas antes, la (por entonces) más que peculiar banda de pop con su carismático y más que andrógino cantante había hecho su debut tentativo en el ranking de singles el 6 de septiembre en el número 66, con «Do You Really Want Para dañarme.» Cinco semanas más tarde, mientras la generación anterior criticaba la imagen de un nuevo tipo de ídolo llamado Boy George, la canción llegaba al número 1 y marcaba así el comienzo de una leyenda del pop ochentoso que perdura hasta nuestros días… Hoy, a 40 años de aquel lanzamiento, realmente no queremos lastimarlos, amigos y amigas que nos leen, sino contarles su historia y traerles el testimonio de sus dos principales creadores.

No parecen lo que se dice miembros de un club cultural, pero a los Culture Club eso no les importaba

Ante todo y para quienes recién se unen al club, ¿qué fue Culture Club? Hablamos de una banda británica de pop formada en Londres en 1981 y compuesta por Boy George (voz), Roy Hay (guitarra y teclados), Mikey Craig (bajo) y Jon Moss (batería y percusión). Surgida en la escena new romantic, hoy la crítica y los fans la consideran de los grupos más representativos, exitosos (con más de 50 millones de discos vendidos en todo el globo) e influyentes de la década de 1980 y probablemente la expresión más vívida de la cualidad queer subyacente en la new wave de aquella década. Esta movida tenía varias tendencias diferentes: los «new romantics», por ejemplo, enfatizaban la clase, la elegancia y la riqueza con un discreto toque dandy (Duran Duran, ABC, Spandau Ballet). Otras bandas, como Missing Persons, Flock Of Seagulls y Devo, enfatizaron una tensión futurista al evocar la ciencia ficción mientras actuaban como robots o astronautas. Culture Club encarnó la cepa andrógina de la floreciente nueva ola, que floreció en los clubes gay de Inglaterra y tuvo la superposición más directa con esa subcultura. Otras bandas en esta línea pueden incluir a Human League, Dead Or Alive y Adam & The Ants, bandas que usaban mucho maquillaje y ropa extravagante y que fueron influenciadas por el glam rock de la década de 1970, especialmente T. Rex y David Bowie. Algunas de estas estrellas eran homosexuales; otras no, pero de todos modos evocaban la homosexualidad como una declaración de moda rebelde. Boy George era ciertamente gay y tal como sugirió el programador de MTV Les Garland, Culture Club era enorme en MTV. Su estilo visual ecléctico e innovador complementaba perfectamente sus canciones: un pop convencional y tranquilo que fue hábilmente producido, bien tocado y cuidadosamente elaborado. Su música carecía de aristas y espontaneidad; sin embargo, sus letras estaban cargadas de cinismo y matices oscuros, girando en torno al engaño, la traición, la ira y la melancolía. Todos rasgos que cimentarían su primer gran suceso.

UNA MÁS…. Y (SI NO FUNCIONA) NO JODEMOS MÁS. Cuando 1982 llegó a su fin, Culture Club se encontraba en el umbral del éxito y, al mismo tiempo, en una situación precaria. Los dos primeros singles de la banda, «White Boy» y «I’m Afraid of Me», habían fallado comercialmente y ahora el sello Virgin, que los había contratado, amenazaba con lanzar la última canción que Boy George hubiera elegido como el tercer -y fatídico- single: es que, más que nunca, la tercera iba a ser la vencida. «Ese single era nuestra última oportunidad. Pero amenacé con irme si el sello lo publicaba», recordó el cantante en una entrevista de 2008 con Q Magazine. Al saber de la elección del sello, estaba desconcertado: «No pensé que fuéramos nosotros, que nos representara; no era música de boliches ni de club. No superaba a Spandau Ballet. Pero estaba equivocado. Era personal, mucho, de una manera que nuestras otras canciones no lo eran. Se trataba de Jon. Todas las canciones eran sobre él, pero eran más ambiguas». El «Jon» al que hace referencia es el baterista del grupo, Jon Moss, con quien George tuvo una relación secreta (eran los 80, recordemos) que se extendió a lo largo de seis tumultuosos años.

Una foto no muy buena como tal, pero sí como testimonio: Steve Levine y Boy George posan para la cámara mientras el productor toquetea las teclas de la mesa de mezcla

LA VOZ DE LA INSPIRACIÓN. La genesis de «Do You Really…» comenzó como tantísimas otras grandes obras, nacida de la inspiración del momento. Craig aportó una influencia caribeña al sonido del tema; el mismo comienza con una introducción vocal lenta de Boy George («Dame tiempo para darme cuenta de mi crimen…») que indica que a continuación vendrá una letra solemne; cabe destacar que esta intro no formaba parte del demo original, que grabaron con su productor, Steve Levine, en los Rondor Studios de Londres. El momento decisivo llegó cuando la banda grabó después la primera versión del tema durante una sesión especial para el programa radial de Peter Powell en BBB Radio 1: tras grabar sus dos primeros singles, solo les quedaban 15 minutos para «Do You Really…” No hubo tiempo para sobregrabar las voces y la grabación resultante capturó el fenomenal talento vocal de George. El impacto fue tal que cuando grabaron la versión para el single, en los Red Bus Studios al noroeste de Londres (terreno de Spandau Ballet y Bananarama), la voz deliberadamente se registró de la misma manera, en vivo con la banda tocando mientras George cantaba.

Tuvimos que viajar al pasado para chorearnos esta página con el ranking de singles de Inglaterra: allí lo pueden ver a «Do You Really…», solari en el primer puesto

¿REALMENTE QUERÉS QUE LLEGUE AL NRO. 1? Como fuere y sin que al sello le importaran un pimiento los lamentos y las quejas de Boy George, se lanzó el single de todos modos, primero en Inglaterra el 6 de septiembre y en EE.UU. el 22 de noviembre de 1982: sorpresivamente la canción que no sonaba como el resto de la música de la banda se convirtió en el gran éxito que impulsaría al Club al estrellato. «Do You Really Want to Hurt Me» navegaría al número 1 en la Inglaterra natal del conjunto, una hazaña que repetiría luego en Australia y Canadá. En Estados Unidos, la canción alcanzaría el puesto número 2, donde permanecería durante tres semanas: la canción que impidió que se convirtiera en el número 1 en América fue «Billie Jean» del por entonces imbatible Michael Jackson. Lo que se dice un honroso segundo puesto. Para el cantante, crítico al comienzo, el éxito del single no fue tan casual: «Creo que ‘Do You Really Want To Hurt Me’ es una canción bien construida. Probablemente es la única canción adecuada que tenemos con secuencias de acordes adecuadas y cambios de teclado. Es muy musical. Las canciones más poderosas en el mundo son canciones de amor. Se aplican a todos, especialmente a los chicos y chicas que se enamoran y se desenamoran más veces que nadie. Al final del día, todos quieren ser queridos».

IMÁGENES CLARAS CON TRASFONDO OSCURO. El concepto del video del tema (que a la fecha lleva más de 104 millones de vistas) mostró a Boy George como un outsider que se ve expulsado de diferentes lugares en varios escenarios históricos como la Cámara del Ayuntamiento en Islington, Londres (la sala del tribunal en el video) y flashbacks del Gargoyle Club del Soho y el Dolphin Square Health Club en Pimlico, ambas zonas londinenses. Fue dirigido por Julien Temple, a quien se le ocurrió la idea de los jurados vestidos con la cara pintada de negro y haciendo gestos de jazz con las manos: esta fue una imagen impactante para el público estadounidense, que durante mucho tiempo asoció el maquillaje negro con el racismo, pero en Inglaterra fue mucho más aceptado como parte de su tradición de music hall. Temple explicó en el libro «I Want My MTV» cuál era el mensaje del clip: «‘Do You Really…’ se trataba de ser gay y ser víctima de tu sexualidad, algo de lo que George era un emblema. Me pareció apropiado que en el video él fuera juzgado por un jurado con la cara pintada de negro, para denunciar la intolerancia y señalar la hipocresía de los muchos jueces y políticos homosexuales en el Reino Unido que promulgaron leyes contra los homosexuales»... otros detalles curiosos del video fueron que Mike Craig no pudo ir a la filmación y fue reemplazado por su hermano Greg, mientras que Boy George usó una camisa con la frase hebrea «Tarbut Agudda» (תַּרְבּוּת אֲגֻדָּה), traducción literal de las palabras «cultura» y «asociación» (probablemente sea una mala traducción de «club») en un orden gramaticalmente incorrecto.

PROFETAS EN SU ISLA. Volviendo a Inglaterra, apodado como «white light reggae», el single se convirtió en el Disco de la semana de BBC Radio 2 y comenzó a volar de las bateas de las disquerías: una apariciónen el programa musical británico clave de la época, Top Of The Pops, catapultó definitivamente a la banda a la fama grande en su propio país. Culture Club, que en ese momento estaba de gira por el Reino Unido en una van, comenzó a notar que los fans asistían a sus conciertos en cantidades sin precedentes: chicas y chicos por igual comenzaron a aparecer en los conciertos del grupo vestidos al estilo andrógino de Boy George. El cantante lo recuerda claramente: «Llamaban a nuestro publicista y le decían: ‘No podemos promocionar este disco. ¿Qué es? ¿Es un pájaro, es un avión, es una drag queen?’… El subsiguiente frenesí sensacionalista con los diarios preguntándose, en enormes titulares, «It’s a boy, it’s a girl?» (¿Es un chico, es una chica?) le dio a la canción toda la publicidad que necesitaba y trepó a la cima de las listas». La canción tenía una acertada y ganchera mezcla de pop-reggae, ocupó el primer lugar del ranking británico superando a un hit de reggae propiamente dicho, «Pass The Dutchie» de Musical Youth. Y mientras subía al primer puesto, abonó el terreno para «Kissing To Be Clever», el álbum debut del grupo, que salió cuando «Do You Really…» escalaba en las listas y alcanzó el puesto número 5 una semana después de que la canción llegara al número 1, obteniendo más adelante el disco de platino. El LP pasó 59 semanas en el top 100 del ranking británico, haciendo su última aparición en el Top 40 exactamente un año después de que «Do You Really…» alcanzara la cima.

La banda en vivo, ante una audiencia que no precisamente quería lastimarlos ni hacerlos llorar, como dice la canción

Hoy, a 40 años exactos del lanzamiento de «Do You Really…», la canción mantiene la cualidad especial y atemporal de los éxitos perdurables. Ha sido traducida al islandés, japonés y finlandés, entre otros idiomas.Y ha sido versionada por una extraordinaria variedad de artistas, incluida la estrella country Rita Coolidge, la cantante argentina de jazz & bossa nova Karen Souza, los rockeros alternativos de Milwaukee Violent Femmes, la estrella folk Melanie, el trío reggae jamaiquino The Heptones, la otrora disco queen Amanda Lear, la reina del burlesque Dita Von Teese (junto a Sébastien Tellier) y el grupo alemán de pop-dance Blue Lagoon, entre decenas más. “No todo es lo que ves”, canta Boy George… en una parte del tema… y no le faltó razón sobre eso. Para cerrar esta historia, les les dejamos el testimonio que sus dos principales protagonistas vertieron en el diario inglés The Guardian hace unos cinco años.

Jon y George ayer: dos pibes inocentes. O no tanto.

JON MOSS, BATERISTA

Hicimos esta canción en los primeros días de las drum machines (N. cajas de ritmos). De golpe estabas trabajando con una caja del tamaño de un paquete de cigarrillos y un manual de instrucciones diez veces más grande…. Un día empezamos a experimentar y nos salió un ritmo pequeño que volvía y volvía. A todos nos encantaba el reggae y esta se convirtió en una canción de reggae. Cuando comenzamos a mezclarlo, me horroricé: todo estaba enraizado en el bombo, lo que hacía que sonara muy alemán, así que lo invertí e hice que el extremo superior de la percusión fuera más fuerte. Si no lo hubiera hecho, podría no haber sido un hit.

Cuando se la mostramos a Virgin, todos en la reunión se pusieron de pie y comenzaron a aplaudir. Parecía obvio que teníamos un gran éxito en nuestras manos. Lo raro de la banda a principios de los 80 era que no teníamos manager. Pero sabía que todo estaría bien: las estrellas parecían estar alineándose. Por ejemplo, conseguimos tocar en Top of the Pops porque alguien que iba a tocar se enfermó -pudo haber sido Shakin’ Stevens- y con eso el Mar Rojo se abrió y cualquier problema que podía surgir se resolvió.

Me imagino que la canción habla sobre mí. Creo que la mayoría de las canciones lo hacen. Fui una musa para Boy George, para bien o para mal. Había mucha subjetividad en su escritura: «Oh, todo me pasa a mí, oh, no me llamaste», mucho de asumir que los demás no tienen sus propios problemas. Pero todos somos mucho mayores ahora. A través de los años me ha servido bastante haber sido alguna vez la inspiración para alguien.

Pasan los años y la ciencia sigue investigando qué diablos es lo que sostiene Boy George con su mano izquierda

BOY GEORGE, CANTANTE

Jon no fue mi musa. Lo escribí sobre otra pareja, Kirk Brandon. Pero cuando escribís canciones sobre otras personas, en realidad son sobre vos mismo. Muchas de esas primeras canciones, como «Time» y «Victims», eran todas «ay de mí». Me hice la víctima. Ese fue el papel que asumí: “Oh, ¿por qué me hacés esto?”. En el pasado, dediqué mucho tiempo tratando de cambiar a las personas de las que estaba enamorado, y no tratando de cambiarme a mí mismo.

Recuerdo haber escrito la letra en un piso del centro de Londres. Los amigos de Jon fumaban faso y ahí nació la idea. Anoté algunas letras en un papel y me las guardé en el bolsillo. La sección de apertura, que es un falsete muy alto, solo la canté una vez durante la grabación. Una vez que lo hice, supe que nunca lo volvería a hacer. Cuando se rompió la cinta, consideraron pedirme que volviera a cantarla… les dije que no, que arreglaran la cinta como fuere.

Pensé que la canción era demasiado personal para ser un éxito y no quería que fuera un single. Fui a Virgin, pisé fuerte y me senté en las escaleras diciendo: “¡Van a arruinar nuestra carrera incluso antes de que comencemos!”. Nuestra audiencia necesitaba algo para bailar, y «Do You Really…» era demasiado lenta, demasiado personal, demasiado larga. Todo estaba mal. Así que su éxito fue una gran educación para mí: aprendí que ser personal era la clave para conmover a la gente.

Hay dos historias sobre nuestra aparición en Top Of The Pops. Una era que Shakey no se encontraba bien para presentarse y la otra es que Elton John se había negado. Así que hoy, 40 años después, tenemos que agradecer a Shakey o Elton por estar aquí. Estuve descalzo en esa actuación, como homenaje a Sandie Shaw (N. cantante inglesa considerada musa mod y muy exitosa en los años 60, que solía cantar descalza). Le dije eso recientemente, y ella estaba bastante sorprendida. Cuando tenés 19 años, tenés pies mucho más bonitos.

Jon y George hoy: dos tipos curtidos. O no tanto.

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