Un 7 de marzo como este, pero de 1983, veía la luz el single «Blue Monday» de New Order; 38 años despues, se erige como la piedra fundamental de los ritmos house modernos. Quizás la combinación perfecta de melancolía y vitalidad es lo que hizo que este single de siete minutos y medio fuera tan duradero; intercalando un mix de sonidos con un ritmo irresistible, esta icónica zapada encarna la esencia de todos los sonidos house de este siglo. Conocés la letra. Conocés la música. Conocés el ritmo. Ahora descubrí la historia -con todo tipo de detalles, de los curiosos a los bizarros, de los incomprensibles a los risibles- detrás de la mejor canción de baile de los 80 a través de estos datos que compilamos para que amplíes tus conocimientos… (PD: Dale play al tema para escucharlo mientras leés todo el resto)
«BLUE MONDAY» PODRÍA TENER INFLUENCIAS DEL… ¿MÁS ALLÁ? Todo por carácter transitivo, aclaremos: el té, el agua y posiblemente varios cadáveres (!) hayan logrado el efecto en los músicos. Sí, suena más bizarro que el triángulo amoroso de la otra gran canción del grupo, pero dejemos que Bernard Sumner explique esta teoría: «Escribimos ‘Blue Monday’ en nuestra horrible sala de ensayo en Cheetham Hill, que tenía un cementerio en la parte de atrás. Siempre recuerdo que el té tenía un sabor bastante extraño debido al agua en la tetera. Le dije a Steve (N. Stephen Morris, baterista) un día: ‘Estoy seguro de que algo de esas tumbas se está filtrando a través de las tuberías de agua…'». ¿Hay algún exorcista entre quienes están leyendo esto? (por las dudas)
LA BANDA SE ARMÓ SUS PROPIOS INSTRUMENTOS PARA GRABAR ESTE TEMA. Nueva tecnología de sintetizador en los años 80, a la vez cara y compleja. Sumner realmente quería un secuenciador para hacer que los sintetizadores y la batería se comunicaran. La tecnología no existía, ¡así que la construyó él mismo! «Recuerdo haberme entusiasmado mucho con la última tecnología que estaba disponible. Era pre-computadoras, pre-MIDI, y me había construido este secuenciador a partir de un kit de electrónica. Programamos todo paso a paso utilizando lecturas digitales de código binario. Fue… complicado», admite con sinceridad.
SUMNER CONTRATÓ A UN CIENTÍFICO PARA PROGRAMAR EL NUEVO SECUENCIADOR USANDO CÓDIGO BINARIO. Creer o reventar. «Steve había comprado una caja de ritmos, pero no pudimos conseguir que el secuenciador le hablara», recuerda Sumner. «A través de Martin Hannett [N. productor de New Order], conocimos a este científico llamado Martin Usher, así que le llevé el secuenciador y la caja de ritmos y él diseñó un circuito que podía hacerlos hablar entre ellos. El día que compusimos el tema fue el día en que trajimos el circuito, lo conectamos todo y presionamos «GO» en la caja de ritmos, luego el sintetizador comenzó a parlotear y de alguna manera todo funcionó. Rob [N. Gretton, manager de New Order] pensó que era brujería. ¡De veras! Suena extraño ahora en la era de Internet, pero realmente pensó que funcionaba por arte de magia»… ¡Otra que la caída de la mansión Usher!
EL TÍTULO DE LA CANCIÓN PROVIENE DE UN DIBUJO DE KURT VONNEGUT JR. EN SU LIBRO «BREAKFAST OF CHAMPIONS». Es más, las palabras «Blue Monday» no aparecen en ninguna parte de la letra, entonces, ¿de dónde salió? Hubo muchas especulaciones pero la verdad la canta Gillian Gilbert: “La gente ha interpretado el título de muchas formas”, aclaró la tecladista. “En realidad, provino de un libro que Stephen estaba leyendo, ‘Desayuno De Campeones’ de Kurt Vonnegut Jr. Una de sus ilustraciones dice: ‘Goodbye blue monday’ (N. literalmente «adiós lunes azul», aunque se entiende como «adiós lunes triste»)… Es una referencia a la invención de la lavadora, que mejoró la vida de las amas de casa (!)».
«BLUE MONDAY» SE INSPIRÓ EN EL TEMA «OUR LOVE» DEL ÁLBUM «BAD GIRLS» DE DONNA SUMMER. Pueden escuchar el mismo ritmo *pum, pum… buda buda buda buda … pum, pum* icónico en ambas pistas. New Order ideó el ritmo mientras experimentaban con una nueva caja de ritmos Oberheim DMX que habían comprado. El bajista Peter Hook explica: “Bernard y Stephen fueron los instigadores. Fue su entusiasmo por la nueva tecnología. El patrón de batería fue ripeado de un tema de Donna Summer». El bajista continúa su minuciosa descripción de los acontecimientos, donde no faltaron problemas: “Habíamos terminado el patrón de batería y estábamos realmente felices, luego Steve accidentalmente pateó la caja de ritmos, así que tuvimos que comenzar desde cero y nunca volvió a quedar tan bueno. La tecnología se venía con todo y el estudio era realmente arcaico”, explica Hook. “El tema era una colección de fragmentos de sonido, en cierto modo creció y creció. Cuando llegamos al final, entré y toqué el bajo; le robé un riff a Ennio Morricone. Bernard entró y puso las voces. No queríamos algo onda Ian Curtis, sino que fuera más vago”, recuerda el bajista, y agrega respecto al título: “Estaba leyendo sobre Fats Domino (N. célebre cantante/pianista de R&B y rock and roll). Tenía una canción llamada ‘Blue Monday’ y era lunes y todos nos sentíamos tristes, así que pensé: ‘Oh, esto es bastante apropiado'».
LA CANCIÓN TAMBIÉN TIENE OTRAS INSPIRACIONES. La «colección de fragmentos de sonido», como la describe Hook, también se inspira en estos temas:
… las armonías en «Uranium» de los germanos Kraftwerk, del álbum «Radioactivity» (1975).
… la línea de bajo de la gancherísima canción de Sylvester, «You Make Me Feel Mighty Real» (1978).
… y las electrizantes canciones dance ochentosas del combo italo disco Klein & M.B.O.
«BLUE MONDAY» SIGUE SIENDO EL SIMPLE DE 12″ MÁS VENDIDO DE TODOS LOS TIEMPOS. Más de tres millones de copias desde que salió a la venta el 7 de marzo de 1983 lo atestiguan. En el Reino Unido, ha vendido 1,16 millones de copias en todos los formatos, incluidas las remezclas de 1988 (por Quincy Jones) y 1995 (por el dúo alemán Hardfloor); la de 1988 alcanzó el número 1 en Nueva Zelanda y el top 10 en otros países. Las ventas del lanzamiento original de 1983 de 12″ representan la mayor parte del total, con más de 700.000 copias. La canción ha sido ampliamente elogiada y está clasificada por Acclaimed Music como la 38ª canción más aclamada de todos los tiempos. La canción ha sido versionada por bandas como Orgy, Flunk y 808 State; sus ritmos son invariablemente mezclados en raves en sets de baile / psytrance… Sr. Juez, la defensa descansa.
LA BANDA OCASIONÓ DISTURBIOS EN UN CONCIERTO CUANDO SUS MIEMBROS SE NEGARON A TOCAR «BLUE MONDAY» EN UN BIS (!). En el apogeo del éxito del Blue Monday, el 17 de noviembre de 1981 (dos años antes de editarse), New Order realizó un concierto (cuyo audio les dejamos aquí arriba) en un club llamado The Channel en Boston, EE.UU., ante una multitud frenética. Después de un set de 40 minutos, los fans exigieron más, pero a la banda nunca le gustó la tradición del bis. Los asistentes al concierto, enojados y fuera de sí, comenzaron a destrozar el lugar. Según lo recuerda Sumner, «Terminamos de tocar y luego no volvimos al escenario. Y no supimos que algo andaba mal hasta que dos policías entraron al camarín y dijimos: ‘¿Qué pasa?’. Dijeron: ‘Hay una gran revuelta en la planta baja, están destrozando el lugar y estamos aquí para su protección’. Nosotros onda, ‘¿Por qué?’. Porque no hicimos el bis. Nos dijeron que era como un insulto, y que solo tocamos durante 40 minutos, media hora. Así que todos están locos, están destrozando el lugar. No podíamos tener disturbios en cada concierto, y no queríamos hacer un bis, es cursi, es algo cursi». Hook se aseguró de que esto nunca volviera a suceder sugiriendo a la banda que programara automáticamente sus sintetizadores para tocar los bises por ellos (!). Sumner la remata: «programamos los sintetizadores, presionamos un botón y tocaban el bis. Y nosotros onda ‘fuck you'».
«BLUE MONDAY» FUE UN ÉXITO EN CLUBES, DISCOS Y BOLICHES ANTES DE PEGARLA EN LA RADIO. Originalmente grabado como maxi y con una duración de 7:34 segundos, el single era demasiado largo para reproducirlo en la radio. Sin embargo, salió volando de las disquerías cuando su fama pasó de boca en boca y los D-Jays y los fans de todo el mundo no podían aguantar sin tener a mano su ritmo.
POR IMPECABLE QUE PAREZCA, «BLUE MONDAY» NO ES PERFECTA. La banda cometió un pequeño error cuando algo se deslizó en el secuenciador y registraron un fuera de tiempo en la línea superior. El error, según Hook, hizo que la pista sonara como si estuviera «flotando». Para más datos: «La melodía del sintetizador no está sincronizada con el ritmo», explicó Gilbert a The Guardian. “Fue un accidente. Mi trabajo era programar toda la canción de principio a fin, lo que tenía que hacerse manualmente, ingresando nota por nota. Tenía toda la secuencia escrita en un montón de hojas de papel A4 pegadas con cinta adhesiva a lo largo del estudio de grabación, como un enorme patrón de tejido», describe la tecladista. «Pero accidentalmente dejé afuera una nota, lo que distorsionó la melodía», recordó Gilbert. “Nos habíamos comprado un Emulator 1, uno de los primeros samplers, y lo usamos para agregar fragmentos de voces de coro del álbum ‘Radioactivity’ de Kraftwerk, así como grabaciones de truenos. Bernard y Stephen habían aprendido a usarlo pasando horas grabando… pedos». (Leyeron bien, grabaron pedos).
LA BANDA PERDIÓ DINERO CADA VEZ QUE SE VENDÍA UN SINGLE DE «BLUE MONDAY». La carátula del disco, diseñada por el talentoso Peter Saville (conocido por crear la celebérrima tapa del álbum «Unknown Pleasures» de Joy Division), se inspiró en un diskette. La funda requirió un proceso de troquelado de 3 pasos que cuesta £ 1,10 para hacer; se vendió por £ 1 en las tiendas. «Es absolutamente cierto», confiesa Hook. «Una de las mejores citas de Steve Morris fue que fueron las partecitas que no ves en ‘Blue Monday’ las que costaron todo el dinero. Y era verdad. Tony hizo esos maravillosos premios de metal para celebrar 500.000 ventas, cuando lo que en realidad estábamos celebrando era una pérdida de 50.000 libras esterlinas… ¡Eso solo podría suceder en Factory! Lo rectificaron más tarde al ponerle al disco una funda normal, pero eso después de que se vendiera gran cantidad de copias: así trabajaba Factory. Cada vez que nos quejábamos del dinero que habíamos puesto en la Hacienda o del dinero que habíamos perdido con ‘Blue Monday’, Rob Gretton nos decía: ‘Qué carajos, lo que uds. tienen no se puede comprar con dinero’… Y tenía toda la razón. Cada vez que me encuentro con alguien como Bono, o ese de Coldplay, lo que sea, esos multi-multi-millonarios, no tienen ni un ápice de lo que tenemos – que es respeto. Mantuvimos nuestras credenciales y nunca nos vendimos». Sumner acota: «El single vendió montones y montones de copias, pero no obtuvimos ningún premio por ello; al estar en un pequeño sello independiente, no éramos miembros de las sociedades relevantes. Así que cuando llegó a 500.000, Tony se inventó un premio especial de Factory Records, esta gran rueda dentada que era casi como una hoz y un martillo. De hecho, todavía lo tengo. Pesa una tonelada».
LA TAPA DEL SINGLE NO MUESTRA EL NOMBRE DEL GRUPO NI EL TÍTULO DE LA CANCIÓN (AL MENOS EN INGLÉS CLÁSICO). Lo que sí puede verse o leerse es la leyenda «FAC 73 BLUE MONDAY AND THE BEACH NEW ORDER», representada en código por una serie de bloques de colores. Según Peter Saville, su diseñador, «Levanté esta cosa nueva y fascinante que estaba en la mesa y Steve Morris me dice, ‘es un floppy disk, ¿habías visto uno antes?’. Le pregunté si me lo podía llevar a Londres y mientras manejaba de regreso, escuché ‘Blue Monday’ en cassette, pero fascinado por este floppy disk. Sabía que había un link intrínseco entre esto y su nueva dirección. Para cuando agarré el último tramo de la autopista, ya sabía que la tapa del single sería la de un floppy disk». Y en eso se transformó la tapa del single, una réplica de un diskette de 5′, con agujeros en los mismos lugares que el original y una funda interior plateada. ¿Pero qué significan esos bloques de colores al costado de la tapa? No son mera decoración: Saville quiso que el diseño de la tapa del single estuviera conectado al del álbum «Power Corruption And Lies», cuya tapa tenía una pintura clásica, «Una Canasta De Rosas», de Henri Fantin-Latour quién la pintó 1890.
Saville usó los mismo colores con los que el artista francés pintó su trabajo; desde ahí creó una «rueda de colores» que aparece en la contratapa del álbum.
Según Saville, «El alfabeto de colores vino del hecho de que el floppy disk contenía información codificada y quise impartir el título del mismo modo, en código – por ende convertí el alfabeto en un código usando colores». Todo OK, ¿pero qué tiene que ver esto con «Blue Monday»? Resulta que hay 26 secciones en la rueda, y cada una representa una letra del alfabeto, mientras que los primeros 9 colores representan números.
De modo que al leer la combinación de colores en cada bloque en la tapa y contratapa del single, tenés el título del mismo, de su lado B y de la banda que lo grabó. Para ser gráficos:
F A C 73
B L U E
M O N D A Y
A N D
Y detrás:
T H E
B E A C H
N E W
O R D E R
CON EL DINERO OBTENIDO POR «BLUE MONDAY», LA BANDA ABRIÓ SU PROPIO CLUB, THE HAÇIENDA. En 1982, la banda abrió las puertas de la discoteca The Haçienda en su ciudad natal de Manchester. Todo el dinero que ganaron durante los próximos 9 años se destinaría a mantener el club nocturno en funcionamiento. Con gente hambrienta de baile, pronto se formó una cultura de club, ¡y «Madchester» se colocó en el mapa como uno de los lugares más de moda en los años 80!
Periodista especializado en artes, espectáculos, gastronomía y cultura pop. Co-fundador de las revistas argentinas Riff Raff (entre 1985-86) y Madhouse desde 1989 hasta 2001. Director del primer fanzine de habla hispana dedicado a Kiss y autor junto a Carlos Parise del libro «Heavy Metal Argentino» (1993).