PACIENTE: KK´s PRIEST – “Sermons Of The Sinner” (EX1 Records, 2021)

HISTORIA CLÍNICA: Tras su salida de Judas Priest, K.K. Downing entró en un largo periodo de ostracismo. Poco y nada se supo durante años del responsable junto a Glenn Tipton de conformar la que probablemente sea la dupla de guitarras más emblemática en la historia del metal. Ese binomio hace tiempo que no existe, ni forma parte al menos en una de sus partes del presente de la banda de Birmingham. Tipton, víctima del mal de Parkinson tuvo que bajarse de la nave a la fuerza. Varios años antes (principios del 2011), a Downing lo expulsaron del quinteto por motivos que aún hoy son poco claros. Hasta que en 2019, dijo basta y decidió desenfundar su legendaria Flying V y volver a las andanzas. Primero armó un efímero supergrupo, junto a Dave Ellefson (ex Megadeth), y los también ex miembros de Judas, Tim Ripper Owens (voz) y Les Binks (bateria), con el que hicieron apenas un puñado de conciertos.

Un año después Owens y Downing anunciaron que mantenían en firme su sociedad con la salida de “Sermons Of The Sinner”, primer trabajo de su nuevo proyecto juntos: KK’s Priest. Como era de esperar, semejante alianza bajo semejante nombre no podía despertar otra cosa que polémica y suspicacia. Podríamos recurrir a la frase hecha que dice que las comparaciones son odiosas, pero en este caso a los que nos toca ser oyentes no se nos deja otra chance. Es su propio mentor el que las estimula, sacando a la cancha una banda que se propone claramente como un Judas Priest muleto. Desde el nombre del grupo, pasando por su sonido e imagen, todo remite a los defensores de la fe metálica. El título elegido para su disco debut tampoco ayuda, dado que “Sinner” del álbum “Sin After Sin” (1976), fue uno de los primeros clásicos inoxidables de Judas. Los guiños no terminan ahí. Tras “Incarnation”, la breve intro con la que arranca el CD, uno de los célebres palancazos plenos de distorsión a los que Ken nos tenía acostumbrados en sus épocas de gloria nos introduce en “Hellfire Thunderbolt”, uno de los tracks mejor logrados del trabajo que hoy nos ocupa.

Otra referencia al pasado es “Return of the Sentinel”, tema que hace las veces de secuela del recordado “The Sentinel”, de “Defenders Of The Faith” (1983), registros que figura entre los más aclamados por los fans de Judas Priest. De todas maneras es justo decir que lo dicho hasta acá no puede sorprender a nadie porque desde el vamos se venía venir por dónde iba la cosa .K.K. nunca ocultó sentirse despechado por lo traumática que fue su salida de la banda que lo llevó a la fama. “No quiero tirar mi legado por la borda. Busco recrear algo de él tanto en mi presente como en mi futuro. No conozco a varios de los que hoy forman parte de Judas Priest (N se refiere a Richie Faulkner y a Andy Sneap, los guitarristas del Judas versión 2021), pero si ellos tienen derecho a formar parte, creo que yo también”, declaró este año a la prensa, poniendo en claro que la herida permanece abierta.

Dejando por un momento a Downing de lado, ¿qué se puede decir de sus actuales compañeros de ruta? El siempre solicito Tim Ripper Owens deja en claro a lo largo del disco lo que ya sabíamos de antemano: es el nombre obligado para el puesto si Rob Halford dice ausente. Vuelve a demostrar que su voz va como anillo al dedo para esta propuesta, aunque sorprende en temas como “Brothers of the Road”, en donde su performance vocal lo acerca más a Dio que al Metal God. En canciones como “Metal Through and Through” o la ya mencionada “The Sentinel…”, en cambio recuerda al Halford más espectral y climático de trabajos tempranos de Judas como “Sad Wings Of Destiny” o “Stained Class”. Tony Newton (bajo), Sean Elg (batería) y A.J. Mills (guitarra líder), se desenvuelven con solvencia, sosteniendo la tarea de las dos figuras principales de la banda, brillando en el poderosísimo “Wild and Free”, o la intrincada “Hail of the Priest”, cortes que remiten al sonido del glorioso “Painkiller” (1990).

DIÁGNOSTICO: Rugiendo con furia metalera, KK’s Priest se da a conocer aprobando el examen con comodidad, y ofreciendo exactamente lo que prometía: una ramificación del culto profesado alrededor de Judas, los sacerdotes más heavys del planeta, la encarnación definitiva del género hecha banda. Si sos parte de la feligresía de las tachas y cuero, con “Sermons Of The Sinner” vas a encontrar otro templo donde comulgar con tu Fe

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